jueves, 29 de diciembre de 2016

22 de Enero

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 27

“El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es el baluarte de mi vida,
¿ante quién temblaré?

Cuando se alzaron contra mí los malvados
para devorar mi carne,
fueron ellos, mis adversarios y enemigos,
los que tropezaron y cayeron.

Aunque acampe contra mí un ejército,
mi corazón no temerá;
aunque estalle una guerra contra mí,
no perderé la confianza.

Una sola cosa he pedido al Señor,
y esto es lo que quiero:
vivir en la Casa del Señor
todos los días de mi vida,
para gozar de la dulzura del Señor
y contemplar su Templo.

Sí, él me cobijará en su Tienda de campaña
en el momento del peligro;
me ocultará al amparo de su Carpa
y me afirmará sobre una roca.

Por eso tengo erguida mi cabeza
frente al enemigo que me hostiga;
ofreceré en su Carpa sacrificios jubilosos,
y cantaré himnos al Señor.

¡Escucha, Señor, yo te invoco en alta voz,
apiádate de mí y respóndeme!
Mi corazón sabe que dijiste:
«Busquen mi rostro».
Yo busco tu rostro, Señor,
no lo apartes de mí.

No alejes con ira a tu servidor,
tú, que eres mi ayuda;
no me dejes ni me abandones,
mi Dios y mi salvador.

Aunque mi padre y mi madre me abandonen,
el Señor me recibirá.

Indícame, Señor, tu camino
y guíame por un sendero llano,
No me entregues a la furia de mis adversarios,
porque se levantan contra mí testigos falsos,
hombres que respiran violencia.

Yo creo que contemplaré la bondad del Señor
en la tierra de los vivientes.
Espera en el Señor y sé fuerte;
ten valor y espera en el Señor.” Amén.

Curiosidades

¿Cómo quedo conformada la jerarquía eclesiástica católica después del Concilio de Trento?

En la exposición de la doctrina sobre los sacramentos ocupó un lugar destacado en la labor de los padres conciliares tridentinos el del orden, porque contra él habían dirigido los reformistas sus más apasionados ataques. No sólo se negaban a reconocer en la Iglesia jerárquica una institución querida y creada por Cristo, sino que afirmaban que era la nueva ramera babilónica y veían en el Papa la encarnación del Anticristo. Según el concilio, el sacramento del orden confiere a quienes lo reciben -y sólo a ellos, no al resto del pueblo fiel- la potestad de consagrar la eucaristía y de perdonar los pecados. Los obispos son sucesores de los apóstoles y han sido instituidos por el Espíritu Santo. Por consiguiente, las autoridades civiles no son competentes para instituir obispos ni para rechazarlos cuando han sido válidamente ordenados. Se afirma asimismo que existe una diferencia esencial entre los obispos y los simples sacerdotes. Los obispos son superiores a los presbíteros porque tienen potestades superiores. La principal de ellas radica en que sólo los obispos, y no los presbíteros, pueden ordenar nuevos sacerdotes.
http://www.historia-religiones.com.ar/el-concilio-de-trento-85

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Mateo 4:12-23

“Cuando Jesús se enteró de que Juan había sido arrestado, se retiró a Galilea. Y, dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaúm, a orillas del lago, en los confines de Zabulón y Neftalí, para que se cumpliera lo que había sido anunciado por el profeta Isaías:
"¡Tierra de Zabulón, tierra de Neftalí,
camino del mar, país de la Transjordania,
Galilea de las naciones!
El pueblo que se hallaba en tinieblas
vio una gran luz;
sobre los que vivían en las oscuras regiones de la muerte,
se levantó una luz."
A partir de ese momento, Jesús comenzó a proclamar: «Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca». 
Mientras caminaba a orillas del mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos: a Simón, llamado Pedro, y a su hermano Andrés, que echaban las redes al mar porque eran pescadores. Entonces les dijo: «Síganme, y yo los haré pescadores de hombres». Inmediatamente, ellos dejaron las redes y lo siguieron.
Continuando su camino, vio a otros dos hermanos: a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca de Zebedeo, su padre, arreglando las redes; y Jesús los llamó. Inmediatamente, ellos dejaron la barca y a su padre, y lo siguieron. 
Jesús recorría toda la Galilea, enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del reino y curando todas las enfermedades y dolencias de la gente.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Cuando Jesús supo que lo habían encarcelado a Juan, comenzó su tarea, su misión. Al igual que Juan llamó al arrepentimiento y fue formando su grupo de discípulos. No gente muy preparada, sino gente simple, pescadores que estaban trabajando en la orilla.
Y esto lo hizo, por un lado, para aprovechar al máximo el camino abierto por Juan. El Bautista había realizado una tarea impecable, que había que aprovechar, no había que perder el tiempo.
Por el otro, buscó personas simples por su poca preparación, era trabajar en terreno virgen, y por su humanidad, el estar inmerso en lo concreto, el aporte que le darían sería directamente de lo concreto. De esta forma, el movimiento de Jesús no terminaría, como otros tantos, siendo un grupo de intelectuales teorizando sobre la vida.
Quiero destacar hoy el respecto de Jesús hacia sus colaboradores: a Juan como quien preparara su camino, y a sus discípulos, a quienes eligió no por ser los más idóneos, sino porque aceptaron su invitación.
Este respeto muchas veces nos falta, porque defenestramos a quien estuvo antes que nosotros en cualquier cargo o trabajo, no logramos ni queremos seguir su línea de trabajo. Y también porque muchas veces subestimamos a las personas simples, a las personas de trabajo rústico, como lo son los pescadores. No importa en ámbito en el que nos movemos, esto es lo más común, por eso también, nuestro país no logra avanzar ni hacia afuera ni hacia adentro.
Toda persona merece el respeto, porque toda persona tiene algo para dar, para ofrecer a la sociedad, independientemente de si es hombre, mujer, niño, enfermo, con discapacidad, joven o viejo. Nuestra tendencia es mirar con los ojos capitalistas, en donde quien no produce no sirve. A lo que respondo: ¿qué consideramos “producción”?
Si producción es aquello que se puede adquirir con un monto de dinero… creo que estamos mirando por una ventana muy pequeña. Si producción es lo que cada persona da de sí, la cosa cambia, porque lo más valioso que las personas podemos dar no se puede comprar ni vender, porque está relacionado al amor, la alegría, el compromiso, la escucha, la comprensión, y son las cosas que nos hacen bien, nos contienen y nos dan fuerzas para seguir adelante en este mundo a veces tan ingrato. Amén.

Querido Jesús, quiero ser como vos, respetuoso, agradecido, humilde. Ayúdame a salir de mí misma para poder abrirme a los y las demás. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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