jueves, 27 de mayo de 2010

30 de Mayo

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 8

¡Oh mi Señor, Señor nuestro,
qué glorioso tu nombre por toda la tierra!

Tú que exaltaste tu majestad sobre los cielos,
en boca de los niños, los que aún maman,
dispones baluarte frente a tus adversarios,
para acabar con enemigos y rebeldes.

Al ver tu cielo, hechura de tus dedos,
la luna y las estrellas, que fijaste tú,
¿qué es el hombre para que de él te acuerdes,
el hijo de Adán para que de él te cuides?

Apenas inferior a un dios lo hiciste,
coronándolo de gloria y de esplendor;
lo hiciste señor de las obras de tus manos,
todo fue puesto por ti bajo sus pies:

ovejas y bueyes, todos juntos,
y aun las bestias del campo,
y las aves del cielo, y los peces del mar,
que surcan las sendas de las aguas.
¡Oh mi Señor, Señor nuestro,
qué glorioso tu nombre por toda la tierra! Amén.
Curiosidades

¿Qué significa la palabra gloria?
La palabra griega que se traduce como gloria es doxa, que significa opinión o reputación. En el Nuevo Testamento la primera idea desaparece. En algunos lugares del Nuevo Testamento se refiere al honor humano, pero su uso principal es la descripción de la revelación del carácter y la presencia de Dios en la persona y obra de Jesucristo. Él es la manifestación de la gloria divina.
El ser humano, que fue creado como imagen y gloria de Dios y para estar en relación con Él, ha dejado de cumplir este destino, que sólo Cristo, el segundo Adán, pudo cumplir.
La Iglesia puede ver y debe reflejar todavía la gloria de Dios en el rostro de Jesucristo. Es la gloria del nuevo pacto, y la comparten en forma especial, tanto ahora como en el futuro, aquellos que sufren con Cristo. El objetivo de la Iglesia es hacer que el mundo reconozca la gloria que le pertenece a Dios y que se muestra en sus acciones, en sus discípulos, y por sobre todas las cosas en su Hijo, el Señor de la gloria.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Juan 16:12-15

Mucho tengo todavía que decirles, pero ahora no pueden con ello. Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, los guiará hasta la verdad completa; pues no hablará por su cuenta, sino que hablará lo que oiga, y les anunciará lo que ha de venir. El me dará gloria, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho: Recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes." Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

¿Qué significa el Espíritu Santo en nuestras vidas? ¿Hay alguna diferencia entre aquellas personas que son cristianas y las que no lo son?
Desde el principio Dios ha creado a cada persona especial y única. A cada persona se dio de su Espíritu, por lo que ya nacemos con un potencial especial, que puede ser aprovechado o no.
El Espíritu de Dios que habita en cada ser humano es el que nos hace creativos, luchadores por la vida, que nos da la capacidad de amar, de sentir misericordia, de conmovernos con lo que sucede a nuestro alrededor. Dios nos ha dado parte de su esencia divina, lo que nos hace distinguirnos de los demás seres vivos del planeta.
Pero ese don especial que nos ha dado lo podemos aprovechar o no, y lo podemos utilizar para el bien o para el mal. Porque nos ha creado libres.
Con la llegada de Jesús, su misión redentora y el cumplimiento del plan salvífico de Dios, él dio una vuelta de tuerca más a nuestra capacidad única como seres hechos a imagen y semejanza de Dios. A partir de Jesucristo, su muerte y resurrección, no sólo nos parecemos, sino que nos adopta como hijos e hijas compartiendo su divinidad con él. Somos hechos hijos e hijas de Dios, herederos de su Reino y de la vida eterna. Como dijo uno de los niños de la escuelita bíblica: a partir de Jesús somos inmortales, no por propio mérito, sino como un regalo de Dios.
Pero todo esto sólo es posible comprenderlo y captarlo a partir de que el Espíritu Santo ilumina nuestra mente y corazón.
Nada podemos hacer por nuestros propios medios, sino que todo esto sólo es posible con la fuerza y la voluntad de Dios. Él es el que nos infunde su Espíritu, Él es el que nos sostiene y nos transforma. Nada podemos hacer más que pedir, invocar a Dios que derrame sobre nosotros su Espíritu y dé luz a nuestras vidas.
Igual que los discípulos, somos débiles y duros de entendimiento, pero Dios, a través de su Espíritu, hace milagros en nosotros y permite que demos el testimonio de la gran obra realizada por Jesucristo, que vino al mundo para que conozcamos a través de él a Dios y sus expectativas para con nosotros y toda su creación. Amén.

Querido Espíritu Santo, ayudame a tener claridad, a llenarme de coraje, a animarme a dar testimonio de Jesús como una cristiana debe hacerlo. Soy débil y temerosa, tengo miedo del ridículo, de fracasar, de que el esfuerzo sea demasiado, de cansarme, y no me doy cuenta de que Jesús dio su vida por mí sin escatimar en sufrimiento y en amor. Iluminame, soplá fuerte sobre mí para que me atreva a contarle al mundo que Jesús ha venido al mundo para cambiar el rumbo de nuestras vidas, para darnos vida en abundancia, para que podamos vivir en plenitud. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del tu Santo Espíritu. Amén.

viernes, 21 de mayo de 2010

23 de Mayo

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 104:1.10-12.24.27-35

“¡Alma mía, bendice a mi Señor!
¡Mi Señor, Dios mío, qué grande eres!
Vestido de esplendor y majestad,…

Haces manar las fuentes en los valles,
entre los montes se deslizan;
a todas las bestias de los campos abrevan,
en ellas su sed apagan los asnos;
sobre ellas habitan las aves de los cielos,
dejan oír su voz entre la follaje…

¡Cuán numerosas tus obras, mi Señor!
Todas las has hecho con sabiduría,
de tus criaturas está llena la tierra…

Todos ellos de ti están esperando
que les des a su tiempo su alimento;
tú se lo das y ellos lo toman,
abres tu mano y se sacian de bienes.

Escondes tu rostro y se anonadan,
les retiras su soplo, y expiran
y a su polvo retornan.
Envías tu soplo y son creados,
y renuevas la faz de la tierra.

¡Sea por siempre la gloria de mi Señor,
en sus obras mi Señor se regocije!
El que mira a la tierra y ella tiembla,
toca los montes y echan humo.
A mi Señor mientras viva he de cantar,
mientras exista entonaré para mi Dios.
¡Oh, que mi poema le complazca!
Yo en mi Señor tengo mi gozo.¡
Que se acaben los pecadores en la tierra,
y ya no más existan los impíos!

¡Bendice a mi Señor, alma mía!” Amén.

Curiosidades

¿Qué es un estadio?
El estadio es una medida de distancia. Las medidas de distancia se basaban en unidades “naturales” que se podían aplicar fácilmente: caña, codo, palma, dedo, etc.
En el Nuevo Testamento las medidas que aparecen son: codo, orgyia o braza (extensión de los brazos extendidos), million o milla (mil pasos) y estadio.
El estadio medía 100 orgyias o sea 100 brazas, y equivalía a unos 185 m. como se suponía que el hipódromo de Olimpia medía exactamente un estadio, esta palabra se usaba para la pista, como en 1 Co.9:24, de donde nos viene la palabra “estadio”.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Lucas 24:13-35

Aquel mismo día iban dos de ellos a un pueblo llamado Emaús, que distaba sesenta estadios de Jerusalén, y conversaban entre sí sobre todo lo que había pasado. Y sucedió que, mientras ellos conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió con ellos; pero sus ojos estaban retenidos para que no lo conocieran. El les dijo: ‘¿De qué discuten entre ustedes mientras van andando?’ Ellos se pararon con aire entristecido.
Uno de ellos llamado Cleofás le respondió: ‘¿Eres tú el único residente en Jerusalén que no sabe las cosas que estos días han pasado en ella?’ El les dijo: ‘¿Qué cosas?’ Ellos le dijeron: ‘Lo de Jesús el Nazoreo, que fue un profeta poderoso en obras y palabras delante de Dios y de todo el pueblo; cómo nuestros sumos sacerdotes y magistrados lo condenaron a muerte y le crucificaron. Nosotros esperábamos que sería él el que iba a librar a Israel; pero, con todas estas cosas, llevamos ya tres días desde que esto pasó. El caso es que algunas mujeres de las nuestras nos han sobresaltado, porque fueron de madrugada al sepulcro, y, al no hallar su cuerpo, vinieron diciendo que hasta habían visto una aparición de ángeles, que decían que él vivía. Fueron también algunos de los nuestros al sepulcro y lo hallaron tal como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron.’
El les dijo: ‘¡Oh insensatos y lentos de corazón para creer todo lo que dijeron los profetas! ¿No era necesario que el Cristo padeciera eso y entrara así en su gloria?’ Y, empezando por Moisés y continuando por todos los profetas, les explicó lo que había sobre él en todas las Escrituras.Al acercarse al pueblo a donde iban, él hizo ademán de seguir adelante. Pero ellos lo forzaron diciéndole: ‘Quédate con nosotros, porque atardece y el día ya ha declinado.’ Y entró a quedarse con ellos. Y sucedió que, cuando se puso a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero él desapareció de su lado. Se dijeron uno a otro: ‘¿No estaba ardiendo nuestro corazón dentro de nosotros cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?’
Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén y encontraron reunidos a los Once y a los que estaban con ellos, que decían: ‘¡Es verdad! ¡El Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón!’ Ellos, por su parte, contaron lo que había pasado en el camino y cómo lo habían conocido en la fracción del pan.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

A veces observo las expectativas de algunas personas que me rodean o que encuentro casualmente con respecto a la presencia de Jesús. Cómo ellas se imaginan su encuentro con Jesús.
Generalmente se lo imaginan brillante, fantástico, entre nubes. Pero así no lo van a encontrar, nunca van a tener esa aparición ni ese diálogo tan concreto y claro.
Jesús tiene otras formas. Formas en donde sólo se reconoce con el corazón y no con los ojos. Formas que no nos habríamos imaginado nunca.
A los discípulos se les apareció como otro caminante más, como un viajero. A simple vista no pudieron percibir que era él, pero tampoco a través de sus palabras, que eran las mismas que tantas veces habían escuchado… sus enseñanzas. Sólo en la intimidad, al partir el pan en oración lo reconocieron…
¿Cuántas veces te has encontrado con Jesús? ¿No te has encontrado con alguien que te trajo alivio cuando estabas afligido, te hizo reir cuando estabas triste, o te dio ese consejo que tanto necesitabas? Una persona que se apareció en ese momento y nunca más volviste a ver: en la parada del colectivo, en una plaza, en la cola del banco, el supermercado o el hospital…
Ése fue Jesús mismo que te visitó, que te acompañó por un momento en el camino de tu vida y te trajo paz. Jesús, en la forma de un hombre o de una mujer cualquiera, nada espectacular, nada de brillo, nada de trompetas ni ruido. Jesús en el medio de la multitud, “camuflado”, visible sólo para tu corazón, si te dejaste atrapar.
Si, Jesús se puede aparecer en cualquier momento en tu vida, seguro que cuando más lo necesites. Por eso es importante que estés siempre con el corazón abierto y que no desprecies ni discrimines a nadie. Porque tal vez es Jesús que se acerca a vos y camina un ratito por el sendero de tu vida. Amén.

Querido Jesús, ¡cuántas veces invoco tu presencia y estás al lado! Cuando al fin me doy cuenta, cuando mi corazón se ablanda me avergüenzo de mi dureza, de mi lentitud. Ayudame a estar más abierta, a ser más sensible y sobre todo a no estar esperándote con pompa, sino con la sencillez que sólo quien se entrega por entero puede tener. Te lo pido en tu nombre, mi Salvador, y en el del Padre y de tu Santo Espíritu por los siglos de los siglos. Amén.

viernes, 14 de mayo de 2010

16 de Mayo

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 97

“¡Reina mi Señor! ¡La tierra se regocije,
alégrense las islas numerosas!
Nube y Bruma densa en torno a él,
Justicia y Derecho, la base de su trono.

Delante de él avanza fuego
y a sus adversarios en derredor abrasa;
iluminan el orbe sus relámpagos,
lo ve la tierra y se estremece.

Los montes como cera se derriten
ante el Dueño de la tierra toda;
los cielos anuncian su justicia,
y todos los pueblos ven su gloria.

¡Se avergüenzan los que sirven a los ídolos,
los que se glorían de vanidades;
se postran ante él todos los dioses!

Sión lo oye y se alegra,
exultan las hijas de Judá
a causa de tus juicios, mi Señor.

Porque tú eres mi Señor,
el Altísimo sobre toda la tierra,
muy por encima de los dioses todos.

Mi Señor ama a los que el mal detestan,
él guarda las almas de sus fieles
y de la mano de los impíos los libra.

La luz se alza para el justo,
y para los de recto corazón la alegría.
Justos, alegraos en mi Señor,
celebren su memoria sagrada.” Amén.

Curiosidades

¿En qué creemos cuando decimos que nuestro Dios es tres en Uno?
Cuando decimos Dios “tres es Uno”, nos referimos a lo que comúnmente llamamos Trinidad. Esta palabra no aparece en la Biblia, aunque la utilizó Tertuliano en la última década del s.II, formalmente no encontró su lugar en la teología de la Iglesia hasta el s.IV. Sin embargo, es la doctrina distintiva de la fe cristiana que abarca todo lo demás. Ella hace tres afirmaciones: que no hay sino un solo Dios, que cada una de las tres personas, Padre, Hijo y Espíritu, es Dios, y que tanto el Padre, como el Hijo y el Espíritu son personas claramente diferenciadas. En esta forma se ha convertido en la fe de la Iglesia desde que recibió su primera formulación plena por Tertuliano, Atanasio y Agustín.
Si bien no es una doctrina bíblica en el sentido que no se puede encontrar la formulación de ella en la Biblia, se puede ver que ella subyace en la revelación de Dios, implícita en el Antiguo Testamento y explícita den el Nuevo Testamento. Con esto queremos decir que si bien no podemos hablar confiadamente de la revelación de la Trinidad en el Antiguo Testamento, no obstante una vez que la sustancia de la doctrina ha sido revelada en el Nuevo Testamento, podemos volver hacia atrás y comprobar la existencia de muchas implicancias de ella en el Antiguo Testamento.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Juan 17:20-26

No ruego sólo por éstos,
sino también por aquellos
que, por medio de su palabra, creerán en mí,
para que todos sean uno.
Como tú, Padre, en mí y yo en ti,
que ellos también sean uno en nosotros,
para que el mundo crea que tú me has enviado.
Yo les he dado la gloria que tú me diste,
para que sean uno como nosotros somos uno:
yo en ellos y tú en mí,
para que sean perfectamente uno,
y el mundo conozca que tú me has enviado
y que los has amado a ellos como me has amado a mí.
Padre,
los que tú me has dado,
quiero que donde yo esté
estén también conmigo,
para que contemplan mi gloria,
la que me has dado,
porque me has amado
antes de la creación del mundo.
Padre justo,
el mundo no te ha conocido,
pero yo te he conocido
y éstos han conocido
que tú me has enviado.
Yo les he dado a conocer tu Nombre
y se lo seguiré dando a conocer,
para que el amor con que tú me has amado esté en ellos
y yo en ellos." Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Es muy difícil comprender la relación que tengo con Dios, con Jesús. Es una relación única en donde no hay una distinción entre tú y yo, porque somos parte de lo mismo. Dios me da libertad para hacer lo que yo quiera, pero al mismo tiempo conduce mi vida… pero no como una marioneta, no como un manubrio, sino como guía, como una estrella que quiero seguir y atrapar, que está por encima de mí, cerca y lejos.
Cerca, porque lo siento en mi interior, dándome fuerzas, alentándome, consolándome, pero también advirtiéndome cuando lo que estoy por hacer o decir algo que puede causar daño a alguien o a mí misma.
Lejos, porque soy imperfecta y me dejo arrastrar por mis emociones, mis deseos, mi egoísmo. Porque todavía no puedo vivir en la plenitud de Dios… todavía no… todavía tengo que correr mi carrera aquí, como dice Pablo, el apóstol.
Dios es amor y en donde hay amor está Dios, aunque nadie se dé cuenta, aunque quienes estén involucrados no sepan ni conozcan a Dios, Dios se está manifestando y vive allí.
Es difícil hablar de la relación con Dios, con Jesús, con el Espíritu Santo, tres en uno, Trinidad… no se puede explicar… sólo se siente, se cree.
Cuando Jesús ora al Padre y dice estas cosas tan claras y confusas al mismo tiempo, palabras que sólo se pueden aceptar y creer, pero explicar… casi imposible, nos está manifestando tanto amor…
Dios es amor, amor desprendido, amor que no pide nada a cambio, amor que es feliz al ver la felicidad del otro. Amor que vos y yo podemos vivir si estamos dispuestos a seguir el camino de Jesús, una vida comprometida con la vida, defendiendo la vida, jugándose por sus ideales, y siempre con tiempo para brindarle al que necesita.
Dios es amor y vos también podés ser parte de ese amor. La próxima vez que alguien te invite a sentarte a tomar unos mates o a caminar al lado del río, aceptá, porque ahí está Dios, dándote la oportunidad de amar y dar un poco de vos a quien lo necesita. Amén.

Querido Dios, Padre y Madre mío, que me has enseñado a amar a partir de tu gran amor por mí, tu gran amor por toda la humanidad, por toda tu creación. Ayudame a amar de la manera que vos amás. Ayudame a defender la vida, luchar porque tu amor se manifieste en nuestra realidad, en nuestro mundo. El amor transforma y recrea, el amor moviliza y sostiene, el amor ampara y protege. El amor es lo único que puede hacer que este mundo sea diferente. Gracias, por tu amor. Amén.

viernes, 7 de mayo de 2010

9 de Mayo

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 67

“¡Dios nos tenga piedad y nos bendiga,
su rostro haga brillar sobre nosotros!
Para que se conozcan en la tierra tus caminos,
tu salvación entre todas las naciones.

¡Te den, oh Dios, gracias los pueblos,
todos los pueblos te den gracias!
Alégrense y regocijense las gentes,
pues tú juzgas al mundo con justicia,
con igualdad juzgas a los pueblos,
y a las gentes en la tierra gobiernas.

¡Te den, oh Dios, gracias los pueblos,
todos los pueblos te den gracias!
La tierra ha dado su cosecha:
Dios, nuestro Dios, nos bendice.
¡Dios nos bendiga, y teman ante él
todos los confines de la tierra!” Amén.

Curiosidades

¿Qué es el Paráclito o Paracleto?
La palabra parakletos, derivada del verbo parakaleo, literalmente “llamar al lado”, se ha interpretado tanto en forma activa como pasiva; en forma activa con el significado de uno que permanece al lado para exhortar o alentar, de donde viene la traducción “Consolador”; en forma pasiva, con el significado de uno que ha sido llamado para estar al lado de alguien, especialmente ante un tribunal (aunque más bien como amigo del acusado que como defensor profesional); de allí el uso de la palabra “Abogado”. Muchas versiones traducen directamente el griego; así surge el uso de “Paracleto” o “Paráclito” como designación del Espíritu Santo.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Juan 14:22-31

Le dice Judas - no el Iscariote -: ‘Señor, ¿qué pasa para que te vayas a manifestar a nosotros y no al mundo?’
Jesús le respondió:
‘Si alguno me ama,
guardará mi Palabra,
y mi Padre lo amará,
y vendremos a él,
y haremos morada en él.
El que no me ama no guarda mis palabras.
Y la palabra que escuchan no es mía,
sino del Padre que me ha enviado.
Les he dicho estas cosas
estando entre ustedes.
Pero el Paráclito, el Espíritu Santo,
que el Padre enviará en mi nombre,
se lo enseñará todo
y les recordará todo lo que yo les he dicho.
Les dejo la paz,
mi paz les doy;
no se la doy como la da el mundo.
No se turben sus corazones ni se acobarden.
Han oído que les he dicho:
‘Me voy y volveré a ustedes.’
Si me amaran, les alegraría de que me fuera al Padre,
porque el Padre es más grande que yo.
Y les lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda crean.
Ya no hablaré muchas cosas con ustedes, porque llega el Príncipe de este mundo.
En mí no tiene ningún poder;
pero ha de saber el mundo que amo al Padre
y que obro según el Padre me ha ordenado.
Levántense. Vámonos de aquí." Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Jesús estaba por ser entregado, tortura y muerto en la cruz. Él lo sabía, y sabía que no iba a ser fácil, pero a la vez, necesario, ya que era su misión: redimir a través de su muerte al mundo, cargar con todos nuestros pecados para reconciliarnos con Dios. Un gran acto de amor y de entrega al que los discípulos no estaban preparados para vivir ni comprender. Sólo la llegada del Espíritu Santo, la presencia en Espíritu de Jesús en ellos, permitiría que comprendieran la magnitud del hecho y luego lo salieran a compartir esto con el mundo… de esa manera hemos llegado a ser cristianos nosotros, por aquella fuerza del Espíritu que impulsó a los cristianos desde el principio hasta hoy día.
Lograr aceptar y comprender con alegría semejante sacrificio, una muerte cruenta e injusta como un acto de amor y de entrega nunca visto, no es demasiado fácil. No tiene lógica…
Muchas veces se habla de la paradoja cristiana que tal vez a algunos les resulte masoquista, sin sentido. El que la muerte traiga vida, que incluso es necesaria para que la vida exista, que es parte de la vida…
Al mirar la naturaleza que Dios ha creado podés ver esto que digo: lo que muere sirve para la vida, siempre.
Incluso las situaciones muy dolorosas reafirman la vida y la lucha por ella. El entregarse por los demás, a los demás, es una característica que hemos tenido los cristianos como un sello, un sello que comienza con Jesús, que incluso a las puertas de la tortura y la muerte, piensa que sus discípulos, en cómo podrán salir adelante solos, pero no tanto, porque su Espíritu lo acompañará.
La fe en Jesús es lo que nos permite una y otra vez salir adelante, levantarnos después de cualquier caída. El saber que Jesús derrotó a la muerte y la transformó en vida, es nuestra esperanza. Y es también la gran paradoja cristiana de estar convencidos que, aunque la gente nos vea como tontos y “perdedores”, hemos triunfado porque somos eternos a partir de Jesús. Amén.

Querido Jesús: ¿Cómo agradecerte por toda tu consideración? ¿Cómo puedo seguir esos pasos de amor tan inexplicable e incomprensible? Me veo a mí misma y me veo mezquina, obtusa. A veces tengo miedo a la muerte y después me pregunto ¿por qué? Por qué si vos la venciste y a partir de vos la muerte es vida, igual que la naturaleza: la semilla muere, pero nace la planta… querido Jesús, dame la fortaleza y la fe para animarme a entregar toda mi vida a vos. Te lo pido a vos que junto al padre y a tu Santo Espíritu reinan por toda la eternidad. Amén.