viernes, 25 de septiembre de 2015

27 de Septiembre

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 19

Los cielos cuentan la gloria de Dios
y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
Un día emite palabra a otro día
y una noche a otra noche declara sabiduría.
No hay lenguaje ni palabras
ni es oída su voz.
Por toda la tierra salió su voz
y hasta el extremo del mundo sus palabras.

En ellos puso altar para el sol;
y éste, como esposo que sale de su alcoba,
se alegra cual gigante para correr el camino.
De un extremo de los cielos es su salida
y su curso hasta el término de ellos.
Nada hay que se esconda de su calor.

La ley de mi Señor es perfecta:
convierte el alma;
el testimonio de mi Señor es fiel:
hace sabio al sencillo.
Los mandamientos de mi Señor son rectos:
alegran el corazón;
el precepto de mi Señor es puro:
alumbra los ojos.
El temor de mi Señor es limpio:
permanece para siempre;
los juicios de mi Señor son verdad:
todos justos.
Deseables son más que el oro,
más que mucho oro refinado;
y dulces más que la miel,
la que destila del panal.
Tu siervo es, además, amonestado con ellos;
en guardarlos hay gran recompensa.

¿Quién puede discernir sus propios errores?
Líbrame de los que me son ocultos.
Preserva también a tu siervo de las soberbias,
que no se enseñoreen de mí.
Entonces seré íntegro
y estaré libre de gran rebelión.

¡Sean gratos los dichos de mi boca
y la meditación de mi corazón delante de ti,
mi Señor, roca mía y redentor mío!”
Amén.

Curiosidades

¿Qué era la expulsión de demonios?
En los evangelios hay muchas referencias a personas poseídas por demonios, dando como resultado una variedad de efectos, tales como la mudez, epilepsia, la negativa de usar ropa, y el hacer su morada entre las tumbas. A menudo se dice en la actualidad que estar poseído de demonios era simplemente el modo en que la gente del s.I se refería a las condiciones que hoy describimos como enfermedad o locura. Sin embargo, los relatos que tenemos en los evangelios hacen una distinción entre enfermedad y posesión demoníaca. Por ejemplo, en Mt.4:24, leemos de “los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos”. Ninguna de estas clases parece ser idéntica a las restantes.
Los evangelios presentan a Jesús en permanente conflicto con los espíritus malos. El poder de Jesús era el del “Espíritu de Dios”. La victoria que Jesús obtuvo sobre los demonios la compartió con sus seguidores. Cuando envió a los doce discípulos “les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades” (Lc.9:1). Más adelante, cuando los 70 volvieron de su misión pudieron informar diciendo, “Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre” (Lc.10:17). Otros que no eran del círculo íntimo de los discípulos podían invocar su nombre para echar fuera los demonios, hecho que causó cierta perturbación a algunos integrantes de dicho círculo, pero no al Maestro (Mc.9:38).
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.347-348)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Marcos 9:38-50

Juan le respondió diciendo:
—Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios, pero él no nos sigue, y se lo prohibimos porque no nos seguía.
Pero Jesús dijo:
—No se lo prohíban, porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre, que luego pueda hablar mal de mí, pues el que no está contra nosotros, por nosotros está. Y cualquiera que les dé un vaso de agua en mi nombre, porque son de Cristo, de cierto les digo que no perderá su recompensa.
A cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le sería que se le atara una piedra de molino al cuello y se le arrojara al mar. Si tu mano te es ocasión de caer, córtala, porque mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere y el fuego nunca se apaga. Y si tu pie te es ocasión de caer, córtalo, porque mejor te es entrar en la vida cojo, que teniendo dos pies ser arrojado al infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere y el fuego nunca se apaga. Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo, porque mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser arrojado al infierno, donde el gusano de ellos no muere y el fuego nunca se apaga. Todos serán salados con fuego, y todo sacrificio será salado con sal. Buena es la sal; pero si la sal se hace insípida, ¿con qué la sazonarán? Tengan sal en ustedes mismos, y vivan en paz los unos con los otros.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

 “Tengan sal en ustedes mismos, y vivan en paz los unos con los otros” dice Jesús. En otras palabras: ocúpense de tus cosas y dejen que las demás personas tengan su propia forma de vivir sus vidas y su fe.
Nuestra tendencia es creer que la forma correcta de hacer las cosas es la nuestra, la forma correcta de vivir es la nuestra y nuestra fe es la que Jesús ha predicado. En nuestro acercamiento a personas de otros grupos religiosos, muchas veces sin darnos cuenta, buscamos convencerlas que nuestra forma es la mejor, la más piola, la más cercana a las enseñanzas de Jesús. Por eso muchas veces fracasan los espacios de diálogo, porque no logramos despojarnos de esa idea de “la verdad” y “la salvación”.
Y es que son siglos de escuchar que nuestra fe es la verdadera, la fe cristiana… ¡pero ni entre los cristianos y cristianas logramos un consenso, una unidad! Somos demasiado sensibles entre nosotros, por lo que todo el tiempo nos cuidamos para que ninguno se sienta desplazado, y así perdemos naturalidad.
Cuando contamos nuestras experiencias tenemos tanto miedo de que nuestros hermanos y hermanas de otras iglesias crean que nuestra comunidad, nuestra iglesia no tiene vida. Pero a la inversa pasa lo mismo. Y nos miramos desconfiados, desde arriba, pero con cierta envidia del otro, ¡toda una mezcla de sentimientos, sensaciones y preconceptos!
Creemos que las Iglesias Pentecostales están llenas de personas comprometidas, que sólo viven para la iglesia y que le dejan todos sus bienes. Creemos que la Iglesia Católica, por ser la amplia mayoría nunca tiene problemas para encontrar voluntarios y voluntarias, y que el dinero nunca falta… ¡todos mitos y preconceptos! A la hora de la sinceridad nos descubrimos más iguales de lo que imaginamos, y eso nos hermana… ¡y eso es bueno! Porque nos permite respetarnos mutuamente y convivir en paz en las diferencias.
Uno de los peores testimonios que damos como cristianos es la división entre nosotros. Nos perjudica a todos esa imagen de “hermanos y hermanas peleadas”.
Es hora de convivir en paz, de dejar de criticarnos, de molestarnos, de ignorarnos. Es hora de crecer y de dejar de ser niños. Cuando unimos nuestras fuerzas, cuando vamos al encuentro, ¡es increíble los resultados que se logran! Todos y todas somos sal, de diferentes colores y aromas, pero somos sal, y eso es lo importante. Amén.

Querido Jesús, perdoname las muchas veces que me creí mejor, que sentí que la mía era la verdadera iglesia. Así como vos elegiste personas diferentes para ser tus discípulas y discípulos, de la misma manera lo seguís haciendo, y eso es lo que nos hace familia. Ayudame a aceptar esto, a agradecer la diversidad y a valorarla. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

viernes, 18 de septiembre de 2015

20 de Septiembre

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 54

Dios, sálvame por tu nombre
y con tu poder defiéndeme.
Dios, oye mi oración;
escucha las razones de mi boca,

porque extraños se han levantado contra mí
y hombres violentos buscan mi vida;
no han puesto a Dios delante de sí.

Dios es el que me ayuda;
el Señor está con los que sostienen mi vida.
Él devolverá el mal a mis enemigos.
¡Córtalos, por tu verdad!

Voluntariamente sacrificaré a ti;
alabaré tu nombre, mi Señor, porque es bueno,
porque él me ha librado de toda angustia
y mis ojos han visto la ruina de mis enemigos.”
Amén.

Curiosidades

¿Quiénes eran los Doce?
Los Doce era la designación normal de los apóstoles en los evangelios y Pablo también lo utiliza en algunas ocasiones. Simbólicamente está relacionado con las 12 tribus de Israel, el pueblo de Dios, y numéricamente el número 12 está relacionado con los elegidos, esto aparece fuertemente en el libro del Apocalipsis.
Es importante comprender que el nombrar a los apóstoles como los Doce, de ninguna manera significa que ése sea el número, sino su valor es simbólico. Si ustedes toman una Biblia y escriben los nombres de los llamados por Jesús, incluso los del libro de los Hechos, descubrirán que el número es otro, incluso simplemente en los cuatro evangelios. Para ser considerado apóstol, la persona debía ser testigo de la resurrección del Señor, a pesar de que en el caso de Pablo, él fue testigo de una aparición del Señor después de la resurrección. Lo que sí queda fuera de dudas es la significación especial de los Doce para el establecimiento inicial de la Iglesia.

(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.96-97)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Marcos 9:30-37

Saliendo de allí, caminaron por Galilea; y no quería que nadie lo supiera, pues enseñaba a sus discípulos, y les decía:
—El Hijo del hombre será entregado en manos de hombres, y lo matarán; pero, después de muerto, resucitará al tercer día.
Pero ellos no entendían esta palabra, y tenían miedo de preguntarle.
Llegó a Capernaúm y, cuando estuvo en casa, les preguntó:
—¿Qué discutían entre ustedes por el camino?
Pero ellos callaron, porque por el camino habían discutido entre sí sobre quién había de ser el mayor. Entonces él se sentó, llamó a los doce y les dijo:
—Si alguno quiere ser el primero, será el último de todos y el servidor de todos. Y tomó a un niño, lo puso en medio de ellos y, tomándolo en sus brazos, les dijo:
 —El que reciba en mi nombre a un niño como éste, me recibe a mí; y el que a mí me recibe, no me recibe a mí sino al que me envió.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

El primer pecado, si se lo quiere llamar así, del ser humano, es la vanidad, el querer o necesitar ser reconocido, ser importante, ser famoso.
Esto queda claro al ver el lugar que ocupan las redes sociales en nuestras vidas hoy día. En el face las personas publican su estado de ánimo, fotos y más fotos de sí mismas, y buscan, por supuesto, que muchas personas pongan “me gusta” o hagan su comentario. Si esto no sucede, es una frustración.
Las personas más osadas publican sus videos y esperan ver cuántas personas lo visitan. También hay quienes arman sus páginas y demás. Verse en la tele, en alguna revista, sentirse famoso/a, al menos por una tontería, lo importante: no pasar desapercibidos por esta vida.
¿Pero eso es lo valioso de una persona? ¿el ser conocida o no? ¿el ser “importante”, poderosa?
La persona vale por ser persona, y cuanto más auténtica, más pura sea, más posibilidades hay que podamos vivir en sintonía con las demás personas, con las necesidades y las emociones, con la Vida. Cuanto más artificiales seamos, cuanto más nos ocupemos en nuestra apariencia y en ser conocidos, más nos alejamos de nuestro origen, de nuestro verdadero ser.
Jesús nos llama a vivir una vida al servicio de los demás, a no esperar el reconocimiento de la gente, sino disfrutar de una vida junto a quien necesita del cuidado, la atención, del amor.
Seguramente la recompensa será mucho mayor que cualquier reconocimiento público o los “me gusta” que tanto coleccionamos en las redes. Tal vez incluso, en algún momento nos digan “me gusta mucho lo que hacés por mí o por algo en especial” seguido de un abrazo. Algo más concreto, más palpable, porque la vida pasa por el cuerpo, las sensaciones, no por los aplausos, ni por las fotos o las pantallas. Amén.

Querido Jesús, ¡cuántas veces me descubro vanidosa, desando la adulación de la gente! Sólo para una satisfacción personal, que en realidad no cambia nada… es sólo un momento. Pero cuando me pongo al servicio de quien me necesita, me doy cuenta de lo hermoso que es y cómo me hace bien a mí también. Ayudame a vivir de esa manera y a no dejarme encandilar por los espejismos de una sociedad egocéntrica. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

viernes, 11 de septiembre de 2015

13 de Septiembre

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 116

Amo a mi Señor,
pues ha oído mi voz y mis súplicas,
porque ha inclinado a mí su oído;
por tanto, lo invocaré en todos mis días.
Me rodearon ligaduras de muerte,
me encontraron las angustias del seol;
angustia y dolor había yo hallado.
Entonces invoqué el nombre de mi Señor, diciendo:
«¡Mi Señor, libra ahora mi alma!»

Clemente es mi Señor, y justo;
sí, misericordioso es nuestro Dios.
Mi Señor guarda a los sencillos;
estaba yo postrado, y me salvó.

¡Vuelve, alma mía, a tu reposo,
porque mi Señor te ha hecho bien!,
pues tú has librado mi alma de la muerte,
mis ojos de lágrimas
y mis pies de resbalar.
Andaré delante de mi Señor
en la tierra de los vivientes.
Creí; por tanto hablé,
estando afligido en gran manera.
Y dije en mi apresuramiento:
«Todo hombre es mentiroso.»

¿Qué pagaré a mi Señor
por todos sus beneficios para conmigo?
Tomaré la copa de la salvación
e invocaré el nombre de mi Señor.
Ahora pagaré mis votos a mi Señor
delante de todo su pueblo.

Estimada es a los ojos de mi Señor
la muerte de sus santos.
Mi Señor, ciertamente yo soy tu siervo,
siervo tuyo soy, hijo de tu sierva.
Tú has roto mis prisiones.

Te ofreceré sacrificio de alabanza
e invocaré el nombre de mi Señor.
A mi Señor pagaré ahora mis votos
delante de todo su pueblo,
en los atrios de la casa de mi Señor,
en medio de ti, Jerusalén.

¡Aleluya!” Amén.

Curiosidades

¿Qué significa Cristo y por qué a Jesús se lo llama Jesucristo?
Cristo es el equivalente en griego de la palabra Mesías. En la gran mayoría de los usos neotestamentarios, ya sea solo o en combinación Iesous Christos, aparentemente se usa como el nombre de Jesús, sin hacer referencia necesariamente a su sentido original, como lo es “Cristo” en el uso moderno. Particularmente en el Evangelio de Juan, christos generalmente denota el liberador esperado en sentido muy general.
Hubo muchas corrientes de expectativa mesiánica en Palestina en el s.I, en cuanto a Jesús, está vinculada con el rey David, con un papel de liberación política y conquista. Justamente por esa razón Jesús era reticente a aplicarse a sí mismo el título de christos. Cuando Pedro lo aclamó como el christos, Jesús ordenó a sus discípulos que lo guardaran en secreto, y luego les enseñó que su papel era sufrir y ser rechazado. Cuando el sumo sacerdote lo intimó a responder, contestó afirmativamente, dejando claro de que su poder no era político temporal, por esa razón, y para que se tuviera claro su misión mesiánica, siempre prefirió referirse a sí mismo como Hijo del Hombre.

(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.897-898)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Marcos 8:27-38

Salieron Jesús y sus discípulos por las aldeas de Cesarea de Filipo. Y en el camino preguntó a sus discípulos, diciéndoles:
—¿Quién dicen los hombres que soy yo?
Ellos respondieron:
—Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los profetas. Entonces él les dijo:
—Y ustedes, ¿quién dices que soy?
Respondiendo Pedro, le dijo:
—Tú eres el Cristo.
Pero él les mandó que no dijeran esto de él a nadie.
Jesús anuncia su muerte
Comenzó a enseñarles que le era necesario al Hijo del hombre padecer mucho, ser desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, ser muerto y resucitar después de tres días. Esto les decía claramente. Entonces Pedro lo tomó aparte y comenzó a reconvenirlo. Pero él, volviéndose y mirando a los discípulos, reprendió a Pedro, diciendo:
—¡Quítate de delante de mí, Satanás!, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.
Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo:
—Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará, porque ¿de qué le aprovechará al hombre ganar todo el mundo, si pierde su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?
Por tanto, el que se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

¿Cómo hablar de “jugarse por el otro/a en una sociedad tan individualista como la nuestra?
Realmente es una tarea complicada, pero a la vez son tantas las personas cansadas de esta propuesta y con ganas de ir al encuentro del otro, la otra. Cada vez más me encuentro con personas que han descubierto que para ser humano/a hay que entenderse como humanidad conectada entre sí por lo ancestral y hacia adelante.
No existe la posibilidad de salvarse solo, sólo junto a las demás personas es posible la construcción de un mundo más humano. Hay muchos movimientos que siguen estas ideas, las ideas de Jesús, a pesar de no considerarse cristianos o cristianas.
La clave está en la entrega, en darse, brindarse. Quien descubre la alegría, la riqueza, la vida que hay en la entrega, ha encontrado la clave de la vida, la llave de la felicidad, diría yo.
Siento que algo está cambiando, que cada vez somos más las personas que buscamos un cambio, que sentimos que no se puede más vivir para sí mismo porque el mismo planeta no da más.
La violencia que ha generado el individualismo está llegando a su tope, y de alguna manera es bueno, porque también quiere decir que las cosas están cambiando. Las cadenas de abrazos, las comunidades neo hippies, y tantas otras formas de decirle no a la sociedad actual, me lo dicen.
Jesús mismo nos dice que la vida no tiene precio, que no todas las personas s dejan sobornar, comprar por dinero o favores. La vida que se vive desde un ideal, en una vida con el otro, en la entrega es la única salida para la humanidad. Esta humanidad que Dios creó con tanto amor y que quiere vivir según su voluntad. Amén.

Querido Jesús, sos mi esperanza, sos quien me dice que se pueden cambiar las cosas si nos miramos en la mirada de las personas que nos rodean. Ayudame a vivir una vida de entrega, que descubra la riqueza del dar, y a despojarme de mí misma para seguirte realmente. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

viernes, 4 de septiembre de 2015

6 de Septiembre

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 146

¡Alaba, alma mía, a mi Señor!
Alabaré a mi Señor en mi vida;
cantaré salmos a mi Dios mientras viva.

No confíen en los príncipes
ni en hijo de hombre, porque no hay en él salvación,
pues sale su aliento y vuelve a la tierra;
en ese mismo día perecen sus pensamientos.

Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob,
cuya esperanza está en mi Señor su Dios,
el cual hizo los cielos y la tierra,
el mar, y todo lo que en ellos hay;
que guarda la verdad para siempre,
que hace justicia a los maltratados,
que da pan a los hambrientos.

Mi Señor liberta a los cautivos;
mi Señor abre los ojos a los ciegos;
mi Señor levanta a los caídos;
mi Señor ama a los justos.
Mi Señor guarda a los extranjeros;
al huérfano y a la viuda sostiene,
y el camino de los impíos trastorna.

Reinará mi Señor para siempre;
tu Dios, Sión, de generación en generación.
¡Aleluya!Amén.

Curiosidades

¿Qué era la Decápolis?

La Decápolis era un extenso territorio al sur del Mar de Galilea, mayormente al E. del río Jordán, pero incluyendo Bet-seán al O. Hubo habitantes de la Decápolis entre los que se unieron a las grandes multitudes que siguieron a Cristo (Mt.4:25; Mc.5:1). La presencia de tantos cerdos sugiere que la población era predominantemente gentil, la que, al sufrir pérdidas económicas a raíz del milagro, rogó a Cristo que se alejara del lugar, a pesar del testimonio del endemoniado. Cristo volvió a visitar la Decápolis cuando hizo un rodeo inusual por la zona de Hipo, en un viaje desde Sidón hasta la ribera de Galilea (Mc.7:31). La iglesia judía se refugió en Pela antes de la guerra del año 70 d.C.

(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.346)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Marcos 7:31-37

Volviendo a salir de la región de Tiro, vino por Sidón al Mar de Galilea, pasando por la región de Decápolis. Le trajeron un sordo y tartamudo, y le rogaron que pusiera la mano sobre él. Entonces, apartándolo de la gente, le metió los dedos en los oídos, escupió y tocó su lengua. Luego, levantando los ojos al cielo, gimió y le dijo:
—¡Efata! (que quiere decir: “Sé abierto.”)
Al momento fueron abiertos sus oídos, se desató la ligadura de su lengua y hablaba bien. Y les mandó que no lo dijeran a nadie; pero, cuanto más les mandaba, tanto más y más lo divulgaban. Y en gran manera se maravillaban, diciendo:
—Bien lo ha hecho todo; hace a los sordos oír y a los mudos hablar.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

El ser humano se comunica especialmente a través de la palabra. El no poder expresarse por una imposibilidad física, por la violencia de su entorno o por vivir en un régimen autoritario, produce una frustración muy grande, pero a la vez activa la creatividad para hacerlo de otras maneras.
Una persona que nace con dificultades en el habla o que, por alguna razón, vive con esa discapacidad, puede, a través de sus manos y gestos expresar sus pensamientos, sentimientos y necesidades. Si tiene un entorno que propicia dicho desarrollo, puede tener una vida plena. De hecho existe la lengua de señas, tan conocida últimamente, como símbolo de inclusión.
Ahora, aquella persona que ha sido desvalorizada y violentada desde pequeña, en una familia con una educación muy severa, en donde la imposición es la norma, no ha podido desarrollar la expresión oral. Incluso la educación más tradicional, tampoco permite que niñ@s y jóvenes desarrollen un pensamiento autónomo y logre desarrollar y expresar dichos pensamientos. El discurso se logra a través de la práctica, por eso es importante generar los espacios de diálogo en la educación.
En cuanto a la libre expresión de ideas e ideologías hacen a los pueblos libres, y un país en donde se está a favor o en contra no propicia el dialogo y el respeto en las diferencias. Cuando esto sucede, cuando existe está vedado la expresión libre de las ideas, ya sea implícita o de forma encubierta, las personas buscan hacerlo de otras formas, por ejemplo a través del arte en cualquiera de sus expresiones.
Somos seres comunicativos, desde el inicio de la vida, como parte de nuestra imagen y semejanza de Dios, el Dios de la Palabra, que crea y se manifiesta a través de ella. Por eso es tan importante que podamos expresarnos a través de nuestras palabras, de la forma que podemos, pero también el escucharnos y valorarnos en las diferencias.
Al igual que Jesús hizo con el sordomudo, él destapa nuestros oídos y suelta nuestra lengua para que podamos expresarnos libremente, pero también escucharnos. Si lo hiciéramos en el amor, que es de la forma que Jesús nos enseña, muchas cosas serían muy diferentes y más justas. Ya no habría necesidad de reclamos ni discusiones. Parece imposible, pero no lo es. Empecemos a hacerlo desde nosotr@s mismos. Amén.

Querido Jesús, ¡cuántas veces siento que no me escuchan, pero cuántas, también, que yo no presto atención a lo que otras personas intentan decirme! Ayudame a cambiar mi actitud, a estar más atenta y a pensar qué es lo que digo y cómo lo hago, para que mis palabras sean Vida y bendición. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.