miércoles, 30 de diciembre de 2015

31 de Enero

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 71

“A ti, mi Señor, me acojo,
¡no sea confundido jamás!
¡Por tu justicia sálvame, libérame!
tiende hacia mí tu oído y sálvame!

¡Sé para mí una roca de refugio,
alcázar fuerte que me salve,
pues mi roca eres tú y mi fortaleza.
¡Dios mío, líbrame de la mano del impío,
de las garras del perverso y del violento!

Pues tú eres mi esperanza, Señor,
mi Señor, mi confianza desde mi juventud.
En ti tengo mi apoyo desde el seno,
tú mi porción desde las entrañas de mi madre;
¡en ti sin cesar mi alabanza!

Soy el asombro de muchos,
mas tú eres mi seguro refugio.
Mi boca está repleta de tu loa,
de tu gloria todo el día.

A la hora de mi vejez no me rechaces,
no me abandones cuando decae mi vigor.
Porque de mí mis enemigos hablan,
los que espían mi alma se conciertan:

‘¡Dios le ha desamparado, perseguidle,
apresadle, pues no hay quien le libere!’
¡Oh Dios, no te estés lejos de mí,
Dios mío, ven pronto en mi socorro!

¡Confusión y vergüenza sobre aquellos
que acusan a mi alma;
cúbranse de ignominia y de vergüenza
los que buscan mi mal!

Y yo, esperando sin cesar,
más y más te alabaré;
publicará mi boca tu justicia,
todo el día tu salvación.

Y vendré a las proezas de mi Señor,
recordaré tu justicia, tuya sólo.
¡Oh Dios, desde mi juventud me has instruido,
y yo he anunciado hasta hoy tus maravillas!

Y ahora que llega la vejez y las canas,
¡oh Dios, no me abandones!,
para que anuncie yo tu brazo a todas las edades venideras,
¡tu poderío y tu justicia, oh Dios, hasta los cielos!

Tú que has hecho grandes cosas,
¡oh Dios!, ¿quién como tú?

Tú que me has hecho ver tantos desastres y desgracias,
has de volver a recobrarme.
Vendrás a sacarme de los abismos de la tierra,
sustentarás mi ancianidad, volverás a consolarme,

Y yo te daré gracias con las cuerdas del arpa,
por tu verdad, Dios mío;
para ti salmodiaré a la cítara,
oh Santo de Israel.

Exultarán mis labios cuando salmodie para ti,
y mi alma, que tú has rescatado.
También mi lengua todo el día
musitará tu justicia:
porque han sido avergonzados, porque han enrojecido,
los que buscaban mi desgracia.” Amén.

Curiosidades

¿Quién era la viuda de Sarepta?
La viuda de Sarepta era una mujer que tenía un hijo, y que aparte de su condición de viuda, era muy pobre. Dios había enviado al profeta Elías a Sarepta, para encontrarse con esta mujer. A pesar de que no tenía más que un poco de harina y un poco de aceite para amasarse el último pan, ante el pedido de Elías, amasó el pan, pero para dárselo a él. A partir de ese momento tanto la tinaja del pan como la orza de aceite nunca se vaciaron.
Después de esto, el hijo de la viuda cayó enfermo, y al poco tiempo murió, porque la enfermedad era muy fuerte. Entonces ella se enojó con Elías y con su Dios. Elías tomó al niño y subió a la habitación de arriba donde él vivía, y lo acostó en su cama; después clamó Dios pidiendo ayuda, se tendió tres veces sobre el niño, e invocó a Dios que lo volviera a la vida, y así fue. Elías tomó al niño, lo bajó de la habitación y se lo dio a su madre. Entonces la mujer reconoció que Elías era un hombre de Dios y que de su boca salían palabras también palabras de Dios.
Si querés leer esta historia en la Biblia, la podés encontrar en 1 Reyes 17:7-24.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Lucas 4:16-30

“Vino a Nazará, donde se había criado y, según su costumbre, entró en la sinagoga el día de sábado, y se levantó para hacer la lectura. Le entregaron el volumen del profeta Isaías y desenrollando el volumen, halló el pasaje donde estaba escrito:

‘El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva,
me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos,
para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor’.

Enrollando el volumen lo devolvió al ministro, y se sentó. En la sinagoga todos los ojos estaban fijos en él. Comenzó, pues, a decirles: ‘Esta Escritura, que acaban de oír, se ha cumplido hoy’. Y todos daban testimonio de él y estaban admirados de las palabras llenas de gracia que salían de su boca.
Y decían: ‘¿No es éste el hijo de José?’
Él les dijo: ‘Seguramente me van a decir el refrán: Médico, cúrate a ti mismo. Todo lo que hemos oído que ha sucedido en Cafarnaúm, hazlo también aquí en tu patria’. Y añadió: ‘En verdad les digo que ningún profeta es bien recibido en su patria’.
‘Les digo de verdad: Muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando se cerró el cielo por tres años y seis meses, y hubo gran hambre en todo el país; y a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda de Sarepta de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue purificado sino Naamán, el sirio’.
Oyendo estas cosas, todos los de la sinagoga se llenaron de ira;
y, levantándose, le arrojaron fuera de la ciudad, y le llevaron a una altura escarpada del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad, para despeñarle. Pero él, pasando por medio de ellos, se marchó.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

 “Quien quiere oír, que oiga” o “no hay peor sordo que el que no quiere oír”, dos frases muy conocidas y que utilizamos con frecuencia cuando nos enojamos o fastidiamos con aquellas personas que no quiere escuchar o darse cuenta de la realidad.
Lo mismo pasa con el mensaje del evangelio, sólo llega a quien está dispuesto, está abierto a escuchar, a dejarse seducir por el mensaje de Cristo.
Pasó en aquel tiempo, porque lo conocían, conocían a su familia y lo vieron crecer, pasa ahora porque nos miran a nosotros, sus seguidores, y ven la apariencia o nuestra historia, en vez de escuchar las palabras de esperanza que nos da Jesús y que queremos compartir.
“Médico, cúrate a ti mismo”, dice Jesús, como una referencia a la incredulidad, a la incapacidad de oír más allá de la persona, a juzgar sobre todas las cosas, por una visión negativa de la vida y de Dios también.
En estos tiempos hay mucha mirada negativa de la gente que nos rodea, incluso de cristianos y cristianas que hablan de un mundo perdido. No logran ver y escuchar las muchas señales de esperanza, personas que dejan su vida en sus proyectos por creer que uno hace la diferencia, que no es posible solucionar todos los problemas que hay en el mundo, por eso hacen lo posible y se alegran con lo poco. Trabajan como el albañil, piedra por piedra, sin contar las que faltan, sino disfrutando de la construcción que va creciendo.
También es más fácil pensar que es imposible cambiar el mundo porque hay demasiado por hacer. Es cansarse antes de empezar, porque se cree que nadie se va a sumar, pensar negativamente.
Somos llamados a cuidar de nuestro planeta desde la creación, pero como humanidad lo estamos destruyendo, porque decimos “¿qué le va a hacer este papelito que tiro?” Si no hay basura, por ejemplo, o “¿qué diferencia hace un papel más?” si la hay tirada. Nuestra actitud es todo.
¿Vos te sumás al cambio? ¿a creer que uno vale la pena? ¿en qué espacio te sumarías? Fijate que ya hay muchos grupo que están trabajando: con jóvenes, niños, mujeres… en la prevención o la asistencia en drogas, violencia, ecología… Es verdad, hay mucho por hacer, pero la actitud receptiva, el asumir que hay realidades muy duras que se pueden cambiar de a poco, es el primer paso. Amén.

Querido Jesús, vos me mostraste que aún cuando la multitud te llevó al borde del precipicio te mantuviste calmo, y que eso mismo le quitó el valor para arrojarte, ayudame a actuar de esa manera, mostrando mi convicción para ser escuchada. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

24 de Enero

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 19

“Los cielos cuentan la gloria de Dios,
la obra de sus manos anuncia el firmamento;
el día al día comunica tu mensaje,
y la noche a la noche transite la noticia.

No es un mensaje, no hay palabras,
ni su voz se puede oír;
mas por toda la tierra se adivinan los rasgos,
y sus giros hasta el confín del mundo.

En el mar levantó para el sol una tienda,
y él, como un esposo que sale de un tálamo,
se recrea, cual atleta, corriendo su carrera.

A un extremo del cielo es su salida,
y su órbita llega al otro extremo,
sin que haya nada que a su ardor escape.

La ley de mi Señor es perfecta,
consolación del alma,
el dictamen de mi Señor, veraz,
sabiduría del sencillo.

Los preceptos de mi Señor son rectos,
gozo del corazón;
claro mandamiento de mi Señor,
luz de los ojos..

El temor de mi Señor es puro,
por siempre estable;
verdad, los juicios de mi Señor,
justos todos ellos,

apetecibles más que el oro,
más que el oro más fino;
sus palabras más dulces que la miel,
más que el jugo de los panales.

Por eso tu servidor se empapa con ellos,
gran ganancia es guardarlos.
Pero ¿quién se da cuenta de los yerros?
De las faltas ocultas límpiame.

Guarda también a tu siervo del orgullo,
no tenga dominio sobre mí.
Entonces seré irreprochable,
de delito grave exento.

¡Sean gratas las palabras de mi boca,
y el susurro de mi corazón,
sin tregua ante ti, mi Señor,
roca mía, mi redentor.” Amén.

Curiosidades

¿Cómo eran los pozos de agua en los tiempos de Jesús?
Había varios tipos de pozos en los tiempos de Jesús:
  •  podía ser una excavación practicada en la tierra para llegar a un manantial subterráneo natural. Probablemente de un pozo de estas características, Rebeca sacaba agua, como así también el pozo de Jacob en Siquem, de donde Jesús encontró a la mujer samaritana.
  •  también existían la cisterna o foso, grande o pequeño, público o privado, para juntar agua de lluvia. El pozo de Belén probablemente es un ejemplo.
  •  foso, seco o con arcilla fangosa, usado como calabozo, para el que se emplea la misma palabra hebrea.
En las regiones áridas del E. el agua puede convertirse en elemento tan apreciado como el oro. Los pozos eran, y siguen siendo, tema de violentas disputas, e incluso de contiendas. Se consideraban hereditarios, y ya eran explotados por monopolios humanos cuando todavía no se lo hacía con las tierras.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.1109)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Lucas 4:14-21

“… pero el que beba del agua que yo le dé, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le dé se convertirá en él en fuente de agua que brota para vida eterna’.
Le dice la mujer: ‘Señor, dame de esa agua, para que no tenga más sed y no tenga que venir aquí a sacarla’. Él le dice: ‘Vete, llama a tu marido y vuelve acá’.  Respondió la mujer: ‘No tengo marido’. Jesús le dice: ‘Bien has dicho que no tienes marido, porque has tenido cinco maridos y el que ahora tienes no es marido tuyo; en eso has dicho la verdad’. Le dice la mujer: ‘Señor, veo que eres un profeta. Nuestros padres adoraron en este monte y ustedes dicen que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar’.
Jesús le dice: ‘Créeme, mujer, que llega la hora en que, ni en este monte, ni en Jerusalén adorarán al Padre’.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Pensar que Jesús sabe todo de mí y me ama y acepta tal cual soy con mis aciertos y mis errores es una gran alegría y una tranquilidad para mí. Lo siento cerca, amigo, confidente. Puedo descansar en él con la tranquilidad de que no me está juzgando, sino escuchando y aconsejando.
Muchas veces al leer este texto ponemos en las palabras de Jesús nuestros pensamientos condenatorios. Acusamos a la mujer del pozo… y nos sentimos mejores que ella… ¡qué bueno que no hemos tenido una vida como la de ella… tan “promiscua” con tantos hombres!
Jesús no la juzga, le dice quien es, sabe de su sufrimiento, y se lo hace saber. Ella lo recibe así y se alegra y alivia por eso. No tiene que ocultar nada, ni tiene que contarle nada…
Por eso es tan importante mi fe en Cristo para mí. Me siento acompañada, amada, protegida, comprendida. Pero a la vez siento que me ayuda a superar mis errores, a buscar mejorarme cada día. Me permite equivocarme sin que sienta su rechazo, porque esta vida es un camino, y es caminando que se aprende, lo mismo que de las fallas.
Jesús me refresca con su agua limpia, me permite sentirme en paz y amarme a mí misma también. Eso es muy importante porque me da seguridad. Al sentirme amada, amo también y deseo que otras personas puedan vivir esta experiencia maravillosa: mi fe en Cristo, que no es mía sino de Dios… yo sólo puse la vasija, mi buena disposición.
¡Gracias, Señor, por tanto amor! Amén.

Querido Jesús, muchas veces me siento identificada con la mujer del pozo, pero otras muchas con la gente que la juzga y la discrimina. Ayudame a mirar con buenos ojos a la gente que me rodea y sobre todo a aquellas personas vulneradas, que son marginadas por su vida. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

17 de Enero

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 96

“¡Canten a mi Señor un canto nuevo,
canten a mi Señor, toda la tierra,
canten a mi Señor, su nombre bendigan!

Anuncien su salvación día tras día,
cuenten su gloria a las naciones,
a todos los pueblos sus maravillas.

Qué grande es mi Señor, y muy digno de alabanza,
más temible que todos los dioses.
Pues nada son todos los dioses de los pueblos.

Mas mi Señor los cielos hizo;
gloria y majestad están ante él,
poder y fulgor en su santuario.

Rindan a mi Señor, familias de los pueblos,
rindan a mi Señor gloria y poder,
rindan a mi Señor la gloria de su nombre.

Traigan ofrendas y en sus atrios entren,
póstrense ante mi Señor en esplendor sagrado,
¡tiemble ante su faz la tierra entera!

Decid entre las gentes: ‘¡mi Señor es rey!’
El orbe está seguro, no vacila;
él gobierna a los pueblos rectamente.

¡Alégrense los cielos, regocíjese la tierra,
retumbe el mar y cuanto encierra;
exulte el campo y cuanto en él existe,
griten de júbilo todos los árboles del bosque,

ante la faz de mi Señor,
pues viene él, viene, sí, a juzgar la tierra!
El juzgará al orbe con justicia,
a los pueblos con su lealtad.” Amén.

Curiosidades

¿Por qué había tinajas de piedra vacías en el lugar de la boda?
Era una tradición judía que antes de su boda, la novia debía de hacerse un baño ritual no sólo como purificación, sino como una preparación para un evento santo y de significado especial. Las tinajas de piedra vacías habían sido utilizadas para el ritual de purificación antes de celebrarse la boda. Ritual que tiene por nombre Mikvé. Es una preparación pero al mismo tiempo, también el espacio en donde se realizan los baños de purificación que prescribe el judaísmo. Se trata de un contenedor de agua donde una persona pueda sumergirse completamente. La Mikve no puede estar llena con agua estancada, sino que tiene que ser agua corriente. Puede ser utilizada tanto por hombres como por mujeres, aunque hoy en día solo las mujeres conservan la obligación de utilizar la Mikve en forma ritual 7 días después de la culminación de cada ciclo menstrual.
Hoy día, la Mikve es una piscina que tiene como fuente una unión de aguas naturales, recolectadas de forma natural. Es usada principalmente por mujeres casadas que se sumergen en ella cada mes, luego del período menstrual para reiniciar su relación marital.
La Mikve es una institución Comunitaria Central para el estilo de vida judío, el matrimonio judío y para la supervivencia y continuidad del Judaismo. La asistente dará su entrada a la Mikve y controlará su inmersión, cerciorándose de que su cuerpo entero, incluído el cabello, se haya sumergido. Entonces recitará la bendición requerida.
La Mikve se encuentra disponible cada atardecer (en algunos lugares es necesario fijar una cita) luego de la puesta del sol y durante la primer porción de la noche. La Mikve puede ser utilizada los viernes por la noche y festividades.
Gachi Waihgortin en una entrevista en “La Palabra Israelita”, del 2 de Septiembre de 2005, explica que: “La pureza tiene su origen en la Torá. Siempre aparece el tema de la pureza y la impureza, sobre todo relacionado con el tema de la muerte. Así, cada persona que tocaba un cadáver debía purificarse para poder a entrar en contacto con el Santuario. Para estos casos, la Torá señala que quienes entran en contacto con la muerte deben lavar sus vestidos, es decir, realizará la tevilá.
Toda mujer casada, después de su período menstrual, debe ir a la mikve para reanudar su vida marital, que se interrumpe durante el período de menstruación y días aledaños. La tradición dice que la mujer que está en su período menstrual está en estado de impureza y por esta razón no puede tener vida marital. Por eso debe purificarse a través de la mikve. El asunto es que esto para una mujer moderna suena muy fuerte, porque la menstruación es una de las cosas que nos definen como mujeres. O sea que si lo que me define como mujer a la vez me impurifica suena misógino, suena raro.
El problema está en que entendemos mal lo que es la impureza. Pureza e impureza no es lo mismo que limpio y sucio. Impureza no tiene una connotación negativa. En la Torá la muerte emana impureza y esto se explica porque hay dos formas de vivir la vida: sabiéndonos mortales o sabiéndonos inmortales. Por un lado, podemos vivir sabiendo que somos mortales, estando conscientes que podemos morir en cualquier minuto. Si vivo consciente de esto voy a aprovechar cada instante, pero también voy a tener poco compromiso con el futuro. Por otro lado, si jugamos a la inmortalidad, nos proyectamos a futuro, pero a la vez podemos perder el presente. Entonces, la pureza se define como el equilibrio entre estas dos posiciones. Debo saber que hoy puede ser el último día de mi vida, pero también el primer día del resto de mi vida. Si logro equilibrar esto, puedo tener una vida de pureza.
Esto me lo dijo alguien alguna vez: la menstruación es el llanto del útero defraudado. O sea que es un nido que se destruye porque no hubo vida, pero que genera una nueva potencialidad de vida. Por lo tanto, es un punto de contacto entre muerte y vida. Esto me genera un estado de impureza que debemos purificar. Es lo mismo que sucede al dar a luz, cuando se produce el paso de un estado a otro, cuando algo termina y algo empieza. Lo mismo pasa cuando la persona se convierte, ya que muere una parte de su espiritualidad para dar a luz otra espiritualidad. Este punto de inflexión exige un rito de purificación. Lo mismo sucede con la tahará.”

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Juan 2:4-11

“Jesús le responde: ‘¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora’. Dice su madre a los sirvientes: ‘Hagan lo que él les diga’.
Había allí seis tinajas de piedra, puestas para las purificaciones de los judíos, de dos o tres medidas cada una. Les dice Jesús: ‘Llenen las tinajas de agua’. Y las llenaron hasta arriba. ‘Sáquenlo ahora, les dice, y llévenlo al maestresala’. Ellos lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, como ignoraba de dónde era (los sirvientes, los que habían sacado el agua, sí que lo sabían), llama el maestresala al novio y le dice: ‘Todos sirven primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el inferior. Pero tú has guardado el vino bueno hasta ahora’. Así, en Caná de Galilea, dio Jesús comienzo a sus señales. Y manifestó su gloria, y creyeron en él sus discípulos.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

El vino en los tiempos de Jesús sólo se bebía en eventos especiales. No había un acceso a las bebidas alcohólicas como ahora, sólo la gente rica lo tomaba diariamente.
Ahora se habla del vino como parte esencial de la mesa diaria, algo que no puede faltar. Incluso algunos consideran el pan y el vino de la Santa Cena como lo cotidiano, y no es así, al menos el vino.
El vino como sinónimo de fiesta, en este caso, la fiesta de la presencia de Dios en la persona de Jesús. Este es el significado del milagro en donde Jesús convierte al agua en vino… ¡comenzó la fiesta!
Pocas veces hablamos acerca de Jesús como la fiesta, incluso pocas veces hablamos de la Santa Cena como fiesta. Parece que al decirle “sacramento” lo sacralizamos, lo alejamos de nosotros, el ritual se pone pesado y solemne… quien nos ve no capta la fiesta… y nosotros tampoco.
Si volvemos a la fiesta de la que participa Jesús, en donde el vino se acaba, podemos pensar dos cosas, o que hicieron mal los cálculos o que la fiesta, el baile estaba tan bueno, que los invitados consumieron todo el vino… que debería haber alcanzado. No es casual que sea así la presentación de Jesús a su ministerio (aunque le dice a su madre que su hora todavía no había llegado). Jesús en una fiesta junto a sus amigos… tan parecido a la promesa que nos hace para la eternidad, en nuestra resurrección. Y es que Jesús amaba las fiestas, las mesas con comida y amigos ¿por qué somos tan temerosos a la hora de celebrar en su Mesa? ¿por qué tan solemnes?
Evidentemente no hemos entendido nada, no es el vino, es la fiesta, la alegría de compartir la comida y el encuentro. La próxima vez que te acerques a la Mesa del Señor, recordá esto que ahora estoy compartiendo con vos, pensá que Jesús vino al mundo para darnos Vida en abundancia y que está preparando para cada uno de nosotros nuestro lugar en la Mesa junto a nuestro Dios. Amén.

Querido Jesús, ¡qué lindo es pensar que te gusta disfrutar de la comida, los amigos y la música! Eso me une a vos y me permite focalizar mi vida, sacarle la tragedia y la autolástima, sacarle el cartón y el plástico para vivir simplemente, disfrutando el encuentro. Gracias por darme la alegría más allá de los problemas de la vida, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

10 de Enero

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 29

“¡Rindan a mi Señor, hijos de Dios,
rindan a mi Señor gloria y poder!
Rindan a mi Señor la gloria de su nombre,
póstrense ante mi Señor en esplendor sagrado.

Voz de mi Señor sobre las aguas;
el Dios de gloria truena,
¡es mi Señor, sobre las muchas aguas!
Voz de mi Señor con fuerza,
voz de mi Señor con majestad.

Voz de mi Señor que desgaja los cedros,
mi Señor desgaja los cedros del Líbano,
hace brincar como un novillo al Líbano,
y al Sarión como cría de búfalo.

Voz de mi Señor que afila llamaradas.
Voz de mi Señor, que sacude el desierto,
sacude mi Señor el desierto de Cadés.
Voz de mi Señor, que estremece las encinas,
y las selvas descuaja,
mientras todo su Templo dice: ¡Gloria!

Mi Señor se sentó para el diluvio,
mi Señor se sienta como rey eterno.
Mi Señor, da el poder a su pueblo,
mi Señor bendice a su pueblo con la paz.” Amén.

Curiosidades

¿Qué es un bieldo?
El bieldo es un instrumento compuesto de un palo largo, de otro de unos 30 cm de longitud, atravesado en uno de los extremos de aquel, y de cuatro o más fijos en el transversal, en forma de dientes. Esta herramienta útil en la labranza, hecho de madera, con el que se lanza la trilla contra el viento para, por su efecto, separar el grano de las granzas y la paja. Con el trillo se separaba el trigo de la paja, es decir, se trillaba. Claudio Boutelou, en su escrito de 1806, define este instrumento agrícola propio del área mediterránea como:
«…de tres a cuatro pies de ancho y unos seis de largo, variando frecuentemente estas dimensiones, y se compone de dos o tres tablones ensamblados unos con otros, de más de cuatro pulgadas de grueso, en los que se hallan embutidas por su parte inferior muchos pedernales muy duros y cortantes que arrastran sobre las mieses. En la parte anterior hay clavada una argolla para atar la cuerda que le arrastra, y a la que se enganchan comúnmente dos caballerías; y sentado un hombre en el trillo lo conduce dando vueltas sobre la parva extendida en la era. Si el hombre necesita más peso, pone encima piedras grandes»
El trillo era arrastrado, tradicionalmente, por dos mulas o por dos bueyes sobre la parva, es decir, sobre las mieses repartidas en la era. Al moverse en círculos sobre la cosecha extendida, las lascas, o las cuchillas, cortaban la paja y la espiga (que quedaba entre el trillo y el empedrado de cantos rodados del suelo de la era), separando la semilla sin dañarla. Posteriormente se amontonaba la parva trillada y se disponía para ser limpiada por medio de algún sistema de ventilado (aventado). Era ahí que el bieldo era utilizado.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Lucas 3:15-22

“Como el pueblo estaba a la espera, andaban todos pensando en sus corazones acerca de Juan, si no sería él el Cristo;
respondió Juan a todos, diciendo: "Yo los bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, y no soy digno de desatarle la correa de sus sandalias. El los bautizará en Espíritu Santo y fuego.
En su mano tiene el bieldo para limpiar su era y recoger el trigo en su granero; pero la paja la quemará con fuego que no se apaga."
Y, con otras muchas exhortaciones, anunciaba al pueblo la Buena Nueva.
Pero Herodes, el tetrarca, reprendido por él a causa de Herodías, la mujer de su hermano, y a causa de todas las malas acciones que había hecho,
añadió a todas ellas la de encerrar a Juan en la cárcel.
Sucedió que cuando todo el pueblo estaba bautizándose, bautizado también Jesús y puesto en oración, se abrió el cielo,
y bajó sobre él el Espíritu Santo en forma corporal, como una paloma; y vino una voz del cielo: ‘Tú eres mi hijo; yo hoy te he engendrado’.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Muchas veces he visto cómo hay personas que no tienen escrúpulos se enojan con aquellas que llevan una vida recta, con principios, que no se dejan sobornar ni amedrentar.
Si pudieran harían como Herodes con Juan, las desaparecerían de su vista, como si eso cambiara la situación, y es que no se puede tapar el sol con un dedo, ni con una mano.
Hay cosas que toda persona sabe que está mal: estafar, robar, matar, engañar, mentir… no necesita tener una fe, tiene que ver con la humanidad y las leyes naturales.
Las personas corruptas saben que no está bien lo que hacen sin que nadie se lo tenga que decir. Para los cristianos y cristianas, Dios no aprueba esta conducta y hay un castigo para ellas. Juan en el texto de hoy lo dice muy duramente: el grano y la paja serán separados y la paja quemará. La paja son justamente aquellas personas que no siguen la voluntad de Dios, no actúan en el amor y la misericordia.
De todas maneras no nos corresponde a nosotros ni separar ni juzgar ni condenar. Eso le corresponde a Dios, a Jesús.
Lo que a nosotros nos toca es llevar una vida recta, siguiendo los pasos de Jesús. Para eso necesitamos que Dios nos dé la fuerza no sólo para mantenernos firmes, sino para no tener miedo a esas personas que de repente nos atacan porque nuestra vida es un espejo que los pone en evidencia.
Lo bueno es que hay muchas personas que viven una vida digna, llevando sus principios adelante, no contagiándose de aquellos que por corruptos se enriquecen y ocupan lugares de privilegio o de poder.
Creo que es mejor dormir de noche con la conciencia limpia y poder mirar a mis hijos con la frente alta que tener los bolsillos llenos de dinero que no me corresponde. Seguramente vos que estás escuchando pensás lo mismo que yo y eso me alegra… somos muchos y hacemos la diferencia. Que Dios nos permita seguir dando este testimonio de Vida. Amén.

Querido Jesús, vos llegaste a la cruz porque no aceptaste ni compartiste la corrupción de tus compañeros del templo, ayudame a vivir en esa integridad para que pueda dar testimonio pero también para que pueda vivir en paz de conciencia. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

3 de Enero

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 147

“¡Aleluya!

Alaben a mi Dios, que es bueno salmodiar,
a nuestro Dios, que es dulce la alabanza.

Edifica mi Dios en Jerusalén,
congrega a los deportados de Israel;
él sana a los de roto corazón,
y venda sus heridas.

Él cuenta el número de estrellas,
y llama a cada una por su nombre;
grande es nuestro Señor, y de gran fuerza,
no tiene medida su saber.
Mi Dios sostiene a los humildes,
hasta la tierra abate a los impíos.

Canten a mi Dios en acción de gracias,
salmodien a la cítara para nuestro Dios:

El que cubre de nubes los cielos,
el que lluvia a la tierra prepara,
el que hace germinar en los montes la hierba,
y las plantas para sus usos el hombre,
el que dispensa al ganado su sustento,
a las crías del curvo cuando chillan.

No les agrada el brío del caballo,
ni se complace en los músculos del hombre.
Se complace mi Dios en los que le temen,
en los que esperan en su amor.

¡Celebra a mi Dios, Jerusalén,
alaba a tu Dios, Sión!

Que él ha reforzado los cerrojos de tus puertas,
ha bendecido en ti a tus hijos;
pone paz en tu término,
te sacia con la flor del trigo.

Él envía a la tierra su mensaje,
a toda prisa corre su palabra;
como lana distribuye la nieve,
esparce la escarcha cual ceniza.

Arroja su hielo como migas de pan,
a su frío ¿quién puede resistir?
Envía su palabra y hace derretirse,
sopla su viento y corren las aguas.

Él revela a Jacob su palabra,
sus preceptos y sus juicios a Israel:
no hizo tal con ninguna otra nación,
ni una sola sus juicios conoció.” Amén.

Curiosidades

¿Qué sentido tiene el término Palabra en el evangelio de Juan?
Al igual que el resto de los libros del Nuevo Testamento, el Evangelio de Juan se escribió originalmente en griego koiné o común, no en el estilo clásico de los filósofos griegos.
Desarrollado a partir de las incursiones de Alejandro Magno, el griego koiné llegó a ser el idioma internacional en la época de Jesús y sus Apóstoles y el medio natural para la edición de literatura que pretendiera tener gran distribución. Hoy se encuentran muchos manuscritos de gran antigüedad que conservan el evangelio de Juan.
Dentro del primer versículo del evangelio la expresión logos o la Palabra, se refiere a Jesús, este es un hecho comúnmente aceptado a partir del uso de ese término en otras partes del mismo capítulo (por ej. Los versículos 14 y 17 del mismo capítulo).
El sentido adecuado que se da a este pasaje en español ha sido fuente de serias diferencias en el área de la Traducción Bíblica.
La forma más común en que encontramos este versículo en español es:

“En el Principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios”
(Versión Reina Valera 1995)

La mayoría de las versiones utilizan grafías similares por ejemplo La Biblia Latinoamericana, Edición Pastoral 1995 (Católica) dice:

“En el Principio era la Palabra, y la Palabra estaba ante Dios y la Palabra era Dios”
(La Biblia Latinoamericana Edición Pastoral 1995)

En el común de las versiones bíblicas españolas el sentido interpretativo de la traducción de este texto se inclina por señalar que la Palabra, es decir Jesús, es Dios. Sin embargo esto no es universal. Por Ejemplo la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras, editada por los Testigos de Jehová, traduce el pasaje de la siguiente manera.

“En [el] principio la Palabra era, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era un dios”
(Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras)

Aclarando, oportunamente, que la Biblia impresa por los Testigos de Jehová no es aceptada por ninguna otra iglesia denominada cristiana.
Esta última traducción ha traído severas críticas, en especial por apoyadores de la doctrina de la Trinidad, quienes postulan la idea de la divinidad de Jesús. Pues si Jesús fuese un "dios" fuera de Dios, cabría automáticamente la figura politeísta en este razonamiento.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Juan 1:1-18

“En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio con Dios. Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe.
En ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres, y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron.
Hubo un hombre, enviado por Dios: se llamaba Juan. Este vino para un testimonio, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por él. No era él la luz, sino quien debía dar testimonio de la luz.
La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por ella, y el mundo no la conoció.
Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre; la cual no nació de sangre, ni de deseo de hombre, sino que nació de Dios.
Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de él y clama: ‘Este era del que yo dije: El que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo’.
Pues de su plenitud hemos recibido todos, y gracia por gracia.
Porque la Ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo.
A Dios nadie le ha visto jamás: el Hijo único, que está en el seno del Padre, él lo ha contado.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Cada vez que pienso en que Dios bajó a la tierra y experimentó nuestra limitación humana por el simple hecho de acercarse a nosotros como humanidad y comprendernos, no dejo de maravillarme por su humildad.
Y si lo comparo a la actitud humana y a lo que hemos llegado justamente por la actitud contraria, me asombro de su paciencia y su amor hacia nosotros.
Esto me llena de gratitud, pero a la vez de compromiso.
Siento que esta forma de tratarnos amorosamente al final dará sus frutos. Por eso no creo en la humanidad perdida, en un fin trágico y violento.
De hecho, más allá de la fe cristiana, están surgiendo movidas espirituales y ecológicas que intentan volver a la armonía, que están en contra de tanta violencia y consumismo (que también es violencia).
Hace un par de meses con una persona de la congregación hablábamos de esto justamente. Yo le decía que la humanidad funciona pendularmente, va del creerse centro de todo hacia la conciencia de Dios y vuelve. En este momento, a mi entender, estamos al límite y el péndulo está volviendo. Esto es bueno, pero es difícil, y nosotros, como cristianos y cristianas tenemos una gran tarea: abrir nuestros espacios espirituales para que tanta gente que está en la búsqueda pueda encontrar a ese Dios encarnado, lleno de amor y paciencia. Ese Dios que está dispuesto a sanar las heridas de tanta gente lastimada por este sistema inhumano que hemos impuesto en el mundo por nuestro egoísmo y ambición.
En este tiempo de Navidad, aprovechemos a recordar este gran regalo de Dios que es Jesús, la palabra encarnada, que fue luz y sigue siendo luz y dando luz para muchos. Amén.

Querido Jesús, ¡gracias por bajar al mundo y hacer tu hogar entre nosotros! Eso me llena de alegría y esperanza en que éste pude ser un lugar mejor, con paz y armonía. Dame la luz para que pueda brillar y dar testimonio de esta gran noticia. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

¡Feliz Año Nuevo!

Les deseamos a todos y todas un muy bendecido 2016, y que la Palabra de Dios siga siendo la lámpara a nuestros pies.

sábado, 26 de diciembre de 2015

27 de Diciembre

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 128

“Dichosos todos los que le temen a mi Señor,
los que van por sus caminos.

Del trabajo de sus manos comerás,
¡dichoso tú, que todo te irá bien!
Tu esposa será como parra fecunda
en el secreto de tu casa.
Tus hijos, como brotes de olivo
en torno a tu mesa.

Así será bendito el hombre
que teme a mi Señor.
¡Bendígate mi Señor desde Sión,
que veas en ventura a Jerusalén
todos los días de tu vida,
y veas a los hijos de tus hijos!

¡Paz a Israel!” Amén.

Curiosidades

¿Por qué cada año las familias iban a celebrar la Pascua a Jerusalén?

En la época neotestamentaria, todo los israelitas varones debían concurrir a Jerusalén tres veces por año, para la fiesta de la pascua, la de las semanas o Pentecostés, y la de los tabernáculos. Incluso los judíos de la dispersión a veces cumplían; la población temporaria de la ciudad santa podía llegar a casi 200.000 habitantes. Después de buscar a la luz de las velas rastros de la levadura prohibida, además de otros preparativos minuciosos, la cena pascual misma se comía en posición reclinada. Incluía los elementos simbólicos siguientes: cordero asado, pan sin levadura, hierbas amargas, algunos condimentos menores, y cuatro copas de vino en momentos determinados.
Hasta el año 70 d.C. la pascua se celebró en Jerusalén, en cualquier casa dentro de los límites de la ciudad, y en grupos pequeños; al cordero se lo mataba ritualmente en el recinto del templo. Cuando tanto el templo como la nación palestina fueron destruidos por la guerra, la pascua inevitablemente se convirtió en ceremonia doméstica.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.1046-1047)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Lucas 2:41-52

“Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta, y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres. Pero creyendo que estaría en la caravana, hicieron un día en el camino, y lo buscaban entre los parientes y conocidos; pero al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca.
Y sucedió que, al cabo de tres días, lo encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándolos y preguntándoles; todos los que lo oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas. Cuando lo vieron, quedaron sorprendidos, y su madre le dijo: ‘Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando’. Él les dijo: ‘Y ¿por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debía estar en las cosas de mi Padre?’ Pero ellos no comprendieron la respuesta que les dio.
Bajó con ellos y vino a Nazaret, y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón. Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres.” Amén.
Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Siempre me ha llamado la atención la reacción de los padres al encontrar a un hijo o hija que se ha perdido. Es una de las cosas que ocurren con frecuencia cuando hay muchas personas juntas y distendidas, por ejemplo, en la playa, en un lugar recreativo, en eventos de cualquier tipo. Primero se los ve desesperados, y al encontrarlo, lo reprenden… igual que María en este episodio.
La tensión que viven los padres en la búsqueda del niño es tan grande que se transforma en enojo cuando lo encuentran ¡por qué nos hiciste esto!
¿No cabe más bien expresar la alegría del encuentro y asumir la responsabilidad que como adultos nos compete?
Es verdad que es una actitud muy humana, pero sería bueno que aprendiéramos a reaccionar de otra manera. El enojo con el otro en vez de asumir la propia responsabilidad, y sobre todo cuando hablamos de los más débiles, no es la forma, puede ser entendible, pero no es la forma.
Es que los seres humanos tenemos dificultades de expresar nuestras emociones, muchas veces respondemos con violencia cuando en realidad quisiéramos llorar, porque nos da menos vergüenza enojarnos que llorar… ¿qué hay de malo en el llanto?
Tanto el llanto como el enojo son una reacción ante la impotencia, pero como adultos sentimos que es muy infantil llorar ¿y enojarse no?
Cuando veo a la gente que al enojarse rompe cosas o las tira por el aire o golpea a la persona que tiene que ver con esos sentimientos de impotencia, a veces me parece ridículo, otras me da miedo y otras, indignación. Porque responder con violencia es ocultar la sensibilidad, y la sensibilidad es lo más hermoso que tenemos como seres humanos, porque es una de las características de Dios, en esto de ser semejantes a él.
Seguramente el mundo sería muy diferente si lloráramos ante la angustia o la impotencia en ver de enojarnos y violentarnos, sería un mundo más pacífico, menos violento, más abierto al diálogo.
Cuando expresamos nuestra impotencia con enojo, por ejemplo al retar a nuestros hijos cuando se pierden, en vez de celebrar el encuentro y luego hablar con ellos sobre el peligro de perderse y asumir, también, nuestro descuido, pudiendo perdón, les estamos dando un pésimo ejemplo, una malísima forma de resolver nuestras frustraciones y angustias.
La próxima vez que te sientas así, pensá en esto que estoy compartiendo con vos. La violencia desequilibra, mientras que la tristeza y el llanto liberan, sale y se vuelve de una manera más íntegra, sin descontrol ni daños. Amén.

Querido Jesús, no sé si te querías quedar en el templo o si te olvidaron tus padres, sólo sé que te quedaste ahí y tus padres volvieron desesperados a buscarte, con sentimiento de culpa, seguramente. Vos le llevaste tranquilidad siendo así un espejo. Ayudame a aprender a asumir mis errores y responsabilidades, y a controlar mi enojo. Ayudame a vivir lo que siento sin vergüenza de que me crean débil o ridícula. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

viernes, 18 de diciembre de 2015

20 de Diciembre

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 80

“Pastor de Israel, escucha,
tú que guías a José como un rebaño;
tú que estás sentado entre querubines, resplandece
ante Efraín, Benjamín y Manasés;
¡despierta tu poderío,
y ven en nuestro auxilio!

¡Oh Dios, haznos volver,
y que brille tu rostro, para que seamos salvos!

¿Hasta cuándo, oh mi Señor Dios Sebaot,
estarás airado contra la plegaria de tu pueblo?
Les das a comer un pan de llanto
les haces beber lágrimas al triple;
habladuría nos haces de nuestros convecinos,
y nuestros enemigos se burlan de nosotros.

¡Oh Dios Sebaot, haznos volver,
y brille tu rostro, para que seamos salvos!

Una viña de Egipto arrancaste,
expulsaste naciones para plantarla a ella,
le preparaste el suelo,
y echó raíces y llenó la tierra.

Su sombra cubría las montañas,
sus pámpanos los cedros de Dios;
extendía sus sarmientos hasta el mar,
hasta el Río sus renuevos.

¿Por qué has hecho brecha en sus tapias,
para que todo el que pasa por el camino la vendimie,
el jabalí salvaje la devaste,
y la pele el ganado de los campos?

¡Oh Dios Sebaot, vuelve ya,
desde los cielos mira y ve,
visita a esta viña, cuídala,
a ella la que plantó tu diestra!
¡Los que fuego le prendieron, cual basura,
a la amenaza de tu faz perezcan!

Esté tu mano sobre el hombre de tu diestra,
sobre el hijo de Adán que para ti fortaleciste.
Ya no volveremos a apartarnos de ti;
nos darás vida y tu nombre invocaremos.

¡Oh mi Señor, Dios Sebaot, haznos volver,
y que brille tu rostro, para que seamos salvos!” Amén.

Curiosidades

¿Sabías que el cántico de María, conocido como el “Magnificat”, se inspira en el cántico de Ana?

En 1 Samuel 2:1-10 encontramos el cántico de Ana, la madre de Samuel. Entre ambos se encuentran afinidades literarias, pero además se observan dos grandes temas: 1º los pobres y humillados socorridos en detrimento de los ricos y poderosos; y 2º Israel objeto del favor de Dios desde la promesa hecha a Abraham. La diferencia entre un cántico y el otro, es que en el de María, el tono es mucho más personal.
Pero más que un análisis, te invito a escuchar el cántico de Ana, para que saques tus propias conclusiones:
“Mi corazón exulta en mi Señor, mi cuerno se levanta en Dios, mi boca se dilata contra mis enemigos, porque me he gozado en tu socorro.
No hay Santo como mi Señor, (porque nadie fuera de ti), ni roca como nuestro Dios.
No multipliquen palabras altaneras. No salga de sus bocas la arrogancia. Dios de sabiduría es mi Señor, suyo es juzgar las acciones.
El arco de los fuertes se ha quebrado, los que tambalean se ciñen con fuerza. Los hartos se contratan por pan, los hambrientos dejan su trabajo. La estéril da a luz siete veces, la de muchos hijos se marchita.
Mi Señor da muerte y vida, hace bajar al seol y retornar. Mi Señor enriquece y despoja, abate y ensalza.
Levanta del polvo el humilde, alza del muladar al indigente para hacerle sentar junto a los nobles, y darle en heredad trono de gloria, pues de mi Señor los pilares de la tierra y sobre ellos ha sentado el universo.
Guarda los pasos de sus fieles, y los malos perecen en tinieblas, (pues que no por la fuerza triunfa el hombre). Mi Señor, ¡quebrantados sus rivales! el Altísimo truena desde el cielo.
Mi Señor juzga los confines de la tierra, da pujanza a su Rey, exalta el cuerno de su Ungido.” Amén.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.847-846)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Lucas 1:39-56

“En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: ‘Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!’
Y dijo María: ‘Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen.
Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los que son soberbios en su propio corazón.
Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes.
A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada.
Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia – como había anunciado a nuestros padres – a favor de Abraham y de su linaje por los siglos’.
María permaneció con ella unos tres meses, y se volvió a su casa.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

 ‘Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!’ Palabras de Isabel, la prima de María, madre de Jesús, al saludarla… bendita tú…
¿Qué es lo que hace bendita o bendecida a María?
¿Era diferente a las demás jóvenes de su tiempo? ¿Por qué Dios la eligió para ser la madre de su hijo?
María tenía el requisito indispensable para ser la madre de Jesús: era humana y creía en Dios.
¿Por qué bendita?
Porque aceptó la propuesta del ángel, se animó a asumir el desafío de ser la madre del Hijo de Dios, criarlo y educarlo. Se animó a asumir un embarazo que no era de su novio, José, corriendo el riesgo que la repudiara. Se animó a vivir lo que Dios le presentaba.
Bendita María, pero no para que la adoremos como un ser especial, sino para que nos animemos a ser como ella, como un ejemplo de obediencia a Dios. Bendita porque al aceptar ser madre de Jesús, permitió que entráramos en el tiempo de la paciencia de Dios, el tiempo de la oportunidad, de la gracia.
A veces me preguntan: ustedes no creen en la virgen María, ¿no? A lo que respondo, más bien, no la veneramos, no la tenemos como intercesora, no le rezamos ni le pedimos nada. María es un ejemplo a seguir, una persona obediente que se animó a aceptar el desafío sin medir las consecuencias, sino a confiar en la protección de Dios.
María tuvo el privilegio y el honor de ser la madre de Jesús, de que Dios le confiara lo más preciado para que ella lo educara y lo acompañara hasta llegar a ser un hombre y cumplir su misión. ¡Bendita, María, por ello! ¡Bendecida por Dios por haber vivido esa experiencia maravillosa!
Bendecida, como lo somos todos aquellos que conocemos a Cristo y buscamos llevar un camino de obediencia, sin pensar en los riesgos, sin hacer cálculos, confiando en que Dios protege y provee.
Jesús vino a cambiar el mundo y nosotros somos sus herramientas, por eso somos bendecidos, benditos, como María. Amén.

Querido Jesús, ya en el vientre de tu madre eras inquieto, ya te estabas preparando para tu corto paso por la tierra, pero contundente. Ayudame a ser inquieta como vos, a no acomodarme a las injusticias que ocurren a mi alrededor, a no confiar en que Dios siempre me va a proteger si sigo su voluntad. ¡Gracias por tu bendición! En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

viernes, 11 de diciembre de 2015

13 de Diciembre

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 12

“¡Salva, mi Señor, que ya no hay fieles,
se acabaron los veraces entre los hijos de Adán!
Falsedad sólo dicen, cada cual a su prójimo,
labios de engaño, lenguaje de corazones dobles.

Arranque mi Señor todo labio tramposo,
la lengua que profiere bravatas,
los que dicen: ‘La lengua es nuestro fuerte,
nuestros labios por nosotros, ¿quién va a ser amo nuestro?’

Por la opresión de los humildes, por el gemido de los pobres,
ahora me alzo yo, dice mi Señor:
auxilio traigo a quien por él suspira.

Las palabras de mi Señor son palabras sinceras,
plata pura, de ras de tierra, siete veces purgada.

Tú, mi Señor, los guardarás,
los librarás de esta ralea para siempre;
de todas partes se irán los impíos,
colmo de vileza entre los hijos de Adán.” Amén.

Curiosidades

¿Cómo eran los soldados en los tiempos de Jesús?
Los soldados romanos eran los legionarios. El legionario (en latín legionarius) era el integrante de una unidad militar del ejército romano. Dicha unidad se conformaba generalmente por ciudadanos romanos mayores de 15 años. La duración del servicio militar de un legionario en la República temprana, era la de la duración de la campaña militar. En el siglo II a. C. se estableció que el servicio máximo debía ser de 16 campañas. Después de las reformas de Mario, el tiempo de servició quedo fijado en 25 años, que fueron rebajados a 20 en época de Augusto. Recibía una paga por sus servicios y, al finalizar su enrolamiento, tierras o, a partir de Augusto, un premio en metálico abonado por el Aerarium Militaris.
El legionario estaba generalmente armado con dos jabalinas (una pesada, el pilum y otra más liviana), una espada (gladius), y hasta la época de Tiberio, un puñal (pugio). Para su protección portaba un casco (galae), una armadura de anillas (lorica hamata), placas (lorica segmentata) o escamas (lorica squamata) y un escudo rectangular (scutum) que lleva una protección metálica o bloca para la posición de la mano. Completaban su equipamiento (impedimenta) un par de sandalias (caligae) y una mochila o morral (sarcina).
Uno de sus principales atributos, ya que muchas veces se enfrentaban con ejércitos mayores y mejor equipados, era el de formar parte de un cuerpo sumamente disciplinado y en constante entrenamiento (exercitum), tanto para poder efectuar maniobras militares en forma precisa y exacta, como la famosa tortuga o testudo, como para trabajar en obras de ingeniería militar (construcción de campamentos, murallas y fortalezas) y obras públicas (caminos, puentes y acueductos).

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Lucas 3:10-18

“La gente le preguntaba: ‘Pues ¿qué debemos hacer?’ y él les respondía: ‘El que tenga dos túnicas, que las reparta con el que no tiene; el que tenga para comer, que haga lo mismo’. Vinieron también publicanos a bautizarse, y le dijeron: ‘Maestro, ¿qué debemos hacer?’ Él les dijo: ‘No exijan más de lo que les está fijado’. Preguntáronle también unos soldados: ‘Y nosotros ¿qué debemos hacer?’ Él les dijo: ‘No hagan extorsión a nadie, no hagan denuncias falsas, y conténtense con su soldada’.
Como el pueblo estaba a la espera, andaban todos pensando en sus corazones acerca de Juan, si no sería él el Cristo; respondió Juan a todos, diciendo: ‘Yo los bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, y no soy digno de desatarle la correa de sus sandalias. Él los bautizará en Espíritu Santo y fuego. En su mano tiene el bieldo para limpiar su era y recoger el trigo en su granero; pero la paja la quemará con fuego que no se apaga’. Y, con otras muchas exhortaciones, anunciaba al pueblo la Buena Nueva.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Dios nos ha creado libres, tomamos nuestras propias decisiones, para bien o para mal, pero como cristianos ya no podemos hacer lo queramos, sino que nuestra vida debe ir condicionada por las enseñanzas y el modelo de Jesús. Somos libres para obedecer, como decía Martín Lutero.
Hay actitudes y opciones incompatibles con la fe cristiana. No se puede ser cristiano y corrupto, no se puede ser cristiano y estafador, no se puede ser cristiano y usurero, no se puede ser cristiano y abusador… el ser cristianos nos obliga a dejar nuestras tendencias egoístas para dar lugar a la entrega, a la generosidad, a la integridad, a la coherencia.
En los evangelios como en las cartas aparecen listas en donde se enumeran aquellas actitudes o costumbres que no tienen que ver con las de quien ha aceptado a Cristo en su corazón.
Hoy vivimos con mucha naturalidad el consumo del alcohol, incluso de de algunas drogas que consideramos que no son tan malas, sin darnos cuenta de los peligros a los que nos exponen, en el sentido de perder el control de nuestras vidas, siendo controlados por ellas. Subestimamos el peligro de las adicciones hasta que caemos en ellas…
Tal vez esto que estoy compartiendo te suene algo puritana o mojigata… nada tiene que ver con eso… no se trata de creerse mejor o peor… se trata de una vida en libertad, libertad para disfrutar la vida en los pequeños detalles, libertad de conciencia por no tener nada para esconder, por vivir en la transparencia.
Jesús nos propone esta vida, una vida sana, fresca, responsable y desafiante, asumiendo los buenos tiempos y los malos como bendición de Dios y aprendizaje.
Tal vez te suene un poco naif o de fantasía, pero no es así. Una vida en el amor también significa compromiso social, riesgo de vida, lucha, integridad. Es sólo ver la cantidad de cristianos y cristianas que han muerto a lo largo de la historia por su compromiso con el prójimo.
Una vida en la fe me lleva a jugarme por los demás y en esa entrega, encontrar el sentido de la vida. Mejorar el mundo para que cada vez más estemos hermanados y podamos vivir en paz y armonía a pesar de nuestras diferencias, en donde no gana el más fuerte, sino que el ama. ¡Gracias, Señor, por esta libertad! Amén.

Querido Jesús, sé que viniste para enseñarnos a sacarle el jugo a nuestra vida, a darnos cuenta de lo importante que es una vida junto a los demás, construyendo ese reino de amor que has venido a instaurar. Ayudame a focalizarme y no perderme en las cosas que me esclavizan y me enredan. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

viernes, 4 de diciembre de 2015

6 de Diciembre

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 126

“Cuando mi Señor hizo volver a los cautivos de Sión,
como soñando nos quedamos;
entonces se llenó de risa nuestra boca
y nuestros labios de gritos de alegría.

Entonces se decía entre las naciones:
¡Grandes cosas ha hecho mi Señor con éstos!
¡Sí, grandes cosas hizo con nosotros mi Señor,
el gozo nos colmaba!

¡Haz volver, mi Señor, a nuestros cautivos
como torrentes en el Négueb!
Los que siembran con lágrimas
cosechan entre cánticos.

Al ir, va llorando, llevando la semilla;
al volver, vuelve cantando trayendo sus gavillas.” Amén.

Curiosidades

¿Quién era Herodes, el tetrarca?
Herodes, el tetrarca, que llevaba el nombre distintivo de Antipas, era el hijo menor de Herodes y Maltace, y heredó las porciones del reino de su padre correspondientes a Galilea y Perea. Era el más capaz de los hijos de Herodes y un gran edificador, como su padre. Se casó con Mariamne, la hija del rey nabateo Aretas IV, pero se divorció de ella con el fin de casarse con Herodías, la mujer de su medio hermano Herodes Felipe. Juan el Bautista denunció su segundo matrimonio como ilegal; dice Josefo, el historiador, que Antipas temía que la gran multitud de pueblo que seguía a Juan pudiera transformarse en una revuelta. Naturalmente Aretas se resintió ante el insulto que significaba para su hermana, y aprovechó la oportunidad pocos años después para hacerle guerra a Antipas (36 d.C.) las fuerzas de Antipas sufrieron una fuerte derrota, y según Josefo, mucha gente consideró la derrota como una retribución divina por la muerte de Juan el Bautista. En el 39 d.C. Antipas fue denunciado ante el emperador Cayo por su sobrino Agripa como conspirador; fue depuesto de su tetrarquía y terminó sus días en el exilio.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág. 594-597)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Lucas 3:1-6

“En el año quince del imperio de Tiberio César, siendo Poncio Pilato procurador de Judea, y Herodes tetrarca de Galilea; Filipo, su hermano, tetrarca de Iturea y de Traconítida, y Lisanias tetrarca de Abilene; en el pontificado de Anás y Caifás, fue dirigida la palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y se fue por toda la región del Jordán proclamando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías:
‘Voz del que clama en el desierto:
Preparen el camino del Señor,
enderecen sus sendas;
todo barranco será rellenado,
todo monte y colina será rebajado,
lo tortuoso se hará recto
y las asperezas serán caminos llanos.
Y todos verán la salvación de Dios’.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

¿De qué nos salva Dios?
Mucho se habla de esto cuando decimos que Jesús vino al mundo para salvar a la humanidad… ¿pero de qué? ¿qué hay tan malo de lo que nos tenga que salvar?
La idea de salvarse nos hace pensar que zafamos de algo, pero también parece algo que ocurre “por suerte”, como que tiene que ver con el azar o de la buena voluntad y esfuerzo de otro.
Apenas Dios creó al ser humano a su imagen y semejanza y con la libertad de moverse y hacer cosas independientemente a Dios, él se dio cuenta de nuestra tendencia. Ya con Adán y Eva apareció este deseo de ser como dioses, y con Abel y Caín, la envidia y hasta qué punto somos capaces de llegar por conseguir lo que queremos.
Con Noé y el diluvio, Dios asume que el ser humano es tan bueno como malo, como dice la canción de Caravajal “es muy capaz de dar la vida o de matar, es luz y sombra, tierra arada y arenal”.
No podemos evitar ir detrás de nuestros propios egoísmos y constantemente tenemos que luchar contra nosotros mismos para seguir la voluntad de Dios, ser obedientes a él.
¿Pero por qué tenemos que hacer la voluntad de Dios?
Lo que pasa es que cuando seguimos sólo a nuestros intereses egoístas, todo vale, nos volvemos violentos, faltos de amor y destructivos. Una prueba es la sociedad en la que vivimos, en donde el más poderoso está por encima de los demás y no le importa el sufrimiento ajeno. El sistema socio económico, posmoderno y capitalista, en donde una persona vale por lo que tiene, puede producir y consume, está destruyendo el planeta y con él, a la humanidad. Está visto que nuestro peor enemigo somos nosotros mismos.
Dios busca salvarnos de nosotros mismos, proponiendo con Jesús una nueva forma de vida en donde el amor, la misericordia, el perdón, la inclusión, el valor del ser humano por ser persona, y de la naturaleza toda como creación de Dios intercomunicado, en donde todo afecta a todos. Lo que yo daño acá repercute allá.
Dios nos salva de nuestra insatisfacción crónica, que nos lleva a vivir una vida en la búsqueda constante, muchas veces sin sentido, nos salva de esa disconformidad que es producto de la envidia, de sentir que lo del otro me pertenece.
Dios nos salva de nosotros mismos, para que volvamos a nuestra esencia, al principio, en donde vivíamos en armonía con la naturaleza y entre nosotros, antes que quisiéramos ser como dioses. Amén.

Querido Jesús, vos viniste al mundo para mostrarme el verdadero sentido de la vida, para que me diera cuenta que el valor no está en las cosas sino en las personas, y que toda persona es valiosa… sólo necesita una oportunidad. Ayudame a contar esto al mundo, para que cada vez más personas crean en vos y se animen a vivir una vida más simple, sin evasiones ni aturdimientos. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.