viernes, 29 de agosto de 2014

31 de Agosto

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 63

“¡Dios, Dios mío eres tú!
¡De madrugada te buscaré!
Mi alma tiene sed de ti,
mi carne te anhela
en tierra seca y árida
donde no hay aguas,
para ver tu poder y tu gloria,
así como te he mirado en el santuario.
Porque mejor es tu misericordia que la vida,
mis labios te alabarán.
Así te bendeciré en mi vida;
en tu nombre alzaré mis manos.

Como de médula y de gordura será saciada mi alma,
y con labios de júbilo te alabará mi boca,
cuando me acuerde de ti en mi lecho,
cuando medite en ti en las vigilias de la noche,
porque has sido mi socorro
y así en la sombra de tus alas me regocijaré.
Está mi alma apegada a ti;
tu diestra me ha sostenido.

Pero los que para destrucción buscaron mi alma
caerán en los sitios bajos de la tierra.
Los destruirán a filo de espada;
serán presa de los chacales.
Pero el rey se alegrará en Dios;
será alabado cualquiera que jura por él,
porque la boca de los que hablan mentira será cerrada.” Amén.

Curiosidades

¿Qué se entiende como sacrificio en el Nuevo Testamento?

Prácticamente durante toda la composición del NT se siguieron ofreciendo sacrificios veterotestamentarios. No es sorprendente, por lo tanto, que incluso su significación literal sea objeto de comentarios ilustrativos. Es digno de tener en cuenta que nuestro Señor hizo hacer sacrificios por él mismo, o que él mismo los hizo, cuando fue presentado en el templo, durante su última cena de pascua, y presumiblemente en otras ocasiones en que fue a Jerusalén para las fiestas. La práctica de los apóstoles en Hechos quita todo fundamento a la opinión de que después  del sacrificio de Cristo debía considerarse el sacrificio en el templo judío como abominación a Dios. Los vemos frecuentando el templo, y Pablo mismo se traslada a Jerusalén en Pentecostés y en esa ocasión ofrece los sacrificios que correspondían a la interrupción de votos. No obstante, en principio los sacrificios ya eran innecesarios, porque el antiguo pacto “ya se consideraba viejo” y estaba “próximo a desaparecer”, de modo que cuando los romanos destruyeron el templo, aún los judíos no cristianos dejaron de ofrecer sacrificios.
La Epístola a los Hebreos contiene el análisis más completo de los sacrificios veterotestamentarios. Las enseñanzas del autor tienen su lado positivo, pero lo que le preocupa especialmente es poner en evidencia cuán inadecuados resultaban, excepto como tipos. El hecho de que no logran para el ser humano el acceso al lugar santísimo, prueba que no pueden liberar de culpa la conciencia. No son sino ordenanzas carnales, impuestas hasta que llegue el momento de la reforma. El que no podían lograr la expiación de los pecados lo demuestra, además, el hecho de que lo que se ofrece no son más que animales, como también el hecho mismo de su repetición. El objeto no es tanto ofrecer remedio al pecado, sino lograr que no se lo olvide.
Los “sacrificios espirituales” vienen a reemplazar en la época neotestamentaria las ordenanzas carnales, y aparecen con frecuencia. Aún en el AT, sin embargo, los salmistas y profetas a veces emplean metafóricamente el lenguaje de los sacrificios, uso que se continúa en la literatura intertestamentaria. Es preciso reconocer que en general fue un fracaso el intento de relacionar dichos pasajes con sacrificios literales. Los sacrificios que se mencionan en estos pasajes no son siempre inmateriales, y algunos requieren la muerte de la víctima: son “espirituales” en el sentido de que, estrictamente, pertenecen a la época del Espíritu Santo. Pero a veces son inmateriales, y nunca van acompañados de un ritual preestablecido. Parecería, en realidad, que cada acto del ser humano lleno del Espíritu puede considerarse como un sacrificio espiritual, y es un sacrificio en el sentido de que está dedicado a Dios y le es aceptable a él. Pero, por supuesto, no logra la expiación. Debemos buscar el anticipo del sacrificio expiatorio no aquí sino en el sacrificio de Cristo, sin el cual no serían aceptables los sacrificios espirituales.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág. 1212-1213)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Romanos 12:1-2

“Por lo tanto, hermanos, les ruego por las misericordias de Dios que presenten sus cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es su verdadero culto. No se conformen a este mundo, sino transfórmense por medio de la renovación de su entendimiento, para que comprueben cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

 “No se conformen a este mundo”, dice Pablo a los Romanos. No se mimeticen, no se rijan por sus leyes y su idiosincrasia, que nosotros como cristianos somos diferentes. Hemos sido transformados por Cristo y seguimos sus pasos.
Hace un par de meses fue el mundial de fútbol en Brasil. Escuchaba en la radio una cosa muy curiosa con respecto a los japoneses que acompañaron su selección. Antes de retirarse del estadio, entre todos limpiaban la tribuna. Un hermoso gesto que tiene que ver con una forma de ser, con una costumbre, con una conciencia y un respeto a las demás personas, a las que les toca limpiar todo después que el juego termina.
Muchas veces me avergüenzo de nosotros, los cristianos, que no hacemos ninguna diferencia con respecto a las demás personas, por ejemplo, en cómo queda el lugar en donde nos reunimos o juntamos… ¡parece un chiquero! No se ve para nada el amor cristiano, la entrega por el otro, el respeto.
Si queremos seguir en otros espacios y actitudes, la lista sería larguísima, y lamentablemente no nos diferenciamos en nada del resto de la gente. Pagamos coima, no respetamos las reglas de tránsito, nos “colamos” en las filas, buscamos sacar ventaja, no respetamos al otro, es más, muchas veces nos sentimos mejores…
Pero somos igual que el resto de la gente ¡y peor aún, porque conocemos a Cristo y su obra, pero no nos hemos dejado transformar!
Siento que somos como niños que se excusan con que el otro empezó… ¿no será el tiempo en que nosotros hagamos la diferencia?
¿no habrá llegado la hora por fin que nos tomemos en serio esto de caminar sobre los pasos de Jesús?
No nos conformemos a este mundo, seamos luz, pongámonos a disposición de Dios, siguiendo su voluntad, ofrendando nuestras vidas, saliendo de nuestra comodidad.
El tiempo es ahora, es sólo comenzar con las pequeñas buenas actitudes de la vida cotidiana. ¿Aceptás el desafío? Amén.

Querido Jesús, ya no hay más excusas, tengo que aceptar que no puedo decir algo con la boca que luego no lo cumplo a través de mis obras. Ayudame a vivir en coherencia y que me ponga a disposición de Dios, para que me utilice como su herramienta. Te lo pido a vos, que seguiste la voluntad del Padre hasta la muerte y al Espíritu Santo que es mi fortaleza. Amén.

viernes, 22 de agosto de 2014

24 de Agosto

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 138

“Te alabaré con todo mi corazón;
delante de los dioses te cantaré salmos.
Me postraré hacia tu santo Templo
y alabaré tu nombre
por tu misericordia y tu fidelidad,
porque has engrandecido tu nombre
y tu palabra sobre todas las cosas.
El día que clamé, me respondiste;
fortaleciste el vigor de mi alma.

Te alabarán, mi Señor, todos los reyes de la tierra,
porque han oído los dichos de tu boca.
Cantarán de los caminos de mi Señor,
porque la gloria de mi Señor es grande,
porque mi Señor es excelso, y atiende al humilde,
pero al altivo mira de lejos.

Cuando ando en medio de la angustia,
tú me vivificas;
contra la ira de mis enemigos extiendes tu mano
y me salva tu diestra.
Mi Señor cumplirá su propósito en mí.
Tu misericordia, mi Señor, es para siempre;
¡no desampares la obra de tus manos!” Amén.

Curiosidades

¿Qué se entiende por conocimiento en la Biblia?

El ideal griego de conocimiento giraba en torno a la contemplación de la realidad en su naturaleza estática y perdurable; los hebreos se interesaban principalmente en la vida en su desenvolvimiento dinámico, y en consecuencia concebían el conocimiento como una toma de contacto palpable con el mundo que le exige al ser humano no sólo comprensión sino también el ejercicio de la voluntad.
Es por ello que el AT habla de conocer lo que significa perder los hijos, el quebranto, el pecado, al mano de Dios y su poder, su venganza. Se habla de la relación sexual íntima como el acto de conocer a un hombre o una mujer. Sobre todo, conocer a Dios no es simplemente tener conciencia de su existencia; en general esto se da por sentado en los escritos hebreos. Conocerlo es reconocerlo como lo que es, el señor soberano que demanda obediencia del ser humano, y especialmente la de su pueblo Israel, con el que ha hecho un pacto. Él es el Dios cuya santidad y misericordia se “conocen” en la experiencia de la nación y el individuo. El criterio para ese conocimiento es la obediencia, y lo opuesto no s simplemente la ignorancia sino la rebelión, el darle las espaldas voluntariamente. Además, el reconocimiento de las demandas del Señor comprende el rechazo de los dioses paganos, que sabemos que no son dioses.
Del lado de Dios en su relación con el ser humano también hay conocimiento. Aquí, especialmente, no puede hablarse de observación teórica, porque el ser humano y todas las cosas son creación de Dios. De este hecho surge la omnisciencia de Dios: él conoce el mundo y al ser humano que lo habita, porque es por su mandato que ambos existen. En particular, Dios conoce a aquellos que ha elegido para que sean sus agentes: su conocimiento se menciona en términos de elección.
En el NT, hablar de conocimiento en esta forma resulta natural cuando se trata de un pueblo que formalmente cree que Dios existe pero que no reconoce sus demandas. En el uso que hacen el judaísmo helenístico y el NT de los vocablos ginoskein, eidenai, y sus derivados, encontramos el pensamiento hebreo modificado por el hecho de que os gentiles ignoraban hasta la existencia de Dios. En general, sin embargo, se retiene la concepción hebrea. Todos los seres humanos deberían responder a la revelación en Cristo que ha posibilitado un total conocimiento de Dios, no una mera captación intelectual, sino obediencia a su propósito revelado, aceptación de su amor revelado, y comunión con él. Este conocimiento de Dios es posible solamente porque Dios es su amor ha llamado a los seres humanos a conocerlo. Puede decirse que todo el proceso de iluminación y aceptación significa llegar al conocimiento de la verdad.
Tanto Pablo como Juan escriben por momentos en consciente contraste con los sistemas el supuesto conocimiento esotérico que ofrecen los cultos de misterio y la “filosofía” sincretista de su época. Para estos últimos el conocimiento es el resultado de una iniciación o iluminación que pone al iniciado en posesión de un discernimiento espiritual más allá de la mera razón o la fe. Contra esto Pablo y todos los escritos joaninos recalcan el hecho de que el conocimiento de Dios surge de la fidelidad al Cristo histórico; no se opone a la fe, sino que la completa. No necesitamos otra revelación que la que se da en Cristo.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág. 277)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Romanos 11:33-36

“¡Profundidad de las riquezas, de la sabiduría y del conocimiento de Dios!
¡Cuán insondables son sus juicios
e insondables sus caminos!,
porque, ¿quién entendió la mente del Señor?
¿o quién fue su consejero?
¿Quién le dio a él primero, para que le fuera recompensado?,
porque de él, por él y para él son todas las cosas.
A él sea la gloria por los siglos. Amén.” Amén.
Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Comprender la lógica de Dios desde nuestra mente humana limitada es imposible. Pensar en cómo comenzó todo el universo y por qué, siempre se desemboca en un ser supremos, al que nosotros, como cristianos, llamamos Dios.
De todas maneras, el reconocer a Dios como creador del universo no nos permite comprender por qué lo hizo, qué lo movió…
La única conclusión a la que finalmente llegamos es el amor como el motor, nuestro Dios aparte de creativo es generoso, tiene una necesidad de dar sin pedir nada a cambio, dar por el sólo hecho de ver la alegría de la vida.
Si a eso le sumamos el hecho de que también creemos en Jesucristo, Dios hecho un ser humano, una persona de carne y hueso como nosotros, ahí nuestra comprensión se complica un poco más. Dejar de ser Dios para tomar la forma humana, y con ella todas las limitaciones y sentimientos propios de las personas ¿qué necesidad hay?
Nuevamente llegamos a la conclusión de que el motor es el amor al sr humano. Ese deseo enorme de comprender nuestros sentimientos, nuestras dificultades, miedos, limitaciones, todo lo que nuestro cuerpo también experimenta desde el hambre, el cansancio, el fastidio, la alegría, la tristeza, el dolor, la impotencia… todo esto lo experimentó Dios en Jesús, con el sólo interés de comprendernos un poco más aún. ¡Y a eso se le suma su crucifixión y muerte! Sentir en carne propia la soledad, el abandono, lo más bajo del ser humano contra el otro, el sadismo de los torturadores y los espectadores… ¡para vencer a la muerte, derrotarla de una vez! Para que nosotros tampoco desaparezcamos para siempre, sino que tengamos vida después de la muerte… ¿cómo se entiende esto? ¿con qué finalidad sufrir, morir, para que nosotros, los seres humanos, que somos como el viento, que no logramos sostenernos firmes en la fe, seamos hijos e hijas de Dios?
Sólo por amor, sólo desde la lógica del amor desprendido, que se alegra con la alegría del otro y sufre con la infelicidad del otro. El amor que lleva a Jesús a ponerse en nuestro lugar para que nosotros estemos junto a él con el Creador.
¿Cómo entender esta lógica de amor?
¡Imposible!
Lo único que podemos hacer es creer en esta obra enorme de amor por los seres humanos, y en agradecimiento, vivir en amor desprendido, brindándonos a quien lo necesita… nada más.
Dios es generoso y se alegra si nosotros también lo somos… sólo esto espera de nosotros. Amén.

Querido Jesús: por más que lo pienso una y otra vez no puedo comprender tanto amor. Ese amor que nuestro Padre/Madre Dios nos da y vos también que entregaste tu vida para que yo tenga vida, junto con tantas personas que creen en vos. ¡Gracias por todo esto! ¡Gracias! En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

viernes, 15 de agosto de 2014

17 de Agosto

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 67

“Dios tenga misericordia de nosotros y nos bendiga;
haga resplandecer su rostro sobre nosotros;
para que tu camino sea conocido en la tierra,
y en todas las naciones tu salvación.
¡Alábente, Dios, los pueblos,
    todos los pueblos te alaben!

Alégrense y gócense las naciones,
porque juzgarás los pueblos con equidad
y pastorearás las naciones en la tierra.
¡Alábente, Dios, los pueblos;
    todos los pueblos te alaben!

La tierra dará su fruto;
nos bendecirá Dios, el Dios nuestro.
Bendíganos Dios
y témanlo todos los términos de la tierra.” Amén.

Curiosidades

¿Qué significa la palabra misericordia?
 
La determinación del origen del concepto de la misericordia en la Biblia resulta complicada por el hecho de que “misericordia”, “misericordioso” y “tener misericordia” son traducciones de varias raíces hebreas y griegas diferentes que, en otros casos, se traducen por medio de otros sinónimos, tales como “bondad”, “gracia”, “favor” y verbos relacionados. La ilustración de este concepto requeriría un conjunto de círculos lingüísticos parcialmente coincidentes.
En el AT encontramos las siguientes palabras:
Hesed: el origen etimológico de esta raíz es posiblemente “agudeza, vehemencia”. Su núcleo semántico se expresa mejor por “devoción”. Se usa cerca de 250 veces, y se traduce predominantemente como “misericordia”, pero a veces también como “benevolencia”, “merced”, “agradecimiento”, “bondad”, etc. Su significado comprende la solidaridad, la bondad, la gracia”. Denota devoción a un pacto y por ello, en relación con Dios, su amor a lo pactado. Ero la fidelidad de Dios a una relación establecida con Israel o con un individuo, como manifestación de su gracia, y a pesar de la indignidad y la defección del ser humano, fácilmente pasa a identificarse con misericordia. “Esta negativa firme y persistente de Dios a desligarse del errático Israel es el significado esencial de la palabra hebrea que se traduce benevolencia”.
Hanan: se traduce principalmente como “tener misericordia”; “favor”. “Es el misericordioso favor del superior al inferior, completamente inmerecido”.
Raham: puede compartir un origen común con rehem, que significa “matriz”, y en consecuencia denota idea de “fraternal” o “maternal”. “Tener misericordia” o “compasión”, y, al menos en una ocasión, “amor”. El plural rahamin se traduce “misericordias”, “piedades”. Expresa el aspecto afectivo del amor: su compasión y piedad. “El Dios personal tiene corazón”.
En el NT los significados hesed y hen se encuentran en buena medida combinados en jaris, “gracia”. La noción específica de misericordia – compasión hacia alguien con necesidad o con angustia, e impotente, o endeudado, y sin derecho a un tratamiento favorable – está dada por eleos, oiktirmos y splanjnon. La gracia se ocupa del ser humano, en su condición de culpable; la misericordia en su condición de desdichado.
Dios es “Padre de misericordias”. “Sus misericordias sobre todas sus obras”, y gracias a su misericordia somos salvos. A menudo Jesús fue “movido a misericordia”, y nos dice, “Sean… misericordiosos, como también su Padre es misericordioso”. Los cristianos deben vestirse de “entrañable misericordia”. Los misericordiosos son bienaventurados y alcanzarán misericordia.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág. 912)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Romanos 11:13-15.29-32

“Hablo a ustedes, gentiles. Por cuanto yo soy apóstol a los gentiles, honro mi ministerio, por si en alguna manera pudiera provocar a celos a los de mi sangre y hacer salvos a algunos de ellos, porque si su exclusión es la reconciliación del mundo, ¿qué será su admisión, sino vida de entre los muertos?...
… porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios.
Como también ustedes eran, en otro tiempo, desobedientes a Dios, pero ahora han alcanzado misericordia por la desobediencia de ellos, así también estos ahora han sido desobedientes, para que por la misericordia concedida a ustedes, ellos también alcancen misericordia, pues Dios sujetó a todos en desobediencia, para tener misericordia de todos.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

El ser humano es imperfecto e incoherente por naturaleza. Y eso es muy bueno, cuando lo asumimos.
Una de las cosas que más daño hace a una persona es la búsqueda de la perfección, el intentar no equivocarse nunca porque esto es imposible, y esa lucha la hemos perdido antes de comenzarla.
Hoy día hay muchas personas, sobre todo niños y jóvenes que ante la exigencia de sus padres o mismo de nuestra sociedad tan competente, se enferman por no lograr los objetivos imposibles que se proponen.
Así es que buscan consuelo o refugio en el alcohol, las drogas, la comida o la anorexia, el consumismo o cualquier otra cosa que al menos por un rato les haga sentirse mejor.
Por eso s tan importante comprender que cada uno de nosotros tenemos nuestras limitaciones, que lo bueno es trabajar para mejorarse e ir superándose, pero también ser conscientes que sólo Dios es perfecto. Por un lado esto nos alivia porque podemos aceptar nuestros errores sin frustrarnos, pero a la vez podemos buscar ayuda con Dios, pedirle que nos dé fuerzas y nos anime cuando no nos salen las cosas como desearíamos, y a la vez aceptar que lo más importante es haberlo intentado y ser perseverantes.
Me da mucha pena cuando escucho a algunos padres y madres ejerciendo tanta presión sobre sus hijos: en la carrera que eligen, en su trabajo, en el deporte… quieren que sus hijos se destaquen por encima de todos los demás no asumiendo que esto les hace daño y que lo más importante es la felicidad y el sentirse realizados y felices por lo que hacen y logran.
No nos dejemos llevar por el mensaje de esta sociedad competitiva y cruel en la que estamos inmersos. Hagamos nuevos caminos y destaquemos los valores de la fe cristiana en donde cada persona es valiosa por ser una persona, una criatura creada por Dios, por quien Cristo también murió y resucitó. Amén.


Querido Jesús, ¡gracias por rescatarme de la violencia y la competencia feroz! ¡Gracias por permitirme comprender que soy valiosa más allá de mis logros y dones! ¡Gracias porque nos has dejado el mandato del amor por encima de toda ley la que nos llama a ser una gran familia en donde cada uno de los miembros somos importantes e infaltables. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

viernes, 8 de agosto de 2014

10 de Agosto

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 85

“Fuiste propicio a tu tierra, mi Señor;
volviste la cautividad de Jacob.
Perdonaste la maldad de tu pueblo;
todos los pecados de ellos cubriste.
Reprimiste todo tu enojo;
te apartaste del ardor de tu ira.

Restáuranos, Dios de nuestra salvación,
y haz cesar tu ira contra nosotros.
¿Estarás enojado contra nosotros para siempre?
¿Extenderás tu ira de generación en generación?
¿No volverás a darnos vida,
para que tu pueblo se regocije en ti?
¡Muéstranos, mi Señor, tu misericordia
y danos tu salvación!

Escucharé lo que hablará mi Señor Dios,
porque hablará paz a su pueblo y a sus santos,
para que no se vuelvan a la locura.
Ciertamente cercana está su salvación a los que lo temen,
para que habite la gloria en nuestra tierra.

La misericordia y la verdad se encontraron;
la justicia y la paz se besaron.
La verdad brotará de la tierra
y la justicia mirará desde los cielos.
Mi Señor dará también el bien
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia irá delante de él
y sus pasos nos pondrá por camino.” Amén.

Curiosidades

¿Qué significa anatema?

La LXX a menudo emplea la palabra anathema para representar el hebreo herem, maldición, “la cosa consagrada”, aquello que ha de prohibirse, lo cual comprende la destrucción total. Los textos imprecatorios paganos muestran que este término se empleaba como fórmula de maldición fuera del judaísmo.
Es así que los cristianos podían oír, dada la naturaleza del sincretismo helénico, la horrible blasfemia “sea Jesús anatema” de labios de predicadores aparentemente “inspirados”: ya sea como retractación de lealtad, o como manera de desacreditar al Jesús terrenal en contraste con el Cristo exaltado. Cualquiera fuera la condición de quien hablara, ningún mensaje que degradara a Cristo podía provenir del Espíritu Santo. Pablo podía desear, por el bien de sus hermanos no convertidos, “ser anatema”, lo que significaba separación de Cristo, y podía declarar “anatema”, lo que significaba el retiro del reconocimiento de la iglesia cristiana, a todos el que predicara “cualquier otro evangelio”.
En 1 Corintios se una “anatema” para colocar bajo maldición a los que odian a Cristo, añadiéndosele a continuación “maranata”. Esto quizá tenga sentido general de “y que nuestro Señor ejecute prontamente sus juicios”. Pero maranatha podría ser una frase independiente. Por el contenido de 1 Corintios estas palabras n medio de los afectuosos saludos finales resultan bastante apropiadas, sin que haya ninguna conexión especial del anatema como el despido antes de la eucaristía, como consideran algunos.
Los conspiradores de Hechos 23 se colocan bajo anathema: hacen recaer sobre ellos mismos la maldición si fracasan.
El sentido eclesiástico d la excomunión es una extensión, no un ejemplo, del uso bíblico aunque no es imposible que la práctica en la sinagoga le haya dado cierto colorido primitivo.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág. 56)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Romanos 9:1-5

“Verdad digo en Cristo, no miento, y mi conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo, que tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazón, porque deseara yo mismo ser anatema, separado de Cristo, por amor a mis hermanos, los que son mis parientes según la carne; que son israelitas, de los cuales son la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la Ley, el culto y las promesas. A ellos también pertenecen los patriarcas, de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.Amén.
 
Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Hay personas por las cuales seríamos capaces de dar nuestra vida o ponernos en su lugar para que no sufran, por ejemplo, nuestros hijos.
Es un sentimiento de dolor  y de impotencia tan profundo el que nos provoca cuando uno de nuestros hijos sufre que se hace corporal en nosotros. Es casi indescriptible.
Pero a la vez sabemos que cada persona tiene sus propios caminos y sufrimientos y que no lo podemos evitar.
Mientras que nuestros hijos son pequeños, casi todo lo podemos solucionar con un abrazo, una caricia, una respuesta creativa, unas cosquillas.
Pero a medida que crecen… la cosa se complica.
Recuerdo la primera vez que mi hija mayor sufrió por primera vez un desengaño amoroso lloraba todo el tiempo, no comía, estaba tan triste que ni mis palabras, ni mis abrazos eran suficientes. Me di cuenta que era un proceso que sólo ella podía vivir y que sólo ella debía madurar.
Si bien yo también había pasado por lo mismo en mi juventud, no podía verla así, a ella, mi hija, a la que amo tanto. Pero a la vez sabía que así como yo lo viví, ella también tenía que pasarlo.
El deseo profundo de querer ponernos en el lugar del otro, para que no sufra, para que se salve de lo que está viviendo o lo que tiene por delante. Este sentimiento que nace desde lo profundo de nuestro ser, un sentimiento sincero que nos moviliza.
Así también es la misericordia, que nace de Dios, pero como cristianos es parte de nuestra esencia divina, de lo que Dios nos da a través de su Espíritu.
La misericordia nos moviliza a hacer algo por el que sufre, a entregar nuestra vida por alguna causa: la pobreza, la enfermedad, el abandono. Cada uno de nosotros tiene una inclinación, algo que lo moviliza más, y esto es lo que hace que como cristianos nos comprometamos a través de pequeños actos de misericordia, a mejorar la humanidad, nuestro entorno, el lugar en donde vivimos. Dios que nos hace sus herramientas como testimonio vivo de su reino de amor. Amén.

Querido Jesús, a veces siento que nada de lo que haga puede cambiar las cosas, me cuesta entender que uno hace la diferencia. Pero a veces también siento que es una buena excusa para no hacer nada. Ayudame a dejarme llevar por la misericordia que siento y a través de mi creatividad y tal vez junto con otras personas que tengan este mismo interés, podamos ser factores de cambio. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

viernes, 1 de agosto de 2014

3 de Agosto

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 145

“Te exaltaré, mi Dios, mi Rey,
y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre.
Cada día te bendeciré
y alabaré tu nombre eternamente y para siempre.
Grande es mi Señor y digno de suprema alabanza;
su grandeza es insondable.

Generación a generación celebrará tus obras
y anunciará tus poderosos hechos.
En la hermosura de la gloria de tu magnificencia
y en tus hechos maravillosos meditaré.
Del poder de tus hechos estupendos hablarán los hombres,
y yo publicaré tu grandeza.
Proclamarán la memoria de tu inmensa bondad,
y cantarán tu justicia.

Clemente y misericordioso es mi Señor,
lento para la ira y grande en misericordia.
Bueno es mi Señor para con todos,
y sus misericordias sobre todas sus obras.

¡Te alaben, mi Señor, todas tus obras,
y tus santos te bendigan!
La gloria de tu reino digan
y hablen de tu poder,
para hacer saber sus poderosos hechos a los hijos de los hombres
y la gloria de la magnificencia de su reino.
Tu reino es reino de todos los siglos
y tu señorío por todas las generaciones.

Sostiene mi Señor a todos los que caen
y levanta a todos los oprimidos.
Los ojos de todos esperan en ti
y tú les das su comida a su tiempo.
Abres tu mano
y colmas de bendición a todo ser viviente.
Justo es mi Señor en todos sus caminos
y misericordioso en todas sus obras.
Cercano está mi Señor a todos los que lo invocan,
a todos los que lo invocan de veras.
Cumplirá el deseo de los que lo temen;
oirá asimismo el clamor de ellos y los salvará.
Mi Señor guarda a todos los que lo aman,
pero destruirá a todos los impíos.

La alabanza de mi Señor proclamará mi boca.
¡Todos bendigan su santo nombre
eternamente y para siempre!” Amén.

Curiosidades

¿Cómo es el amor de Dios para con los seres humanos?

No vemos en los sinópticos que Jesús haya empleado los términos agapao o fileo para expresar el amor de Dios para con los seres humanos. Más bien lo reveló por medio de los innumerables actos de curación a que fue movido por su compasión, de sus enseñanzas  sobre la aceptación del pecador por parte de Dios, de su dolor ante la desobediencia humana, y por haber sido él mismo amigo de publicanos y pecadores. En Juan se declara que la actividad salvífica fue una demostración de amor, que imparte una eterna realidad de vida a los seres humanos. Todo el drama de la redención, que se centra en la muerte de Cristo, es amor divino en acción.
Al igual que en el AT, el amor de Dios es selectivo. Su objeto ya no es el antiguo Israel, sino el nuevo, la iglesia. El amor de Dios y la elección que él mismo hace están íntimamente relacionados, no sólo en Pablo, sino también claramente, por inferencia, en ciertos dichos de Jesús mismo. Aquellos a quienes no alcanza el amor divino, que es dador de vida, son “hijos de la ira” y “del diablo”. Resulta claro, sin embargo, que la intención de Dios es la salvación de todo el mundo, y que este es el objeto final de su amor, mediante la predicación del evangelio. Dios ama a las personas sobre la base del nuevo pacto, aunque la respuesta a ese amor comprende la comunión en el seno del pueblo de Dios.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág. 50-51)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Romanos 8:35.37-39

“¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Sinsabor, angustia, persecución, hambre, desnudez, peligro o espada? 
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni principados ni autoridades, ni lo presente ni lo por venir, ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro.” Amén.
Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Una de las sensaciones más hermosas y acogedoras que he sentido en mi vida es de pequeña estar en el regazo de mi padre, que formaba como una cuevita y yo ahí adentro acurrucada en mi camisón de franela. No sólo era el calor, sino la sensación de que nada ni nadie podía hacerme nada.
Esto mismo es lo que siento al leer el texto que hoy compartimos acerca del amor de Dios: ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios
Estas palabras me traen una seguridad inexplicable, una tranquilidad, una paz, mismo en tiempos duros o de conflicto.
En un mundo en donde todo se termina, todo se acaba, al menos con la muerte, Dios es lo sólido, Dios es lo firme, su amor es por siempre y no importa nuestro comportamiento, nos sigue amando y nos persona una y otra vez.
El amor de Dios nos libera y nos permite también aprender a amarnos con nuestros errores y desaciertos. El amor de Dios nos permite amar a las personas que nos rodean como parte de su creación y porque Dios también las ama.
En un mundo en donde nada es seguro, en donde todo cambia, el amor de Dios nos sostiene y le da sentido a la vida, la cuida y la fortalece. Dios nos rodea con sus brazos y nos sienta en su regazo, y en su calor nos sobreponemos a todo. Amén.

Querido Jesús, hoy te quiero agradecer por tu amor, ese amor que me hace sentir segura, fuerte, feliz. ¡Gracias porque diste tu vida por mí y por toda la humanidad! ¡Gracias porque sé que aunque pierda todo en esta vida vos sos mi sostén! En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.