viernes, 30 de julio de 2010

1 de Agosto

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 95

“Vengan, cantemos gozosos a mi Señor,
aclamemos a la Roca de nuestra salvación;
con acciones de gracias vayamos ante él,
aclamémosle con salmos.

Porque es mi Señor un Dios grande,
Rey grande sobre todos los dioses;
en sus manos están las profundidades de la tierra,
y suyas son las cumbres de los montes;
suyo el mar, pues él mismo lo hizo,
y la tierra firme que sus manos formaron.
Entren, adoremos, inclinémonos,
¡de rodillas ante mi Señor que nos ha hecho!
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros el pueblo de su pasto,
el rebaño de su mano.

¡Oh, si escucharan hoy su voz!:‘
No endurezcan sus corazones como en Meribá,
como el día de Massá en el desierto,
donde me pusieron a prueba sus padres,
me tentaron aunque habían visto mi obra.
‘Cuarenta años me asqueó aquella generación,
y dije: Pueblo son de corazón torcido,
que mis caminos no conocen.
Y por eso en mi cólera juré:
¡No han de entrar en mi reposo!" Amén.

Curiosidades

¿Cómo era el derecho a herencia en los tiempos antiguos?

La ley de la herencia era como sigue: La tierra pertenecía a la familia más que al individuo. Había, por consiguiente, un mayorazgo estricto. El hijo mayor recibía una porción doble y los demás partes iguales. Si un hombre moría sin dejar hijos la herencia pasaba a las hijas; si no tenía hijas, a sus propios hermanos; si no tenía hermanos, a los hermanos de su padre; si el padre no tenía hermanos, al pariente más cercano.
Si las hijas heredaban tenían que casarse dentro de su propia tribu. El énfasis de la palabra yaras está en la posesión, porque el heredero sucedía por derecho y no por disposición.
Los testamentos no se conocieron en Israel antes de la época de Herodes. Antes de que se diera a conocer la ley, los patriarcas podían saltear al primogénito, a favor de algún hijo menor. Abraham, Isaac y Jacob eran todos menores. José era preferido antes que Rubén, y Efraín antes que Manasés. El paso de los derechos del primogénito al primogénito de la segunda esposa favorita estaba prohibido en Dt.21. no obstante, en el caso de la sucesión real David fue preferido antes que sus hermanos mayores, y Salomón antes que Adonías, aunque lo corriente era que el primogénito sucediera.
Si un hombre moría sin dejar hijos su hermano debía casarse con su viuda. El primer hijo de esa unión debía considerarse como el primogénito del hermano muerto, y, por lo tanto, si había un solo hijo, el hermano que había sobrevivido no tenía heredero. Era posible, por consiguiente, que el hermano no se casase con la esposa del hermano, y entonces el derecho pasaba al pariente más cercano. En el libro de Rut, Rut representa el papel de Noemí, que había excedido la edad de casarse. La tierra no se podía vender a perpetuidad. Si se la vendía podía ser redimida por el pariente más cercano. Nabot sabía que el ofrecimiento de Acab era contrario a la ley.
Los levitas no debían tener territorio propio porque mi Señor era su herencia. Materialmente esto significaba que su porción consistía en los aportes y las primicias entregados por el pueblo de mi Señor. Espiritualmente la idea se extendía a todo Israel. Igualmente, Israel debía ser la herencia de mi Señor, como un pueblo que le pertenecía en forma especial.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Lucas 12:13-21

“Uno de la gente le dijo: ‘Maestro, di a mi hermano que reparta la herencia conmigo.’ El le respondió: ‘¡Hombre! ¿quién me ha constituido juez o repartidor entre ustedes?’ Y les dijo: ‘Miren y guárdense de toda codicia, porque, aun en la abundancia, la vida de uno no está asegurada por sus bienes.’
Les dijo una parábola: ‘Los campos de cierto hombre rico dieron mucho fruto; y pensaba entre sí, diciendo: ‘¿Qué haré, pues no tengo donde reunir mi cosecha?’ Y dijo: ‘Voy a hacer esto: Voy a demoler mis graneros, y edificaré otros más grandes y reuniré allí todo mi trigo y mis bienes, y diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes en reserva para muchos años. Descansa, come, bebe, festeja.’ Pero Dios le dijo: ‘¡Necio! Esta misma noche te reclamarán el alma; las cosas que preparaste, ¿para quién serán?’ Así es el que atesora riquezas para sí, y no se enriquece en orden a Dios." Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

La vida de uno no está asegurada por sus bienes.
¿Quién cree en estas palabras? ¿Se puede conseguir todo con dinero?
Como pastora me toca acompañar a personas enfermas, personas que a veces tienen buenos recursos económicos, una buena obra social. El dinero les permite gozar de muchas comodidades, una atención preferencial… pero siguen enfermos, no pueden comprar la salud.
Es en esos momentos en donde estas palabras cobran sentido, porque la enfermedad es un espejo que les tira la verdad a la cara: el dinero no puede comprar todo. El dinero no puede comprar lo que más necesitás en esta vida: salud y amor.
Vivimos en un mundo en donde la gente corre atrás del dinero. Ese dinero que les permite acceder a lo necesario para vivir, pero también lo que les permite acceder a la larga lista de ofertas que va aumentando y aumentando, que promete que esto o aquello te va a hacer feliz. Las publicidades nos bombardean con innumerables productos de todas las gamas… ¿pero está la felicidad ahí?
Seguramente no, es más, si nos ponemos a pensar aunque sea por dos segundos… ¿de qué manera tomar este o aquel yogur, vestirnos con esta o aquella ropa, o tener este o aquel auto vamos a ser más felices?
¿Acaso no son otras las cosas que nos permiten vivir una vida feliz? ¿qué es la felicidad? ¿no tener problemas? ¿reírse todo el tiempo?
El que tiene siempre quiere más, hay algo de adictivo con el tener, comprar, adquirir. Nunca se está satisfecho. Pero quien pone su energía, su corazón en los afectos, en las personas, en el encuentro con los demás, siente paz en su corazón, y no se aflige si finalmente no logra tener una vida tan buena con respecto a su poder adquisitivo.
Es verdad que todos necesitamos del dinero para vivir, pero está en nosotros ponerle un límite a las cosas. Alguien dijo alguna vez que la mejor medida para la persona es ganar lo necesario para vivir una vida tranquila, pero sin alejarse demasiado de la pobreza.
Si, es difícil vivir así en la sociedad que nos impone el modelo del consumo por el consumo mismo. Ni hablar cuando estamos criando a nuestros hijos que son invadidos con este pensamiento consumista no sólo a través de las publicidades, sino a través de sus compañeros y amigos.
Aprender a dominar el dinero y no que el dinero nos domine a nosotros, que la codicia entre en nuestros corazones, es todo un desafío, pero vale la pena, porque ganamos mucho más de lo que nos quieren hacer creer que perdemos. Amén.

Querido Jesús: acá estoy, a veces renegando, a veces muy convencida de que el dinero no es todo en la vida, que hay cosas mucho más importantes, más sólidas. Ayudame a llevar una vida sin dejarme arrastrar por la locura de una sociedad que vive enferma por el tener, por cosas, por dinero. Ayudame a valorar los afectos, el amor, la familia, los amigos, los momentos gratos en compañía de las personas que me rodean. Ayudame a no sentir envidia por los que pueden comprarse tantas cosas. Perservá mi corazón para que cuando me llamés haya atesorado toda mi vida en las cosas que son para siempre. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

viernes, 23 de julio de 2010

25 de Julio

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 138

“Te doy gracias, mi Señor, de todo corazón,
pues tú has escuchado las palabras de mi boca.
En presencia de los ángeles salmodio para ti,
hacia tu santo Templo me prosterno.

Doy gracias a tu nombre por tu amor y tu verdad,
pues tu promesa ha superado tu renombre.
El día en que grité, tú me escuchaste,
aumentaste la fuerza en mi alma.
Te dan gracias, mi Señor, todos los reyes de la tierra,
porque oyen las promesas de tu boca;
y cantan los caminos de mi Señor:
‘¡Qué grande la gloria de mi Señor!
¡Excelso es mi Señor, y ve al humilde,
al soberbio le conoce desde lejos!’
Si ando en medio de angustias, tú me das la vida,
frente a la furia de mis enemigos, extiendes tú la mano
y tu diestra me salva:
Mi Señor lo acabará todo por mí.
¡Oh mi Señor, es eterno tu amor,
no dejes la obra de tus manos! Amén.

Curiosidades

¿Cómo es que el padrenuestro aparece en dos de los evangelios?

La oración que nuestro Señor enseñó a sus discípulos como la plegaria modelo que debían usar regularmente, en Padrenuestro, aparece en Mt.6:9-13 como parte del Sermón del Monte, mientras que en Lc.11:2-4, la da en una circunstancia diferente. Es probable que haya repetido esta oración en diferentes oportunidades, dado que era su intención que sirviera de modelo para todos sus discípulos en todas las ocasiones.
En Mt.6 aparece como oración ejemplar que cumple todos los requisitos que él mismo había puesto como condición esencial de la oración verdadera: “Orarán así”, dijo. De este modo continuaba enseñando a sus discípulos cómo tenían que orar. Después de advertirles que no debían orar como los hipócritas, ni usando vanas repeticiones como los paganos, les enseñó cuál era el tipo de oración que resultaba aceptable ante Dios. Pero en Lc.11, en respuesta al pedido de un discípulo, esta vez les dice la oración, no sólo como ej. de una plegaria que se ajusta a sus enseñanzas, sino como una oración concreta que deben elevar sus seguidores: “Cuando oren, digan…”
En Lc.11 la oración aparece en forma más breve que en Mt.6. la forma breve probablemente representa la extensión que le dio Jesús cuando la compuso originalmente; la forma de tratamiento sencilla “Padre” corresponde a “Abba”, que él mismo empleaba, y que los primitivos cristianos usaron siguiendo su ej. El texto ampliado de Mt. Ha sido adoptado para el uso litúrgico cristiano, habiéndose tomado la fórmula “Padre nuestro que estás en los cielos” del uso de la sinagoga.
Es obvio que nuestro Señor haya dicho la plegaria en arameo originalmente. Para la época en que Mt. Y Lc. escribieron sus evangelios, sin embargo, es natural que los cristianos hayan usado la oración en griego también. Esto probablemente explica por qué Mt.6 y Lc.11 en general concuerdan en el lenguaje empleado, y ambos usan el término único epiousios (traducido “cada día”) en la oración.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Lucas 11:1-13

" Y sucedió que, estando él orando en cierto lugar, cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos: ‘Señor, enséñanos a orar, como enseñó Juan a sus discípulos.’ El les dijo: "Cuando oren, digan:
Padre, santificado sea tu Nombre,
venga tu Reino,
danos cada día nuestro pan cotidiano,
y perdónanos nuestros pecados
porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe,
y no nos dejes caer en tentación.’

Les dijo también: ‘Si uno de ustedes tiene un amigo y, acudiendo a él a medianoche, le dice: ‘Amigo, préstame tres panes, porque ha llegado de viaje a mi casa un amigo mío y no tengo qué ofrecerle’, y aquél, desde dentro, le responde: ‘No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados; no puedo levantarme a dártelos’, les aseguro, que si no se levanta a dárselos por ser su amigo, al menos se levantará por su impertinencia, y le dará cuanto necesite.’
Yo les digo: "Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué padre hay entre ustedes que, si su hijo le pide un pez, en lugar de un pez le da una culebra; o, si pide un huevo, le da un escorpión? Si, pues, ustedes, siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan!’” Amén.


Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Es curioso ver cómo hay personas que creen que orar es cosa de antes. Sin embargo, les cuento que dentro del mundo de la psicología han tenido que admitir el poder terapéutico de la oración.
Hace algunos años participé de un curso de capacitación continuada dirigido por una psicóloga que nos hablaba cerca de cómo la psicología ha descubierto que la persona que ora al levantarse y antes de dormir logra desconectarse y relajarse, está más protegida contra las presiones que sufre todo los día y contra el insomnio (uno de los problemas más frecuentes de las personas hoy día).
El vivir acelerado y sin un descanso reparador a la larga enferma a la persona. Lo increíble, o no tanto a mi entender, es que si una persona se habitúa a hablar con Dios al comenzar su jornada y lo mismo al finalizar el día, antes del descanso, mejora su calidad de vida.
¿Y por qué pasa esto?
Porque el momento de la oración es un momento de relajación, de silencio, de conectarse con uno mismo, con sus miedos e inseguridades, y de dejar todo eso a Dios, para que sea Él quien permita que las cosas sean o no. Después de orar, la persona tiene otra disposición y puede enfrentar las cosas de una manera diferente.
¿No te parece que es hora de que lo pongas en práctica?
Si no sabés cómo hacer para hablar con Dios, simplemente aprovechá la oración que nos dejó Jesús: el padrenuestro, y si no, tenés que tener claro que Dios te escucha durante todo el día y sabe tu forma de hablar. Hablale nomás como lo hacés siempre con tus amigos confidentes, con tu persona de confianza. Buscate el momento preciso, no importa el lugar: puede ser en tu habitación, en la cama, en el baño, en la cocina, calentando el agua para el mate. No necesitás mucho tiempo, es sólo un ratito… y ya vas a ver lo bien que te hace.
Una vez que te acostumbres y forme parte de tu rutina, tu salud va estar mejor, seguramente vas bajar tu estado de nervios y por las noches vas a dormir plácidamente, dejando que Dios solucione lo que para vos no es posible. Amén.

Querido Jesús, sé que soy algo torpe y que esto no es muy lo mío, pero sé que hablar con vos me hace bien. Sé que cuando te dejo mis preocupaciones y problemas siento un gran alivio y ya no me siento tan sola. Ayudame a ser perseverante y a que cada día me acuerde que charlar un poco con vos. Sé que me estás esperando y que siempre me escuchas, por eso te soy infinitamente agradecida. Gracias, mi Maestro y al Padre y el Espíritu Santo que junto a vos reinan por toda la eternidad. Amén.

viernes, 16 de julio de 2010

18 de Julio

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 15

“Mi Señor, ¿quién vivirá en tu tienda?,
¿quién habitará en tu santo monte?
El que anda sin tacha,
y obra la justicia;
que dice la verdad de corazón,
y no calumnia con su lengua;

que no daña a su hermano,
ni hace ofensa a su prójimo;
con menosprecio mira al maldito,
mas honra a los que temen a mi Señor;

que jura en su perjuicio y no retracta,
no presta a usura su dinero,
ni acepta soborno en daño de inocente.
Quien obra así jamás titubeará.” Amén.

Curiosidades

¿Qué lugar ocupaban las mujeres en los tiempos de Jesús?
Estela Ramírez, en “La experiencia misionera de las mujeres en el Nuevo Testamento”, nos cuenta que la característica sociocultural y religiosa general de Israel, en la época del A.T. y principios del siglo I, era el patriarcalismo, donde la condición de la mujer era de notable inferioridad, marginación y opresión.
En tiempos de Jesús, época helenística y romana, la situación de la mujer era mucho más rígida para la mujer que en el AT. Al respecto, el teólogo alemán Hans Küng manifiesta que "en la sociedad de aquel tiempo las mujeres no contaban para nada, debían incluso evitar en público la compañía masculina. Las fuentes judías contemporáneas están llenas de animosidad contra la mujer, quien según Josefo, vale en todos los aspectos menos que el hombre. Hasta con la propia mujer, así se aconsejaba, ha de hablarse poco, y absolutamente nada con la extraña. Las mujeres vivían en lo posible retiradas de la vida pública".
En la vida religiosa la mujer también era considerada como un ser inferior que no podía dedicarse al estudio de la Escritura, como decía un rabino del siglo I: "antes sea quemada la Torá que la lea una mujer". En el templo la mujer sólo tenía acceso hasta el patio reservado para ellas, una regla que contradecía la Sagrada Escritura y en la sinagoga sólo podía escuchar. La mujer no estaba obligada a peregrinar a Jerusalén, aunque participaba voluntariamente; y respecto a la obligación de la plegaria, estaba equiparada a los esclavos.
El ámbito familiar era patriarcal. El padre era el elemento principal, mientras la mujer se encontraba en condiciones de inferioridad. La mujer tenía como primera tarea atender las labores de la casa incluso hasta los trabajos más duros. En la relación con su esposo era de esclava a su dueño, considerada como parte de su propiedad y la esposa estéril era despreciada por la fecunda.
La mujer, eterna menor de edad, en su niñez está sometida a la plena jurisdicción del padre, y luego a la de su marido, padre y marido que, entre otras cosas, tienen que ratificar al menos tácitamente los votos pronunciados por ella, así como invalidarlo cuando quieran.
Ella tenía que soportar las injusticias de la poligamia, el repudio o divorcio y el levirato que iban en contra de su dignidad de mujer y esposa. La poligamia era permitida, aunque muy poco practicada, no por razones de fidelidad a la esposa sino por motivos económicos. Estos tres aspectos fueron derechos exclusivos de los varones, y generaron una mayor opresión de la mujer.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Lucas 10:38-42

"Yendo ellos de camino, entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, lo recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra, mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: ‘Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude.’ Le respondió el Señor: ‘Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada’." Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Hay momentos y momentos.
Momentos para trabajar, momentos para descansar, momentos para disfrutar de las personas que amamos.
Vivimos en un tiempo en donde justamente el tiempo parece que nunca nos alcanza. Corremos y corremos todo el día y cuando nos damos cuenta hemos pasado meses sin hacer una visita a la gente que queremos. Personas amadas a las cuales no les dedicamos de nuestro tiempo, siempre lo dejamos para otro momento.
Una de las herencias que me dejó mi madre es la de parar y dejar mis cosas cuando alguien venía a visitarla. Mi madre era una persona muy querida porque tenía el don de que todos se sentían especiales con ella. No importa lo que estaba haciendo, lo dejaba y se sentaba a conversar, a dedicar su tiempo a la persona que había dejado sus cosas por ir a verla.
Mi madre me decía que lo que no lográs hacer hoy, lo harás mañana, pero la persona que hoy está a tu lado, tal vez mañana ya no esté. Lo mismo pasa conmigo, hoy estoy aquí con toda mi energía y ganas de luchar, pero mañana seré polvo en el polvo y todo mi trabajo ni se verá. Lo que queda en el recuerdo y calienta nuestros años de ancianidad son los momentos que pasamos con nuestros seres queridos. Las charlas que compartimos.
Algo para tener en cuenta ¿no?
Recuerdo que de chica veía las casas de algunas de mis tías: impecables, ordenadas y brillosas, ¡podían salir en alguna revista de interiores! Pero estaban vacías. Mi casa era todo lo contrario, nuestros juguetes desparramados, revistas, libros por la casa, ¡pero había vida! A todos les gustaba venir a nuestra casa y todos se sentían cómodos.
Mi madre me enseñó que lo más importante son las personas que nos rodean y a darles el tiempo. Nunca pensé que esta actitud tuviera algo que ver con Jesús (mi madre no se asumía demasiado cristiana), pero en el relato de Marta y María, él tiene la misma forma de pensar y de llevar adelante su vida.
Tal vez sea hora que vos también priorices los afectos, las personas. El trabajo nunca se acaba. Las personas están con nosotros sólo por un tiempo limitado. Amén.

Querido Jesús, ayudame a parar, a frenar, a darme el tiempo y dar de mi tiempo a la gente que amo. Es verdad que vivimos acelerados y que la plata no alcanza, ¿pero qué es el trabajo, qué es el dinero si no tengo a las personas que amo? Jesús, hoy quiero cambiar mi vida y analizar mis prioridades. Sé que eso va a ser bueno para mí y para los seres que amo. Te lo pido a vos, que junto al Padre y el Espíritu Santo reinan por toda la eternidad. Amén.

viernes, 9 de julio de 2010

11 de Julio

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 69 (6-16.25-36)

“…Tú, oh Dios, mi torpeza conoces,
no se te ocultan mis ofensas.

¡No se avergüencen por mí los que en ti esperan,
oh mi Señor el Justo!
¡No sufran confusión por mí los que te buscan,
oh Dios de Israel!

Pues por ti sufro el insulto,
y la vergüenza cubre mi semblante;
para mis hermanos soy un extranjero,
un desconocido para los hijos de mi madre;
pues me devora el celo de tu casa,
y caen sobre mí los insultos de los que te insultan.

Si mortifico mi alma con ayuno,
se me hace un pretexto de insulto;
si tomo un sayal por vestido,
para ellos me convierto en burla,
cuento de los que están sentados a la puerta,
y copla de los que beben licor fuerte.

Mas mi oración hacia ti, mi Señor,
en el tiempo propicio:
por tu gran amor, oh Dios, respóndeme,
por la verdad de tu salvación.
¡Sácame del barro, no me hunda,
escape yo a los que me odian,
a las honduras de las aguas!
¡El flujo de las aguas no me inunde
no me trague el abismo,
ni el pozo cierre sobre mí su boca!

¡Respóndeme, mi Señor, pues tu amor es bondad;
en tu inmensa ternura vuelve a mí tus ojos;
no retires tu rostro de tu siervo,
que en angustias estoy, pronto, respóndeme;
acércate a mi alma, rescátala,
por causa de mis enemigos, líbrame!...

…Derrama tu enojo sobre ellos,
los alcance el ardor de tu furia;
su recinto quede hecho un desierto,
en sus tiendas no haya quien habite:
porque acosan al que tú has herido,
y aumentan la herida de tu víctima.

Culpa añade a su culpa,
no tengan más acceso a tu justicia;
del libro de la vida sean borrados,
no sean inscritos con los justos.
Y yo desdichado, dolorido,
¡tu salvación, oh Dios, me restablezca!
El nombre de Dios celebraré en un cántico,
lo ensalzaré con la acción de gracias;
y más que un toro agradará a mi Señor,
más que un novillo con cuernos y pezuñas.
Lo han visto los humildes y se alegran;
¡viva vuestro corazón, los que buscáis a Dios!
Porque mi Señor escucha a los pobres,
no desprecia a sus cautivos.
¡Alábenlo los cielos y la tierra,
el mar y cuanto se mueve en él!

Pues salvará Dios a Sión,
reconstruirá las ciudades de Judá:
habitarán allí y las poseerán;
la heredará la estirpe de sus siervos,
los que aman su nombre en ella residirán.” Amén.

Curiosidades

¿Qué era un samaritano?
Probablemente no se deban buscar los orígenes de los samaritanos, como grupo distintivo, antes del comienzo del período helenístico, época en la que se reconstruyó Siquem después de un largo período de desolación. Los enemigos de la comunidad judía en el período persa primitivo mencionados por Esdras y Nehemías serían, en consecuencia, algunos de los habitantes de la provincia del N, cuya oposición a la reconstrucción de Jerusalén habría obedecido principalmente a motivos políticos. No debe sorprender que algunos hayan abrazado la fe israelita, ya que el AT dice que no todos los habitantes del antiguo reino del N fueron exiliados en 721 a.C., y es muy posible que algunos de los recién llagados se hubiesen asimilado a los que quedaron.
No se sabe con precisión qué factores llevaron a repoblar Siquem, la consiguiente cristalización de la comunidad samaritana. Una sugerencia atractiva es que después de la completa helenización de Samaria, luego de las conquistas de Alejandro Magno, un grupo de puristas religiosos decidieron comenzar de nuevo en un lugar en el que les fuera posible practicar su religión sin ser molestados.
De cualquier manera, una vez que la comunidad adquirió identidad propia y se hubo erigido un templo en el monte Gerizim, resultaba inevitable que empezaran a endurecerse las actitudes entre los judíos de Jerusalén y los samaritanos.
Como los principales escritos teológicos de los samaritanos no van más allá del s. IV d.C., y a menudo son muy posteriores, es casi imposible reconstruir detalladamente sus creencias en el período neotestamentario. Únicamente los cinco libros del Pentateuco en recensión samaritana se han considerado canónicos, y esto se refleja en su credo, cuyos elementos seguramente datan de tiempos primitivos: la aceptación de un solo Dios, de Moisés el profeta, de la ley, del monte Gerizim como el lugar establecido por Dios para los sacrificios, el día del juicio y la recompensa, y el regreso de Moisés como el restaurador.
Es digno de tener en cuenta que el NT casi siempre les es favorable, y que los samaritanos aparecen respondiendo con entusiasmo tanto a Jesús mismo como a la predicación de la iglesia cristiana primitiva.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Lucas 10:25-37

"Se levantó un legista, y dijo para ponerle a prueba: ‘Maestro, ¿que he de hacer para tener en herencia vida eterna?’ Él le dijo: ‘¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo lees?’ Respondió: ‘Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.’ Le dijo entonces: ‘Bien has respondido. Haz eso y vivirás.’
Pero él, queriendo justificarse, dijo a Jesús: ‘Y ¿quién es mi prójimo?Jesús respondió: ‘Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de bandidos, que, después de robarle y golpearlo, se fueron dejándolo medio muerto. Casualmente, bajaba por aquel camino un sacerdote y, al verlo, dio un rodeo. De igual modo, un levita que pasaba por aquel sitio lo vio y dio un rodeo. Pero un samaritano que iba de camino llegó junto a él, y al verlo tuvo compasión; y, acercándose, vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino; y montándolo sobre su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y cuidó de él. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y dijo: ‘Cuida de él y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva.’ ¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores?’Él dijo: ‘El que practicó la misericordia con él.’ Le dijo Jesús: ‘Vete y haz tú lo mismo’." Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

¿Qué es la misericordia?
Esta palabra, muy utilizada por los cristianos, muchas veces se confunde con lástima. Pero la lástima es algo que sentimos pero que no nos agrada para nada que alguien lo sienta por nosotros, ¿a quién le gusta que le tengan lástima? La lástima es un sentimiento que nos invade al ver una situación triste o cruel, pero es momentánea, no provoca en nosotros un deseo de actuar, de hacer algo para que cambie la situación.
La misericordia en cambio tiene la característica de provocar la emoción, algo nos conmueve, y después de ese sentimiento buscamos la forma de aliviar a la persona. En parte tiene que ver con el hecho de quien está padeciendo desea también ser ayudado. Pero sobre todo tiene que ver con el hecho de sentirnos involucrados con el mundo que nos rodea.
Es verdad también que no podemos ayudar a todos los que hoy están sufriendo y nos necesitan. Lo importante en esta enseñanza de Jesús es aprovechar las situaciones que se nos presentan, como lo hizo el samaritano, que no pensó ni en su tiempo ni en su dinero. Después… siguió con sus cosas.
Otra cosa para tener en cuenta es que no sólo Jesús nos llama a estar atentos a los momentos que se nos presentan en donde podemos ayudar a otra persona que lo necesita, es que también aprendamos a dejarnos ayudar, a pedir ayuda cuando ya nuestras fuerzas no nos lo permiten.
Cuando hablamos de prójimo estamos hablando del que está cerca que puede necesitar nuestra ayuda o nosotros necesitarla. A veces somos muy dispuestos a la hora de hacer el aguante, pero no aceptamos la ayuda de los demás cuando la necesitamos. El orgullo, el temor a dar lástima no nos permite ver la misericordia de la persona que se conmueve con nuestro sufrimiento, nuestros problemas, y con todo su amor y generosidad nos ofrece una mano.
La misericordia tiene mucho que ver con el amor, y lo mismo que el amor es un va y viene que nos enriquece a todos: ayudar y dejarse ayudar, esa es la consigna de Jesús y a lo que somos llamados los cristianos. Amén.

Querido Jesús: sé que muchas veces esquivo el bulto, que trato de no hacerme cargo del sufrimiento ajeno. Sé que no puedo llevarlo todo en mis espaldas, pero soy consciente de que con esa escusa muchas veces no hago lo que está dentro de mis posibilidades. Dame el amor suficiente para salir de mi comodidad y estar con el que necesita con lo que necesita, dame el amor suficiente para dejarme ayudar cuando estoy caída. Te lo pido a vos que junto con el Padre y el Espíritu Santo reinan por toda la eternidad. Amén.

martes, 6 de julio de 2010

4 de Julio

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 66

Aclamen a Dios, la tierra toda,
salmodien a la gloria de su nombre,
ríndanle el honor de su alabanza,
digan a Dios: ¡Qué terribles tus obras!

Por la grandeza de tu fuerza,
tus enemigos vienen a adularte;
toda la tierra se rinde ante ti,
y salmodia para ti, a tu nombre salmodia.

Vengan y vean las obras de Dios,
temible en sus empresas por los hijos de Adán:
él convirtió el mar en tierra firme,
el río fue cruzado a pie.

Allí, nuestra alegría en él,
que por su poder domina para siempre.
Sus ojos vigilan las naciones,
no se alcen los rebeldes contra él.
Pueblos, bendigan a nuestro Dios,
hagan que se oiga la voz de su alabanza,
él, que devuelve nuestra alma a la vida,
y no deja que titubeen nuestros pies.

Tú nos probaste, oh Dios,
nos purgaste, cual se purga la plata;
nos prendiste en la red,
pusiste una correa a nuestras espaldas,
dejaste que un cualquiera a nuestra cabeza cabalgara,
por el fuego y el agua atravesamos;
mas luego nos sacaste para cobrar aliento.

Con sacrificios entraré en tu Casa,
te cumpliré mis votos,
los que abrieron mis labios,
los que en la angustia pronunció mi boca.

Te ofreceré pingües sacrificios,
con el sahumerio de carneros,
sacrificaré bueyes y cabritos.

Vengan a oír y les contaré,
ustedes todos los que temen a Dios,
lo que él ha hecho por mí.

A él gritó mi boca,
la alabanza ya en mi lengua.
Si yo en mi corazón hubiera visto perversidad,
el Señor no me habría escuchado.
Pero Dios me ha escuchado,
atento a la voz de mi oración.

¡Bendito sea Dios,
que no ha rechazado mi oración
ni su amor me ha retirado!” Amén.

Curiosidades

¿Qué significaba el saludo “paz a esta casa”?
La palabra “paz” corresponde al término hebreo salom, que significa “completo”, “solidez”, “bienestar”. Se utiliza cuando se pide o se ora por el bienestar de otro, cuando uno se encuentra en armonía o concordia con otro, cuando se busca el bien de una ciudad o país. Puede significar prosperidad material, o seguridad física. Pero también puede significar bienestar espiritual. Es la paz que se relaciona con la justicia y la verdad.
Para el pecador primero debe haber paz con Dios, y la eliminación de la enemistad producida por el pecado, por medio del sacrificio de Cristo. Entonces puede nacer la paz interior, sin que puedan sofocarla las luchas del mundo. La paz entre los seres humanos es parte del propósito por el cual murió Cristo, y parte también, de la obra del Espíritu; pero también debe promoverla activamente el ser humano, no simplemente como la eliminación de la discordia, sino como motor de la armonía y el verdadero funcionamiento del cuerpo de Cristo.
Cuando se saludaba deseando “paz a esta casa” primeramente se buscaba que los habitantes de la casa estuvieran dispuestos a una reconciliación con Dios y a escuchar el mensaje del evangelio. Por otro lado, era también una forma de bendecir la casa con bienestar en todos los sentidos.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Lucas 10:1-20

"Después de esto, designó el Señor a otros 72, y los envió de dos en dos delante de sí, a todas las ciudades y sitios a donde él había de ir. Y les dijo:
‘El cereal es mucho, y los obreros pocos. Rueguen, pues, al Dueño del cereal que envíe obreros a su cereal. Vayan; miren que los envío como corderos en medio de lobos. No lleven bolsa, ni mochila, ni sandalias. Y no saluden a nadie en el camino. En la casa en que entren, digan primero: ‘Paz a esta casa.’ Y si hubiere allí un hijo de paz, la paz de ustedes reposará sobre él; si no, se volverá a ustedes. Permanezcan en la misma casa, comiendo y bebiendo lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No vayan de casa en casa. En la ciudad en que entren y los reciban, coman lo que les pongan; curen los enfermos que haya en ella, y díganles: ‘El Reino de Dios está cerca de ustedes.’ En la ciudad en que entren y no los reciban, salgan a sus plazas y digan: ‘Hasta el polvo de sus ciudades que se nos ha pegado a los pies, se lo sacudimos. Pero sepan, con todo, que el Reino de Dios está cerca.’ Les digo que en aquel Día habrá menos rigor para Sodoma que para aquella ciudad.
‘¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en ustedes, tiempo ha que, sentados con sayal y ceniza, se habrían convertido. Por eso, en el Juicio habrá menos rigor para Tiro y Sidón que para ustedes. Y tú, Cafarnaúm, ¿hasta el cielo te vas a encumbrar? ¡Hasta el Hades te hundirás!
‘Quien a ustedes los escucha, a mí me escucha; y quien a ustedes los rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado.’

Regresaron los 72 alegres, diciendo: ‘Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre.’ El les dijo: ‘Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Miren, les he dado el poder de pisar sobre serpientes y escorpiones, y sobre todo poder del enemigo, y nada les podrá hacer daño; pero no se alegren de que los espíritus se les sometan; alégrense de que sus nombres estén escritos en los cielos." Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Es interesante ver el mensaje de Jesús y el adoctrinamiento que hace a sus discípulos cuando los envía a su primera misión. A diferencia de cómo actuamos en general hoy los cristianos, él llama a sus discípulos a no rogar ni insistir: el que no quiere escuchar el mensaje de salvación que vienen a traer ¡que se embrome! ¡sacúdanse el polvo de sus sandalias en señal de repudio!
Si no tenés la disposición para escuchar lo que te tengo para decir, algo que te va a cambiar la vida y que te la mejorará al 1000 x 100, andá a freír churros.
Para mí, como pastora, el estudiar textos como éste me ha sido muy útil, porque creo que en ese sentido hemos estado caminando en la dirección equivocada, ¿por qué actuamos como pidiendo permiso? ¿por qué suplicamos que nos escuchen? ¿por qué no nos valoramos, porque no sentimos que lo que venimos a decir es algo bueno para el otro?
Una de las cosas que más me molestan es cuando las personas van a “cumplir” al culto. ¡Al culto se va a celebrar y agradecer a Dios, no a cumplir con la pastora o el ministro de turno!
Estoy convencida que cuando los cristianos aprendamos a sacudirnos los zapatos y digamos ¡ustedes se la pierden! Muchos se van a sentir atraídos por la invitación que le hacemos.
Cuando por fin nosotros mismos estemos convencidos de que el mensaje de paz del evangelio es lo mejor que nos puede pasar en la vida, entonces vamos a empezar a ver los resultados.
Ahora te digo a vos, que estás ahí escuchando este mensaje en tu casa, en el auto… ¿qué estás esperando para abrir tu corazón y dejar que el mensaje de Jesús, ese mensaje de paz, entre en tu vida? ¿o lo vas a dejar pasar? Es tu decisión. Amén.

Querido Jesús: ¿Por qué no vivo con entusiasmo mi fe? ¿por qué, al verme, al ver mi vida, nadie se siente tentado de ser cristiano, de participar en alguna comunidad de fe o en la mía? Señor, ayudame a estar más convencida, a llegar más a la gente, a sacudirme los pies, si hiciera falta en vez de dar lástima. Sé lo valioso que es tu mensaje de paz, sé lo mucho que a mí me ha servido y sirve en mi vida, cómo me permite salir de situaciones muy difíciles, de levantarme después de cada caída. Ayudame a ser una verdadera enviada tuya que atraiga a más personas para que te conozcan y seas el centro de sus vidas. Sé que es la única manera de cambiar el mundo, por eso te lo pido, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Nueva voz en la radio

A partir de Julio, una nueva voz se suma a nuestro programa. Hilda Ilgner ha aceptado acompañarnos en las grabaciones mensuales, lo que nos llena de alegría y entusiasmo.
¡Gracias, Hilda! y ojalá otros se animen a hacer de este espacio el propio.

Estela Andersen