viernes, 26 de junio de 2015

28 Junio

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 30

Te glorificaré, mi Señor, porque me has exaltado
y no has permitido que mis enemigos se alegren de mí.
Mi Señor, Dios mío,
a ti clamé y me sanaste.
Mi Señor, hiciste subir mi alma del seol.
Me diste vida, para que no descendiera a la sepultura.

¡Canten a mi Señor, ustedes sus santos,
y celebren la memoria de su santidad!,
porque por un momento será su ira,
pero su favor dura toda la vida.
Por la noche durará el lloro
y a la mañana vendrá la alegría.

En mi prosperidad dije yo:
«No seré jamás conmovido»,
porque tú, mi Señor, con tu favor
me afirmaste como a monte fuerte.
Escondiste tu rostro,
fui turbado.

A ti, mi Señor, clamaré;
al Señor suplicaré.
¿Qué provecho hay en mi muerte
cuando descienda a la sepultura?
¿Te alabará el polvo?
¿Anunciará tu verdad?
Oye, mi Señor, y ten misericordia de mí;
mi Señor, ¡sé tú mi ayudador!

Has cambiado mi lamento en baile;
me quitaste la ropa áspera y me vestiste de alegría.
Por tanto, a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado.
Mi Señor Dios mío, ¡te alabaré para siempre!”
Amén.

Curiosidades

¿Quién era Jairo?

Jairo era principal de la sinagoga cuya hija fue curada por Cristo. El nombre puede derivarse del hebreo ya’ir, ‘Yahveh ilumina’. Marcos y Lucas lo nombran, no así Mateo. Entre los deberes estaba la dirección del culto en la sinagoga y la selección de los que debían guiar en oración, leer las Escrituras, y predicar allí. Generalmente había un solo arjisymagogas en cada sinagoga (Mateo lo describe simplemente como arjon, que tiene aquí el mismo significado).
Jairo acudió a Jesús después que el Señor cruzó el mar de Galilea desde la Decápolis y desembarcó cerca de Capernaum. Su hija de doce años estaba a punto de morir, y le pidió al Señor que fuera y la curara. Camino a su casa Jesús curó a una mujer que sufría de hemorragia. Entonces llegó la noticia de que la niña había muerto. La mayor parte de los presentes pensó que era innecesario seguir molestando a Cristo, y se burlaron de su declaración de que sólo estaba dormida. Cuando hubo despedido a todos, excepto a Pedro, Jacobo, Juan, y Jairo y su mujer, Jesús la tomó por la mano y la pequeña volvió a la vida. Entonces ordenó que le dieran de comer y les pidió que no divulgaran el hecho.
Desde el punto de vista literario es interesante notar cómo Mateo comprime la historia de modo que da la impresión de que la niña ya estaba muerta cuando Jairo se acercó a Jesús por primera vez. También es digno de mención que Marcos mantiene la frase telitâ qum.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.674-675)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Marcos 5:21-43

Al pasar otra vez Jesús en una barca a la otra orilla, se reunió a su alrededor una gran multitud; y él estaba junto al mar. Y vino un alto dignatario de la sinagoga, llamado Jairo. Al verlo, se postró a sus pies, y le rogaba mucho, diciendo:
—Mi hija está agonizando; ven y pon las manos sobre ella para que sea salva, y viva.
Fue, pues, con él, y lo seguía una gran multitud, y lo apretaban. Pero una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre, y había sufrido mucho a manos de muchos médicos, y había gastado todo lo que tenía y de nada le había servido, antes le iba peor, cuando oyó hablar de Jesús se acercó por detrás entre la multitud y tocó su manto, porque decía: «Si toco tan sólo su manto, seré salva.» Inmediatamente la fuente de su sangre se secó, y sintió en el cuerpo que estaba sana de su flagelo. Luego Jesús, conociendo en sí mismo el poder que había salido de él, volviéndose a la multitud, preguntó:
—¿Quién ha tocado mis vestidos?
Sus discípulos le dijeron:
—Ves que la multitud te aprieta, y preguntas: “¿Quién me ha tocado?”
Pero él miraba alrededor para ver quién lo había hecho. Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se postró delante de él y le dijo toda la verdad.
Él le dijo:
—Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz y queda sana de tu enfermedad.
Mientras él aún hablaba, vinieron de casa del alto dignatario de la sinagoga, diciendo:
—Tu hija ha muerto, ¿para qué molestas más al Maestro?
Pero Jesús, luego que oyó lo que se decía, dijo al alto dignatario de la sinagoga:
—No temas, cree solamente.
Y no permitió que lo siguiera nadie sino Pedro, Jacobo y Juan, hermano de Jacobo. Vino a casa del alto dignatario de la sinagoga, y vio el alboroto y a los que lloraban y lamentaban mucho. Entró y les dijo:
—¿Por qué alborotan y lloran? La niña no está muerta, sino dormida.
Y se burlaban de él. Pero él, echando fuera a todos, tomó al padre y a la madre de la niña, y a los que estaban con él, y entró donde estaba la niña. Tomó la mano de la niña y le dijo:
—¡Talita cumi! (que significa: “Niña, a ti te digo, levántate”).
Inmediatamente la niña se levantó y andaba, pues tenía doce años. Y la gente se llenó de asombro. Pero él les insistió en que nadie lo supiera, y dijo que dieran de comer a la niña.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Un giro en la vida…
¿Cuántos no están deseando en este momento un giro en su vida?
Pero no estoy hablando de un golpe de suerte, estoy hablando de un giro del cual nosotros somos parte, nosotros elegimos y ponemos de nosotros para ese cambio.
Muchas veces lo que esperamos es que mágicamente cambie nuestra vida, pero a la vez no estamos dispuestos a cambiar nada en nuestra forma de vivir. Queremos cambiar, pero no estamos dispuestos a renunciar a nada o no nos “da el cuero” como se dice.
En el relato de hoy una mujer que padecía de hemorragias durante 12 años busca al menos tocar el manto de Jesús. Se acercó con mucha dificultad por la gran cantidad de gente que había, pero también porque estaba débil… pero lo logró. Ella confiaba en que Jesús le cambiaría su vida, y así fue. Pero no quedó esperando, tomó la decisión y se arriesgó.
Los cambios, los giros en nuestras vidas nacen de adentro hacia afuera, no hay fórmulas mágicas, ni nada que se le parezca. La fe es un plus muy importante, peros siempre es fe y acción, no podemos simplemente esperar inmóviles que Dios cambie nuestras vidas.
A veces nos acostumbramos tanto a vivir a medias, a ser infelices, a creer que nuestra vida es así y listo, que pensar en dar el giro es algo casi imposible. Pero hoy te digo que no importa tu edad, tu economía, tu sexo, tu vida puede cambiar si te animás a hacerlo. Una vez que te decidís hay muchas personas que están esperando esto y te ayudarán a que tu vida sea diferente. Si vivís una situación de violencia, acercate a la policía de la mujer, ahí te van a dar una mano, si estás triste o angustiado, hay grupos de autoayuda y servicios psicológicos gratuitos que te están esperando, si tu problema es el alcohol, los grupos de AA tienen sus puertas abiertas en los grupos, lo mismo si estás inmerso en el mundo de las drogas.
El cambio es posible, lo importante es que vos lo desees y te lo propongas, no estás solo, no estás sola, Dios te acompaña y te sana a través muchas personas que día a día se dedican a ayudar a alguien como vos… y a vos también. Animate. Amén.

Querido Jesús, muchas veces creo que soy la única que tiene problemas, que necesita un empujoncito, pero a la vez, cuando pienso en dar un giro en mi vida, asumo que no estoy dispuesta a renunciar a las cosas a las que me acostumbré o simplemente tengo miedo de una nueva vida, pensando que sé cómo es mi vida ahora aunque no sea tan buena… ayudame a decidirme y a asumir que soy yo la que debe tomar la primera determinación y a confiar en que no estoy solas, que a otras personas les pasa lo mismo que a mí y me pueden ayudar a salir adelante. Dame la fe necesaria para comprender que vos estás siempre a mi lado y que tu luz me dará luz. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

viernes, 19 de junio de 2015

21 Junio

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 107:23-43

“… Los que descienden al mar en naves
y hacen negocio en las muchas aguas,
ellos han visto las obras de mi Señor
y sus maravillas en las profundidades,
porque habló, e hizo levantar un viento tempestuoso
que encrespa sus olas.
Suben a los cielos, descienden a los abismos;
sus almas se derriten con el mal.
Tiemblan y titubean como ebrios,
y toda su ciencia es inútil.
Entonces en su angustia claman a mi Señor,
    y él los libra de sus aflicciones.
Cambia la tempestad en sosiego
y se apaciguan sus olas.
Luego se alegran, porque se apaciguaron,
y así los guía al puerto que deseaban.
¡Alaben la misericordia de mi Señor
    y sus maravillas para con los hijos de los hombres!
¡Exáltenlo en la asamblea del pueblo,
y en la reunión de ancianos lo alaben!

Él convierte los ríos en desierto
y los manantiales de las aguas en sequedales;
la tierra fructífera en estéril,
por la maldad de los que la habitan.
Vuelve el desierto en estanques de aguas
y la tierra seca en manantiales.
Allí establece a los hambrientos
y fundan ciudad donde vivir.
Siembran campos y plantan viñas;
rinden abundante fruto.
Los bendice, y se multiplican en gran manera;
y no disminuye su ganado.

Luego son menoscabados y abatidos
a causa de tiranía, de males y congojas.
Él esparce menosprecio sobre los príncipes
y los hace andar perdidos, vagabundos y sin camino.
Levanta de la miseria al pobre
y hace multiplicar las familias como a rebaños de ovejas.
Véanlo los rectos y alégrense,
y todos los malos cierren su boca.
Quien sea sabio y guarde estas cosas,
entenderá las misericordias de mi Señor.”
Amén.

Curiosidades

¿Qué es “la barca de Jesús”? ¿Dónde se encontró y de qué época procede?

La conocida como la "barca de Jesús" -que data del siglo I y fue descubierta a orillas del Mar de Galilea- atrae a diario a numerosos peregrinos al israelí Kibutz Ginosar, cuyos habitantes fueron responsables del insigne hallazgo.
Su descubrimiento -en 1986 por dos hijos de un pescador de la costa noroeste del también llamado en la Biblia lago Genesaret o de Tiberíades.
Tras una fuerte sequía en ese año, que provocó el descenso de las aguas del lago, los hermanos rastrearon su fondo en busca de vestigios antiguos como otros lugareños, cuando encontraron varios clavos sujetos a unos trozos de madera.
Eran parte de la nave, que logró sobrevivir al paso del tiempo gracias a que quedó sepultada y protegida por el barro, lo que impidió que el oxígeno descompusiera la madera del armazón.
La embarcación fue extraída por expertos y voluntarios de la Dirección de Antigüedades de Israel tras una extraordinaria excavación arqueológica que duró once días y requirió titánicos esfuerzos y no poca creatividad.
Para facilitar su transporte y evitar que la madera se desintegrara, fue cubierta con un caparazón de poliuretano espumoso y fibra de vidrio, que protegió su débil y anegado casco.
Durante catorce años, fue minuciosamente limpiada en una piscina especialmente construida en el kibutz para su conservación, donde fue sometida a una solución química que deshizo la costra y deshidrató la madera con una cera sintética, endureciendo así su casco.
De 8,2 metros de largo por 2,3 metros de ancho y 1,2 metros de altura, se exhibe hoy en día a una temperatura de 21 grados centígrados y un 60 por ciento de humedad ambiente y gracias a un armazón de acero que apuntala sus endebles vigas.
Compuesta por doce tipos de madera -principalmente de cedro y roble- es un modelo típico de las antiguas construcciones de caparazón típicas mediterráneas, empleada tanto para el transporte de personas -hasta 15- como para la pesca.
Junto a ella se encontraron utensilios de cocina y lámparas de aceite.
Fue descubierta a 300 metros de la aldea Magdala, lugar en el que también se encontró un mosaico que representa una barca del siglo I y que se proyecta junto al hallazgo para dar una idea de cómo eran este tipo de botes.
Los arqueólogos creen que la barca debió de ser similar a la que utilizaron los judíos en la batalla naval de Migdal (nombre hebreo de Magdala) o las que usaron Simón, Andrés, Santiago y Juan, discípulos de Jesús.
 (http://www.lanacion.com.ar/1014102-la-barca-de-jesus)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Marcos 4:35-41

Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo:
—Pasemos al otro lado.
Una vez despedida la multitud, se lo llevaron tal como estaba en la barca. También había otras barcas. Pero se levantó una gran tempestad de viento que echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba. Él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal. Lo despertaron y le dijeron:
—¡Maestro!, ¿no tienes cuidado que perecemos?
Él, levantándose, reprendió al viento y dijo al mar:
—¡Calla, enmudece!
Entonces cesó el viento y sobrevino una gran calma. Y les dijo:
—¿Por qué están así amedrentados? ¿Cómo no tienen fe?
Entonces sintieron un gran temor, y se decían el uno al otro:
—¿Quién es éste, que aun el viento y el mar lo obedecen?” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

¿Cuántas tormentas has pasado y has sobrevivido?
¿Cómo sobreviviste, quién te dio las fuerzas, la esperanza?
Al igual que una tormenta climática, en la vida atravesamos por momentos muy difíciles en donde todo se destruye a nuestro alrededor y no logramos ver más allá de nuestras narices. Son tiempos en donde nos cuesta ver que haya una salida, o al menos nos cuesta pensar que va a pasar y que vamos a poder reconstruirnos nuevamente.
Personalmente creo y siento que Dios me acompaña. A veces me enojo con él y le pregunto ¿hasta cuándo? O ¿qué sentido tiene esto que está pasando en mi vida, para dónde me estás llevando?
El tratar de seguir adelante en la oscuridad no es nada fácil, porque tenemos miedo de caernos, lastimarnos, de ir hacia el lugar equivocado. Y es que sólo vamos a saber si fuimos para la dirección correcta una vez que llegamos o cuando se disipa la tormenta.
La idea de descansar en Dios, estar alerta, pero descansando en Dios es lo que nos propone hoy el evangelio. Algo un poco difícil para nosotras, las personas que somos inmediatistas, que queremos todo ya, como si nunca dejáramos de ser niños pequeños.
Descansar en Dios con la certeza de que nos lleva a buen puerto, que por alguna razón las tormentas pasan por nuestras vidas, lo mismo que en la naturaleza, y que igual que lo que pasa en la naturaleza, podremos renacer y resurgir de los escombros, de los gajos quebrados y desparramados por todo el patio.
La oración es una de las herramientas muy buenas para descansar en Dios, y te sugiero que la aproveches. La oración como la charla que tenemos con Dios, él siempre responde… aunque a veces nuestros deseos o revoluciones no nos permiten escucharlo, porque en muchos casos no nos gustan tanto sus respuestas porque requieren de nosotros un esfuerzo, una adaptación a una nueva realidad. Amén.

Querido Jesús, ¡qué duro es pasar por una tormenta! Pero a la vez ¡qué bueno saber que estás a mi lado! Ayudame a descansar en Dios, a aprender a dormir tranquila, recobrar mis fuerzas y una nueva cabeza para tomar las mejores decisiones. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

viernes, 12 de junio de 2015

14 Junio

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 32

Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada
y cubierto su pecado.
Bienaventurado el hombre a quien mi Señor no culpa de maldad
y en cuyo espíritu no hay engaño.

Mientras callé, se envejecieron mis huesos
en mi gemir todo el día,
porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano;
se volvió mi verdor en sequedades de verano.

Mi pecado te declaré
y no encubrí mi iniquidad.
Dije: «Confesaré mis rebeliones a mi Señor»,
y tú perdonaste la maldad de mi pecado.
Por esto orará a ti todo santo
en el tiempo en que puedas ser hallado;
ciertamente en la inundación de muchas aguas
no llegarán éstas a él.
Tú eres mi refugio;
me guardarás de la angustia;
con cánticos de liberación me rodearás.

«Te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar;
sobre ti fijaré mis ojos.
No sean como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento,
que han de ser sujetados con cabestro y con freno,
porque si no, no se acercan a ti.»

Muchos dolores habrá para el impío;
mas al que espera en mi Señor lo rodea la misericordia.
Alégrense en mi Señor y gócense, justos;
¡canten con júbilo todos ustedes los rectos de corazón!”
Amén.

Curiosidades

¿Qué es una parábola?

El vocablo “parábola” proviene en última instancia del griego parabolé, que significa literalmente “poniendo cosas a la par”. Etimológicamente, por lo tanto, está muy cerca de la “alegoría”, que por su derivación significa “diciendo cosas de modo diferente”. Tanto las parábolas como las alegorías se han considerado generalmente como formas de enseñanza que presentan al oyente ilustraciones interesantes, de las que pueden obtenerse lecciones morales y religiosas; la “parábola” es un símil más bien largo o un cuento descriptivo corto, generalmente destinada a inculcar una verdad única, mientras que la “alegoría” denota el cuento más completo en el que todos los detalles, o la mayoría de ellos, entran en la interpretación. Ya que “la verdad incorporada en el cuento entra por las puertas humildes”, el valor de este método de instrucción resulta obvio.
La línea divisoria entre parábolas y alegorías resulta obviamente muy fluida, y se encuentran ambas formas en los evangelios. Hay, sin embrago, una diferencia fundamental que la que se refiere a la cantidad de detalles del cuento se han derivado de la aplicación, muchas de las parábolas de Jesús no son meramente ilustraciones de principios generales, más bien envuelven mensajes que no pueden transmitirse de ningún otro modo. La parábola es la forma adecuada de comunicación para transmitir al ser humano el mensaje del reino, ya que su función es provocar un sacudón a fin de que se vean las cosas de un modo distinto. Es un modo de iluminar y persuadir, que tiene como fin hacer que el oyente llegue a una decisión. Jesús, por así decirlo, se ubica a la altura de sus oyentes, y se vale de imágenes que le son familiares, con el objeto de hacerles ver cosas nuevas y no tan familiares. Así como el que ama se ve restringido por el lenguaje de la prosa, y tiene que echar mano de la poesía para expresar sus sentimientos, también Jesús expresa el mensaje del reino en formas adecuadas de lenguaje.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.1040)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Marcos 4:26-34

Decía también:
«¿A qué compararemos el reino de Dios? ¿Qué parábola nos servirá para representarlo? Es como el grano de mostaza, que cuando se siembra es la más pequeña de todas las semillas que hay en la tierra, pero después de sembrado crece y se hace la mayor de todas las hortalizas, y echa grandes ramas, de tal manera que las aves del cielo pueden morar bajo su sombra.»
Con muchas parábolas como éstas les hablaba la palabra, conforme a lo que podían oír. Y sin parábolas no les hablaba; aunque a sus discípulos se lo explicaba todo en privado.Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

¿Cómo definiría el Reino de Dios?
Es algo difícil, pero lo que sí puedo decir es que tiene que ver con la relación causa efecto, y efecto que se multiplica. Y tiene que ver con el amor, el respeto, la inclusión.
El Reino de Dios es aquí y ahora, eso es algo que nos tiene que quedar claro y que el discurso que la iglesia tuvo por mucho tiempo del Reino de Dios como lo que existe después de la muerte es una forma de no hacerse cargo de la tarea que como cristianos tenemos de mejorar nuestro mundo en donde hemos permitido que reine el egoísmo, la avaricia, la violencia y el odio reinen.
La idea del Reino de Dios aquí y ahora significa que lo que pasa en el mundo, en nuestra sociedad, en el lugar en donde vivimos, tiene que ver con nosotros y nuestro compromiso. Este concepto nos lleva a asumir que Dios espera, si tomamos el ejemplo que Jesús presenta, que sembremos la semilla, aunque sea pequeña, y él mismo se encargará que crezca. Así es que si a través de la búsqueda de la equidad, el amor, la inclusión, el respeto, ayudamos a mejorar la calidad de vida de las personas más vulneradas, estamos sembrando, estamos construyendo el Reino de Dios.
El Reino de Dios necesita de nuestros brazos, de nuestros cuerpos para hacerse presente,  que depende de Dios es su crecimiento, y eso será en el tiempo preciso. Esto mismo nos baja la ansiedad porque cada uno hace hasta donde puede, pero también nos invita a cultivar la paciencia porque los tiempos de Dios no son los mismos que los nuestros.
Lo importante es saber que Dios nos acompaña cuando luchamos por la vida, que no estamos solos, y que eso es parte del Reino de Dios. Amén.

Querido Jesús, pensar en cambiar el mundo, la realidad en la que se encuentran tantas personas en el mundo producto de la codicia de otras, parece imposible, es como una tarea titánica que no podemos asumir, pero vos me decís que sólo tengo que sembrar una pequeña semilla, que Dios, con su bendición hará crecer mi pequeña obra, que es tuya. Esto me trae esperanza y me permite creer que para vos nada es imposible y si confío en vos, voy a asombrarme al ver cómo crece lo hago con amor. ¡Gracias por toda tu fuerza! En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

viernes, 5 de junio de 2015

7 Junio

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 130

De lo profundo, mi Señor, a ti clamo.
Señor, oye mi voz;
estén atentos tus oídos
a la voz de mi súplica.

Jah, si miras los pecados,
¿quién, Señor, podrá mantenerse?
Pero en ti hay perdón,
para que seas reverenciado.

Esperé yo en mi Señor;
esperó mi alma,
en su palabra he esperado.
Mi alma espera en mi Señor
más que los centinelas la mañana,
más que los vigilantes la mañana.

Espere Israel en mi Señor,
porque en mi Señor hay misericordia
y abundante redención con él.
Él redimirá a Israel
de todos sus pecados.”
Amén.

Curiosidades

¿Qué es un demonio según la Biblia?

En el AT hay referencias a demonios bajo los nombres de sa’ir y sed. El primer vocablo significa ‘peludo’, y se refiere al demonio como sátiro. El segundo vocablo es de significado incierto, aunque evidentemente tiene conexión con una palabra similar. En tales pasajes prevalece el pensamiento de que las deidades que de tiempo en tiempo servía Israel no son verdaderos dioses, sino en realidad son demonios. Pero el tema no reviste gran interés en el AT, y los pasajes que se relacionan con él son pocos.
Muy distinto es cuando examinamos los evangelios, pues allí hay muchas referencias a los demonios. La designación más común es daimonion, diminutivo de diamon, aunque aparentemente no hay diferencia de significado. En los clásicos daimon se usa con frecuencia en sentido bueno, con referencia a algún dios, o al poder divino. Pero en el NT diamon y diamonion siempre se refieren a seres espirituales hostiles a Dios y a los seres humanos. Beelzebú es un “príncipe”, de manera que pueden considerarse agentes suyos. Aquellos que se oponían a su ministerio trataron de identificarlo con las fuerzas del mal, en lugar de reconocer su origen divino.
En los evangelios hay muchas referencias a personas poseídas por demonios, dando como resultado una variedad de efectos, tales como la mudez, epilepsia, la negativa de usar ropa, y el hacer su morada entre las tumbas. A menudo se dice en la actualidad que estar poseído de demonios era simplemente un modo en el que la gente del siglo I se refería a las condiciones que hoy describimos como enfermedad o locura. Sin embargo, los relatos que tenemos en los evangelios hacen una distinción entre enfermedad y posesión demoníaca.
Tanto en el AT, como en los Hechos y en las epístolas, son pocas las referencias que encontramos de personas poseídas por demonios. Aparentemente se trataba de un fenómeno asociado especialmente con el ministerio terrenal de nuestro Señor. Seguramente debe interpretarse como una violenta oposición demoníaca a la obra de Jesús.
Los evangelios presentan a Jesús en permanente conflicto con los espíritus malos. No era cosa fácil echar a tales seres de las personas. Los que se oponían a Jesús reconocían que lo podían hacer, y también que requería un poder más que humano para hacerlo. Por esta razón atribuían su éxito a la presencia de Satanás en él, exponiéndose así a que se les respondiera que proceder de ese modo no haría sino provocar la ruina del reino del maligno. El poder de Jesús era el del “Espíritu de Dios” o, como lo expresa Lucas, “si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios…”.
La victoria que Jesús obtuvo sobre los demonios la compartió con sus seguidores. Cuando envió a sus doce discípulos “les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades”. Más adelante, cuando los setenta volvieron de su misión pudieron informar diciendo, “Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre”. Otros que no eran del círculo íntimo de los discípulos podían invocar su nombre para echar fuera los demonios, hecho que causó cierta perturbación a algunos de los integrantes de dicho círculo, pero no al Maestro.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.347-348)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Marcos 3:20-35

Volvieron a casa, y se juntó de nuevo tanta gente que ni siquiera podían comer pan. Cuando lo oyeron los suyos, vinieron para prenderlo, porque decían: «Está fuera de sí.»
Pero los escribas que habían venido de Jerusalén decían que tenía a Beelzebú, y que por el príncipe de los demonios echaba fuera los demonios.
Y habiéndolos llamado, les hablaba en parábolas:
—¿Cómo puede Satanás echar fuera a Satanás? Si un reino está dividido contra sí mismo, tal reino no puede permanecer. Y si una casa está dividida contra sí misma, tal casa no puede permanecer. Y si Satanás se levanta contra sí mismo y se divide, no puede permanecer, sino que ha llegado su fin.
»Nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes, si antes no lo ata; solamente así podrá saquear su casa.
»De cierto les digo que todos los pecados y las blasfemias, cualesquiera que sean, les serán perdonados a los hijos de los hombres; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno.
Es que ellos habían dicho: «Tiene espíritu impuro.»
Entre tanto, llegaron sus hermanos y su madre y, quedándose afuera, enviaron a llamarlo. Entonces la gente que estaba sentada alrededor de él le dijo:
—Tu madre y tus hermanos están afuera y te buscan. Él les respondió diciendo:
—¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?
Y mirando a los que estaban sentados alrededor de él, dijo:
—Aquí están mi madre y mis hermanos, porque todo aquel que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre.Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Es interesante lo que sucede con las personas que forman parte de una comunidad de fe. Al vivir una misma fe, congregarse en una comunidad escuchando la Palabra y compartiendo también las alegrías y tristezas, se va generando un lazo tan fuerte que se forma una familia. Una familia que nace no por los lazos sanguíneos, sino por la fe en un mismo Dios, que es nuestro Padre/Madre. La fe como elemento en común que nos ubica en un lugar diferente al del resto de las personas.
Esto es más notable cuando la persona que llega a la comunidad no tiene su propia familia cerca, o a veces es solo la familia con todos los parientes lejos, la comunidad de fe pasa a ser esa familia, acompañándola en los momentos buenos y malos, y eso es muy lindo.
Al igual que toda relación, la comunidad como familia es una construcción, tiene que haber una voluntad de las partes y un deseo sincero de ser parte de ella. A veces esta familia, que es la comunidad, contiene más a la persona que la propia familia, porque está enfrascada en sus propios problemas o porque no comparten los intereses y valores, o simplemente porque están en otra frecuencia o muy ocupados en sus cosas, y es ahí en donde se ve la importancia de ser parte de una comunidad de fe.
Como Pastora me gusta ver llegar a la gente a nuestras actividades con la alegría del encuentro, me gusta ver que cuando uno de ellos se quiebra, porque necesita compartir su angustia, su tristeza, hay brazos que surge automáticamente para el abrazo sincero. Me gusta sentir la calidez de la comunidad de la que soy parte, pero a la vez una observadora, una acompañante, porque la vida de la comunidad es la comunidad.
Esta es la impronta que Jesús nos ha dejado y que vemos en las palabras de hoy: Aquí están mi madre y mis hermanos, porque todo aquel que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre”.
Si pertenecés a una comunidad seguramente entendés lo que estoy compartiendo hoy, y si no, acercate a una comunidad cristiana, a la que te sientas cómodo y disfrutá agrandando tu familia. Amén.

Querido Jesús, me siento tan agradecida y alagada de tenerte como hermano, de ser parte de tu familia, que es mi familia también. Enseñame a ser una buena hija, una buena hermana, para que otras personas descubran a través de mí lo lindo que es formar parte de tu gran familia. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.