viernes, 27 de mayo de 2016

29 de Mayo

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 30

“Yo te alabo, mi Señor, porque me has levantado;
no dejaste reírse de mí a mis enemigos.
Mi Señor, Dios mío, clamé a ti y me sanaste.
Tú has sacado, mi Señor, mi alma del seol,
me has recobrado de entre los que bajan a la fosa.

Entonen a mi Señor los que lo aman,
alaben su memoria sagrada.
De un instante es su cólera, de toda una vida su amparo;
por la tarde visita de lágrimas, por la mañana gritos de alborozo.

Y yo en mi paz decía:
‘Jamás vacilaré.’
Mi Señor, tu favor me afianzaba sobre fuertes montañas;
mas retiras tu rostro y ya estoy desalentado.

A ti clamo, mi Señor,
a mi Dios piedad imploro:
¿Qué ganancia en mi sangre, en que baje a la fosa?
¿Puede alabarte el polvo, anunciar tu verdad?

¡Escucha, mi Señor, y ten piedad de mí!
¡Sé tú, mi Señor, mi auxilio!
Has cambiado mi lamento en una danza,
me has quitado el sayal y me has ceñido de alegría;
mi corazón por eso te entonará sin tregua;
mi Señor, Dios mío, te alabaré por siempre.” Amén.

Curiosidades

¿Dónde quedaba y cómo era la ciudad de Naím?

Hay una pequeña aldea que todavía lleva este nombre en la llanura de Jezreel, unos cuantos quilómetros al sur de Nazaret, en el borde del Hermón menor, y generalmente se la acepta como el escenario del relato evangélico. Surge un problema, sin embargo, por la referencia a la puerta de la ciudad; porque la aldea que hoy se llama Naín nunca fue fortificada, y por lo tanto nunca podría haber tenido una puerta en el sentido exacto del término. Pero la palabra “puerta” puede tener un uso más elástico, para indicar el lugar por donde entreve el camino entre las casas de Naín. Una sugerencia ingeniosa resuelve la dificultad proponiendo que el sitio es Sunem, y que la palabra original synem se redujo accidentalmente en mem, y luego fue confundida con Naín. Sunem, en cualquier caso, se encuentra en la misma región general.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.947)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Lucas 7:11-17 

"Y sucedió que a continuación se fue a una ciudad llamada Naím, e iban con él sus discípulos y una gran muchedumbre. Cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda, a la que acompañaba mucha gente de la ciudad. Al verla el Señor, tuvo compasión de ella, y le dijo: ‘No llores.’ Y, acercándose, tocó el féretro. Los que lo llevaban se pararon, y él dijo: ‘Joven, a ti te digo: Levántate.’ El muerto se incorporó y se puso a hablar, y él se lo dio a su madre. El temor se apoderó de todos, y glorificaban a Dios, diciendo: ‘Un gran profeta se ha levantado entre nosotros’, y ‘Dios ha visitado a su pueblo’. Y lo que se decía de él, se propagó por toda Judea y por toda la región circunvecina.” Amén.
Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Hay una canción, que cantamos en la iglesia, que se llama “Cumbaiá”, que en el dialecto gullah, de las islas de Carolina del Sur de Estados Unidos, significa “ven aquí” o “pasa por aquí”. Se va cantando distintas peticiones, como “alguien llora”, “alguien canta”, “alguien ora”, y s le puede agregar, haciendo las veces de oración. Es del tipo de música afroestadounidense.
Pedir la visita de Dios… esperar la visita de Dios… de eso se trata.
¿Cuántas veces esperaste la visita de Dios?
¿Cuántas veces recibiste la visita de Dios?
Y si me decís que nunca es porque no te diste cuenta o no estás entendiendo de qué te estoy hablando.
Recordaba un testimonio de Ricardo Montaner por TN en donde cuenta una experiencia terrible que le abrió los ojos. Parece que el artista siempre tuvo la costumbre de visitar hospitales de los lugares adonde viaja por su trabajo, pero de forma espontánea, sin prensa. Una vez que hizo esto en Uruguay, como generalmente hacía, se dirigió al sector en donde están los niños y niñas internados. Una fuerza lo llevó a un cuarto pequeño en donde una pareja joven estaba acompañando a su pequeño hijo en sus últimas horas, según creían los médicos. Él les preguntó cuál era el problema del niño y luego ellos le pidieron que orara con ellos. En ese momento él preguntó a Dios por qué lo había llevado a ese lugar si él no era religioso ni sabía siquiera rezar. Lo único que atinó hacer fue tomar las manos de los padres y ponerlas sobre el niño y rezar un padrenuestro. Luego, a la noche, en su show contó esa experiencia y en ese mismo momento el niño dio señales de que Dios había pasado por ahí, porque se estaba recuperando. De hecho, eso fue lo que Ricardo Montaner sintió: la visita de Dios…
Muy parecida a la visita que recibió el pueblo de Naim cuando Jesús revivió al hijo de la viuda…
Pero las visitas de Dios no siempre son tan extremas, es sentirse acompañado mismo estando solos, es estar en familia o con amigos y sentir la plenitud, la dicha, es percibir la grandeza Dios en el paisaje que nos rodea… es un abrazo que se siente pero no se ve…
Muchas veces lo he sentido en mi vida, en momentos buenos y malos. Si bien Dios siempre nos acompaña, hay momentos en donde su presencia se hace casi física. Esas son sus visitas… ¡Gracias, Dios, por darnos esa bendición.” Amén.

Querido Jesús, cuando leo en los evangelios sobre tu sensibilidad, sobre cómo una y otra vez te dejaste conmover por las situaciones que los seres humanos somos expuestos, me pone muy feliz porque sé que estoy en buenas manos. El sentir compasión, sentir con el otro, la otra, es muy importante porque es la fuerza previa a actuar, a hacer algo por el otro. Ayudame a ser sensible, a dejarme conmover y a ayudar también. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

viernes, 20 de mayo de 2016

22 de Mayo

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 8

¡Oh mi Señor, Señor nuestro,
qué glorioso tu nombre por toda la tierra!

Tú que exaltaste tu majestad sobre los cielos,
en boca de los niños, los que aún maman,
dispones baluarte frente a tus adversarios,
para acabar con enemigos y rebeldes.

Al ver tu cielo, hechura de tus dedos,
la luna y las estrellas, que fijaste tú,
¿qué es el hombre para que de él te acuerdes,
el hijo de Adán para que de él te cuides?

Apenas inferior a un dios lo hiciste,
coronándolo de gloria y de esplendor;
lo hiciste señor de las obras de tus manos,
todo fue puesto por ti bajo sus pies:

ovejas y bueyes, todos juntos,
y aun las bestias del campo,
y las aves del cielo, y los peces del mar,
que surcan las sendas de las aguas.

¡Oh mi Señor, Señor nuestro,
qué glorioso tu nombre por toda la tierra! Amén.

Curiosidades

¿Qué significa la palabra gloria?

La palabra griega que se traduce como gloria es doxa, que significa opinión o reputación. En el Nuevo Testamento la primera idea desaparece. En algunos lugares del Nuevo Testamento se refiere al honor humano, pero su uso principal es la descripción de la revelación del carácter y la presencia de Dios en la persona y obra de Jesucristo. Él es la manifestación de la gloria divina.
El ser humano, que fue creado como imagen y gloria de Dios y para estar en relación con Él, ha dejado de cumplir este destino, que sólo Cristo, el segundo Adán, pudo cumplir.
La Iglesia puede ver y debe reflejar todavía la gloria de Dios en el rostro de Jesucristo. Es la gloria del nuevo pacto, y la comparten en forma especial, tanto ahora como en el futuro, aquellos que sufren con Cristo. El objetivo de la Iglesia es hacer que el mundo reconozca la gloria que le pertenece a Dios y que se muestra en sus acciones, en sus discípulos, y por sobre todas las cosas en su Hijo, el Señor de la gloria.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.554)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Juan 16:12-15

“Mucho tengo todavía que decirles, pero ahora no pueden con ello. Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, los guiará hasta la verdad completa; pues no hablará por su cuenta, sino que hablará lo que oiga, y les anunciará lo que ha de venir. El me dará gloria, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho: Recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes." Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Es muy difícil definir al Dios Trino, esto es Dios Padre/Madre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, lo que también llamamos Dios en tres Personas.
Es mi fe, creo en ello, y cuando me preguntan lo explico de esta manera:
Dios, Padre/Madre, es nuestro Creador, es quien modeló el universo y creó toda la naturaleza, de la cual nos eligió como seres especiales en quienes infundió su Espíritu, para que cuidemos el mundo. Esta fue la primera forma de acercarse a nosotros.
Jesús, Hijo de Dios y Dios mismo, para lograr acercarse más a nosotros, se hizo una persona igual a nosotros. Esto permitió que viviera la experiencia desde el otro lado, de esta manera experimentó las limitaciones humanas, pero también todo lo que somos capaces de hacer y que no hacemos porque no queremos. Nos habló en nuestra propia lengua y nos contó cómo es Dios y qué es lo que espera de nosotros, al mismo tiempo nos demostró que es posible para nosotros seguir la voluntad del Padre/Madre y que en general lo que decimos para justificarnos es porque nosotros mismos nos limitamos por pereza, miedo, egoísmo.
El Espíritu Santo, también Dios, es la forma más íntima que Dios encontró para acercarse a nosotros: está dentro de cada persona esperando para actuar en cuanto lo permitamos. El Espíritu nos guía, nos aconseja, nos lleva incluso a veces sin darnos cuenta, y lo mejor, nos permite creer en Dios.
¿No es maravilloso tener un Dios tan amoroso y creativo que ha buscado (y lo sigue haciendo) mil y una forma para que confiemos en él y nos dejemos guiar?
Cada vez que lo pienso de asombro y me alegro tanto que no me queda otra cosa que agradecerle por tanto amor y tanta paciencia. Y ene se agradecimiento pido a Dios que me permita parecerme a él, para que pueda amar y ser paciente.
Hay muchas personas que al no comprender la Trinidad consideran que es un concepto teológico, tal vez el nombre que le damos lo sea, pero no si acción, su dinámica, que es la que en definitiva experimentamos. Amén.

Querido Jesús, mi amigo, hermano y Salvador, te doy gracias porque aceptaste venir al mundo para que a través de tu boca podamos conocer a Dios y su voluntad. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

viernes, 13 de mayo de 2016

14 de Mayo – Pentecostés

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 104:1.10-12.24.27-35

“¡Alma mía, bendice a mi Señor!
¡Mi Señor, Dios mío, qué grande eres!
Vestido de esplendor y majestad,…

Haces manar las fuentes en los valles,
entre los montes se deslizan;
a todas las bestias de los campos abrevan,
en ellas su sed apagan los asnos;
sobre ellas habitan las aves de los cielos,
dejan oír su voz entre la follaje…

¡Cuán numerosas tus obras, mi Señor!
Todas las has hecho con sabiduría,
de tus criaturas está llena la tierra…

Todos ellos de ti están esperando
que les des a su tiempo su alimento;
tú se lo das y ellos lo toman,
abres tu mano y se sacian de bienes.

Escondes tu rostro y se anonadan,
les retiras su soplo, y expiran
y a su polvo retornan.
Envías tu soplo y son creados,
y renuevas la faz de la tierra.

¡Sea por siempre la gloria de mi Señor,
en sus obras mi Señor se regocije!
El que mira a la tierra y ella tiembla,
toca los montes y echan humo.

A mi Señor mientras viva he de cantar,
mientras exista entonaré para mi Dios.
¡Oh, que mi poema le complazca!
Yo en mi Señor tengo mi gozo.
¡Que se acaben los pecadores en la tierra,
y ya no más existan los impíos!

¡Bendice a mi Señor, alma mía!” Amén.

Curiosidades

¿Qué es un estadio?

El estadio es una medida de distancia. Las medidas de distancia se basaban en unidades “naturales” que se podían aplicar fácilmente: caña, codo, palma, dedo, etc.
En el Nuevo Testamento las medidas que aparecen son: codo, orgyia o braza (extensión de los brazos extendidos), million o milla (mil pasos) y estadio.
El estadio medía 100 orgyias o sea 100 brazas, y equivalía a unos 185 m. como se suponía que el hipódromo de Olimpia medía exactamente un estadio, esta palabra se usaba para la pista, como en 1 Co.9:24, de donde nos viene la palabra “estadio”.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.1091)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Lucas 24:13-35

“Aquel mismo día iban dos de ellos a un pueblo llamado Emaús, que distaba sesenta estadios de Jerusalén, y conversaban entre sí sobre todo lo que había pasado. Y sucedió que, mientras ellos conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió con ellos; pero sus ojos estaban retenidos para que no lo conocieran. El les dijo: ‘¿De qué discuten entre ustedes mientras van andando?’ Ellos se pararon con aire entristecido.
Uno de ellos llamado Cleofás le respondió: ‘¿Eres tú el único residente en Jerusalén que no sabe las cosas que estos días han pasado en ella?’ El les dijo: ‘¿Qué cosas?’ Ellos le dijeron: ‘Lo de Jesús el Nazoreo, que fue un profeta poderoso en obras y palabras delante de Dios y de todo el pueblo; cómo nuestros sumos sacerdotes y magistrados lo condenaron a muerte y le crucificaron. Nosotros esperábamos que sería él el que iba a librar a Israel; pero, con todas estas cosas, llevamos ya tres días desde que esto pasó. El caso es que algunas mujeres de las nuestras nos han sobresaltado, porque fueron de madrugada al sepulcro, y, al no hallar su cuerpo, vinieron diciendo que hasta habían visto una aparición de ángeles, que decían que él vivía. Fueron también algunos de los nuestros al sepulcro y lo hallaron tal como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron.’
El les dijo: ‘¡Oh insensatos y lentos de corazón para creer todo lo que dijeron los profetas! ¿No era necesario que el Cristo padeciera eso y entrara así en su gloria?’ Y, empezando por Moisés y continuando por todos los profetas, les explicó lo que había sobre él en todas las Escrituras.
Al acercarse al pueblo a donde iban, él hizo ademán de seguir adelante. Pero ellos lo forzaron diciéndole: ‘Quédate con nosotros, porque atardece y el día ya ha declinado.’ Y entró a quedarse con ellos. Y sucedió que, cuando se puso a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero él desapareció de su lado. Se dijeron uno a otro: ‘¿No estaba ardiendo nuestro corazón dentro de nosotros cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?’
Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén y encontraron reunidos a los Once y a los que estaban con ellos, que decían: ‘¡Es verdad! ¡El Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón!’ Ellos, por su parte, contaron lo que había pasado en el camino y cómo lo habían conocido en la fracción del pan.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

“Quedate con nosotros,
Señor de la esperanza,
el mundo que tú amas
hoy lucha por vivir;
y aunque a veces dudamos
de tu presencia en casa
no dejes que la noche
nos sorprenda si ti.
Y porque ya anochece,
quedate con nosotros,
no dejes que la noche
nos sorprenda sin ti.”
¡Cuántas veces nos pasa que Jesús camina con nosotros, nos acompaña, está a nuestro lado y no lo vemos!... igual que los discípulos de Emaús.
Clamamos a Dios por su presencia, y está a nuestro lado, pero nuestra desesperación, nuestra falta de confianza, no nos permiten darnos cuenta.
Jesús nos ha prometido su presencia a través del Espíritu Santo, no sólo en el momento puntual del Pentecostés, en donde se manifestó por primera vez, sino a cada momento.
En el camino, en la mesa, en la aflicción y en la alegría Dios está con sus hijos e hijas, mismo en los momentos de dudas.
Muchas veces pienso en esta dificultad que tenemos de percibir lo invisible, aquello que no podemos palpar, aquello que nos obliga salir de lo básico para entrar en lo profundo, en lo espiritual.
Por eso, cuando alguien nos pregunta en los momentos difíciles ¿dónde está tu Dios? O ¿por qué Dios permite esto o aquello? Titubeamos al responder, no sabemos muy bien qué decir, porque en el fondo es la misma pregunta que nos hacemos.
Al mismo tiempo no es casual que Jesús eligiera una caminata o la mesa para darse a conocer ya resucitado, porque es en esos espacios en donde hablamos de nuestras cosas: nuestros miedos, preocupaciones, dolores, alegrías, proyectos. Las caminatas y las mesas compartidas son los espacios más íntimos en donde Dios se manifiesta y nos interpela en nuestras palabras y nos pone el espejo delante para que reflexionemos también acerca de nuestra dureza de corazón y entendimiento.
Y cuando tengas miedo que la noche te sorprenda sin Jesús, pensá que está a tu lado y que son tus dudas las que no te permiten verlo. ¡Feliz Pentecostés para todos y todas! Amén.

Querido Jesús, ¡cuántas veces mis ojos están retenidos como los discípulos de Emaús! Me cuesta verte en mi tristeza, mis problemas, mi enojo… ayudame a despertar mi corazón voluble para pertenecerte sólo a vos y ser firme en mi fe. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

jueves, 5 de mayo de 2016

8 de Mayo

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 97 

“¡Reina mi Señor! ¡La tierra se regocije,
alégrense las islas numerosas!
Nube y Bruma densa en torno a él,
Justicia y Derecho, la base de su trono.

Delante de él avanza fuego
y a sus adversarios en derredor abrasa;
iluminan el orbe sus relámpagos,
lo ve la tierra y se estremece.

Los montes como cera se derriten
ante el Dueño de la tierra toda;
los cielos anuncian su justicia,
y todos los pueblos ven su gloria.

¡Se avergüenzan los que sirven a los ídolos,
los que se glorían de vanidades;
se postran ante él todos los dioses!

Sión lo oye y se alegra,
exultan las hijas de Judá
a causa de tus juicios, mi Señor.

Porque tú eres mi Señor,
el Altísimo sobre toda la tierra,
muy por encima de los dioses todos.

Mi Señor ama a los que el mal detestan,
él guarda las almas de sus fieles
y de la mano de los impíos los libra.

La luz se alza para el justo,
y para los de recto corazón la alegría.
Justos, alegraos en mi Señor,
celebren su memoria sagrada.” Amén.

Curiosidades

¿En qué creemos cuando decimos que nuestro Dios es tres en Uno?
Cuando decimos Dios “tres es Uno”, nos referimos a lo que comúnmente llamamos Trinidad. Esta palabra no aparece en la Biblia, aunque la utilizó Tertuliano en la última década del s.II, formalmente no encontró su lugar en la teología de la Iglesia hasta el s.IV. Sin embargo, es la doctrina distintiva de la fe cristiana que abarca todo lo demás. Ella hace tres afirmaciones: que no hay sino un solo Dios, que cada una de las tres personas, Padre, Hijo y Espíritu, es Dios, y que tanto el Padre, como el Hijo y el Espíritu son personas claramente diferenciadas. En esta forma  se ha convertido en la fe de la Iglesia desde que recibió su primera formulación plena por Tertuliano, Atanasio y Agustín.
Si bien no es una doctrina bíblica en el sentido que no se puede encontrar la formulación de ella en la Biblia, se puede ver que ella subyace en la revelación de Dios, implícita en el Antiguo Testamento y explícita den el Nuevo Testamento. Con esto queremos decir que si bien no podemos hablar confiadamente de la revelación de la Trinidad en el Antiguo Testamento, no obstante una vez que la sustancia de la doctrina ha sido revelada en el Nuevo Testamento, podemos volver hacia atrás y comprobar la existencia de muchas implicancias de ella en el Antiguo Testamento.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.1385)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Juan 17:20-26 

“No ruego sólo por éstos,
sino también por aquellos
que, por medio de su palabra, creerán en mí,
para que todos sean uno.
Como tú, Padre, en mí y yo en ti,
que ellos también sean uno en nosotros,
para que el mundo crea que tú me has enviado.
Yo les he dado la gloria que tú me diste,
para que sean uno como nosotros somos uno:
yo en ellos y tú en mí,
para que sean perfectamente uno,
y el mundo conozca que tú me has enviado
y que los has amado a ellos como me has amado a mí.
Padre,
los que tú me has dado,
quiero que donde yo esté
estén también conmigo,
para que contemplan mi gloria,
la que me has dado,
porque me has amado
antes de la creación del mundo.
Padre justo,
el mundo no te ha conocido,
pero yo te he conocido 
y éstos han conocido
que tú me has enviado.
Yo les he dado a conocer tu Nombre
y se lo seguiré dando a conocer,
para que el amor con que tú me has amado esté en ellos
y yo en ellos." Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

En un tiempo los cristianos entendimos que el mandato de Jesucristo de dar a conocer el evangelio en todos los rincones del mundo era lograr que las personas se hicieran cristianas… aunque sea a la fuerza. Hasta consideramos que sólo eran personas las que eran cristianas, y las demás, creaturas de Dios… animales…
Con esta mirada justificamos la esclavitud y las matanzas sin ningún cargo de conciencia. Pero hoy, todo eso cambió, porque pudimos entender, entre otras cosas, estas palabras de Jesús, que habla de la Unidad y el Amor.
La Unidad con Dios y Jesucristo a través del Espíritu Santo que habita en nosotros y nosotras, unidad que se manifiesta a través del Amor y el respeto hacia uno mismo.
La Unidad entre los seres humanos más allá de la fe, como una manifestación del Espíritu Santo que no lleva a vivir en el Amor y a dar así, testimonio de Cristo, que nos amó hasta el final.
Toda persona, por compartir la esencia de Dios a partir de la muerte y resurrección de Cristo, tiene la capacidad de amar… aunque no crea, aunque no sea cristiano.
¿Por qué digo esto?
Porque Dios es amor y donde hay amor, ahí está Dios.
Cuando como humanidad vivimos en el Amor, todo es posible, porque la fuerza de Dios nos acompaña.
Este proceso se está viviendo claramente en el acercamiento a nivel mundial de los líderes de las grandes religiones, que buscan dejar de lado las diferencias, pedir perdón por el pasado oscuro y caminar un camino nuevo para frenar la escalada de violencia a nivel mundial.
Para ser Uno, para buscar la unidad, es importante comprender que unidad no es uniformidad, sino encuentro.
Dios nos invita a este encuentro de Amor y respecto para comenzar de una vez a construir un mundo mejor en la diversidad. Cada uno de nosotros y nosotras estamos invitados, esperamos que te unas a la propuesta. Amén.

Querido Jesús, momentos antes de morir en la cruz por nosotros y nosotras oraste para que podamos comprender tu mensaje de Amor. Pasaron casi 2000 años, y parece que recién ahora estamos despertando. Ayudame a seguir tu mensaje de Amor y Unidad, que deje mis mezquindades de lado y me una a vos. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.