viernes, 28 de marzo de 2014

30 de Marzo

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 23

“Mi Señor es mi pastor, nada me faltará.
En lugares de delicados pastos me hará descansar;
junto a aguas de reposo me pastoreará.
Confortará mi alma.
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.

Aunque ande en valle de sombra de muerte,
no temeré mal alguno,
porque tú estarás conmigo;
tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

Aderezas mesa delante de mí
en presencia de mis angustiadores;
unges mi cabeza con aceite;
mi copa está rebosando.
Ciertamente, el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
y en la casa de mi Señor moraré por largos días.” Amén.

Curiosidades

¿Qué significa “luz” en las Escrituras?

La palabra “luz” está relacionada con el gozo, la bendición y la vida, en contraste con el dolor, la adversidad y la muerte. En tiempos primitivos ya significaba la presencia y el favor de Dios, en contraste con el juicio de Dios. De estas y otras fuentes surge el dualismo ético muy marcado entre la luz y las tinieblas, entre el bien y el mal, en el NT. Algunos entendidos, han considerado que los paralelos helenísticos resultan significativos a este respecto, pero la presencia de este uso en el judaísmo, por ej., la guerra de los hijos de la luz y los hijos de la tinieblas, hace innecesaria tal inferencia, y nos ofrece un comentario más pertinente sobre los conceptos neotestamentarios.
La santidad de Dios se expresa en términos de luz, por ej. en 1 Ti.6, donde se dice que habita “en luz inaccesible”; en 1 Jn.1, donde se dice que “Dios es luz”, y otros pasajes en esa misma epístola, en los que explican las consecuencias de este hecho para el creyente. Podemos ver el mismo pensamiento en la típica expresión hebrea “hijos de luz”, que dos veces emplea Pablo.
En el evangelio de Juan el término luz se refiere, no tanto a la santidad de Dios, como la revelación de su amor en Cristo y la penetración de dicho amor en vidas entenebrecidas por el pecado. Es así que Cristo se refiere a sí mismo como “la luz del mundo”, y en el Sermón del monte aplica esta expresión a sus discípulos. En forma semejante, Pablo puede referirse a “la luz del evangelio de la gloria de Cristo”, y a Dios como el que “resplandeció en nuestros corazones”.
 

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Efesios 5:6-20

Nadie les engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia. No sean, pues, partícipes con ellos, porque en otro tiempo eran tinieblas, pero ahora son luz en el Señor; anden como hijos de luz (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad), comprobando lo que es agradable al Señor. Y no participen en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien denúncienlas, porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto. Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas, porque la luz es lo que manifiesta todo. Por lo cual dice:
Despiértate, tú que duermes,
y levántate de los muertos,
y te alumbrará Cristo.
Miren, pues, con diligencia cómo anden, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no sean insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. No se embriaguen con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sean llenos del Espíritu, hablando entre ustedes con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en sus corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

 “Vivir con alegría significa vivir más”, decía una canción de Palito Ortega hace muchos años atrás. Palabras muy ciertas.
La alegría de vivir hace de nuestras vidas algo hermoso. Porque hay dos formas de tomar la vida: con amargura y pesadez o con alegría y esperanza.
Una persona alegre es una luz que ilumina, la luz atrae siempre. Nada más observar en la naturaleza: las plantas buscan la luz, a veces se estiran para alcanzarla, los bichos vuelan alrededor de la luz, nuestros ojos van a la luz en la oscuridad. La luz llama, la luz nos da vida, la luz nos da esperanza.
Como cristianos somos llamados a ser luz, hijos e hijas de la luz, somos llamados a vivir con alegría en medio de todas las situaciones que nos toquen vivir.
A diario vemos en la televisión una serie de programas en donde los animadores sonríen todo el tiempo, se ríen, la onda es que todo sea divertido y lo peor que nos puede pasar es el aburrimiento.
Esto nada tiene que ver con la alegría de la que hablamos desde la fe cristiana. Cuando decimos que Dios nos llama a vivir con alegría, tiene que ver con ser optimistas, buscar lo positivo incluso de las situaciones más dolorosas y complicadas, tiene que ver con la esperanza de saber que Dios está a nuestro lado y no quiere nuestro sufrimiento para siempre.
La alegría del cristiano tiene que ver con poner el corazón en lo que perdura y no en lo que podemos obtener con el dinero. Se trata de disfrutar los momentos simples de la vida y valorar a cada persona por lo que es y lo que puede brindar más allá de sus capacidades o dones.
La alegría tiene que ver con la plenitud en la que vivimos a partir de saber que ni la enfermedad, ni el sufrimiento, ni la muerte nos puede hacer daño, ya que como hijos e hijas de Dios tenemos vida más allá de la muerte, que somos coherederos de Cristo. Amén.


Querido Jesús, cuando me pongo a pensar los muchos beneficios que tengo como cristiana no puedo más que agradecerte. En medio de una sociedad en donde hay tanta soledad, angustia, envidia y miedo, yo puedo aferrarme a vos y sentir que nada más necesito. Sé que estás pendiente de mis necesidades por lo que no me queda más que agradecerte y alabarte. ¡Gracias! En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

23 de Marzo

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 95

“¡Vengan, aclamemos alegremente a mi Señor!
¡Cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación!
¡Lleguemos ante su presencia con alabanza!
¡Aclamémoslo con cánticos!,
porque mi Señor es Dios grande,
el gran Rey sobre todos los dioses.
En su mano están las profundidades de la tierra
y las alturas de los montes son suyas.
Suyo también el mar, pues él lo hizo,
y sus manos formaron la tierra seca.

Vengan, adoremos y postrémonos;
arrodillémonos delante de mi Señor, nuestro hacedor,
porque él es nuestro Dios;
nosotros, el pueblo de su prado
y ovejas de su mano.

Si oyen hoy su voz,
«No endurezcan su corazón, como en Meriba,
como en el día de Masah en el desierto,
donde me tentaron sus padres,
me probaron y vieron mis obras.
Cuarenta años estuve disgustado con la nación,
y dije: “Es pueblo que divaga de corazón
y no han conocido mis caminos.”
Por tanto, juré en mi furor
que no entrarían en mi reposo.»” Amén.

Curiosidades

¿Qué es la esperanza en el sentido bíblico?

La esperanza en el sentido bíblico específico es posible cuando se cree en el Dios viviente, que actúa e interviene en la vida humana, y en quien podemos confiar en que llevará a cabo lo que ha prometido. Esta esperanza no es producto del temperamento, ni está condicionada por las circunstancias u otras posibilidades humanas. No depende de lo que posee el ser humano, ni de lo que sea capaz de hacer por sí mismo, o de lo que otro pueda hacer por él. Por ej., nada había en la situación en que se encontraba Abraham que justificara su esperanza de que Sara daría a luz un hijo, pero porque creyó a Dios, pudo creer “en esperanza contra esperanza”. En consecuencia, la esperanza bíblica es inseparable de la fe en Dios. A causa de lo que ha hecho Dios en el pasado, y particularmente como para preparación para la venida de Cristo, y debido a lo que ha hecho y está haciendo a través de Cristo, el cristiano se atreve a esperar bendiciones futuras que por el momento permanecen invisibles. Nunca se agota para él la bondad de Dios. Lo mejor es lo que todavía está por venir. Su esperanza aumenta cuando reflexiona sobre las actividades de Dios en las Escrituras. Cristo es la esperanza de gloria futura. Su salvación final descansa sobre esa esperanza, y esa esperanza de salvación es un “yelmo”, parte esencial de su armadura defensiva en la lucha contra el mal. Por cierto que la esperanza no es un barrilete a merced de los vientos cambiantes, sino “una segura y forma ancla del alma”, que penetra profundamente dentro del mundo eterno e invisible. Debido a esta fe el cristiano tiene la seguridad de que las cosas que espera son reales; y su fe nunca lo decepciona.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Romanos 5:1-8

Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en los problemas, sabiendo que el problema produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no nos defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguien tuviera el valor de morir por el bueno. Pero Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Esperanza, palabra tan difícil de definir, de explicar, pero muy intensa cuando se vive. Dice una canción de Pablo Sosa:
“La esperanza es trigo
que Héctor siembra,
Pedro cuida y Lázaro cosecha.
La esperanza es pan
que Rosa amasa,
Julia pone al horno
y Juan levanta
en señal de comunión.”
La esperanza tiene que ver con la espera, la paciencia, el trabajo, mi tarea realizada, esperando que otro también la siga y a lo largo de muchas vidas podamos ver un hilo conductor que tiene que ver con nuestra fe nuestros valores, nuestros sueños.
Muchas veces cuando se habla de esperanzas se lo utiliza como una ilusión, como un deseo pero que difícilmente pueda hacerse realidad, por eso la frase “la esperanza es lo último que se pierde”. Pero a la vez la esperanza tiene que ver con la fuerza de la vida, que brota aún en los lugares menos pensados.
Vivir con la esperanza de un mundo mejor, no es sólo esperar, sino hacer algo porque ese mundo mejor se haga realidad, por eso Héctor siembra el trigo esperando que Pedro lo cuide, Pedro cuida el trigo esperando que Lázaro lo coseche, Lázaro cosecha el trigo esperando que Rosa lo amase, Rosa amasa el pan esperando que Julia lo ponga en el horno, y Julia lo pone en el horno esperando que Juan lo levante en señal de comunión. Una cadena de tareas que una provoca la otra.
Muchas veces en nuestra sociedad vemos demasiada gente reclamando en vez de poner las manos a la obra, cuesta dar de uno mismo aunque no nos corresponda la tarea. Puedo quejarme de los muchos papeles tirados en la vía pública, pero también puedo llamar a una movida para hacer una jornada de juntar basura y concientizar a la gente que somos nosotros los que nos debemos hacer cargo de mejorar nuestro entorno.
Esperanza es tener la paciencia para esperar los resultados de nuestro trabajo ahora y no desesperar si nuestros ojos no llegan a ver los cambios. Es saber que una semilla que se siembra tiene sus tiempos, los tiempos de Dios. Amén.


Querido Jesús, quiero pedirte perdón por mi impaciencia, por no respetar los tiempos de los demás, por no respetar tus tiempos. Ayudame a mantenerme activa en la esperanza, no esperar resultados inmediatos. Ayudame a no preocuparme tanto de controlar si el otro hace la tarea, sino de ocuparme de lo que me corresponde a mí, y confiar en el otro. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

viernes, 14 de marzo de 2014

16 de Marzo

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 33

“Alégrense, justos, en mi Señor;
en los íntegros es hermosa la alabanza.
Aclamen a mi Señor con arpa;
cántanle con salterio y decacordio.
Cántadle cántico nuevo;
¡Háganlo bien, tañendo con júbilo!,
porque recta es la palabra de mi Señor
y toda su obra es hecha con fidelidad.
Él ama la justicia y el derecho;
de la misericordia de mi Señor está llena la tierra.

Por la palabra de mi Señor fueron hechos los cielos;
y todo el ejército de ellos, por el aliento de su boca.
Él junta como montón las aguas del mar;
él pone en depósitos los abismos.

¡Tema a mi Señor toda la tierra!
¡Tiemblen delante de él todos los habitantes del mundo!,
porque él dijo, y fue hecho;
él mandó, y existió.

Mi Señor hace nulo el plan de las naciones
y frustra las maquinaciones de los pueblos.
El plan de mi Señor permanecerá para siempre;
los pensamientos de su corazón, por todas las generaciones.
Bienaventurada la nación cuyo Dios es mi Señor,
el pueblo que él escogió como heredad para sí.

Desde los cielos miró mi Señor;
vio a todos los hijos de los hombres;
desde el lugar de su morada miró
sobre todos los habitantes de la tierra.
Él formó el corazón de todos ellos;
atento está a todas sus obras.

El rey no se salva por la multitud del ejército
ni escapa el valiente por la mucha fuerza.
Vano para salvarse es el caballo;
la grandeza de su fuerza a nadie podrá librar.

El ojo de mi Señor está sobre los que lo temen,
sobre los que esperan en su misericordia,
para librar sus almas de la muerte
y para darles vida en tiempo de hambre.

Nuestra alma espera a mi Señor;
nuestra ayuda y nuestro escudo es él.
Por tanto, en él se alegrará nuestro corazón,
porque en su santo nombre hemos confiado.
¡Sea tu misericordia, mi Señor, sobre nosotros,
según esperamos en ti!” Amén.

Curiosidades

¿Qué significaba ser maestro en los tiempos del NT?

Se traduce como maestro varios términos del hebreo y el griego.
En el AT se refiere generalmente a la habilidad o capacidad especial para la realización de tareas artesanales o artísticas. En Ex.36, por ej., se refiere a personas con diversas especialidades; en sentido parecido, en 2 Re.12 se entiende “maestro (de obras)”, mientras que en 1 Cro.15 se habla del “maestro de canto”, director principal entre los cantores. En Ma..2, donde se traduce “el que vela” o “testigo”, en otra versión se traduce “maestro”.
En el NT, el término griego que más frecuentemente se traduce “maestro” es didaskalos, ‘maestro’, ‘instructor’, que encontramos 47 veces, todas ellas en los evangelios, excepto Stgo.3. Un término peculiar al Evangelio de Lucas en ese sentido, que aparece seis veces, y siempre cuando los discípulos se dirigen a Jesús, es epistases, ‘superintendente’, ‘inspector’. Otra palabra que se traduce maestro es kathegetes, ‘líder’, ‘guía’ (en el sentido escolástico), “rabí”, del hebreo rabbí, ‘mi maestro’, se usa para Jesús en doce de las quince veces que aparece en el NT.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

2 Timoteo 1:6-12

Por eso te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos, porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios. Él nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos, pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio.
De este evangelio yo fui constituido predicador, apóstol y maestro de los gentiles, por lo cual asimismo padezco esto. Pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído y estoy seguro de que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Siempre me impactaron las personas que son movidas por la fe con tanta firmeza que no le temen a nada. Pienso en los primeros cristianos que eran torturados y asesinados en los circos romanos, y mientras esto sucedía cantaban alegres alabanzas a Dios, lo que por supuesto llenaba de rabia a sus torturadores, porque esperaban que gritaran suplicándoles.
Pienso en Martín Lutero, que desde un lugar casi insignificante, se animó a luchar contra el Imperio de Carlos V y el Papado, corriendo el riesgo de morir en la hoguera, por osar defender al pueblo que era exprimido por los 2 poderosos de ese momento. Pienso en personas como Martin Luther King, que avanzó por las calles en Estados Unidos, luchando pacíficamente por los derechos de las personas negras. Pienso en Nelson Mandela, que padeció años de cárcel y al salir sólo buscó la paz, dando el mejor testimonio cristiano, que es el perdón y la reconciliación.
Cuando hablamos de valentía generalmente pensamos en lucha armada, en guerras, un soldado es valiente. Pero el significado de esta palabra es alguien que tiene la capacidad de enfrentar las situaciones que se les presente.
Ser valiente no es no tener miedo, es lograr que no nos domine, que no nos paralice, ser creativos para cambiar algo que nos hace mal a nosotros o a otras personas. Ser valiente no significa una superioridad física o un buen entrenamiento, significa decir BASTA, y animarse a cambiar las cosas y enfrentar las consecuencias si no salen del todo bien.
Jesús nos llama a ser valientes, a animarnos a vivir una vida conforme a su propuesta de amor y dominio propio. Sabe que somos capaces de hacerlo, pero que muchas veces nos cuesta por comodidad o temor al qué dirán o al ridículo.
A veces se cree que la persona que busca a Dios en todo momento es porque es débil e inseguro, pero no es así. Quienes creemos en Dios, ahí encontramos la fuerza y el sostén, es nuestra fe la que nos permite estar convencidos que podemos construir un mundo mejor. Avivemos el fuego de nuestro espíritu entonces. Amén.

Querido Jesús, sé que no me diste un espíritu de cobardía, más bien me has dado la fe para impulsarme a dar testimonio de tu evangelio de amor, que me anime a vivir una vida en la coherencia, pero a veces flaqueo… por eso te pido que me ayudes, que me fortalezcas, que me ilumines para que pueda dar luz y pueda entregar mi vida como tantos ya lo hicieron. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

viernes, 7 de marzo de 2014

9 de Marzo

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 85

“Fuiste propicio a tu tierra, mi Señor;
volviste la cautividad de Jacob.
Perdonaste la maldad de tu pueblo;
todos los pecados de ellos cubriste.
Reprimiste todo tu enojo;
te apartaste del ardor de tu ira.

Restáuranos, Dios de nuestra salvación,
y haz cesar tu ira contra nosotros.
¿Estarás enojado contra nosotros para siempre?
¿Extenderás tu ira de generación en generación?
¿No volverás a darnos vida,
para que tu pueblo se regocije en ti?
¡Muéstranos, mi Señor, tu misericordia
y danos tu salvación!

Escucharé lo que hablará mi Señor Dios,
porque hablará paz a su pueblo y a sus santos,
para que no se vuelvan a la locura.
Ciertamente cercana está su salvación a los que lo temen,
para que habite la gloria en nuestra tierra.

La misericordia y la verdad se encontraron;
la justicia y la paz se besaron.
La verdad brotará de la tierra
y la justicia mirará desde los cielos.
Mi Señor dará también el bien
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia irá delante de él
y sus pasos nos pondrá por camino.” Amén.

Curiosidades

¿Dónde y cuándo escribió Pablo la Carta a los Romanos?
 
Todas las indicaciones que ofrece la misma epístola con respecto al lugar en que se encontraba Pablo apuntan hacia el período de su residencia en Grecia, al final del tercer viaje misionero. Es ese momento indudablemente tiene la mirada puesta en occidente, porque se propone no sólo ir a Roma, sino seguir adelante, encarando futuras obras misioneras, hasta llegar a España. Por lo tanto, ya van terminando sus viajes en oriente, y esto concordaría perfectamente con la situación en Hch.20. Además está en camino a Jerusalén con la contribución que han hecho muchas iglesias para ayudar a los cristianos que allí se debaten en la pobreza. No puede haber duda, por lo tanto, de que escribe esta carta casi al final del tercer viaje.
Como confirmación de esta conclusión hay ciertas indicaciones en el cap.16 que nos hacen pensar en Corinto como lugar desde donde fue despachada, aunque no todos los eruditos están dispuestos a apelar a este capítulo en busca de apoyo para esta posibilidad, ya que algunos creen que fue enviada desde Éfeso y no a Roma. Pero dejando esto de lado, es significativo que se haga una recomendación en cuando a Febe, que era diaconisa de la iglesia de Cencrea, uno de los puertos de Corinto. También hay una referencia, al pasar, a un tal Gayo, que fue anfitrión de Pablo en la época en que escribió la epístola; y es posible que se trate de un creyente que se menciona en 1 Co.1:14. Posiblemente el Erasto que se menciona en Ro.16 sea el mismo que encontramos en 2 Ti.4:20, y que había quedado en Corinto, pero sobre esto no hay ninguna certidumbre. Más significativa es la mención de Timoteo y Sópater, que habían acompañado a Pablo en su visita a Jerusalén.
En consecuencia, podemos fechar la epístola con relativa precisión; aunque los problemas de la cronología neotestamentaria en general, y la paulina en particular, nos impiden fijar fechas precisas. Una fecha comprendida entre los años 57 y 59 d.C. concordaría con todos los datos de que disponemos.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Romanos 12:17-19

No paguen a nadie mal por mal; procuren lo bueno delante de todos los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de ustedes, estén en paz con todos los hombres. No se venguen ustedes mismos, amados míos, sino dejen lugar a la ira de Dios, porque escrito está: «Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.»” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Desde Jesús somos llamados al perdón y la reconciliación. Somos mensajeros de paz. Algo que en teoría está muy bien, pero que llevarlo a la práctica es algo difícil.
Mientras que nuestra vida se mantiene sin sobresaltos seguramente logramos vivir en la armonía, dejando que Dios se ocupe de hacer justicia. Pero puedo imaginarme que no es tan fácil cuando vivimos la experiencia del asesinato, el maltrato o la violación de un ser querido.
En esto días escuché en las noticias que el padre de una de las dos chicas francesas que intentaron violar y luego asesinaron en el norte argentino, puso abogados para defender a los hombres que según la justicia han sido los responsables. Lo que argumenta es que quiere que sea un juicio justo y que vayan a la cárcel los verdaderos culpables y no cualquiera, como para que todo quede en paz. Esto me llamó mucho la atención, pero tiene su lógica desde un pensamiento cristiano: buscar la justicia, no la venganza.
Este hombre me ha llamado mucho la atención desde el principio, porque la muerte de su hija en una situación tan aberrante, lejos de quitarle fuerzas, lo impulsó no sólo a luchar por su hija y la justicia por su asesinato, sino que a partir de esta experiencia de dolor extremo, se ha convertido en un defensor de los derechos de la mujer a transitar libremente por el mundo.
Muchos dijeron en ese momento: y bueno, “también por qué estas chicas tenían que ir solas al bosque”, y él me hizo pensar: ¿por qué hay lugares que son peligrosos para una mujer y no para un hombre? ¿por qué la mujer tiene que vivir cuidándose para que no la abusen sexualmente? Porque si yo le digo a mis hijas “no te pongas eso, no andes por ahí, etc”, de alguna manera le estoy diciendo que es ella la que provoca al hombre perverso, cuando en realidad el que está en falta no es ella, sino el hombre.
Ante las experiencias dolorosas, ante la injusticia y el horror, nosotros podemos elegir de qué forma queremos enfrentarlas, si vamos a alimentar el odio y la venganza, o vamos a permitir que Dios actúe en nuestro corazón y logremos florecer de esa experiencia sorprendiendo al mundo y dando testimonio de Cristo. Amén.

Querido Jesús, ¡gracias! Porque sé que estás a mi lado ¡gracias! Porque me has demostrado que se puede devolver bien por mal ¡gracias! Por tu amor sin límites. Enseñame a vivir de esa manera, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.