viernes, 27 de agosto de 2010

28 de Agosto

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 68

“¡Levántese Dios, sus enemigos se dispersen,
huyan ante su faz los que lo odian!
Cual se disipa el humo, los disipas;
como la cera se derrite al fuego,
mueren los incrédulos ante Dios.
Mas los justos se alegran y exultan
ante la faz de Dios, y saltan de alegría.
Canten a Dios, entonen a su nombre,
abran paso al que cabalga en las nubes,
alégrense en mi Señor, exulten ante su rostro.

Padre de los huérfanos y tutor de las viudas
es Dios en su santo refugio;
Dios da a los desvalidos el hospedaje de una casa,
abre a los cautivos la puerta de la dicha,
mas los rebeldes quedan en un suelo ardiente.
Oh Dios, cuando saliste al frente de tu pueblo,
cuando pasabas el desierto, la tierra retembló,
y hasta los cielos se disolvieron ante la faz de Dios,
ante la faz de Dios, el Dios de Israel.

Tú derramaste, oh Dios, una lluvia de generosidades,
a tu propiedad debilitada, tú la reanimaste;
tu rebaño encontró un hogar, aquella
que en tu bondad, oh Dios, al desdichado preparabas.
El Señor da la palabra:
es el anuncio de un ejército inmenso.
Y mientras los reyes, los ejércitos huyen, huyen,
la bella de la casa reparte el botín.
Mientras ustedes descansan entre los muros del refugio,
las alas de la Paloma se cubren de plata,
y sus plumas de destellos de oro verde;
cuando Sadday dispersa a los reyes,
por ella cae la nieve en el Monte Umbrío.
¡Monte de Dios, el monte de Basán!
¡Monte escarpado, el monte de Basán!
¿Por qué miran celosos, montes escarpados,
al monte que Dios eligió por mansión?
¡Oh sí, mi Señor vivirá allí para siempre!
Los carros de Dios, por millares de multitudes;
el Señor ha venido del Sinaí al santuario.
Tú has subido a la altura, conduciendo cautivos,
has recibido tributo de hombres, hasta los rebeldes
para que mi Señor Dios tuviera un hogar.

¡Bendito sea el Señor día tras día!
El carga con nosotros, Dios de nuestra salvación.” Amén.

Curiosidades

¿Cómo era el protocolo en los banquetes en los tiempos de Jesús?

En algunas partes de Oriente la costumbre de invitaciones dobles a un agasajo se ha observado, algún tiempo antes de verificar la fiesta, se envía una invitación; y luego, cuando se acerca la fecha, se envía un sirviente, esta vez para anunciar que todo está listo. Hay algunos ejemplos de esta costumbre en la Biblia. El rey Asuero y Amán fueron invitados por Esther a una fiesta, y cuando todo estuvo preparado los chambelanes del rey fueron a traer a Amán (Esther 5:8; 6:14). Otro ejemplo tenemos en la parábola del casamiento del hijo del rey: "El reino de los cielos es semejante a un hombre rey, que hizo bodas para su hijo, y envió sus siervos para que llamasen a los llamados a las bodas" (Mat. 22:2, 3) También parábola de la gran cena tiene esta doble invitación: "Un hombre hizo una grande cena, y convidó a muchos. Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los convidados: Venid, que está todo preparado" (Luc. 14:16, 17).
En ocasiones ordinarias la gente de los tiempos bíblicos se sentaba o se agachaba en el suelo en derredor de una mesa baja a la hora de la comida. En círculos reales o en ceremonias especiales, se proveía de asiento a los comensales algunas veces. El profeta Amós fue el primer escritor sagrado que se refirió a la costumbre de tenderse "sobre sus lechos", al comer (Amós 6:4). Para el tiempo de Cristo, ya la costumbre romana de reclinarse sobre las butacas a la hora de la cena había sido aceptada en algunos círculos judíos. A la mesa romana y los canapés combinados, se les llamó triclinios. Había tres canapés que eran colocados a los lados de un cuadro; el cuarto lado quedaba abierto, para que la servidumbre pudiera entrar a atender a los comensales, posición del huésped era reclinando la parte superior del cuerpo descansando sobre el brazo izquierdo, con la cabeza levantada, y almohadón a la espalda, y la parte inferior del huésped tendiendo hacia afuera. La cabeza del segundo huésped quedaba opuesta pecho del primer huésped, de manera que si él deseaba hablarle secreto sólo tenía que inclinarse sobre su pecho.
Esta costumbre en la mesa del banquete, arroja luz sobre los pasajes de los cuatro Evangelios. En una ocasión el apóstol hizo una pregunta a Jesús cuando estaban en esta posición en cena. (Jn. 13:23-25). En la historia del Rico y Lázaro, cuando dijo: "Que murió el mendigo y fue llevado por los ángeles al de Abraham" (Luc. 16:22), sin duda que quiso implicar que él reclinaba sobre su pecho. Esto es muy claro a luz de la descripción hecha por Cristo de la fiesta celestial: "Y vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham, e Isaac, y Jacob el reino de los cielos" (Mat. 8:11). También la posición de reclinarse en la mesa indica cómo las mujeres podían venir y lavar durante la comida los pies de Jesús (Luc. 7:38).
Cuando los fariseos eran invitados a un banquete, siempre codiciaban los lugares de más alta distinción en la mesa. Jesús les condenaba por su orgullo. Refiriéndose a ellos dijo: "Que. . . aman primeros asientos en las cenas" (Mat. 23:6). Cuando Jesús fue huésped en la comida del fariseo, dijo a los demás huéspedes una parábola, al notar cómo los fariseos buscaban los mejores lugares mesa. Aquí damos la parábola habiéndola traducido el Sr. Robertson del Evangelio de Lucas (Luc. 14:8.10). "Cuando por alguien fueres invitado a la fiesta de una boda, no te reclines en el puesto de honor, no sea que otro más honrado que tú esté por él convidado; y que el que te llamó a ti y a él, te diga: Da lugar a éste; y entonces comenzarás con vergüenza a tomar y quedarse en el último lugar. Mas cuando fueres convidado, ve, y, reclínate en el postrer lugar, de manera que cuando viniere el que te invitó, te dirá; amigo, sube más arriba. Entonces tendrás honra delante de todos los que fueron convidados contigo".
En muchos hogares de nativos, un cuarto tiene el piso más alto, siendo en este cuarto donde a los invitados de honor se les asignan lugares, y a los menos honrados en el piso de más bajo nivel. El lugar de honor especial sería a la derecha del patrón, y el siguiente que le sigue en categoría será el de su izquierda. Santiago y Juan solicitaron esos lugares en el reino de Cristo (Marc. 10:35-37). Pero Jesús aconseja a los huéspedes tomar el último lugar. ¿Dónde quedaba colocado ese lugar? Era en el piso de nivel bajo y muy cerca de la puerta. El huésped que tomaba ese lugar humilde, podía ser invitado por el dueño de la casa a tomar un mejor lugar y lejos de la Puerta.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Lucas 14:1-14

Y sucedió que, habiendo ido en sábado a casa de uno de los jefes de los fariseos para comer, ellos le estaban observando. Había allí, delante de él, un hombre hidrópico. Entonces preguntó Jesús a los legistas y a los fariseos: ‘¿Es legítimo curar en sábado, o no?’ Pero ellos se callaron. Entonces lo tomó, lo curó, y lo despidió. Y a ellos les dijo: ‘¿A quién de ustedes se le cae un hijo o un buey a un pozo en día de sábado y no lo saca al momento?’ Y no pudieron replicar a esto.
Notando cómo los invitados elegían los primeros puestos, les dijo una parábola: ‘Cuando seas convidado por alguien a una boda, no te pongas en el primer puesto, no sea que haya sido convidado por él otro más distinguido que tú, y viniendo el que te convidó a ti y a él, te diga: ‘Deja el sitio a éste’, y entonces vayas a ocupar avergonzado el último puesto. Al contrario, cuando seas convidado, vete a sentarte en el último puesto, de manera que, cuando venga el que te convidó, te diga: ‘Amigo, sube más arriba.’ Y esto será un honor para ti delante de todos los que estén contigo a la mesa. Porque todo el que se elogie, será humillado; y el que se humille, será ponderado.’
Dijo también al que lo había invitado: ‘Cuando des una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; no sea que ellos te inviten a su vez, y tengas ya tu recompensa. Cuando des un banquete, llama a los pobres, a los lisiados, a los rengos, a los ciegos; y serás dichoso, porque no te pueden corresponder, pues se te recompensará en la resurrección de los justos.” Amén.


Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

¡Qué fácil es ser generoso con quien uno sabe que le va a devolver con creces! Ahora, ser generoso o hacerle algún favor a alguien que sabemos que de ninguna manera nos lo va a poder devolver, no siempre estamos dispuestos a hacerlo.
Ahora me pregunto, y pensando en nuestras pobres vidas ¿no aceptamos alegremente todas las bendiciones que Dios nos da como parte de la vida, como algo que por supuesto nos merecemos?
¿Por qué sentimos que es justo o lógico que nuestros hijos sean sanos, que tengamos un trabajo que nos permite prosperar económicamente? ¿nunca pensaste que son regalos que Dios te da, que son bendiciones?
Si pensamos en lo mucho que Dios nos da: la vida, los amigos, la familia, un trabajo… tantas cosas… ¿es tan difícil ayudar o dar de nuestro tiempo a quien lo necesita y no nos lo puede devolver ni nunca lo podrá hacer?
¿O acaso vos, en algún momento vas a poder retribuirle a Dios conforme a todo lo que te da? ¿o no estás viendo que es Dios quien ha permitido hasta ahora y lo seguirá haciendo, que estés vivo, que haya personas que te amen, que tengas un trabajo, y tantas otras cosas más que tal vez vos sientas que son naturales o que te lo merecés?
¿Qué has hecho vos para merecer la bendición de Dios? ¿no te das cuenta de que no tenés nada de especial? Comparate con otras personas… ¿qué has hecho para merecer tanto?
¡Nada! Dios te bendice y te da la vida porque sos importante para él, porque creó al mundo por amor, también por amor envió a Jesús para hacernos sus hijos y para que podamos ser eternos a través del Espíritu Santo que nos injerta en el Bautismo.
Sí, somos los invitados que no vamos a poder devolverle a Dios lo mucho que nos da, y eso nos obliga en cierta manera a hacer lo mismo con las personas que nos rodean: dar sin esperar nada a cambio, dar como una forma de agradecer a Dios. No pierdas nunca la oportunidad de hacer algo por aquel que jamás lo podrá hacer por vos, y vas a ver que es una experiencia maravillosa. Amén.

Querido Dios, Padre mío, Madre mía, sé que me amás y que nunca voy a poder devolverte lo mucho que me das diariamente. Sé que al lado tuyo soy como el invitado que no puede agasajar de la misma manera. Eso me tiene que movilizar a actuar con desprendimiento, desinteresadamente, sin esperar nada a cambio. Enseñame a ser generosa, a invitar a personas a mi vida que me necesitan, pero que no están en condiciones de devolver de la misma manera. Ayudame, mi Dios, a caminar bajo tu bendición. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

viernes, 20 de agosto de 2010

22 de Agosto

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 117

“¡Aleluya!
¡Alaben a mi Señor, todas las naciones,
celébrenle, pueblos todos!
Porque es fuerte su amor hacia nosotros,
la verdad de mi Señor dura por siempre.” Amén.

Curiosidades

¿Qué son las puertas de la ciudad?

Las puertas de las poblaciones fortificadas formaban parte de su cintura amurallada urbana. A lo largo de los tiempos, sus formas fueron variando, pero mantuvieron el objetivo de permitir una vigilancia y un control del flujo de entrada y salida de la zona fortificada.
En el Oriente, las puertas de las ciudades tuvieron siempre un papel importante. Permitía el acceso a las fortificaciones, a la sombra de las cuales se realizaban cambios comerciales y se resguardaban las caravanas.
En la Babilonia y en la Asiria, en el primer milenio antes de Cristo, las puertas de las ciudades se presentaban bajo la forma de un bastión que se proyectaba de la muralla. En el bastión se abría una puerta que daba acceso a un patio interior. Este último era, a veces, precedido y seguido por patios más pequeños, todos ellos presentándose como estrangulamientos en el acceso a la ciudad. Esta disposición permitía a los defensores, agrupados en las murallas, lanzar diversos proyectiles sobre los posibles asaltantes sitiados en los patios. Los diversos pasajes de conexión entre los patios eran, frecuentemente, ornamentados de imágenes en relieve de genios protectores.
En la Grecia Antigua, los edificios sagrados eran erigidos sobre colinas fortificadas, a las cuales se accedía por una puerta monumental. Micenas, Tirinto y Atenas tienen ejemplos de ese tipo de puertas.
Los campos fortificados romanos (castra) disponían de cuatro puertas abiertas en los extremos de las dos vías principales, cada cual mirando hacia cada uno de los cuatro puntos cardinales. Esas puertas eran la Puerta Praetoria (norte), la Puerta Principalis Dextra (este), la Puerta Principalis Sinistra (oeste) y la Puerta Decumana (sur). Las puertas de las ciudades romanas eran, normalmente, flanqueadas por dos torres de defensa. Para los Romanos, las puertas de la ciudad asumieron una gran importancia simbólica y mágica, llevándolos a construir arcos del triunfo con el mismo simbolismo de las puertas pero, puramente ceremoniales.
Hablando de Jerusalén, las murallas de la ciudad cuentan con ocho puertas. Siete están abiertas y una permanece sellada. Las cuatro puertas principales - Puerta de Yafo, Puerta de Damasco, Puerta de los Leones y Puerta de Sión - fueron construidas de acuerdo a los cuatro puntos cardinales, y se dirigen hacia las principales ciudades del país.
La Puerta de Yafo tiene la inscripción del sultán Suleimán, que ordenó su construcción en 1538/9 (que corresponde al año 945 en el calendario musulmán). La Puerta de Yafo es la más conocida y movida de las puertas de Jerusalén. Fue construida mirando hacia el oeste, en dirección al puerto de Yafo.
La Puerta Nueva, mirando hacia el norte, es esencialmente una apertura en la muralla abierta en 1887 para permitir el acceso directo al barrio cristiano.
La Puerta de Damasco es la principal entrada al barrio musulmán. Su estrecha entrada y puente de madera fueron reemplazados por una plaza en forma de anfiteatro y un masivo puente de piedra. La puerta mira hacia el norte, en dirección a Nablus (Siquem) y a Damasco, Siria.
La Puerta de Herodes, asimismo mirando hacia el norte, es llamada también la Puerta de las Flores por los bajorrelieves con flores en su fachada.
La Puerta de los Leones, adornada con heráldicos leones a ambos lados, fue restaurada, de acuerdo a su inscripción, por los otomanos en 1538/9 (correspondiente al año 945 en el calendario musulmán). Es también conocida como la Puerta de San Esteban. Mira hacia el este, en dirección a Jericó.
La Puerta Dorada, que también mira hacia el este, es llamada en hebreo y árabe la "Puerta de la Misericordia". De acuerdo a la tradición judía, ésta es la puerta a través de la cual el Mesías entrará en Jerusalén. Para impedir la entrada del Mesías, los árabes sellaron esa puerta hace ya varios siglos.
La Puerta de Sión o Puerta de David se encuentra en el Monte Sión. Fue construida por el sultán Suleimán en 1540, en una zona en la que murallas anteriores - de los períodos hasmoneo y herodiano - fueron desenterradas en la actualidad. Esta puerta mira hacia el sur, en dirección a Hebrón.
La Puerta de los Desperdicios, que mira hacia el sur, es más una "puerta de servicio" que una puerta monumental, es la entrada más cercana al Muro Occidental ("de los Lamentos').

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Lucas 13:22-30

“Atravesaba ciudades y pueblos enseñando, mientras caminaba hacia Jerusalén. Uno le dijo: ‘Señor, ¿son pocos los que se salvan?’ El les dijo:‘Luchen por entrar por la puerta estrecha, porque, les digo, muchos pretenderán entrar y no podrán.
‘Cuando el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, se pondrán los que estén fuera a llamar a la puerta, diciendo: ‘¡Señor, ábrenos!’ Y les responderá: ‘No sé de dónde son.’ Entonces empezarán a decir: ‘Hemos comido y bebido contigo, y has enseñado en nuestras plazas’; y les volverá a decir: ‘No sé de dónde son ¡Retírense de mí, todos los agentes de injusticia!’
‘Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando vean a Abraham, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, mientras a ustedes los echan fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se pondrán a la mesa en el Reino de Dios.
‘Y hay últimos que serán primeros, y hay primeros que serán últimos’.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Hay algo que nos cuesta a los cristianos, y es sobre el tema del juicio final, la hora en que todos vamos a tener que dar cuentas a Dios por lo que hemos hecho o dejado de hacer, ese juicio que está íntimamente ligado a nuestra vida aquí y ahora.
Siempre digo que estamos viviendo el tiempo de la oportunidad, el tiempo de la paciencia de Dios, en donde podemos equivocarnos, podemos apartarnos de su presencia, podemos correr tras otras cosas que no son las de Dios, pero también es el tiempo en donde todavía podemos tomar conciencia de lo que es Dios en nuestra vida, es el tiempo en donde nuestra vida puede dar un giro hacia la vida, hacia Jesús, y así seguir sus pasos.
Hoy es el día justo para que te pongas a reflexionar acerca de tu vida y de tu relación con los demás y con Dios.
¿Vivís para vos mismo? ¿buscás sólo tu propio beneficio y los demás que se arreglen?
¿O pensás que vale la pena luchar por la vida de los que no saben o no pueden defenderse?
A veces ¿pensás en Dios? ¿reflexionás acerca de Jesús, su vida y sus palabras?
El tiempo que tenemos para darnos cuenta de lo importante en esta vida es corto, es del mismo largo que nuestra existencia, y ninguno de nosotros sabemos cuándo se nos terminó el hilo del carretel, ninguno de nosotros sabemos cuándo va a ser la hora de nuestra muerte. Lo cierto es que una vez que llega ya es tarde, lo que no hemos hecho ya no lo vamos a hacer, ya no hay remedio.
¿Alguna vez te has quedado afuera de algo? ¿alguna vez llegaste tarde y ya no había remedio?
No se puede volver atrás, no podemos rebobinar nuestra vida, sólo en pensamientos, para hacer un balance. Pero lo que no hicimos muchas veces no tiene remedio. Por eso es bueno estar atentos y fijarse bien a la hora de las decisiones no vaya a ser que tengamos que arrepentirnos.
Hoy es el día para que descubras la importancia de Jesús en tu vida, de lo bueno que es una vida de entrega, una vida para los demás. No tenés mucho tiempo, no hay tanto para pensar, sólo es animarse, porque no te vas a arrepentir.
En otros tiempos la gente se preocupaba mucho por su salvación, hoy la mayor preocupación es salvarse pero económicamente, y cuando se habla de oportunidades, sólo se habla acerca de lo material, ofertas de fin de temporada o tal vez algún trabajo que nos haga escalar en nuestro status.
Es verdad que la calidad de vida es muy importante, pero dentro de la calidad de vida también está la paz, el bienestar interior, el equilibrio emocional, y ahí está la presencia de Dios en tu vida, una vida siguiendo los pasos de Jesús.
Uno de los grandes problemas de estos tiempos son las frustraciones que hasta a veces llegan a enfermarnos físicamente. En Jesús no hay frustración, porque él nos enseña a vivir en paz junto a ellas, a confiar en lo que es permanente y no fluctúa: el amor y la misericordia de Dios. Nuestro amor y tolerancia cristiana, que acepta al otro con sus falluteadas y sus traiciones.
Estamos viviendo el tiempo de la oportunidad. Vos lo estás viviendo, ¿estás dispuesto a dejarla pasar y quedarte afuera? Está en vos, en si aceptás la invitación de Jesús o no. Amén.

Querido Jesús, no quiero quedarme afuera, no quiero sufrir en la oscuridad eternamente, pero al mismo tiempo no termino de decidirme. Pienso que todavía tengo tiempo para seguir tus pasos, que soy joven y que ya va a haber tiempo, que por ahora tengo que lograr una economía sólida, establecerme en mi trabajo, luchar para tener una casa, un auto, el confort que siento que merezco… después me voy a ocupar de mi vida junto a vos, cuando esté más tranquila, cuando me sobre el tiempo y ya no tenga tantas ganas de vivir la vida, de tener nuevas y fascinantes experiencias. Pero hoy vos me estás diciendo ¡cuidado que cuando se cierre la puerta te vas a quedar afuera! Y no quiero eso… ayudame a buscarte ahora, a darme el tiempo para escuchar tu palabra, para seguir el modelo de vida que vos me proponés. Ayudame a frenar mi locura y descansar en tu mensaje de amor, misericordia y tolerancia. Te lo pido a vos que junto con el Padre y el Espíritu Santo reinan por toda la eternidad. Amén.

viernes, 13 de agosto de 2010

15 de Agosto

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 40 (1-4.9-10.13-17)

“En mi Señor puse toda mi esperanza,
él se inclinó hacia mí
y escuchó mi clamor.
Me sacó de la fosa fatal,
del barro cenagoso;
asentó mis pies sobre la roca,
consolidó mis pasos.
Puso en mi boca un canto nuevo,
una alabanza a nuestro Dios;
muchos verán y temerán,
y en mi Señor tendrán confianza.

Dichoso el hombre aquel
que en mi Señor pone su confianza,
y no se va con los rebeldes,
que andan tras la mentira…

…He publicado la justicia
en la gran asamblea;
mira, no he contenido mis labios,
tú lo sabes, mi Señor.
No he escondido tu justicia en el fondo de mi corazón,
he proclamado tu lealtad, tu salvación,
no he ocultado tu amor y tu verdad
a la gran asamblea…

…¡Dígnate, oh mi Señor, librarme,
mi Señor, corre en mi ayuda!
¡Queden avergonzados y confusos todos juntos
los que buscan mi vida para cortarla!

¡Atrás, sean confundidos
los que desean mi mal!Queden desesperados de vergüenza
los que dicen contra mí: ‘¡Ja, Ja!’
¡En ti se gocen y se alegren
todos los que te buscan!
Repitan sin cesar: ‘¡Grande es mi Señor!’,
los que aman tu salvación.

Y yo, pobre soy y desdichado,
pero el Señor piensa en mí;
tú, mi socorro y mi libertador,
oh Dios mío, no tardes.” Amén.

Curiosidades

¿Cómo era la meteorología en los tiempos antiguos?

La antigua sabiduría sobre cuestiones de la naturaleza y concerniente a la regularidad de los ciclos celestes, base de los primeros calendarios, incluía los cambios cíclicos en la Tierra y llegó a correlacionarse con el estudio de los fenómenos naturales. Por ejemplo, en Mesopotamia el ciclo estacional estaba definido por observaciones astronómicas y meteorológicas. De igual forma, en Egipto, donde la prosperidad material ha dependido siempre de las crecidas y bajadas del Nilo, la aparición periódica de estrellas en determinadas constelaciones, como el nacimiento de Sirio, la Canícula, indicaba las fases cíclicas de inundación y sequía. En Egipto se hizo uno de los primeros y más famosos pronósticos a largo plazo cuando según el libro del Génesis, José interpretó un sueño del faraón como la llegada de siete años de hambre que serían seguidos por siete años de prosperidad: una profecía que muy bien podría haberse basado en el ciclo de 14 años descubierto por los sacerdotes-astrónomos egipcios para las crecidas del Nilo.
Pero el conocimiento de las fluctuaciones del tiempo más a corto plazo, así como periodos extemporáneos de frío, calor, lluvia o sequía se hizo necesario. Uno de los primeros avances de la meteorología fue comprender que ciertos tipos de tiempo solían seguir a la aparición de determinados fenómenos. Este primer "indicio" de meteorología parece haberse desarrollado de manera independiente en diversas partes del mundo antiguo: los valles del Eúfrates y el Tigris, el valle del Nilo, del Indo, del río Amarillo y en las costas Mediterráneas. De esta forma, del conjunto de presagios, proverbios y dichos populares se fueron extrayendo gradualmente una serie de signos que se consideraban indicativos de acontecimientos futuros: algunos basados en la mitología y superstición, otros resumían conceptos sobre el clima fundamentado en cuidadosas observaciones del fenómeno natural (aspecto del cielo, vientos, acontecimientos como la migración de aves o la foliación de los árboles, entre otros). Los poemas épicos y los textos filosóficos de las civilizaciones antiguas son ricos en dichos populares acerca del tiempo. Los poemas épicos babilónicos datados en el 2000 a de C. contienen explicaciones gráficas de la creación y el diluvio, que evocan el poder de los dioses sobre los fenómenos atmosféricos. La epopeya del Gigalmesh incluye referencias a una violenta tormenta y descripciones de vientos huracanados, lluvia torrencial y las desastrozas inundaciones fechadas unos 1000 años antes que la versión bíblica.
Muchos siglos antes de la era cristiana, los babilonios, guardaban sus documentos en forma de tablilla de arcilla. Los astrólogos babilonios y caldeos eran los encargados de predecir fenómenos terrestres y astronómicos. Sus pronósticos se basaban en observaciones del movimiento planetario, fenómenos ópticos y aspecto del cielo, entre otros. Utilizaban en particular los halos lunar y solar e incluso distinguían dos tipos diferentes, el pequeño de 22 grados (tarbasu) y el mayor de 46 grados (supuru).
Las tablillas de arcilla de la biblioteca cuneiforme del rey asirio Ashurbanipal (668-627 a. de C.) se encuentran ahora en el Museo Británico e ilustran cómo los babilonios predecían el tiempo guiándose por el aspecto del cielo: "cuando un halo negro rodea la Luna, el mes traerá lluvia o acumulará nubes. Cuando un halo rodea la Luna y Marte se encuentra dentro, habrá destrucción del ganado. Cuando un pequeño halo rodea el sol, lloverá....". Creían que las condiciones celestiales y los ciclos gobernaban todos los acontecimientos terrestres.
La importante relación entre la dirección del viento y el tiempo por venir se reconocía desde antiguo. En Mesopotamia, los babilonios habían diseñado un diagrama de los vientos teniendo en cuenta los cuatro puntos cardinales en el orden, sur, norte, este y oeste (sutu,iltanu, sadu, amurra). Crearon las direcciones intermedias por una combinación de éstas. Para el principio de la era cristiana se construían ya las veletas y se utilizaban para hacer observaciones regulares, incluso Plinio describió el modelo de vientos del Mediterráneo.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Lucas 12:49-56

"He venido a arrojar un fuego sobre la tierra y ¡cuánto desearía que ya estuviera encendido! Con un bautismo tengo que ser bautizado y ¡qué angustiado estoy hasta que se cumpla!
‘¿Creen que estoy aquí para dar paz a la tierra? No, se los aseguro, sino división. Porque desde ahora habrá cinco en una casa y estarán divididos; tres contra dos, y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre; la madre contra la hija y la hija contra la madre; la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.’
Decía también a la gente: ‘Cuando vean una nube que se levanta en el occidente, al momento dicen: ‘Va a llover’, y así sucede. Y cuando sopla el sur, dicen: ‘Viene el calor’, y así sucede. ¡Hipócritas! Saben explorar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no exploran, pues, este tiempo?” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

La fe une, pero divide a la vez. Si, es así, porque cuando una persona tiene fe, cree que Jesucristo es el centro de su vida es un incomprendido para aquellos que no tienen esa fe.
Y no estoy hablando de aquellas personas que se han fanatizado y desprecian a todo aquel que no vive la fe de la misma manera, o que simplemente no cree.
Estoy hablando de la persona con fe en Cristo, pero que la vive libremente, viviendo en paz y permitiendo que los demás tengan la libertad de llevar la vida que quieren o que pueden. De todas maneras la fe divide. Porque de alguna manera los que creemos que Jesucristo vino al mundo para nuestra salvación y nos propone una vida diferente, con otros valores, en donde lo más importante, por encima de los intereses materiales, está la vida y la defensa de la vida.
Ser una persona de fe, de alguna manera es ser rebelde, no aceptar que el modelo económico y social, en donde el más fuerte es el que gana, en donde hay demasiados excluidos, personas que son desechadas por viejas, por jóvenes, por tener una discapacidad, por tímidos… y así seguimos. El cristiano no está de acuerdo con esta estructura social, sino que necesariamente, al seguir los pasos de Jesús, la desprecia, y busca cambiarla.
Por eso es que no nos vamos a entender con aquellos que sienten que es así como debe ser, que gane el más fuerte, el más apto. La persona con fe en Cristo siempre buscará ponerle un palo en la rueda a la injusticia, al sufrimiento del otro, siempre abrirá la boca cuando sienta que algo va en contra de evangelio. Así es, y por eso vino Jesús al mundo, para que los que creyésemos en él fuésemos los artífices de un mundo mejor. Pero esto significa al mismo tiempo que los que están bien, los que sacan provecho del sistema o simplemente los que no conciben que las cosas pueden ser diferentes, no estén de acuerdo con nosotros y con nuestra manera de actuar.
Es verdad, Jesús vino a traer la discordia, la división, porque a partir de él aprendimos que se puede luchar por un mundo en donde todos seamos aceptados, un mundo en donde el amor sea la ley que está por sobre todo y que vivamos en paz y armonía. Amén.

Querido Jesús, ¡cómo que cuesta demostrar mi fe a los demás! Tengo miedo de que se rían de mí, de que se burlen, que me consideren una tonta. Señor, también tengo miedo de crear conflictos, discordia… pero vos me decís que es así, y que uno tiene que mostrar los colores con que uno juega y que es el primer paso en esto de dar testimonio. Dame fuerzas, dame valor para animarme a vivir mi fe libremente. Te lo pido a vos que junto con el Padre y el Espíritu Santo reinan por toda la eternidad. Amén.

martes, 10 de agosto de 2010

8 de Agosto

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 33

“¡Griten de júbilo, justos, por mi Señor!,
de los rectos es propia la alabanza;
¡den gracias a mi Señor con la cítara,
entonen para él al arpa de diez cuerdas;
cántenle un canto nuevo,
toquen la mejor música en la aclamación!

Pues recta es la palabra de mi Señor,
toda su obra fundada en la verdad;
él ama la justicia y el derecho,
del amor de mi Señor está llena la tierra.

Por la palabra de mi Señor fueron hechos los cielos
por el soplo de su boca toda su tropa.
El recoge, como un dique, las aguas del mar,
en depósitos pone los abismos.

¡Tema a mi Señor la tierra entera,
ante él tiemblen todos los que habitan el orbe!
Pues él habló y fue así,
mandó él y se hizo.

Mi Señor frustra el plan de las naciones,
hace vanos los proyectos de los pueblos;
mas el plan de mi Señor perdura para siempre,
los proyectos de su corazón por todas las edades.
¡Feliz la nación cuyo Dios es mi Señor,
el pueblo que se escogió por posesión!

Mi Señor mira de lo alto de los cielos,
ve a todos los hijos de Adán;
desde el lugar de su residencia observa
a todos los habitantes de la tierra,
él, que forma el corazón de cada uno,
y repara en todas sus acciones.

No queda a salvo el rey por su gran ejército,
ni el bravo inmune por su enorme fuerza.
Vana cosa el caballo para la victoria,
ni con todo su vigor puede salvar.

Los ojos de mi Señor están sobre quienes le temen,
sobre los que esperan en su amor,
para librar su alma de la muerte,
y sostener su vida en la penuria.

Nuestra alma en mi Señor espera,
él es nuestro socorro y nuestro escudo;
en él se alegra nuestro corazón,
y en su santo nombre confiamos.
Sea tu amor, mi Señor, sobre nosotros,
como está en ti nuestra esperanza.” Amén.
Curiosidades

¿Cómo eran las lámparas de aceite que se usaba en los tiempos de Jesús?

En la edad de bronce media encontramos por primera vez pequeñas vasijas abiertas de arcilla con uno o más pequeños labios, que podemos identificar como lámparas. Esta forma simple se siguió usando en toda la edad del hierro, haciéndose más pronunciado el labio. La evolución final se produjo en el período helenístico, en donde el estilo griego de lámpara con borde curvado hacia adentro se fue cerrando completamente, dejando sólo un pequeño orificio central para alimentar el aceite. Estas lámparas se producían en serie con moldes, uno de los cuales formaba la base y el otro la tapa. Las lámparas helenísticas se caracterizaron por tener un cuello largo para la mecha; en el período romano dicho cuello era más corto. A veces se les colocaba pequeñas asas. Frecuentemente los moldes para las tapas tenían impresos motivos florales o de otra índole, y en el período romano, en el que la tapa era ancha y cóncava, con estampas en relieve que aparecen en las lámparas. A partir del s.III d.C. los símbolos cristianos (cruces, peces, alfa y omega) fueron motivos decorativos, mientras que el candelabro de siete brazos caracterizaba a las lámparas judías. La lámpara palestina corriente de la época del evangelio era simple, redonda, con un orifico de llenado con reborde y bastante amplio y un cuello para la mecha inclinado hacia abajo.
Las lámparas se podían tener en la mano, colocar sobre un estante o un pedestal. En la mayor parte de las casas se utilizaba un simple pedestal de madera, pero algunas lámparas de la edad de hierro tenían bases gruesas, o pedestales huecos independientes. Cuando hacía falta mayor iluminación se empleaban lámparas con varias bocas; en Palestina se han encontrado algunas con siete bocas pertenecientes a esa época y de épocas anteriores; muchas lámparas con provisión para múltiples mechas datan de la época de los romanos.
Las lámparas que acabamos de describir utilizaban aceite de oliva no refinado, o sebo, y podían durar encendidas entre 2 y 4 hs., según parece, con un ocasional corte de la mecha, que era de lino u otra fibra. De noche se la podía dejar apagar sola, o se la mantenía encendida.
Las lámparas para exteriores se podían llevar en vasijas cerámicas, aunque cúpula con base plana, asa en la parte superior, y una abertura en un costado para la luz. Así pueden haber sido las “linternas” de Jn.18, aunque también pueden haber sido de forma más compleja en metal. El gr. fanos también puede significar “antorcha”, y este podría ser el sentido aquí.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Lucas 12:32-48

"No temas, pequeño rebaño, porque a su Padre le ha parecido bien darles a ustedes el Reino.
‘Vendan sus bienes y den limosna. Háganse bolsas que no se deterioran, un tesoro inagotable en los cielos, donde no llega el ladrón, ni la polilla; porque donde esté su tesoro, allí estará también su corazón.
‘Estén preparados y las lámparas encendidas, y sean como hombres que esperan a que su señor vuelva de la boda, para que, en cuanto llegue y llame, al instante le abran. Dichosos los siervos, que el señor al venir encuentre despiertos: yo les aseguro que se apretará las ropas, los hará ponerse a la mesa y, yendo de uno a otro, les servirá. Que venga en la segunda vigilia o en la tercera, si los encuentra así, ¡dichosos de ellos! Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora iba a venir el ladrón, no dejaría que le perforasen su casa. También ustedes estén preparados, porque en el momento que no piensan, vendrá el Hijo del hombre.’
Dijo Pedro: ‘Señor, ¿dices esta parábola para nosotros o para todos?’
Respondió el Señor: "¿Quién es, pues, el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su servidumbre para darles a su tiempo su cantidad conveniente? Dichoso aquel siervo a quien su señor, al llegar, encuentre haciéndolo así. De verdad les digo que lo pondrá al frente de toda su hacienda. Pero si aquel siervo se dice en su corazón: ‘Mi señor tarda en venir’, y se pone a golpear a los criados y a las criadas, a comer y a beber y a emborracharse, vendrá el señor de aquel siervo el día que no espera y en el momento que no sabe, lo separará y lo señalará su suerte entre los infieles.
‘Aquel siervo que, conociendo la voluntad de su señor, no ha preparado nada ni ha obrado conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes; el que no la conoce y hace cosas dignas de azotes, recibirá pocos; a quien se le dio mucho, se le reclamará mucho; y a quien se confió mucho, se le pedirá más.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Estar preparado para la muerte. Algo que en palabras es fácil decir, pero cuando se te presenta, la cosa cambia…
Pero ¿qué significa estar preparado, listo?
Hay muchas cosas que dejamos para más adelante: para cuando tengamos tiempo, para cuando tengamos ganas, para cuando nos jubilemos, para cuando tengamos más plata… ¿pero qué pasa si ese tiempo no llega nunca? ¿te quedás sin hacerlo? ¿queda pendiente?
Hay cosas en la vida que nos cuesta enfrentar y que le esquivamos, sobre todo si implica que debemos dejar de lado nuestro orgullo. Hay veces que nos hemos alejado de un hermano, un amigo, que nos peleamos no sé por qué y dejamos de vernos. Y pasan los años y ninguna de las partes de acerca, esperamos que sea el otro el que dé el primer paso. De repente la muerte nos sorprende y perdimos la oportunidad de la reconciliación, y la perdimos para siempre… una cuenta pendiente…
Estar preparado es no permitir que estas cosas nos sucedan, tratar de estar en paz con las personas que amamos y las que nos rodean. Y no porque seamos fatalistas y vivamos como si la muerte nos acechara a todo momento. Se trata de vivir una vida en la paz de Cristo, en esa armonía con nosotros mismos y con las demás personas que nos permite vivir una vida libre, sin ataduras, mirando siempre de frente.
El estar listo, estar preparado para partir de esta tierra es una forma de vivir al día, sin rencores ni odio, sin cosas que nos van enfermando y encerrándonos en nosotros mismos.
No esperar a último momento, porque puede fallar, porque puede ser que no lleguemos a tiempo.
Hoy te invito a que dispongas a ponerte al día con aquellas conversaciones pendientes, a hablar lo que hay que hablar, pero sin rabia ni rencor, simplemente como una liberación y para no dejar que queden ahí fermentando con los años, hasta transformarse en una gran tumor imposible de darle con nada.
Vas a ver que no es tan grave, que la mayoría de esas cosas eran pura espuma, y que con la ayuda y el acompañamiento de Dios, todo es más fácil. Amén.

Querido Dios, siempre te pido perdón por todas mis faltas y equivocaciones, pero no por mi orgullo que es el que no me permite pedir perdón a quien lo está esperando y que se lo debo. Sé que no basta con confesártelo a vos, que tengo que armarme de coraje y enfrentar mis problemas, mis desencuentros. Te pido que me ayudes y que me des la fortaleza necesaria para estar al día, para estar preparada para partir de esta tierra en paz. Te lo pido en el nombre de tu Hijo, Jesucristo, que vive y reina con vos y con el Espíritu Santo. Amén.