viernes, 31 de julio de 2015

2 de Agosto

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 78:1-4.12-25.52-54

Escucha, pueblo mío, mi Ley;
inclinen su oído a las palabras de mi boca.
Abriré mi boca en proverbios;
hablaré cosas escondidas desde tiempos antiguos,
las cuales hemos oído y entendido,
las que nuestros padres nos contaron.
No las encubriremos a sus hijos,
contaremos a la generación venidera
las alabanzas de mi Señor,
su potencia y las maravillas que hizo…

… Delante de sus padres hizo maravillas
en la tierra de Egipto, en el campo de Zoán.
Dividió el mar y los hizo pasar.
Detuvo las aguas como en un montón.
Los guió de día con nube
y toda la noche con resplandor de fuego.
Hendió las peñas en el desierto
y les dio a beber como de grandes abismos,
pues sacó de la peña corrientes
e hizo descender aguas como ríos.
Pero aun así, volvieron a pecar contra él,
rebelándose contra el Altísimo en el desierto,
pues tentaron a Dios en su corazón,
pidiendo comida a su gusto.
Y hablaron contra Dios, diciendo:
«¿Podrá poner mesa en el desierto?
Él ha herido la peña,
y brotaron aguas
y torrentes inundaron la tierra.
¿Podrá dar también pan?
¿Dispondrá carne para su pueblo?»
Y lo oyó Mi Señor y se indignó;
se encendió el fuego contra Jacob
y el furor subió contra Israel,
por cuanto no le habían creído
ni habían confiado en su salvación.
Sin embargo, mandó a las nubes de arriba,
abrió las puertas de los cielos
e hizo llover sobre ellos maná, para que comieran,
y les dio trigo de los cielos.
Pan de nobles comió el hombre;
les envió comida hasta saciarlos…

... Hizo salir a su pueblo como a ovejas
y los llevó por el desierto como a un rebaño.
Los guió con seguridad, de modo que no tuvieran temor;
y el mar cubrió a sus enemigos.
Los trajo después a las fronteras de su tierra santa,
a este monte que ganó con su mano derecha.”
Amén.

Curiosidades

¿Qué es el cielo según la concepción bíblica?

Algunos sugieren que los escritores bíblicos pensaban que el cielo era sólido y más bien como un cuenco invertido. El sol realiza su peregrinaje diario a través de él, y tiene ventanas a través de las cuales puede descender la lluvia. Algunos hebreos bien pueden haber apoyado esta idea, pero no debemos olvidar que las personas del AT eran capaces de una imaginación muy activa. Nunca debemos tratarlos como literalistas rígidos. El significado teológico de su leguaje sobre el cielo puede comprenderse sin tener que recurrir a tales hipótesis.
El cielo es la morada de Dios y los que están estrechamente relacionados con él. El israelita ha de orar, “mira desde su morada santa, desde el cielo”. Dios es “Dios de los cielos”, o “Jehová el Dios de los cielos”. Dios no se encuentra sólo allí, porque leemos que el ejército de los cielos lo adora, y acerca de “los ángeles que están en los cielos” para ellos. Por lo tanto, el cielo es morada actual de Dios y sus ángeles, y el destino final de sus santos que están en la tierra.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.247)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Juan 6:24-35

Cuando vio, pues, la gente que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos, entraron en las barcas y fueron a Capernaum, buscando a Jesús.
Y hallándolo al otro lado del mar, le preguntaron:
—Rabí, ¿cuándo llegaste acá?
Respondió Jesús y les dijo:
—De cierto, de cierto les digo que me buscan, no porque han visto las señales, sino porque comieron el pan y se saciaron. Trabajen, no por la comida que perece, sino por la comida que permanece para vida eterna, la cual les dará el Hijo del hombre, porque a éste señaló Dios, el Padre.
Entonces le preguntaron:
—¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?
Respondió Jesús y les dijo:
—Ésta es la obra de Dios, que crean en aquel que él ha enviado.
Entonces le dijeron:
—¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos y te creamos? ¿Qué obra haces? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: “Les dio a comer pan del cielo.”
Y Jesús les dijo:
—De cierto, de cierto les digo: Moisés no les dio el pan del cielo, pero mi Padre les da el verdadero pan del cielo, porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.
Le dijeron:
—Señor, danos siempre este pan.
Jesús les respondió:
—Yo soy el pan de vida. El que a mí viene nunca tendrá hambre, y el que en mí cree no tendrá sed jamás.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

La palabra “pan” encierra un montón de ideas y simbolismos.
Al decir pan pensamos en el sustento diario, las necesidades básicas cubiertas, lo necesario para vivir…
Al decir pan, pensamos en el olorcito, el aroma del pan recién horneado. Pensamos en manos que amasan con cariño para el pan diario de la familia, pero también la noble tarea del panadero. ¿Sabías que en la antigüedad el panadero era considerado una persona muy importante y estaba entre las autoridades de la comunidad, de la aldea?
Al decir pan pensamos en el alimento básico de todos los pueblos, sea de trigo, maíz, poroto, sorgo, cebada, centeno, arroz… la forma más práctica para encerrar en un elemento manuable todos los nutrientes necesarios.
Al decir pan, quienes somos cristianos, pensamos en la Mesa del Señor, la Eucaristía, la Santa Cena, la comunión… pero también pensamos en el mismo Jesús, quien se llamo a sí mismo “pan de vida”.
Y decir “pan de vida” parece una redundancia, ya que el pan da vida, porque sustenta la vida, pero al decir esto. Jesús refuerza el significado que de por si tiene la palabra.
Que nunca nos falte el pan, que nunca nos falte lo necesario para el sustento de nuestra familia, que a ninguna persona le falte el pan y menos aun a un niño, una niña, que nunca nos falte tu presencia, Señor. Amén.

Querido Jesús, vos te presentaste entre nosotros tan simple como un pan, tan cálido y cotidiano. Lograste que te necesitáramos como el pan, comprendimos lo importante que es el amor, el compartir, el solo estar bien si todas las personas están bien. Te pido que estés siempre presente en mi vida como el pan de cada día, que sienta hambre de vos y de tu palabra, que no me conforme con pasar simplemente por la vida, sino dando vida de la misma forma en que vos lo hiciste. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

sábado, 25 de julio de 2015

25 de Julio

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 145

Te exaltaré, mi Dios, mi Rey,
y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre.
Cada día te bendeciré
y alabaré tu nombre eternamente y para siempre.
Grande es Mi Señor y digno de suprema alabanza;
su grandeza es insondable.

Generación a generación celebrará tus obras
y anunciará tus poderosos hechos.
En la hermosura de la gloria de tu magnificencia
y en tus hechos maravillosos meditaré.
Del poder de tus hechos estupendos hablarán los hombres,
y yo publicaré tu grandeza.
Proclamarán la memoria de tu inmensa bondad,
y cantarán tu justicia.

Clemente y misericordioso es mi Señor,
lento para la ira y grande en misericordia.
Bueno es mi Señor para con todos,
y sus misericordias sobre todas sus obras.

¡Te alaben, mi Señor, todas tus obras,
y tus santos te bendigan!
La gloria de tu reino digan
y hablen de tu poder,
para hacer saber sus poderosos hechos a los hijos de los hombres
y la gloria de la magnificencia de su reino.
Tu reino es reino de todos los siglos
y tu señorío por todas las generaciones.

Sostiene mi Señor a todos los que caen
y levanta a todos los oprimidos.
Los ojos de todos esperan en ti
y tú les das su comida a su tiempo.
Abres tu mano
y colmas de bendición a todo ser viviente.
Justo es mi Señor en todos sus caminos
y misericordioso en todas sus obras.
Cercano está mi Señor a todos los que lo invocan,
a todos los que lo invocan de veras.
Cumplirá el deseo de los que lo temen;
oirá asimismo el clamor de ellos y los salvará.
Mi Señor guarda a todos los que lo aman,
pero destruirá a todos los impíos.

La alabanza de mi Señor proclamará mi boca.
¡Todos bendigan su santo nombre
eternamente y para siempre!”
Amén.

Curiosidades

¿A qué lugares se refiere la Biblia al decir “mar”?

El mar que predomina en el AT es, naturalmente, el Meditarráneo. Más aun, la voz yam quiere decir, también “oeste”, “hacia el oeste”, o sea “rumbo al mar”, por la posición geográfica del Mediterráneo en relación con Palestina. Se llama al Mediterráneo “el gran mar”, “el mar occidental”, y “el mar de los filisteos”.
Otros mares que menciona el AT son el Mar Rojo, literalmente “mar de las cañas”; el mar Muerto, literalmente “mar de sal”; el mar de Galilea, literalmente “mar de kinneret”. También se emplea la voz yam para los ríos particularmente anchos, como el Éufrates y el Nilo. Se la usa para el gran recipiente en el atrio del templo.
Como sería de esperar, la voz neotestamentaria thalassa se aplica a los mismos mares mencionados por el AT.
Los hebreos mostraron poco interés o entusiasmo por el mar. Probablemente su miedo al océano se originó en la antigua creencia semítica de que la profundidad personificaba el poder que luchaba contra la deidad. Pero para Israel el Señor era el creador de los mares, y por lo tanto el que lo controlaba. Él lo obliga a actuar para el bien del ser humano y alabar a Dios. En el lenguaje figurado de Isaías y Jeremías, el mar está completamente sujeto a Dios. Muchas de las manifestaciones del poder milagroso del Señor estuvieron relacionadas con el mar. Así también, cuando Cristo caminó sobre el mar y calmó la tormenta. El triunfo final de Dios verá la desaparición del mar en el mundo venidero.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.858)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Juan 6:1-15

Después de esto, Jesús fue al otro lado del Mar de Galilea, el de Tiberias. Y lo seguía una gran multitud, porque veían las señales que hacía en los enfermos. Entonces subió Jesús a un monte y se sentó allí con sus discípulos. Y estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Cuando alzó Jesús los ojos y vio que había venido a él una gran multitud, dijo a Felipe:
—¿De dónde compraremos pan para que coman estos?
Pero esto decía para probarlo, porque él sabía lo que iba a hacer. Felipe le respondió:
—Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomara un poco.
Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo:
—Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pescados; pero ¿qué es esto para tantos?
Entonces Jesús dijo:
—Hagan recostar a la gente.
Había mucha hierba en aquel lugar, y se recostaron como en número de cinco mil hombres. Tomó Jesús aquellos panes y, después de dar gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; de igual manera hizo con los pescados, dándoles cuanto querían. Y cuando se saciaron, dijo a sus discípulos:
—Recojan los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada.
Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido. Entonces aquellos hombres, al ver la señal que Jesús había hecho, dijeron: «Verdaderamente éste es el Profeta que había de venir al mundo.»
Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerlo rey, volvió a retirarse al monte él solo.” Amén.
Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Una de las características propias de los argentinos, no importa cuáles son sus raíces, es la exageración a la hora de calcular la comida para una fiesta, un encuentro ¡y ni hablar cuando es a la canasta! Cada uno, cada una lleva para dar de comer a cuatro más… ¡y después sobra! A pesar de que todos comen hasta hartarse.
Nuestras porciones son enormes, de hecho, por eso la obesidad es uno de los problemas que tiene la población, aparte de la calidad de lo que se consume.
Nos gusta comer, cuando nos juntamos comemos, y siempre es nuestra preocupación a la hora de organizar algo ¿qué comemos? Y el asado está primero en la lista.
Y la comida es esencial para el ser humano, en realidad, para todo ser viviente. Sin comida no hay supervivencia, es la energía con la que se mantiene y se mueve.
Una persona desnutrida está en inferioridad de condiciones no sólo por su fuerza, sino porque es más vulnerable a las enfermedades, pero también en su desarrollo integral. Si esto pasa de generación en generación, esas personas pasan a tener un déficit en su potencial con respecto a otras personas en mejores condiciones.
Este es el problema en el país y en el mundo. Algunas mesas sobreabundan los alimentos y otras escasean. Pero el mundo está diseñado para que todos los seres vivientes puedan acceder a lo necesario para su sostén y más. El problema es la distribución de esos alimentos. Y eso es nuestra responsabilidad. Esto es lo que en la iglesia llamamos mayordomía, administración.
Con cinco panes y dos peces comieron muchas personas, y sobró, porque compartieron, porque se dieron cuenta que había para todos.
Está bien que nos preocupemos por qué poner en la mesa, pero más importante todavía es darnos cuenta que si compartimos, no va a faltar. Amén.

Querido Jesús, mientras que caminabas entre nosotros nos mostraste el valor de la mesa, del compartir, del encuentro, de celebrar la vida. Ayudame a vivir en ese espíritu, no preocupándome tanto por lo que pongo encima de mi mesa, sino en que sea compartida. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

viernes, 17 de julio de 2015

19 de Julio

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 23

Mi Señor es mi pastor, nada me faltará.
En lugares de delicados pastos me hará descansar;
junto a aguas de reposo me pastoreará.
Confortará mi alma.
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.

Aunque ande en valle de sombra de muerte,
no temeré mal alguno,
porque tú estarás conmigo;
tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

Engalanas mesa delante de mí
en presencia de mis angustiadores;
unges mi cabeza con aceite;
mi copa está rebosando.
Ciertamente, el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
y en la casa de mi Señor moraré por largos días.”
Amén.

Curiosidades

¿Qué era considerado un desierto?
En la Escritura las palabras vertidas “desierto”, “yermo”, o “páramo” incluyen no sólo los desiertos estériles constituidos por dunas de arena o rocas, que encienden la imaginación popular en cuanto a lo que es un desierto, sino también las zonas esteparias y las tierras de pastoreo adecuadas para el ganado.
La palabra hebrea más común es midbar, palabra ya bien atestiguada en los relatos épicos en los relatos de Ugarit. Este vocablo puede indicar pastizales de pastoreo, adecuados para apacentar ovejas, a veces abrasados por las sequías estivales, como también zonas desoladas formadas por rocas y arena. Lo mismo se aplica al griego erêmos en el NT, nótese que al “desierto” de Mateo 14:15 no le falta “mucha hierba”.
El hebreo yesîmôn, traducido a veces como nombre propio “Jesimón”, se usa para desiertos relativamente pelados en Judea. El desierto visto desde Pisga indudablemente incluía las pedregosas tierras desérticas a ambos lados del canal del Jordán antes de desembocar en el mar Muerto, las laderas de Pisga y su cadena que se prolonga hacia el valle del Jordán, y tal vez los bordes del desierto de Judea del otro lado, detrás de Jericó y al N y al S de Qumran. Además de su uso como nombre propio para el largo valle hendido desde el mar Muerto hasta el golfo de Ácaba, el término ‘arabâ puede usarse como sustantivo común para estepa o monte bajo donde los animales salvajes tienen que buscar su alimento, o para el desierto inhóspito. Las palabras siyyâ, “tierras secas” y tohû, “páramo” se refieren también a zonas desérticas estériles e inhabitables.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.349-350)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Marcos 6:30-34

Entonces los apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y lo que habían enseñado.
Él les dijo:
—Vengan ustedes aparte, a un lugar desierto, y descansen un poco.
(Eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aun tenían tiempo para comer.) Y se fueron solos en una barca a un lugar desierto. Pero muchos los vieron ir y lo reconocieron; entonces muchos fueron allá a pie desde las ciudades, y llegaron antes que ellos, y se juntaron a él. Salió Jesús y vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Tomarse un tiempo, un espacio, buscar un lugar en donde poder procesar lo vivido, lo realizado… descansar…
Vivimos en una sociedad en donde vamos de una cosa a otra como una bola. Vivimos acelerados, corriendo, dejando que los demás nos impongan nuestras prioridades. Todo es ya, para ayer, no hay tiempo, no tenemos tiempo, no tengo tiempo.
Un reflejo claro es cuando estamos en un embotellamiento o el semáforo demora en cambiar el color… ¡ya empiezan los bocinazos!... ¡como si eso ayudara!
No tenemos tiempo para que nuestro hijo, nuestra hija, nos cuente lo que le pasó en la escuela o nuestros padres, sus preocupaciones o las anécdotas pasadas…
Así como al mirar la tele todo el tiempo hacemos zapping, de la misma forma vivimos la vida. Parecemos un flipper, esas máquinas tan populares en los ’80, en donde la bola revotaba y revotaba hasta caer en un agujero o escapar para abajo.
No hay tiempo… ¡no puedo darme el lujo de descansar, de tomarme un día, o una tarde!... y cuando el cuerpo estalla en un ACV, un patatú u otro límite drástico, nos lamentamos, pensamos lo que tendríamos que haber hecho.
Trabajo siempre sobra, problemas siempre hay, personas que nos exigen o esperan algo de nosotros nunca faltan… somos nosotros los que tenemos que poner el límite, sos vos, soy yo… así como Jesús y sus discípulos buscaban un lugar tranquilo mientras que la gente los acosaba, los buscaba, porque no podían esperar ni un minuto.
Está en vos, está en mí, está en tomar conciencia de que no somos máquinas, y hasta las máquinas necesitan un descanso, un mantenimiento. Amén.

Querido Jesús, ¡gracias por ayudarme a tomar conciencia de que necesito un momento de paz, de introspección, de asimilar las cosas que vivo! Ayudame a lograr hacerlo y a ayudar a otras personas a tomarse el tiempo. Te lo pido a vos, que todos los días te ibas a un lugar aparte para encontrarte a vos mismo y hablar con el Padre mientras caminabas entre nosotros, que junto al Padre y al Espíritu Santo reinas por la eternidad. Amén.

viernes, 10 de julio de 2015

12 de Julio

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 85

Fuiste propicio a tu tierra, mi Señor;
volviste la cautividad de Jacob.
Perdonaste la maldad de tu pueblo;
todos los pecados de ellos cubriste.
Reprimiste todo tu enojo;
te apartaste del ardor de tu ira.

Restáuranos, Dios de nuestra salvación,
y haz cesar tu ira contra nosotros.
¿Estarás enojado contra nosotros para siempre?
¿Extenderás tu ira de generación en generación?
¿No volverás a darnos vida,
para que tu pueblo se regocije en ti?
¡Muéstranos, mi Señor, tu misericordia
y danos tu salvación!

Escucharé lo que hablará mi Señor Dios,
porque hablará paz a su pueblo y a sus santos,
para que no se vuelvan a la locura.
Ciertamente cercana está su salvación a los que lo temen,
para que habite la gloria en nuestra tierra.

La misericordia y la verdad se encontraron;
la justicia y la paz se besaron.
La verdad brotará de la tierra
y la justicia mirará desde los cielos.
Mi Señor dará también el bien
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia irá delante de él
y sus pasos nos pondrá por camino.”
Amén.

Curiosidades

¿Cómo era una aldea en los tiempos bíblicos?

La aldea de la época bíblica era generalmente, igual que en la actualidad, un pequeño grupo de viviendas, diferente de la ciudad en que no tenía muros ni defensas. Muchas de las “ciudades” del AT y NT podrían en realidad llamarse “aldeas” en el sentido moderno. Con todo, la distinción entre ciudad y aldea no siempre se mantiene; por ejemplo, a Belén se la llama ciudad en Lucas 2:4 y aldea en Juan 7:42. Una aldea podía llegar a ser una ciudad.
Con frecuencia las aldeas estaban agrupadas como “hijas” alrededor de la ciudad de la que, como comunidades agrícolas, dependían política y económicamente. Los habitantes se refugiaban dentro de las defensas de la ciudad más próxima en tiempos de guerra. La palabra semítica común para aldea, kafar, puede no tener relación necesariamente con esta especie de “protección” sino más bien denotar un caserío o aldehuela ubicada en pleno campo, alquerías o asentamientos suburbanos alrededor de una ciudad. Los campamentos nómades también recibían el nombre de “aldeas”, y nombres tales como Havot-jair quizá reflejen esto. La aldea podía tener su propio gobierno local con ancianos, y a veces un santuario o lugar sagrado.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.31)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Marcos 6:7-13

Y recorría las aldeas de alrededor, enseñando. Después llamó a los doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, y les dio autoridad sobre los espíritus impuros. Les mandó que no llevaran nada para el camino, sino solamente bastón. Ni bolsa, ni pan, ni dinero en el cinto; sino que calzaran sandalias y no llevaran dos túnicas. Y añadió:
—Dondequiera que entren en una casa, hospédense en ella hasta que salgan de aquel lugar. Y si en algún lugar no les reciben ni les oyen, salgan de allí y sacudan el polvo que está debajo de sus pies, para testimonio a ellos. De cierto les digo que en el día del juicio será más tolerable el castigo para los de Sodoma y Gomorra que para aquella ciudad.
Y, saliendo, predicaban que los hombres se arrepintieran. Y echaban fuera muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los sanaban.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

No engancharse con la mala onda… ¡qué difícil!
Generalmente si uno empieza a hablar de lo mal que está todo, las demás personas que están en la rueda se prenden. Es más aunque no nos guste esa actitud, nos resulta raro o poco creíble cuando la persona no se prende al bajón generalizado.
En el evangelio que compartimos hoy Jesús mismo dice a sus discípulos: “donde no los reciban, váyanse lo antes posible y sacúdanse el polvo de sus pies”, que no les quede nada de ese lugar, de esa casa, de esa mala onda. ¿Por qué quedarse enganchados con el rechazo, con la hostilidad? ¿Por qué perder el tiempo en alguien o en cosas que no van?
En el campo se dice “no gastar pólvora en chimangos”, cortar y rumbear para otro lado.
Esto es muy saludable, porque la mala onda, la indiferencia, no sólo es contagiosa, sino que te quita energía, te debilita. La persona negativa tiene el efecto de la superficie opaca y oscura con la luz, la absorbe y se pierde, mientras que la superficie brillante y clara la multiplica.
El gesto de sacudirse los pies es muy simbólica, pero también liberadora. Tomarlo no sólo como un símbolo, sino sacudirse realmente los pies ante las situaciones que nos quitan las energías, que nos “chupan”, es muy importante, porque nos permiten seguir adelante con la fuerza necesaria.
Acordate, de ahora en más, cuando alguien te “quiere pinchar el globo” o busca impregnar tu vida de pesimismo, alejate y saludí tus pies, como un acto liberador, y seguí adelante con tus sueños, tu energía y tu amor por la vida. Amén.

Querido Jesús, siempre me sorprendés por lo práctico y concreto que sos en tu ejemplo y en tus enseñanzas. En la iglesia siempre me incentivaron a ir detrás de la gente que no le interesa más congregarse, a transformarnos en una especie de trapo de piso, y hoy me estás diciendo ¡no! ¡nada de eso! Alejate y sacudite los pies para que nada de ellos te quede pegado. ¡Gracias por esa gran enseñanza! Y dame fuerzas para poder hacerlo en el amor. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

viernes, 3 de julio de 2015

5 de Julio

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 123
"A ti alcé mis ojos,
a ti que habitas en los cielos.

Como los ojos de los siervos miran la mano de sus señores,
y como los ojos de la sierva, la mano de su señora,
así miran nuestros ojos a mi Señor, nuestro Dios,
hasta que tenga misericordia de nosotros.

Ten misericordia de nosotros, mi Señor, ten misericordia de nosotros,
porque estamos muy hastiados del menosprecio.
Hastiada está nuestra alma de la burla de los que están satisfechos,
y del menosprecio de los soberbios." Amén.
Curiosidades

¿Qué tareas realizaba un profeta?

En primer término el profeta era portavoz de la palabra de Dios. Aún a veces se entregaba a funciones distintas, tales como los intrincados actos simbólicos de Ezequiel, ellos constituían medios secundarios que servían para hacer llegar la palabra divina a coetáneos. Esta palabra no se presentaba, por así decirlo, como mera opinión, como si Dios deseara que los seres humanos se enterasen del punto sel punto de vista divino antes de formular sus propias decisiones; constituía más bien la convicción del profeta de que la proclamación de la palabra de Dios era capaz de cambiar radicalmente la situación total.
Al mismo tiempo los profetas referían a la situación en primer término por medio de amonestaciones y palabras de aliento relativas al porvenir, de modo que casi todos los profetas se presentan en primer lugar como vaticinadores. Discernimos tres motivos primordiales que justifican las predicciones: es a todas luces necesario para que las personas tengan alguna idea del porvenir si han de ejercer su responsabilidad moral en el momento de actuar en el presente. Esta consideración inmediatamente eleva la predicción veterotestamentaria por encima del mero pronóstico que quiere satisfacer la curiosidad carnal. Los llamados al arrepentimiento y las exhortaciones a la santidad práctica surgen por igual de una palabra profética; la visión que revela la ira venidera motiva el llamado a buscar la misericordia de Dios ahora; la perspectiva de la bienaventuranza futura presta fuerza a la exhortación de andar desde ya en la luz.
Segundo, las predicciones surgen del hecho de que los profetas hablan en el nombre del Santo que gobierna la historia. Hemos notado anteriormente que los profetas fueron llamados sobre todo a conocimiento de Dios, y de ahí su discernimiento en cuanto a lo que él había de hacer mientras guiaba el acaercer de la historia según los inmutables principios de la naturaleza santa. Como profetas poseían la información básica de los caminos de Dios, puesto que Dios declarado su nombre para siempre por medio de Moisés y la lección del éxodo. Los profetas estaban informados en cuanto a los secretos del Señor.
Tercero, al parecer la predicción forma parte integrante del concepto de la función profética. Hemos de notar que los dones telepáticos y clarividentes de los profetas abarcaban conocimientos extraordinariamente detallados. Eliseo tenía la fama de poder saber lo que se decía en secreto en lugares alejados, y dio pruebas de la exactitud de tal opinión en cuanto a sus poderes. Ezequiel adquirió justificada fama por su conocimiento detallado de lo que sucedía en Jerusalén, estando él en Babilonia. Es inútil procurar evadir estas implicaciones de estos testimonios bíblicos, pues las conduce a nada poner en tela de juicio su conocimiento anticipado de nombres personales como en 1 reyes. Puesto que no hay incertidumbre en cuanto al texto original en estos pasajes, todo se reduce a si aceptamos o no las pruebas del AT en cuanto a la naturaleza de la profecía.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1° Edición - Ediciones Certeza - 1120-1121)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Marcos 6:1-6

"Salió Jesús de allí y vino a su tierra, y lo seguían sus discípulos. Cuando llegó el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos, oyéndolo, se admiraban y preguntaban:
—¿De dónde saca éste estas cosas? ¿Y qué sabiduría es ésta que le es dada, y estos milagros que por sus manos son hechos? ¿No es éste el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas?
Y se escandalizaban de él.
Pero Jesús les dijo:
—No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, entre sus parientes y en su casa.
No pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos poniendo sobre ellos las manos. Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos." Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

El prejuicio es uno de los grandes males y limitaciones que tenemos como personas. Uno de los grupos que discriminamos o desconfiamos son aquellas personas que vimos crecer, que conocimos como pequeños traviesos o jóvenes poco responsables o pícaros.
Nos cuesta pensar que a medida que la persona crece, madura y va asumiendo roles diferentes, que asume responsabilidades, que es capaz de capacitarse y ejercer una profesión con la misma capacidad que otra persona, de la que no conocemos su historia, su vida.
La frase "nadie es profeta en su tierra", que posiblemente está inspirada en las palabras de Jesús, son verdaderas. En muchas ocasiones un joven o una joven vuelve feliz a su pueblo después de haberse recibido, pero le cuesta insertarse como profesional entre la gente que lo conoce de toda la vida. En el fondo hay un pensamiento "a este que lo vi nacer, que lo vi haciendo berrinches, haciéndose la rata o volviendo del baile medio en copas, me va a decir a mí como tengo que hacer esto o aquello".
Pero también pasa con la persona que logra salir del infierno del alcohol o de la droga, y esto lo sigue como una marca, como un estigma.
No se puede cambiar, no se puede crecer o evolucionar, sin el entorno no lo permite, si no genera el espacio para esa transformación. No sólo tiene que existir un sincero deseo de cambiar, de crecer, en la persona, sino que, quienes la rodean deben confiar en esa persona, deben darle un voto de confianza. De lo contrario, lo mejor es que se vaya a un lugar nuevo, en donde el pasado no sea una sombra en su vida.
Esto mismo nos interpela a nosotros, para que demos la oportunidad a las personas que nos rodean, a vivir un cambio, a ser nuevas personas. Siempre digo que es algo ilógico que los cristianos y cristianas, que creemos en la conversión, esto es, la transformación de la persona por la fe, nos cuesta creer que las personas cambien. Si creemos que Pablo, pasó de ser un perseguidor de cristianos a un seguidor de Cristo, hasta correr riesgo de muerte, deberíamos creer que los cambios son posibles. Pero dudamos, desconfiamos, pensamos mal del otro.
Las personas cambian, nosotros mismo vivimos los procesos que la vida nos invita. No juzguemos, ayudemos a toda persona que busca un cambio, que quiere ser mejor, esto es lo que Jesús espera de nosotros. Amén.

Querido Jesús, sé que soy desconfiada, que me parece que algo se trae la persona que vuelve demasiado cambiada. Sin embargo yo misma también busco ser diferente, acercarme más a vos en mi manera de pensar, en mi manera de vivir. Ayudame a generar el espacio que esas personas necesitan. Te lo pido a vos, que sabés muy bien lo que es el rechazo, porque lo sufriste aquí, entre nosotros, y que junto con el Padre y el Espíritu Santo reinás por toda la eternidad. Amén.