viernes, 25 de abril de 2014

27 de Abril

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 118

““Alaben a mi Señor, porque él es bueno,
    porque para siempre es su misericordia.

Diga ahora Israel
    que para siempre es su misericordia.
Diga ahora la casa de Aarón
    que para siempre es su misericordia.
Digan ahora los que temen a mi Señor
    que para siempre es su misericordia.

Desde la angustia invoqué a Jah,
y me respondió Jah, poniéndome en lugar espacioso.
Mi Señor está conmigo; no temeré
lo que me pueda hacer el hombre.
Mi Señor está conmigo entre los que me ayudan;
por tanto, yo veré mi deseo en los que me detestan.
Mejor es confiar en mi Señor
que confiar en el hombre.
Mejor es confiar en mi Señor
que confiar en príncipes.

Todas las naciones me rodean;
mas en el nombre de mi Señor yo las destruiré.
Me rodean y me asedian;
mas en el nombre de mi Señor yo las destruiré.
Me rodean como abejas;
se enardecen contra mí como fuego entre espinos;
mas en el nombre de mi Señor yo las destruiré.
Me empujaste con violencia para que cayera,
pero me ayudó mi Señor.
Mi fortaleza y mi cántico es Jah,
y él me ha sido por salvación.

Voz de júbilo y de salvación
hay en las tiendas de los justos;
diestra de mi Señor hace hazañas.
La diestra de mi Señor es sublime;
la diestra de mi Señor hace valentías.
¡No moriré, sino que viviré
y contaré las obras de Jah!
Me castigó gravemente Jah,
pero no me entregó a la muerte.

¡Ábranme las puertas de la justicia;
entraré por ellas, alabaré a Jah;
ésta es la puerta de mi Señor;
por ella entrarán los justos!

Te alabaré porque me has oído
y me fuiste por salvación.
La piedra que desecharon los edificadores
ha venido a ser la cabeza del ángulo.
De parte de mi Señor es esto
y es cosa maravillosa a nuestros ojos.
Éste es el día que hizo mi Señor;
¡nos gozaremos y alegraremos en él!
Mi Señor, sálvanos ahora, te ruego;
te ruego, mi Señor, que ahora nos hagas prosperar.
¡Bendito el que viene en el nombre de mi Señor!
Desde la casa de mi Señor les bendecimos.
Mi Señor es Dios y nos ha dado luz;
aten víctimas con cuerdas
a los cuernos del altar.

Mi Dios eres tú y te alabaré;
Dios mío, te exaltaré.

Alaben a mi Señor, porque él es bueno,
    porque para siempre es su misericordia.” Amén.

Curiosidades

¿Cuál es la herencia de la que hablan los escritos del Nuevo Testamento?

En el NT “herencia” traduce el Griego kleronomos y sus cognados, derivados de kleros, que significa “porción”. La herencia se restringe al Israel verdadero, Cristo mismo, quien es “el heredero”. Como heredero de Dios adquiere una posesión que le es dada en razón a su relación. Ha sido hecho heredero de todo. Los creyentes comparten, en un sentido, el carácter de hijo divino mediante la adopción, y, como Isaac, con sus hijos, herederos de la promesa. Su herencia es algo que les viene por la gracia de Dios, debido a la posición que ocupan a la vista de él, y en ningún sentido es ganada.
El objetivo de la herencia cristiana es todo lo que simbolizaba la tierra de Canaán, y más. Los creyentes heredan el reino de Dios, “la tierra”, la salvación, una bendición, gloria e incorrupción. Estas son todas “las promesas”, que no recibieron los creyentes del AT. En Hebreos se da realce al nuevo “pacto” o “testamento”. Es en dicho pacto que está basada la herencia prometida, especialmente dado que requería la muerte del testador. Dos hombres le preguntaron a Jesús qué debían hacer para heredar la vida eterna, y Cristo dijo que eso formaba parte del nuevo mundo. El marido y la mujer cristianos son herederos de la gracia de la vida.
La consumación de las bendiciones prometidas no se hará hasta la parusía. La herencia está reservada en el cielo. El que venciere recibirá la herencia de Dios. Sin embargo, esto no altera el hecho de que muchas de las bendiciones de la herencia puedan disfrutarse por anticipado. El Espíritu Santo es el agente que hace que nuestra posición como herederos sea real, el cual nos ha sido dado como “las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida”. El Espíritu fue enviado a la Iglesia después de que Cristo hubo entrado en su propia herencia al ascender al cielo.
En el NT todavía vemos al pueblo de Dios como su herencia, y todas las bendiciones mencionadas arriba indican que él mismo sigue siendo la herencia prometida.
Pero dicha herencia no es por derecho, es por la libre disposición de Dios, quien puede, en su soberano beneplácito, privar de la herencia a los que parecerían tener más derecho a ella, y dársela a otros, según su elección.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.591)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

1 Pedro 1:3-8

Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su gran misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarchitable, reservada en los cielos para ustedes, que son guardados por el poder de Dios, mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo final.
Por lo cual ustedes se alegren, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengan que ser afligidos en diversas pruebas, para que, sometida a prueba su fe, mucho más preciosa que el oro (el cual, aunque perecedero, se prueba con fuego), sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo. Ustedes, que lo aman sin haberlo visto, creyendo en él aunque ahora no lo vean, se alegrarán con gozo indescriptible y glorioso.”  Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Uno de los consuelos mayores de los cristianos es la esperanza de la vida eterna. Es la fortaleza a la hora de la muerte, pero también en los momentos difíciles que nos tocan atravesar.
Pero no se trata de menospreciar la vida en la tierra. De hecho Dios creó el mundo y su belleza para que la podamos disfrutar y seamos felices en esta vida. Pero a la vez aquí sufrimos frustraciones, limitaciones, decepciones, dolor… y a veces son situaciones demasiado duras para lograr llevarlas adelante en nuestra fragilidad. Las personas pasamos por momentos tan traumáticos que nos marcan de por vida y a veces hasta nos hacen desear la muerte como la única salida.
Por eso la fe en que hay un lugar en donde la injusticia, el sufrimiento, la angustia, la maldad no existen es un alivio. No como una evasión, sino como un bálsamo, el saber que en esta vida todo se termina que nada de lo que vivimos acá es para siempre, bueno o malo, y que si en esta tierra gana la injusticia y la violencia, en otro lugar no tienen espacio, y no sólo eso, son juzgadas y condenadas las personas que parecen invencibles e invulnerables acá, en esta tierra.
Una de las cosas que intrigaba a los romanos era que cuanto más maltrataban a los cristianos, más cantaban y se aferraban a su fe. Sabían que Dios los premiaba con una vida plena en Cristo y al ver que nada podían hacer contra la situación que estaban viviendo, se gozaban pensando en lo que les esparaba. Ese fue su recurso, pero también su testimonio, ya que aquellas personas que vieron tal conducta deseaban conocer a ese Dios que les transmitía semejante fortaleza y alegría.
Nuestra fe en un Dios de Vida que comparte su eternidad con los que confiamos en Él. Esto nos da fuerzas, nos alivia en el dolor, y nos permite levantarnos una y otra vez.
Vos también estás invitado a formar parte de este grupo que Dios elige y en el que hay lugar para todas las personas que lo deseen. Amén.

Querido Jesús, ¡gracias por haber entregado tu vida para que yo tenga Vida en abundancia! ¡gracias porque me acompañás en los momentos difíciles y lográs que me sostenga firme! ¡Gracias por todo tu amor y permití que se arraigue en mí de tal manera que dé frutos de Vida también! En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

viernes, 11 de abril de 2014

20 de Abril

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 118

“Alaben a mi Señor, porque él es bueno,
    porque para siempre es su misericordia.

Diga ahora Israel
    que para siempre es su misericordia.
Diga ahora la casa de Aarón
    que para siempre es su misericordia.
Digan ahora los que temen a mi Señor
    que para siempre es su misericordia.

Desde la angustia invoqué a Jah,
y me respondió Jah, poniéndome en lugar espacioso.
Mi Señor está conmigo; no temeré
lo que me pueda hacer el hombre.
Mi Señor está conmigo entre los que me ayudan;
por tanto, yo veré mi deseo en los que me detestan.
Mejor es confiar en mi Señor
que confiar en el hombre.
Mejor es confiar en mi Señor
que confiar en príncipes.

Todas las naciones me rodean;
mas en el nombre de mi Señor yo las destruiré.
Me rodean y me asedian;
mas en el nombre de mi Señor yo las destruiré.
Me rodean como abejas;
se enardecen contra mí como fuego entre espinos;
mas en el nombre de mi Señor yo las destruiré.
Me empujaste con violencia para que cayera,
pero me ayudó mi Señor.
Mi fortaleza y mi cántico es Jah,
y él me ha sido por salvación.

Voz de júbilo y de salvación
hay en las tiendas de los justos;
diestra de mi Señor hace hazañas.
La diestra de mi Señor es sublime;
la diestra de mi Señor hace valentías.
¡No moriré, sino que viviré
y contaré las obras de Jah!
Me castigó gravemente Jah,
pero no me entregó a la muerte.

¡Ábranme las puertas de la justicia;
entraré por ellas, alabaré a Jah;
ésta es la puerta de mi Señor;
por ella entrarán los justos!

Te alabaré porque me has oído
y me fuiste por salvación.
La piedra que desecharon los edificadores
ha venido a ser la cabeza del ángulo.
De parte de mi Señor es esto
y es cosa maravillosa a nuestros ojos.
Éste es el día que hizo mi Señor;
¡nos gozaremos y alegraremos en él!
Mi Señor, sálvanos ahora, te ruego;
te ruego, mi Señor, que ahora nos hagas prosperar.
¡Bendito el que viene en el nombre de mi Señor!
Desde la casa de mi Señor les bendecimos.
Mi Señor es Dios y nos ha dado luz;
aten víctimas con cuerdas
a los cuernos del altar.

Mi Dios eres tú y te alabaré;
Dios mío, te exaltaré.

Alaben a mi Señor, porque él es bueno,
    porque para siempre es su misericordia.” Amén.

Curiosidades

¿A qué se refieren las cartas del Nuevo Testamento cuando habla de “idolatría?

El NT refuerza y amplía la enseñanza del AT. En la línea que el reconocimiento de que los ídolos no son nada pero, que al mismo tiempo, son potencias espirituales peligrosas. Romanos 1 expresa el argumento del AT de que la idolatría representa una declinación de la verdadera espiritualidad, y no una etapa en el camino al conocimiento puro de Dios. El NT reconoce, sin embargo, que el peligro de la idolatría existe, aun cuando no se fabriquen ídolos materiales; la asociación de la idolatría con los pecados sexuales en Gálatas 5 debería ligarse con la equiparación de la codicia con la idolatría, porque en la codicia Pablo incluye y destaca la lascivia. Después de haber recalcado el carácter definitivo y pleno de la revelación en Cristo, la primera carta de Juan advierte que toda desviación es idolatría. Ídolo es todo lo que exige una lealtad que solamente pertenece a Dios.
La relación entre la enseñanza bíblica referente a los ídolos y su doctrina monoteísta de Dios no puede pasar inadvertida. Al reconocer el magnetismo de la religión idolátrica de Israel, como así también en su aparente aceptación de la existencia de otros dioses, como es el caso del Salmo 95, el AT no acepta la existencia real de los “dioses”, sino la existencia real de la amenaza que suponen para Israel, la amenaza de cultos y lealtades alternativos. Es así como mantiene constantemente su monoteísmo (como también lo hace el NT) en el marco de la religión y la atmósfera religiosa del pueblo de Dios.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.622-623)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Colosenses 3:1-11

“Si, pues, han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Pongan la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra, porque han muerto y su vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, la vida de ustedes, se manifieste, entonces ustedes también serán manifestados con él en gloria.
Hagan morir, pues, lo terrenal en ustedes: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría. Por estas cosas la furia de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, en las cuales ustedes también anduvieron en otro tiempo cuando vivían en ellas. Pero ahora dejen también ustedes todas estas cosas: furia, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de sus bocas. No se mientan los unos a los otros, habiéndose despojado del viejo hombre con sus hechos y revestido del nuevo. Éste, conforme a la imagen del que lo creó, se va renovando hasta el conocimiento pleno, donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni extranjero, esclavo ni libre, sino que Cristo es el todo y en todos.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Ni madre siempre me decía: “No devuelvas el mal que te hacen con la misma moneda, la mejor venganza que podés hacer es devolver bien por mal. Eso le dolerá más que cualquier daño que le hagas, porque con tu actitud le vas a demostrar que estás por encima de su bajeza”.
Si bien ella nunca se consideró una buena cristiana, esta forma no sólo de pensar, sino de actuar, tiene mucho que ver con esto que dice Pablo “busquen las cosas de arriba”.
Porque de eso se trata. Como personas tenemos miles de oportunidades para hacer cosas buenas como malas, depende del camino que elijamos. Pero lo que tenemos que tener bien claro es que nuestras malas conductas no sólo dañan a las demás personas, sino que en primer lugar nos dañan a nosotros mismos.
Es verdad que es difícil en una sociedad en donde se estimula y se incentiva el descontrol como forma de divertirse. En una sociedad en donde hemos naturalizado las borracheras, en donde tenemos sexo y no hacemos el amor, en donde existe algo así como amigo con derecho a rose, en donde pagar una coima o buscar una cuña es normal, en donde hablamos de mentiras piadosas, en donde el dinero es el centro de nuestras vidas, en donde buscamos tener, tener y tener, es difícil pensar en el modelo al que nos invita Jesús.
Es verdad que nos cuesta salir del modelo que nos impone la sociedad porque a nadie le gusta que le digan “santito”, “mojigato”, “aburrido”, “mala onda”, pero ¡qué lindo se siente cuando se hace algo que es bueno y que hace bien a otro!
¡Qué bien se siente cuando uno se divierte sanamente sin abusos! ¡qué bueno es cuando se ama y se expresa ese amor con el cuerpo! ¡qué libertad se siente cuando no se le debe nada a nadie, cuando se está con la conciencia tranquila y no se está preso de alguna mentira!
Siempre el mal camino nos debilita, nos hace sentirnos sucios, usados, inquietos, angustiados. Cuando nos enojamos, nos ponemos violentos, cuando mentimos o hablamos mal de los demás, cuando por lograr lo que queremos dañamos a otras personas, algo dentro nuestro se seca, se muere… es como que el poder de la muerte nos atrapa, y aunque nos sentimos mal no podemos salir. Vamos sumando malas actitudes y pensamientos hasta alejarnos completamente de nosotros mismos.
Al contrario, cuando buscamos caminar en las enseñanzas de Jesús, amando a las personas con sus imperfecciones, tratando de perdonar y reconciliarnos, buscando ayudar a quien nos necesita, poniéndonos en el lugar del otro sin juzgar y condenar, el bienestar que nace en nuestro corazón es muy agradable. Es como que el tener buenas actitudes nos dan más ganas de hacer cosas positivas y nos llena de energía y alegría, además, a las personas que nos rodean les hacemos bien y eso nos lo transmiten a. través del afecto que nos demuestran. Es como un círculo que se retroalimenta, es algo que nos llena de vida. Todo esto es un buen motivo para buscar las cosas de arriba, las que nos enseñó Jesús en su paso por la tierra, las que nos iluminan y nos permiten descubrir el verdadero sentido de la vida. Amén.

Querido Jesús, ¡gracias por ser mi Maestro! ¡gracias por la huella que me has dejado para que pueda seguirte y animarme a no seguir la corriente! Ayudame a ser perseverante en mi fe, a que pueda resistir a las tentaciones que se me presentan como vos lo hiciste. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
¡Felices Pascuas para todos y todas!

13 de Abril

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 22

“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?
¿Por qué estás tan lejos de mi salvación
y de las palabras de mi clamor?
Dios mío, clamo de día y no respondes;
y de noche no hay para mí descanso.

Pero tú eres santo,
tú que habitas entre las alabanzas de Israel.
En ti esperaron nuestros padres;
esperaron y tú los libraste.
Clamaron a ti y fueron librados;
confiaron en ti y no fueron avergonzados.

Pero yo soy gusano y no hombre;
vergüenza de los hombres y despreciado del pueblo.
Todos los que me ven se burlan de mí;
tuercen la boca y menean la cabeza, diciendo:
«Se encomendó a mi Señor, líbrelo él;
sálvelo, puesto que en él se complacía.»

Pero tú eres el que me sacó del vientre,
el que me hizo estar confiado
desde que estaba en el regazo de mi madre.
A ti fui encomendado desde antes de nacer;
desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.
No te alejes de mí,
porque la angustia está cerca
y no hay quien me ayude.

Me han rodeado muchos toros;
fuertes toros de Basán me han cercado.
Abrieron contra mí su boca
como león rapaz y rugiente.

He sido derramado como el agua
y todos mis huesos se descoyuntaron.
Mi corazón fue como cera,
derritiéndose dentro de mí.
Como una vasija se secó mi fuerza
y mi lengua se pegó a mi paladar.
¡Me has puesto en el polvo de la muerte!

Perros me han rodeado;
me ha cercado una banda de perversos;
desgarraron mis manos y mis pies.
¡Contar puedo todos mis huesos!
Entre tanto, ellos me miran y me observan.
Repartieron entre sí mis vestidos
y sobre mi ropa echaron suertes.

Mas tú, mi Señor, ¡no te alejes!
Fortaleza mía, ¡apresúrate a socorrerme!
Libra de la espada mi alma,
del poder del perro mi vida.
Sálvame de la boca del león
y líbrame de los cuernos de los toros salvajes.

Anunciaré tu nombre a mis hermanos;
en medio de la congregación te alabaré.
Los que temen a mi Señor, ¡alábenlo!
¡Glorifíquenlo, descendencia toda de Jacob!
¡Témanle ustedes, descendencia toda de Israel!,
porque no menospreció ni rechazó el dolor del afligido,
ni de él escondió su rostro,
sino que cuando clamó a él, lo escuchó.

De ti será mi alabanza en la gran congregación;
mis votos pagaré delante de los que lo temen.
Comerán los humildes hasta quedar saciados;
alabarán a mi Señor los que lo buscan;
vivirá vuestro corazón para siempre.

Se acordarán y se volverán a mi Señor
todos los confines de la tierra,
y todas las familias de las naciones
adorarán delante de ti,
porque de mi Señor es el reino
y él regirá las naciones.

Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra;
se postrarán delante de él todos los que descienden al polvo,
aun el que no puede conservar la vida a su propia alma.
La posteridad lo servirá;
esto será contado de mi Señor hasta la última generación.
Vendrán y anunciarán su justicia;
a pueblo no nacido aún, anunciarán que él hizo esto.” Amén.

Curiosidades

¿Qué es la obediencia según las Escrituras”

Según la Escritura, Dios exige que su revelación sea tomada como regla para la vida toda del ser humano. Así la obediencia a Dios es un concepto suficientemente amplio como para incluir la totalidad de la religión y la moralidad bíblicas. La Biblia es insistente en el hecho de que los actos externos y aislados de homenaje a Dios no pueden subsanar la falta de obediencia consecuente en el corazón y en la conducta.
La desobediencia de Adán, el primer humano representativo, y la perfecta obediencia del segundo, Jesucristo, constituyen factores decisivos en el destino de todos. Cuando Adán ignoró la obediencia sumergió a la humanidad en la conciencia de culpa, la condenación, y la muerte. La inquebrantable obediencia de Cristo “hasta la muerte” obtuvo justicia (aceptación de Dios) y vida (comunión para con Dios) para todos lo que creen en él.
En la promulgación por Dios del pacto antiguo se daba realce a la obediencia a sus requerimientos a fin de que el pueblo pudiese disfrutar de su favor. En su promesa del nuevo pacto, empero, se dio realce a la obediencia como el don que él mismo les daba, a fin de que pudiesen disfrutar de su favor.
La fe en el evangelio, y en Jesucristo, es obediencia, por cuanto Dios así lo manda. La incredulidad es desobediencia. La vida de obediencia a Dios es fruto de la fe.
La obediencia cristiana significa imitar a Dios en santidad, y a Cristo en humanidad y amor. Nace de la gratitud por la gracia recibida, no del deseo de obtener mérito y de justificarse uno mismo a la vista de Dios. Más aún, el guardar la ley con dicho motivo no constituye obediencia a Dios, sino lo opuesto.
La obediencia a la autoridad divinamente establecida en la familia, y en el estado, es parte de la obediencia del cristiano a Dios. Cuando hay conflicto, sin embargo, debemos estar dispuestos a desobedecer al ser humano a fin de no desobedecer a Dios.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.982)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Filipenses 2:5-11

Haya, pues, en ustedes este sentir que hubo también en Cristo Jesús:
Él, siendo en forma de Dios,
no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
sino que se despojó a sí mismo,
tomó la forma de siervo
y se hizo semejante a los hombres.
Mas aún, hallándose en la condición de hombre,
se humilló a sí mismo,
haciéndose obediente hasta la muerte,
y muerte de cruz.
Por eso Dios también lo exaltó sobre todas las cosas
y le dio un nombre que es sobre todo nombre,
para que en el nombre de Jesús
se doble toda rodilla de los que están en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra;
y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor,
para gloria de Dios Padre.” Amén.
Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Séneca, un conocido filósofo romano decía: “El mejor límite para el dinero es el que no permite caer en la pobreza ni alejarse mucho de ella.”
De alguna manera esta siempre ha sido mi filosofía también porque creo que me mantiene siempre agradecida a Dios por lo que tengo y valorando lo que con tanto esfuerzo voy logrando.
Dios, al hacerse una persona entre nosotros se hizo pobre, se hizo limitado, sintió las necesidades propias de los humanos, y esto mismo le permitió saber qué sentimos, qué sufrimos y a qué le tememos. En Jesús, Dios dejó de lado todo su poder para experimentar la humanidad.
Pero no conforme con esto, en su condición humana buscó seguir la voluntad del Padre, no se dejó llevar por sus propios intereses personales, ni por su egoísmo, ni su comodidad. Y lo logró.
Esto mismo nos pone en evidencia de que lo que Dios espera de nosotros no es imposible, sino que está dentro de nuestras posibilidades y limitaciones. Nada de lo que Jesús hizo es imposible para cualquier persona, es proponérselo…
De hecho hay personas que han dejado su egoísmo de lado para luchar por los débiles y discriminados. Algunas de estas personas son conocidas, como Martin Luther King, Dietrich Bonhoeffer, Nelson Mandela, otras son anónimas que diariamente entregan sus vidas en el amor a quienes las necesitan. Personas que se acercan a la pobreza  del otro desinteresadamente y a la vez comparte su riqueza, que es el amor en Cristo.
Comencé mi reflexión hablando acerca de dinero y luego pasé a hablar de tiempo, esfuerzo, entrega…
En un tiempo en donde todos nos hemos creído la frase “el tiempo es dinero”, cuando damos de nuestro tiempo gratuitamente, cuando nos esforzamos sin esperar otra cosa  que la satisfacción de la tarea realizada o simplemente la alegría o la sonrisa que aquellos por los que trabajamos, podemos traducirlo también en valor.
Espero que estas palabras que hoy comparto con vos te haga mirar la vida desde otro lugar que el que nuestra sociedad nos impone, que descubras lo hermoso que es brindarse al que lo necesita y trabajar por una buena causa. Amén.

Querido Jesús, vos viniste al mundo para mostrarme lo hermoso que es vivir la vida junto a las personas que me rodean y estar atenta a quienes me necesitan. Te lo pido a vos que te entregaste por cada uno de nosotros y que junto al Padre y al Espíritu Santo reinas por toda la eternidad. Amén.

viernes, 4 de abril de 2014

6 de Abril

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 130

“De lo profundo, mi Señor, a ti clamo.
Señor, oye mi voz;
estén atentos tus oídos
a la voz de mi súplica.

Jah, si miras los pecados,
¿quién, Señor, podrá mantenerse?
Pero en ti hay perdón,
para que seas reverenciado.

Esperé yo en mi Señor;
esperó mi alma,
en su palabra he esperado.
Mi alma espera en mi Señor
más que los centinelas la mañana,
más que los vigilantes la mañana.

Espere Israel en mi Señor,
porque en mi Señor hay misericordia
y abundante redención con él.
Él redimirá a Israel
de todos sus pecados.” Amén.

Curiosidades

¿Qué significa la palabra “carne” según el Nuevo Testamento?

El término para “carne” en el NT es sarx. Esta palabra reproduce la mayor parte del significado veterotestamentario  de basar. Denota la parte carnosa del cuerpo. Como de las referencias de comer carne, o a todo el cuerpo. También puede significar el hombre completo. Al igual que en el AT, el hombre y la mujer son “una sola carne”, y hay pasajes que se refieren a “toda carne”. Se menciona la debilidad de la carne en relación con el fracaso de los apóstoles cuando debían mantenerse despiertos en Getsemaní.
Pero el NT tiene también algunos significados distintivos. Semejantes a los pasajes con “hueso mío y carne mía” del AT, tenemos los que se refieren a la declinación física y cosas parecidas. Se habla así de que Cristo era “del linaje de David según la carne”. Pablo puede hablar de “Israel según la carne”, y de los israelitas como sus “parientes según la carne”.
“La carne” puede significar la existencia física en su totalidad, y hay referencias al ser visto “en la carne”. El estar “en la carne” no es incompatible con estar “en el Señor”. La carne puede mancillarse o purificarse. La vida que ahora vivía Pablo el cristiano era “en la carne”.
Pero, por definición, la carne es la parte terrenal del ser humano. Tiene sus “concupiscencias” y sus “deseos”. De los que se concentran en ellos puede decirse que “piensan en las cosas de la carne”. Y ocuparse de la carne “es muerte”. Esto se explica como “enemistad contra Dios”. El ser humano cuyo horizonte está limitado por la carne se opone, por eso mismo, a Dios. Vive “conforme a la carne”, esa carne que “codicia contra el Espíritu”. Para una impresionante lista de “las obras de la carne” véase Gálatas 5:19-21. En este sentido, la carne denota la personalidad total del ser humano organizada en dirección equivocada, y dirigida a empresas puramente terrenales en lugar del servicio a Dios.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.225-226)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Romanos 8:8-11

“… y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.
Pero ustedes no viven según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios está en ustedes. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. Pero si Cristo está en ustedes, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, pero el espíritu vive a causa de la justicia. Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús está en ustedes, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también sus cuerpos mortales por su Espíritu que está en ustedes.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

En ocasiones me pongo a pensar lo diferente que sería el mundo si los que nos decimos cristianos realmente viviríamos en Cristo, según su Espíritu.
Lamentablemente no es así porque la mayoría de las personas tiene la fe como un accesorio, algo alejado de su vida cotidiana y de ninguna manera como norma de vida.
Si le damos una mirada a la historia del mundo “occidental y cristiano” nos vamos a encontrar hasta el día de hoy con una realidad muy diferente a las enseñanzas de Jesús, al modelo de Cristo.
Muchas veces creo que es la razón también del desprestigio de la Iglesia como institución.
Dice Pablo en su carta que el Espíritu de Cristo vive a causa de la justicia, esto nos compromete a todos los cristianos y cristianas a trabajar por una sociedad más justa. Nos lleva a no hacer la “vista gorda” frente a la corrupción, la falta de justicia y el enriquecimiento desmedido de unas personas a costa de otras.
Como cristianos y cristianas nos debería doler la realidad en la que vivimos y deberíamos estar haciendo algo por cambiarla. Es impensable que si nuestros dirigentes políticos vivieran la fe a la que dicen pertenecer, fueran tan indiferentes ante una sociedad cada día más dividida, violenta y corrupta.
El punto que una cosa es decir y otra muy diferente es hacer. El hacer nos exige un compromiso, una coherencia, salirnos de nosotros mismos para entregar nuestras vidas para dar el testimonio al que somos llamados a través del Bautismo.
¡Qué distinto sería todo! No tendríamos otros problemas que los que surgen naturalmente. No tendríamos que lidiar con las consecuencias de una sociedad cada día más individualista, insensible y competitiva… pero estamos lejos de esto…
Pero vos y yo podemos hacer la diferencia buscando caminar sobre los pasos de Jesús, permitiendo que el Espíritu de Cristo nos conduzca en un camino nuevo en donde, a través de pequeños gestos, produzcamos los cambios. Que otras personas se sientan atraídas por este Espíritu, y así lograr algunos cambios. ¿Nos acompañás? Amén.

Querido Jesús, vos viniste a la tierra para mostrarnos que es posible una vida diferente a la que nos presenta la sociedad como un modelo. Ayudame a cambiar, ayudame a producir chispas de justicia, de amor y esperanza, a mostrar y demostrarme a mí misma que es posible vivir una vida de compromiso y sensibilidad con mi entorno. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.