viernes, 29 de abril de 2016

1 de Mayo

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 67 

“¡Dios nos tenga piedad y nos bendiga,
su rostro haga brillar sobre nosotros!
Para que se conozcan en la tierra tus caminos,
tu salvación entre todas las naciones.

¡Te den, oh Dios, gracias los pueblos,
todos los pueblos te den gracias!

Alégrense y regocíjense las gentes,
pues tú juzgas al mundo con justicia,
con igualdad juzgas a los pueblos,
y a las gentes en la tierra gobiernas.

¡Te den, oh Dios, gracias los pueblos,
todos los pueblos te den gracias!

La tierra ha dado su cosecha:
Dios, nuestro Dios, nos bendice.
¡Dios nos bendiga, y teman ante él
todos los confines de la tierra!” Amén.

Curiosidades

¿Qué es el Paráclito o Paracleto?

La palabra parakletos, derivada del verbo parakaleo, literalmente “llamar al lado”, se ha interpretado tanto en forma activa como pasiva; en forma activa con el significado de uno que permanece al lado para exhortar o alentar, de donde viene la traducción “Consolador”; en forma pasiva, con el significado de uno que ha sido llamado para estar al lado de alguien, especialmente ante un tribunal (aunque más bien como amigo del acusado que como defensor profesional); de allí el uso de la palabra “Abogado”. Muchas versiones traducen directamente el griego; así surge el uso de “Paracleto” o “Paráclito” como designación del Espíritu Santo.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.278)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Juan 14:22-31 

“Le dice Judas - no el Iscariote -: ‘Señor, ¿qué pasa para que te vayas a manifestar a nosotros y no al mundo?’
Jesús le respondió:
‘Si alguno me ama,
guardará mi Palabra,
y mi Padre lo amará,
y vendremos a él,
y haremos morada en él.
El que no me ama no guarda mis palabras.
Y la palabra que escuchan no es mía,
sino del Padre que me ha enviado.
Les he dicho estas cosas
estando entre ustedes.
Pero el Paráclito, el Espíritu Santo,
que el Padre enviará en mi nombre,
se lo enseñará todo
y les recordará todo lo que yo les he dicho.
Les dejo la paz,
mi paz les doy;
no se la doy como la da el mundo.
No se turben sus corazones ni se acobarden.
Han oído que les he dicho:
‘Me voy y volveré a ustedes.’
Si me amaran, les alegraría de que me fuera al Padre,
porque el Padre es más grande que yo.
Y les lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda crean.
Ya no hablaré muchas cosas con ustedes, porque llega el Príncipe de este mundo.
En mí no tiene ningún poder;
pero ha de saber el mundo que amo al Padre
y que obro según el Padre me ha ordenado.
Levántense. Vámonos de aquí." Amén.
Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Dice una canción del pastor y obispo de la Iglesia Metodista, Federico Pagura:
“Por paz suspira el corazón humano,
la paz no simple ausencia de la guerra,
la paz no mudo ambiente de sepulcro,
la paz no mera fuga de la tierra…”
¿Qué paz buscamos los seres humanos?
¿Qué paz esperamos los cristianos y cristianas de Jesús?
El evangelio de hoy dice que Jesús nos deja la paz, pero no como la da el mundo, o la que el mundo espera.
El shalom hebreo tiene que ver con una paz interna, un equilibrio integral de la persona que se realiza finalmente en la justicia social, la paz está íntimamente ligada a la justicia, si no hay justicia, no hay paz verdadera. Y esa justicia s construye como sociedad.
Cuando nosotros hablamos de paz, pensamos en el silencio, la armonía, el descanso…
La paz que Jesús ofrece es independiente de los problemas, complicaciones o sufrimientos que podamos tener aquí en la tierra, pero, como dice la canción de Pagura, es mucho más que ausencia de guerras o escapismos grupales, formándonos un mundo aparte. Que haya silencio y orden no significa que haya paz, puede ser por el miedo, porque se vive en una sociedad temerosa de una autoridad dictatorial.
Se puede estar en paz en medio del bullicio, de las corridas, de los problemas, porque es un estilo de vida, una forma de enfrentar las cosas, un equilibrio que nace de adentro y se expande hacia afuera, transmitiendo paz justamente.
Buscar la paz no significa no meterse en problemas en esa búsqueda, porque si bien cultivamos la paz en nuestro interior, está directamente relacionada con la equidad y la justicia. No puedo estar en paz mientras que otras personas sufren ¡y menos si puedo cambiar algo!
Seamos constructores de paz, transmitamos la alegría de las pequeñas cosas cotidianas, los gestos de amor, denunciando también a todo aquello que va en contra de esa paz, de la manipulación de las personas, de la extorción que muchos sufren a cambio de un pedazo de pan. Jesús nos da las herramientas necesarias y la fuerza para no caer en el intento. Amén.

Querido Jesús, sé que para muchos tu mensaje los defraudó y los defrauda, porque no proponés un cambio mágico del mundo, sino que nos involucrás en la construcción de un mundo nuevo, que es un proceso nada fácil. Ayudame a dar el testimonio de paz que tanto necesitamos como sociedad. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

viernes, 22 de abril de 2016

24 de Abril

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 145

“Yo te ensalzo, oh Rey Dios mío,
y bendigo tu nombre para siempre jamás;
todos los días te bendeciré,
por siempre jamás alabaré tu nombre;
grande es mi Señor y muy digno de alabanza,
insondable su grandeza.

Una edad a otra exaltará tus obras,
pregonará tus hazañas.
El esplendor, la gloria de tu majestad,
el relato de tus maravillas, yo recitaré.

Del poder de tus maravillas se hablará,
y yo tus grandezas contaré;
se hará memoria de tu inmensa bondad,
se aclamará tu justicia.

Clemente y compasivo es mi Señor,
tardo a la cólera y grande en amor;
bueno es mi Señor para con todos,
y sus ternuras sobre todas sus obras.

Te darán gracias, mi Señor, todas tus obras
y tus amigos te bendecirán;
dirán la gloria de tu reino,
de tus hazañas hablarán,

para mostrar a los hijos de Adán tus hazañas,
el esplendor y la gloria de tu reino.
Tu reino, un reino por los siglos todos,
tu dominio, por todas las edades.

Mi Señor es fiel en todas sus palabras,
en todas sus obras amoroso;
mi Señor sostiene a todos los que caen,
a todos los encorvados endereza.

Los ojos de todos fijos en ti, esperan
que les des a su tiempo el alimento;
abres la mano tú
y sacias a todo viviente a su placer.

Mi Señor es justo en todos sus caminos,
en todas sus obras amoroso;
cerca está mi Señor de los que le invocan,
de todos los que le invocan con verdad.

El cumple el deseo de los que le temen,
escucha su clamor y los libera;
guarda mi Señor a cuantos lo aman,
a todos los impíos extermina.

¡La alabanza de mi Señor diga mi boca,
y toda carne bendiga su nombre sacrosanto,
para siempre jamás!” Amén.

Curiosidades

¿Quién es el Hijo del Hombre?

Hijo del Hombre es la expresión que Jesús prefirió utilizar al hablar de sí mismo y su misión. Esta extraña expresión griega sólo puede haber surgido como consecuencia de la traducción de una frase idiomática semítica aplicada, ya sea a un determinado miembro de la especie “hombre” o la humanidad en general. En el lenguaje de la época de Jesús aparentemente era posible emplear la frase como una modesta manera de referirse a uno mismo en ciertas situaciones, aunque las opiniones difieren con respecto a si lo usaba para darle veracidad a una declaración que se aplicaba a la humanidad en general, y, en consecuencia, también al que hablaba, o una afirmación que solamente se aplicaba a la persona que hablaba.
Uno de los elementos que contribuyeron a que Jesús comprendiera su papel de Hijo de Hombre es la figura del Siervo de Yahveh. Hay claras indicaciones de que Jesús mismo consideraba que estaba desempeñando el papel de aquel que venía a servir y a entregarse en rescate por muchos, y por los tanto “fue contado con los perversos”.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.697-700)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Juan 13:31-35 

“Cuando salió, dice Jesús:
‘Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre
y Dios ha sido glorificado en él.
Si Dios ha sido glorificado en él,
Dios también lo glorificará en sí mismo
y lo glorificará pronto.’
‘Hijos míos,
ya poco tiempo voy a estar con ustedes.
Ustedes me buscarán,
y, lo mismo que les dije a los judíos,
que adonde yo voy,
ustedes no pueden venir,
les digo también ahora a ustedes.
Les doy un mandamiento nuevo:
que se amen los unos a los otros.
Que, como yo los he amado,
así se amen también ustedes los unos a los otros.
En esto conocerán todos que son discípulos míos: si se tienen amor los unos a los otros." Amén.
Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Dice Jesús: “En esto conocerán todos que son discípulos míos: si se tienen amor los unos a los otros”…
¿Qué diferencia hay entre un cristiano y un discípulo de Jesús.
Tal vez me respondas, bueno, los discípulos son aquellos que lo siguieron cuando estaba entre nosotros, o incluso podrías decir: los 12 que llamó para que lo siguieran…
Pero en realidad discípulos somos todos los y las que seguimos a Jesús, en aquel tiempo y hoy también. Ser discípulo significa seguir los pasos de Jesús, seguir sus principios, vivir una vida conforme sus enseñanzas… ¿pero lo hacemos quienes nos decimos cristianos?
Ahí radica la diferencia que hoy quiero compartir.
Hay varios países del mundo que se consideran cristianos, decimos que pertenecemos al mundo occidental y cristiano ¿pero se nota esto en nuestra forma de dirigir nuestros países, en las políticas socioeconómicas de nuestros países?
¡De ninguna manera!
Somos quienes hemos invadido pueblos y continentes por nuestros intereses económicos. Somos quienes hemos justificado hasta bíblicamente la esclavitud y la supremacía de un grupo de personas sobre otro. Somos quienes hemos hecho guerras santas, y las seguimos haciendo. Somos quienes estamos destruyendo el planeta en busca de saciar nuestras ambiciones materiales.
Los cristianos somos los que estamos proponiendo el sistema de muerte que hoy impera en el mundo, dejando marginadas millones de personas sin ningún tipo de conciencia sucia.
De ninguna manera esto tiene que ver con el mensaje de Jesús, con su ejemplo de vida, y por eso es una vergüenza que levantemos las banderas de la de la fe cristiana, porque esto no da testimonio de Cristo.
¿Dónde quedó el amor que nos tenemos mutuamente?
¿Por qué nos conoce el mundo?
Es hora de pensar en estas palabras de Jesús que hoy compartimos, para que por fin comencemos a dar un verdadero testimonio cristiano y nos animemos a denunciar a aquellos que en nombre de Jesús destruyen la Vida del mundo. Amén.

Querido Jesús, hoy te quiero pedir perdón por las muchas veces que falté a mi compromiso de seguirte, pero también por los siglos de mal testimonio de los cristianos y cristianas en el mundo. Ayudame a poner en evidencia todo este daño y a asumir los errores que como cuerpo hemos realizado para que desde hoy comencemos un camino nuevo en el verdadero amor mutuo al que nos has llamado. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

viernes, 8 de abril de 2016

17 de Abril

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 100

“¡Aclamen a mi Señor, toda la tierra,
sirvan a mi Señor con alegría,
lléguense ante él entre gritos de júbilo!

Sepan que mi Señor es Dios,
él nos ha hecho y suyos somos,
su pueblo y el rebaño de su pasto.

¡Entren en sus pórticos con acciones de gracias,
con alabanzas en sus atrios,
denle gracias, bendigan su nombre!

Porque es bueno mi Señor,
para siempre su amor,
por todas las edades su lealtad.” Amén.

Curiosidades

¿Qué es la fiesta de la Dedicación?

Se celebraba el 25 de Quisleu, y duraba ocho días; originalmente tenía por objeto celebrar el solsticio de invierno, pero posteriormente conmemoraba la purificación del templo y el altar por Judas Macabeo en 164 a.C., exactamente tres años después de haber sido profanados por Antíoco Epífanes. Su parecido con la celebración de la fiesta de los tabernáculos era deliberada, aunque, a diferencia de las grandes festividades, podía celebrarse fuera de Jerusalén. Su característica principal consistía en encender muchas lámparas, lo que le dio el nombre de fiesta de las luces o Januka (que significa dedicación).
Januka es uno de los dos festivales históricos que han sido instituidos y observados en el judaísmo junto con los festivales bíblicos del Eterno. En el año 168 AC Antiochus Epifanes y los Sirios, que controlaban la Tierra de Israel, pasaron una ley que prohibía los sacrificios del Templo de Jerusalén y en su lugar se deberían establecer altares en los cuales se sacrificaban puercos y otros animales impuros. También se ordenó que el Santo Templo de Jerusalén se convirtiera en un templo pagano. Se prohibió la observancia del Shabbat y los Festivales de la Torah,  observar la dieta bíblica, la circuncisión y todas las copias de la Torah deberían ser confiscadas y quemadas. Si un individuo aceptaba públicamente ser de religión judía se le aplicaba la pena de muerte.
En el quince del mes hebreo de Kislev del año judío 3595 (Diciembre del 168 AC) una abominación (ídolo) se erigió en el altar del Templo y se comenzaron a sacrificar puercos diariamente en su honor. El Templo fue profanado y utilizado para efectuar actos masivos de inmoralidad, de acuerdo a la costumbre griega. Mucha gente prefirió la muerte a participar en tales abominaciones.
En aquellos días un hombre llamado Mattityahu hijo de Yojanan, el Sumo Sacerdote decidió marcharse de Jerusalén y se asentó en una ciudad que se encontraba a solo 10 kilómetros llamada Modiín. Un día aparecieron los soldados del rey Antiochus y quisieron forzar al sacerdote a que sacrificara un animal impuro al estilo pagano a cambio de una suma considerable de dinero. El se negó. Sin embargo hubo un renegado que sí aceptó. Al ver la profanación del Nombre de Dios, Mattityahu tomó una espada y no solo mató al renegado sino también a los emisarios del rey Sirio. Entonces Mattityahu se reunió con sus cinco hijos, y proclamó lo siguiente: “¡Todo aquel que sea celoso de la Torah y esté firme en el Pacto, sígame! Así comenzó una revuelta contra los Sirios que duró tres años. A Mattityahu y sus hijos les llamaban Macabeos porque Yehuda le apodaban Maccabi, que en hebreo significa ‘martillo’ ya que era fuerte y consistente como un martillo.
Otra razón por la cual les llamaban Macabeos es porque la palabra Maccabi es un acróstico, es decir, la palabra representa una frase ya que cada letra representa una palabra. Entonces MaCaBi representa: Mi Camoja Ba-eilim Ad-nai /Quién es como Tú, entre los supuestos dioses, oh Dios! Y antes de atacar al enemigo Yehuda y sus compañeros gritaban ésta frase de la Tora.
Finalmente, en el año 165 AC Yehuda Maccabi y su armada de solo 10,000 hombres derrotaron milagrosamente a la armada Siria que consistía de 60,000 hombres de infantería y 5,000 de caballería en la batalla de Bet-Tzur. Después de la victoria y de haber recuperado el Templo de Jerusalén procedieron a limpiarlo, reconstruir lo dañado y a volverlo a dedicar al servicio del único y verdadero Dios de Israel. Esta dedicación o inauguración se le llamó Januca.
Sin embargo, para completar la dedicación necesitaban encender el candelabro de siete brazos del Templo pero encontraron aceite con el sello del Kohen Gadol para un solo día y tardaban siete días más para conseguir aceite apropiado. Pero como siempre hubo diferentes argumentos. Unos querían usar aceite impuro porque era lo único que había, otros no querían encenderla hasta que se obtuviera más aceite.
Finalmente los sacerdotes estuvieron de acuerdo en que la actitud correcta en el servicio de Dios es hacer lo correcto hasta donde uno pueda y lo demás lo proveerá el Eterno si es Su voluntad. Pues así, en el día 25 del mes de Kislev del año 3579 (Diciembre 165 AC) utilizaron el aceite para un día y, milagro de milagros, duró siete días más, hasta que obtuvieron más aceite adecuado para la Menorah. Este es el milagro de Januka y por eso ahora cada año, comenzando el 25 del mes de Kislev, encienden al caer la noche ocho luces o velas, en un candelabro de nueve brazos llamado janukía. El primer día encienden el siervo (la luz o vela que se encuentra sobre las demás y que sirve solo para encender las otras) y una sola luz o vela. El segundo día encienden el siervo y dos luces y así progresivamente hasta llegar a ocho luces y el siervo. Por supuesto que antes y después de encender la janukía dicen las bendiciones apropiadas que giran no solo en torno al milagro del aceite sino principalmente al milagro de la victoria contra la armada más poderosa de aquel tiempo.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.347 y 512)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Juan 10:22-30

“Se celebró por entonces en Jerusalén la fiesta de la Dedicación. Era invierno. Jesús se paseaba por el Templo, en el pórtico de Salomón. Lo rodearon los judíos, y le decían: ‘¿Hasta cuándo vas tenernos en vilo? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente’. Jesús les respondió:
‘Ya se lo he dicho, pero no me creen.
Las obras que hago en nombre de mi Padre
son las que dan testimonio de mí;
pero ustedes no creen
porque no son de mis ovejas.
Mis ovejas escuchan mi voz;
yo las conozco y ellas mi siguen.
Yo les doy vida eterna
y no perecerán jamás,
y nadie las arrebatará de mi mano.
El Padre, que me las ha dado, es más grande que todos,
y nadie puede arrebatar nada de la mano del Padre.
Yo y el Padre somos uno’."Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Hay una antigua bendición irlandesa que termina diciendo: “y hasta tanto volvamos a encontrarnos, Dios te guarde en la palma de sus manos”.
¡Qué imagen tan fuerte y hermosa!
Las manos tienen la capacidad de envolver suavemente algo y al mismo tiempo resguardarlo como una fortaleza, como por ejemplo cuando sostenemos un pollito.
Las manos son una herramienta perfecta para sostener, cuidar y proteger. Las manos tienen fuerza, pero son suaves y mullidas, pueden golpear con fuerza y pueden dar la caricia más suave.
Cuando necesitamos hacer algo con cuidado y precisión no hay mejor herramienta que las manos, ya que tienen la sensibilidad para reconocer el límite de la resistencia, y de esa manera no romper lo que se quiere adaptar o acomodar.
Por eso cuando nos pensamos en las manos de Dios, nos da la tranquilidad de que nada ni nadie podrá hacernos daño, que nada podrá destruirnos, que está todo bajo control aunque no nos parezca.
Jesús dice “nadie puede arrebatar nada de la mano del Padre”, Dios nos sostiene seguro, como un padre o una madre a su pequeño, a su bebé.
En varias culturas, entre ellas las de los pueblos originarios, la madre nunca suelta a su bebé, pero al mismo tiempo no deja de trabajar. Puede hacer de todo con el bebé a cuestas, incluso creo que todas hemos hecho muchas cosas con nuestros bebés en brazos. Mientras trabajamos nunca dejamos de cuidar al bebé.
Dios se ocupa del universo, dirige los hilos del mundo, pero nos sostiene a cada uno a cada una en sus manos ¿no es maravilloso?
Nunca te olvides de esto, te dará seguridad y tranquilidad en los tiempos difíciles. Amén.

Querido Jesús, ¿cómo no agradecerte por el cuidado y la tranquilidad que me transmitís? No tuviste ningún temor de enfrentarte a quienes te condenaron a la muerte, les hablaste con claridad y dureza, mientras que eras vulnerable, eras uno entre nosotros, ¡con cuanta más razón ahora me podrás proteger! Bien decís que estoy en la palma de tu mano… ¡gracias por eso! En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

10 de Abril

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 30

“Yo te alabo, mi Señor, porque me has levantado;
no dejaste reírse de mí a mis enemigos.
Mi Señor, Dios mío, clamé a ti y me sanaste.
Tú has sacado, mi Señor, mi alma del seol,
me has recobrado de entre los que bajan a la fosa.

Entonen a mi Señor los que lo aman,
alaben su memoria sagrada.
De un instante es su furia, de toda una vida su ayuda;
por la tarde visita de lágrimas, por la mañana gritos de alborozo.

Y yo en mi paz decía:
"Jamás vacilaré." 
Mi Señor, tu favor me afianzaba sobre fuertes montañas;
mas retiras tu rostro y ya estoy intranquilo.

A ti clamo, mi Señor,
a mi Dios piedad imploro:
¿Qué ganancia en mi sangre, en que baje a la fosa?
¿Puede alabarte el polvo, anunciar tu verdad?

¡Escucha, mi Señor, y ten piedad de mí!
¡Sé tú, mi Señor, mi auxilio!
Has cambiado mi lamento en una danza,
me has quitado el sayal y me has ceñido de alegría;
mi corazón por eso te entonará sin tregua;
mi Señor, Dios mío, te alabaré por siempre.” Amén.

Curiosidades

Evangelio según San Juan, ¿es todo de la autoría del evangelista o tiene algún agregado?

Dos pasajes de Juan no pertenecen al texto original, y en algunas versiones modificadas se ha colocado en el margen, o se agregan notas aclaratorias. Nos referimos a su encuentro con la mujer adúltera o Pericope de Adulteria, genuina historia sobre Jesús que se ha preservado fuera de los evangelios canónicos, y que ha aparecido en ciertos manuscritos tardíos de Juan; y la explicación sobre el movimiento del agua, que se omite en los mejores manuscritos.
El capítulo 21 plantea un problema especial. Mientas Hoskins afirmaba que formaba parte integral del evangelio original, la mayor parte de los entendidos piensa que fue una adición posterior del autor, o que lo añadió otra mano. El argumento principal es que 20:31 parece ser la conclusión de un libro; además, algunos eruditos encuentran diferencias de estilo entre el capítulo 21 y los capítulos 1-20, pero según Barrett en sí estas diferencias no son decisivas.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.748)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Juan 21:1-19

“Después de esto, se manifestó Jesús otra vez a los discípulos a orillas del mar de Tiberíades. Se manifestó de esta manera. Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los de Zebedeo y otros dos de sus discípulos. Simón Pedro les dice: ‘Voy a pescar’. Le contestan ellos: ‘También nosotros vamos contigo’. Fueron y subieron a la barca, pero aquella noche no pescaron nada.
Cuando ya amaneció, estaba Jesús en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Les dice Jesús: ‘Muchachos, ¿no tienen pescado?’ Le contestaron: ‘No’. El les dijo: ‘Echen la red a la derecha de la barca y encontrarán’. La echaron, pues, y ya no podían arrastrarla por la abundancia de peces. El discípulo a quien Jesús amaba dice entonces a Pedro: ‘Es el Señor’, se puso el vestido - pues estaba desnudo - y se lanzó al mar. Los demás discípulos vinieron en la barca, arrastrando la red con los peces; pues no distaban mucho de tierra, sino unos doscientos codos.
Nada más saltar a tierra, ven preparadas unas brasas y un pez sobre ellas y pan. Les dice Jesús: ‘Traigan algunos de los peces que acaban de pescar’. Subió Simón Pedro y sacó la red a tierra, llena de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y, aun siendo tantos, no se rompió la red.
Jesús les dice: ‘Vengan y coman’. Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ‘¿Quién eres tú?’, sabiendo que era el Señor. Viene entonces Jesús, toma el pan y se lo da; y de igual modo el pez. Esta fue ya la tercera vez que Jesús se manifestó a los discípulos después de resucitar de entre los muertos.
Después de haber comido, dice Jesús a Simón Pedro: ‘Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?’ Le dice él: ‘Sí, Señor, tú sabes que te quiero’. Le dice Jesús: ‘Apacienta mis corderos’. Vuelve a decirle por segunda vez: ‘Simón de Juan, ¿me amas?’ Le dice él: ‘Sí, Señor, tú sabes que te quiero’. Le dice Jesús: ‘Apacienta mis ovejas’. Le dice por tercera vez: ‘Simón de Juan, ¿me quieres?’ Se entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: ‘¿Me quieres?’ y le dijo: ‘Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero’. Le dice Jesús: ‘Apacienta mis ovejas’.
‘En verdad, en verdad te digo:
cuando eras joven,
tú mismo te ceñías,
e ibas adonde querías;
pero cuando llegues a viejo,
extenderás tus manos
y otro te ceñirá
y te llevará adonde tú no quieras’.
Con esto indicaba la clase de muerte con que iba a glorificar a Dios. Dicho esto, añadió: ‘Sígueme’.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Preparar un fuego para cocinar algo sobre las brasas requiere un cuidado y una atención muy especial. Se elije la leña, se busca lo que se va a asar y se adereza bien. Después de va cocinando con el cuidado de no chamuscarlo ni secarlo, la idea es que quede dorado y jugoso al mismo tiempo, para que exaltar todo el sabor y las características propias de lo que se está asando.
Eso era lo que Jesús estaba haciendo, preparando un delicioso pescado asado para sus amigos.
La imagen es muy fuerte, sobre todo para quienes como idiosincrasia agasajamos con un asado, no importa qué tipo de carne. No se prepara un asado para alguien que no nos cae bien, salvo por obligación.
Nos cuesta relacionar esta imagen con la celebración de la Santa Cena, en primer lugar porque no hay nada asado, pero sobre todo porque el ritual se ha alejado del espíritu con el que Jesús lo instituyó, aquella noche en la que fue entregado y dijo “hagan esto en mi memoria”.
Ahora nos resulta un ritual tan ajeno a nuestra vida que hasta muchos no sienten la necesidad de aceptar la invitación de Jesús ¡muy distinta a sentarse y compartir un asado!
Pero en realidad es eso lo que nos dice una y otra vez “¡vengan a la mesa, la comida está lista! La hice con todo mi amor y dedicación”… y lo dejamos ahí, con la mesa puesta y el asado en el fuego ¿lo haríamos con un amigo, una amiga?
Seguramente que no… o al menos la llamaríamos y pediríamos disculpas.
La comida con amigos y amigas es lo más lindo que hay, lo pasamos bien, charlamos, compartimos la misma comida, nos fortalecemos. Eso mismo pasa cuando compartimos la Mesa del Señor, pensalo, porque más allá de lo que hay en esa mesa, Jesús lo ha preparado especialmente para vos, con su amor, con su muerte y resurrección. Amén.

Querido Jesús, gracias por invitarme una y otra vez a tu Mesa, gracias por prepararla con tanto amor y dedicación, ayudame a recordar esto siempre, en el nombre del Padre y del hijo y del Espíritu Santo. Amén.

viernes, 1 de abril de 2016

3 de Abril

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 118(1-9.13-16.22-24)

“¡Aleluya!
¡Den gracias a mi Señor, porque es bueno,
porque es eterno su amor!

¡Diga la casa de Israel:
que es eterno su amor!
¡Diga la casa de Aarón:
que es eterno su amor!
¡Digan los que temen a mi Señor:
que es eterno su amor!

En mi angustia hacia mi Señor grité,
él me respondió y me dio respiro;
mi Señor está por mí, no tengo miedo,
¿qué puede hacerme el ser humano?
Mi Señor está por mí, entre los que me ayudan,
y yo desafío a los que me odian.

Mejor es refugiarse en mi Señor
que confiar en ser humano;
mejor es refugiarse en mi Señor
que confiar en magnates…

…Se me empujó, se me empujó para abatirme,
pero mi Señor vino en mi ayuda;
mi fuerza y mi cántico es mi Señor,
él ha sido para mí la salvación.

Clamor de júbilo y salvación,
en las tiendas de los justos:
"¡La diestra de mi Señor hace hazañas,
excelsa la diestra de mi Señor,
la diestra de mi Señor hace hazañas!"…

…La piedra que los constructores desecharon
en piedra angular se ha convertido;
esta ha sido la obra de mi Señor,
una maravilla a nuestros ojos.
¡Este es el día que mi Señor ha hecho,
exultemos y gocémonos en él!...” Amén.

Curiosidades

¿Qué es la apocalíptica y qué características tiene?

La apocalíptica se designa tanto a un género literario como a las ideas características de la literatura correspondiente. Dentro del canon, la literatura apocalíptica está representada especialmente por los libros de Daniel y Apocalipsis, pero hay muchos otros apocalipsis tanto en la época intertestamentaria como de la cristiana primitiva.
Ya en los libros proféticos del AT se encuentran pasajes que debemos clasificar como apocalípticos en algunos sentidos por lo menos. La escatología apocalíptica puede encontrarse especialmente en Isaías, Joel y Zacarías. En los pasajes de estos libros se prevé el futuro escatológico en función de una intervención divina directa, el juicio universal de las naciones, y una nueva era de salvación, en la que el cosmos será radicalmente transformado. Esta escatología trascendental es el núcleo central de la doctrina apocalíptica. Es probable que la doctrina apocalíptica de la resurrección de los muertos ya se encuentre también en Isaías 26:19, como así también en Deuteronomio 12:2. Las formas literarias del apocalipsis, sin embargo, se anticipan especialmente en las visiones de Ezequiel y de Zacarías 1-6.
El género apocalíptico floreció como literatura diferente de la profética sólo después que cesó la profecía. Su primer gran florecimiento se produjo durante la crisis de la fe judía a mediados del s.II, bajo Antíoco Epífanes, cuando el género apocalíptico fue adoptado como el vehículo literario del movimiento asídico, que preconizaba el arrepentimiento nacional, la oposición irreductible a la helenización, y una fe escatológica en la inminente intervención de Dios en pro de su pueblo. A partir de entonces, lo apocalíptico probablemente caracterizó a diversos grupos dentro del judaísmo, incluyendo los esenios, los fariseos, los zelotes y los cristianos judíos. El género apocalíptico floreció especialmente en épocas de crisis nacional, y los últimos grandes apocalipsis escatológicos judíos provienen del período entre la caída de Jerusalén en el 70 d.C. y el fracaso de la revuelta de Barcoquebá.
Se ha debatido mucho la cuestión de la relación entre la apocalíptica y el NT. Hay pasajes que recuerdan fuertemente los apocalipsis judíos, tanto en forma como en contenido. Pero aún haciendo abstracción de estos pasajes apocalípticos, resulta claro que Jesús y la iglesia primitiva le debían mucho a la escuela apocalíptica, como lo evidencia su uso de conceptos apocalípticos tales como la resurrección, las dos eras, el Hijo del Hombre, el período de tribulación, el reino de Dios.
Por otra parte, la orientación puramente futurista de la literatura apocalíptica judía se modifica en el NT por la convicción de que ya ha comenzado el cumplimiento escatológico en el hecho de Jesucristo. Los cristianos viven el “ya” y el “todavía no”. De esta manera se sustituye la tendencia apocalíptica a valorar negativamente la historia actual por la convicción de que ya está obrando el propósito redentor de Dios dentro de la historia de la era presente.
Más aun la apocalíptica neotestamentaria es cristocéntrica. Ya se ha producido el acto decisivo de salvación escatológica divina en la historia de Jesús quien, por lo tanto, constituye también el centro de la esperanza futura de los cristianos. Para los escritores del NT, la apocalíptica se convierte en el medio para declarar la significación de Jesucristo para el destino del mundo.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.82-84)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Apocalipsis 1:9-20

“Yo, Juan, hermano de ustedes y compañero de la persecución, del reino y de la paciencia, en Jesús. Yo me encontraba en la isla llamada Patmos, por causa de la Palabra de Dios y del testimonio de Jesús. Caí en éxtasis el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz, como de trompeta, que decía: "Lo que veas escríbelo en un libro y envíalo a las siete Iglesias: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardes, Filadelfia y Laodicea". Me volví a ver qué voz era la que me hablaba y al volverme, vi siete candeleros de oro, y en medio de los candeleros como a un Hijo de hombre, vestido de una túnica talar, ceñido al talle con un cinturón de oro. Su cabeza y sus cabellos eran blancos, como la lana blanca, como la nieve; sus ojos como llama de fuego; sus pies parecían de metal precioso purificado en el horno; su voz como voz de grandes aguas. Tenía en su mano derecha siete estrellas, y de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro, como el sol cuando brilla con toda su fuerza.
Cuando lo vi, caí a sus pies como muerto. Él puso su mano derecha sobre mí diciendo: "No temas, soy yo, el Primero y el Ultimo, el que vive; estuve muerto, pero ahora estoy vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la Muerte y del Hades. Escribe, pues, lo que has visto: lo que ya es y lo que va a suceder más tarde. La explicación del misterio de las siete estrellas que has visto en mi mano derecha y de los siete candeleros de oro es ésta: las siete estrellas son los Ángeles de las siete Iglesias, y los siete candeleros son las siete Iglesias.” Amén.
Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Los primeros cristianos fueron perseguidos a causa de su fe, eso lo sabemos todos, pero a veces no logramos comprender por qué, y muchas veces confundimos la razón por la cual los judíos del templo quisieron deshacerse de Jesús con lo que pasó después a sus seguidores.
Uno de los problemas que el movimiento de Jesús tuvo con el imperio romano fue que no reconocían al emperador como el hijo de dios, sino que el Hijo de Dios era Jesús. Esto ponía a los cristianos y cristianas en una perspectiva diferente con respecto de la obediencia al César y hasta qué punto estaban dispuestos a seguir sus mandatos, porque por encima de todo poder terreno, está Dios, está su Hijo, Jesucristo.
De ahí se desprenden otras cosas: no pertenecer al ejército, no aceptar la diferencia de clases, darle un lugar de iguales a las mujeres y los niños… Los cristianos rompieron con las reglas establecidas por las sociedad romana y la hicieron temblar. Por eso eran perseguidos. Por eso Juan está en la isla de Patmos, por eso escribe en clave el libro del Apocalipsis, que estamos compartiendo ahora.
No es fácil leer este libro porque nos resulta muy extraño, casi una película de ciencia ficción, pero, aunque nos cueste creer, es tan sólo una carta las siete comunidades cristianas en donde Juan afirma que no importa cuanta opresión imponga el imperio romano con el César a la cabeza, Jesucristo con todo su poder lo vencerá.
¿No es un mensaje esperanzador para hoy día también? ¿no es maravilloso pensar que los que hoy gobiernan al mundo con su poder de muerte, explotación y guerra, adorando al dios Dinero van a ser vencidos por Jesucristo? ¿no es un alivio saber que los responsables del horror que estamos viviendo hoy van a ser juzgados y sentenciados?
Mientras tanto, al igual que lo hicieron en aquel tiempo, tenemos que seguir trabajando, llevando el mensaje de Vida de un Jesús que derrotó a la muerte, que se animó a nadar contra la corriente y nos llamó a sostenernos mutuamente. Amén.

Querido Jesús, sé que siempre estás conmigo, dándome fuerzas para proclamar tu Palabra de mil formas diferentes. Dame la fuerza y el compromiso para hacerlo, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.