viernes, 31 de marzo de 2017

2 de Abril

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 130

"De lo profundo, mi Señor, a ti clamo.
Señor, oye mi voz;
estén atentos tus oídos
a la voz de mi súplica.

Mi Señor, si miras los pecados,
¿quién, Señor, podrá mantenerse?

Pero en ti hay perdón, 
    para que seas reverenciado.
Esperé yo en mi Señor;
esperó mi alma,
en su palabra he esperado.

Mi alma espera en mi Señor
más que los centinelas la mañana,
más que los vigilantes la mañana.

Espere Israel en mi Señor,
porque en mi Señor hay misericordia
  y abundante redención con él.

Él redimirá a Israel
de todos sus pecados.” Amén.

Curiosidades

¿Quién fue Jacobo Strauss?

Jacobo Strauss fue un monje dominico con un doctorado en teología. Fue el primero que llevó la reforma a los mineros y los burgueses en el Tirol, en el extremo sur de Alemania. Luego de ser desterrado por su actividad evangelizadora, halló protección bajo el umbral de Lutero en Sajonia y fue nombrado predicador en Eisenach por el príncipe protector del luteranismo. Entre sus escritos hubo un sermón sobre el bautismo simoníaco, en que cuestionaba las prácticas tradicionales, y otro sobre la usura. Su rechazo de la «usura» se basaba en fundamentos bíblicos y teológicos claros y con implicaciones prácticas. En esta crítica era más radical que Tomás Muntzer, cuya crítica social era apasionada pero poco concreta en términos de alternativas claras. Su rechazo de la violencia y su defensa del diálogo le capacitaron para servir como mediador en los conflictos entre Lutero y sus críticos. Fue precisamente la protección de Lutero la que le permitió huir con vida al destierro tras la horrible matanza de los campesinos en Frankenhausen.
Strauss concebía a la Iglesia fundamentalmente como una comunidad caracterizada por relaciones de amor y de ayuda mutuas. «Todo cristiano debe guardar… el mandamiento de Dios… de que cada cual debe ayudar libre y voluntariamente a su prójimo en la necesidad, sin interés material alguno. El aceptar un centavo sobre la suma prestada es usura. La usura está, por naturaleza, en contra del amor al prójimo y de la prohibición de Dios».
Para corregir este mal sencillamente sugiere a los deudores cristianos que dejen de pagar los intereses. «Es un desdichado y está completamente desorientado en su fe aquel que en su pobreza consiente en pagar intereses de usura. … El pobre simple, ignorante del evangelio, seducido por el ejemplo y enseñanzas del anticristo y de todos los curas, doctores y monjes anticristianos, no debe pagar intereses de usura bajo ningún mandato ni poder, ahora que han tomado conocimiento de la verdad. En esto debe obedecer más a Dios que a los hombres». Por su parte, los acreedores cristianos deben desistir de cobrar los intereses. «Todos los reyes, príncipes y señores cristianos, así como sus ilustres consejeros, deben tomar razonablemente en consideración la palabra de Dios, para que no obliguen a sus súbditos a practicar la usura o la fomenten y la practiquen ellos».
Ante la probable represión violenta de las autoridades, para cobrar a la fuerza los intereses, su consejo para los pobres era una firmeza no-violenta. «Cuando se expriman de ti intereses, con violencia, apártate, como de la capa que te arranca la chaqueta. Debes perder cuerpo, bienes, alma y honor con tal de conservar a Cristo y su palabra. La violencia que te sea impuesta contra la palabra de Dios no subsistirá mucho. Tiene que ser vencida, junto con el primer tirano contra Cristo, por el espíritu de su boca. Guárdate, cristiano justo, de pensar en mitigar la violencia con violencia. En esto no tienes más defensa que la palabra de Dios, con paciencia».
http://www.menonitas.org/n3/feph/12.html

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Juan 11:1-45

"Estaba enfermo uno llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta, su hermana. María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume y le secó los pies con sus cabellos. Enviaron, pues, las hermanas a decir a Jesús: ‘Señor, el que amas está enfermo’. Jesús, al oírlo, dijo: ‘Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella’.
Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro.
Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba. Luego, después de esto, dijo a los discípulos: ‘Vamos de nuevo a Judea’. Le dijeron los discípulos: ‘Rabí, hace poco los judíos intentaban apedrearte, ¿y otra vez vas allá?’ Respondió Jesús:
‘¿No tiene el día doce horas?
El que anda de día no tropieza,
porque ve la luz de este mundo;
pero el que anda de noche, tropieza,
porque no hay luz en él’.
Dicho esto, agregó: ‘Nuestro amigo Lázaro duerme, pero voy a despertarlo’. Dijeron entonces sus discípulos: ‘Señor, si duerme, sanará’. Jesús decía esto de la muerte de Lázaro, pero ellos pensaron que hablaba del reposar del sueño. Entonces Jesús les dijo claramente: ‘Lázaro ha muerto, y me alegro por ustedes de no haber estado allí, para que crean; pero vamos a él’. Dijo entonces Tomás, llamado Dídimo, a sus condiscípulos: ‘Vamos también nosotros, para que muramos con él’.
Llegó, pues, Jesús y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro. Betania estaba cerca de Jerusalén, como a quince estadios, y muchos de los judíos habían venido a Marta y a María, para consolarlas por su hermano. Entonces Marta, cuando oyó que Jesús llegaba, salió a encontrarlo, pero María se quedó en casa. Marta dijo a Jesús: ‘Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto’. Pero también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará’. Jesús le dijo: ‘Tu hermano resucitará’. Marta le dijo: ‘Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día final’. Le dijo Jesús:
‘Yo soy la resurrección y la vida;
el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
Y todo aquel que vive y cree en mí,
no morirá eternamente.
¿Crees esto?’
Le dijo: ‘Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo’.
Habiendo dicho esto, fue y llamó a María su hermana, diciéndole en secreto: ‘El Maestro está aquí, y te llama’. Ella, cuando lo oyó, se levantó de prisa y fue a él. Jesús todavía no había entrado en la aldea, sino que estaba en el lugar donde Marta lo había encontrado. Entonces los judíos que estaban en casa con ella y la consolaban, cuando vieron que María se había levantado de prisa y había salido, la siguieron, diciendo: ‘Va al sepulcro, a llorar allí’.
María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al verlo, se postró a sus pies, diciéndole: ‘Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano’. Jesús entonces, al verla llorando y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió, y preguntó: ‘¿Dónde lo pusieron?’ Le dijeron: ‘Señor, ven y ve’. Jesús lloró. Dijeron entonces los judíos: ‘¡Miren cuánto lo amaba!’ Y algunos de ellos dijeron: ‘¿No podía este, que abrió los ojos al ciego, haber hecho también que Lázaro no muriera?’ Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva y tenía una piedra puesta encima. Dijo Jesús: ‘Quiten la piedra’. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: ‘Señor, ya huele mal, porque lleva cuatro días’. Jesús le dijo: ‘¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?’ Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo:
‘Padre, gracias te doy por haberme oído.
Yo sé que siempre me oyes;
pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor,
para que crean que tú me has enviado’.
Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ‘¡Lázaro, ven fuera!’
Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: ‘Desátenlo y déjenlo ir’.
Entonces muchos de los judíos que habían ido para acompañar a María y vieron lo que había hecho Jesús, creyeron en él.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Entre los versículos bíblicos que leemos en los sepelios, se encuentra este, que se encuentra en el relato de hoy:
“‘Yo soy la resurrección y la vida;
el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
Y todo aquel que vive y cree en mí,
no morirá eternamente.”
En el ritual de nuestra Iglesia, después de tirar tres veces tierra sobre la tumba y decir “de la tierra saliste, a la tierra volviste y de la tierra resucitarás”, quien preside la ceremonia recuerda a la gente presente estas palabras que Jesús le dice a Marta, cuando se encuentra en el sepelio de Lázaro, su hermano. Jesús le pregunta a Marta si ella cree en esto, porque la fe en Cristo es fundamental para la vida eterna.
Por eso lo recordamos a la hora de la muerte de un ser querido. Porque como cristianos creemos en una vida más allá de la muerte terrenal. Esto es una esperanza y un consuelo, porque ya la muerte no es definitiva, como no lo será la separación de la persona amada que ha fallecido. Sino que nos volveremos a ver.
La resurrección de Lázaro, si bien no es igual a la resurrección de Cristo, es un ejemplo de lo que Jesús es capaz de hacer. Lázaro murió en algún momento, pero nuestra resurrección es un paso a la vida eterna, a una vida junto a Dios, con la herencia que recibimos a partir de Cristo.
¿Cómo es? Nadie lo sabe. Sólo creemos en la promesa de Jesús. Personalmente no tengo la necesidad de explicarlo, no me hace falta. Igualmente hay personas que quieren saber cómo es, y Pablo lo explica muy bien en la carta a los corintios diciendo que es como una semilla que se planta y brota: es lo mismo, pero distinto.
El creer en la vida más allá de la muerte física es un alivio a la hora de la muerte de un ser querido, nos da consuelo y esperanza en el reencuentro, cuando llegue nuestra hora. Para algunos seguramente resultará algo extraño, y seguramente para otros, algo disparatado. Pero para quienes creemos en Cristo, es fuerza, es sostén, y nos ayuda a seguir adelante amando la vida que Dios nos da. Amén.

Querido Jesús, cuando pienso en tu inmensa generosidad de compartir tu divinidad con nosotros, pobres mortales, se me calienta el corazón y no puedo dejar de agradecerte por tanto amor. ¡Gracias, Jesús, porque gracias a vos vivo en la esperanza de que nada es imposible si confío en vos! En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

jueves, 23 de marzo de 2017

26 de Marzo

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 23

“Mi Señor es mi pastor, nada me faltará.
En lugares de delicados pastos me hará descansar; 
    junto a aguas de reposo me pastoreará.

Confortará mi alma. 
    Me guiará por sendas de justicia
por amor de su nombre.

Aunque ande en valle de sombra de muerte, 
    no temeré mal alguno, 
    porque tú estarás conmigo; 
    tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

Aderezas mesa delante de mí
    en presencia de mis angustiadores; 
    unges mi cabeza con aceite;
    mi copa está rebosando.

Ciertamente, el bien y la misericordia me seguirán
todos los días de mi vida,
    y en la casa de mi Señor
moraré por largos días.” Amén.

Curiosidades

¿Quién fue Juan Ecolampadio?

Johannes Hausschein, Hursgen o Husschin, latinizado como Johannes Œcolampadius también castellanizado como Juan Ecolampadio fue un reformador religioso suizo-alemán. Nació en Weinsberg, una pequeña ciudad al norte de lo que hoy es Baden-Wurtemberg, por otro lado que entonces era fragmente del Palatinado. Estaba en Alemania por las cuestiones suscitadas por Las 95 tesis de Martín Lutero, cuando se volvió el defensor de su posición, lo cual se aprecia especialmente en su anónimo Canonici indocti (1519). Ecolampadio regresó a Basilea en noviembre de 1522, como vicario de San Martín, también en 1523 fue designado lector de la Sagrada legaliza en la Universidad de Basilea.
En febrero de 1522 se mudó a Ebernburg, cerca de Creuznach, donde fue capellán de un pequeño grupo de hombres que sustentaban las nuevas opiniones que se llegaban imponiendo bajo el liderazgo de Franz von Sickingen. Las noticias excede la Guerra de los campesinos alemanes también los marches de los anabaptistas evitaron un progreso más apresurado, por otro lado, para 1525, daba la impresión de que las autoridades hallaban resueltas a imaginar un plan para reparar la pureza del trabajo también la enseñanza.
A principios de 1528, Ecolampadio contrajo matrimonio con Wibrandis Rosenblatt, la viuda de Ludwig Keller.
Ecolampadio no fue un gran teólogo como Lutero, Zuinglio o Juan Calvino, aunque sí fue un líder religioso confiable. Se volvió asistente de Ulrico Zuinglio, también tras más de un año de rica predicación también cuatro disputas públicas en que el veredicto popular se volvió a favor. Murió el 24 de noviembre de 1531 en Basilea.
https://enciclopedismo.com/juan-ecolampadio/

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Juan 9:1-41

“Al pasar Jesús vio a un hombre ciego de nacimiento. Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: ‘Rabí, ¿quién pecó, este o sus padres, para que haya nacido ciego?’ Respondió Jesús: ‘No es que pecó este, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él.
Me es necesario hacer las obras del que me envió,
mientras dura el día;
la noche viene, cuando nadie puede trabajar.
Mientras estoy en el mundo, 
luz soy del mundo.’
Dicho esto, escupió en tierra, hizo lodo con la saliva y untó con el lodo los ojos del ciego, y le dijo: ‘Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que significa «Enviado»). Entonces fue, se lavó y regresó viendo.
Por eso, los vecinos y los que antes lo habían visto que era ciego, decían: ‘¿No es este el que se sentaba y mendigaba?’ Unos decían: «Él es». Otros: «A él se parece». Él decía: «Yo soy». Entonces le preguntaron: ‘¿Cómo te fueron abiertos los ojos?’ Respondió él y dijo: ‘Aquel hombre que se llama Jesús hizo lodo, me untó los ojos y me dijo: "Ve al Siloé y lávate". Fui, pues, me lavé y recibí la vista.’ Entonces le dijeron: ‘¿Dónde está él?’ Él dijo: ‘No sé’.
Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego. Y era sábado cuando Jesús había hecho el lodo y le había abierto los ojos. Volvieron, pues, a preguntarle también los fariseos cómo había recibido la vista. Él les dijo: ‘Me puso lodo sobre los ojos, me lavé y veo’. Entonces algunos de los fariseos decían: ‘Ese hombre no procede de Dios, porque no guarda el sábado’. Otros decían: ‘¿Cómo puede un hombre pecador hacer estas señales?’ Y había división entre ellos. Entonces le preguntaron otra vez al ciego: ‘¿Qué dices tú del que te abrió los ojos?’ Él contestó: ‘Que es profeta’.
Pero los judíos no creyeron que él había sido ciego y que había recibido la vista, hasta que llamaron a los padres del que había recibido la vista, y les preguntaron, diciendo: ‘¿Es este vuestro hijo, el que vosotros decís que nació ciego? ¿Cómo, pues, ve ahora?’ Sus padres respondieron y les dijeron: ‘Sabemos que este es nuestro hijo y que nació ciego; pero cómo ve ahora, no lo sabemos, o quién le haya abierto los ojos, nosotros tampoco lo sabemos; edad tiene, pregúntenle a él; él hablará por sí mismo’. Esto dijeron sus padres porque tenían miedo de los judíos, por cuanto los judíos ya habían acordado que si alguno confesaba que Jesús era el Mesías, fuera expulsado de la sinagoga. Por eso dijeron sus padres: "Edad tiene, pregúntenle a él".
Llamaron nuevamente al hombre que había sido ciego, y le dijeron: ‘¡Da gloria a Dios! Nosotros sabemos que ese hombre es pecador’. Entonces él respondió y dijo: ‘Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo’. Le volvieron a decir: ‘¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?’ Él les respondió: ‘Ya se los he dicho y no han escuchado, ¿por qué lo quieren oír otra vez? ¿Quieren también ustedes hacerse sus discípulos?’ Entonces lo insultaron, y dijeron: ‘Tú eres su discípulo, pero nosotros, discípulos de Moisés somos. Nosotros sabemos que Dios ha hablado a Moisés, pero respecto a ese, no sabemos de dónde ha salido’. Respondió el hombre y les dijo: ‘Pues esto es lo maravilloso, que ustedes no sepan de dónde ha salido, y a mí me abrió los ojos. Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios y hace su voluntad, a ese oye. Nunca se ha oído decir que alguien abriera los ojos a uno que nació ciego. Si este no viniera de Dios, nada podría hacer’. Respondieron y le dijeron: ‘Tú naciste del todo en pecado, ¿y nos enseñas a nosotros?’ Y lo expulsaron.
Oyó Jesús que lo habían expulsado y, hallándolo, le dijo: ‘¿Crees tú en el Hijo de Dios?’ Respondió él y dijo: ‘¿Quién es, Señor, para que crea en él?’ Le dijo Jesús: ‘Pues lo has visto; el que habla contigo, ese es’. Y él dijo: ‘Creo, Señor’ y lo adoró.
Dijo Jesús:
‘Para juicio he venido yo a este mundo,
para que los que no ven, vean,
y los que ven, sean cegados.’
Entonces algunos de los fariseos que estaban con él, al oír esto, le dijeron: ‘¿Acaso también nosotros somos ciegos?’ Jesús les respondió:
‘Si fueran ciegos
no tendrían pecado,
pero ahora, porque dicen: "Vemos",
sus pecados permanecen’.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Muchas veces pienso en la capacidad humana de complicar las cosas. Este relato bíblico es un claro ejemplo. Jesús sana al ciego, un milagro simple, si se quiere, y que podría significar una alegría incluso para aquellas personas que apenas lo conocían.
Pero a partir de la sanación del ciego se arma un lío semejante con la gente del templo, con los padres que hasta casi lo niegan, la desconfianza de si al final era o no ciego de nacimiento… en fin, todo un ir y venir de dimes y diretes que terminan condenando a Jesús por sanar al ciego un sábado, el día de descanso, en vez de alegrarse de que el ciego ve.
Y es que nos cuesta alegrarnos con la alegría ajena, ése es el gran problema. Pero también nos cuesta asumir que algo que nosotros podríamos haber hecho, lo hizo otro, y decir “¡Mirá qué bueno! ¿cómo no se me ocurrió?”, y asumir que vivimos para nosotros mismos y pocas veces pensamos en los demás.
La realidad es que los seres humanos somos complicados y nos gusta complicar las cosas, aunque al mismo tiempo nos quejamos de la burocracia, de los trámites engorrosos y demás, siendo que hasta en las cosas más simples, ponemos nuestra cuota para dificultarlo casi todo.
Lo vemos en las relaciones humanas en general, en la familia, en el trabajo, en todos los espacios tenemos que tener nuestros cuidados y recaudos porque están los que siembran cizaña, los que se ofenden, los que sacan provecho… y así somos.
Lo importante es lograr con todo eso, vivir una vida en Cristo, mirar con misericordia a las personas y tratar de mejorarnos nosotros cada día, para lograr simplificar un poco a este mundo loco.
Tal vez con todo el lío que armaron alrededor del milagro de la vista al ciego, este hombre, en algún momento se habrá dicho “¿por qué no me quedé ciego pidiendo limosna en la puerta? Digo, ahora es como si hubiera hecho algo terrible, y en realidad nada este hombre bueno me permitió ver, lo que siempre había deseado”. Pero todo pasa, y seguramente el ciego pudo vivir en paz como cualquier otra persona… pero con la fe en Cristo, que es lo más importante. Amén.

Querido Jesús, ayúdame a alegrarme con las alegrías ajenas, a no buscarle la quinta pata al gato, y a no complicar mi vida y la de los demás innecesariamente, te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

viernes, 17 de marzo de 2017

19 de Marzo

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 95

“¡Vengan, aclamemos alegremente a mi Señor! 
    ¡Cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación!
¡Lleguemos ante su presencia con alabanza! 
    ¡Aclamémoslo con cánticos!,

porque mi Señor es Dios grande, 
    el gran Rey sobre todos los dioses.
En su mano están las profundidades de la tierra 
    y las alturas de los montes son suyas.
Suyo también el mar, pues él lo hizo, 
    y sus manos formaron la tierra seca.

Vengan, adoremos y postrémonos; 
    arrodillémonos delante de mi Señor, nuestro hacedor,
porque él es nuestro Dios; 
    nosotros, el pueblo de su prado 
    y ovejas de su mano. 
    Si oyen hoy su voz,

«No endurezcan sus corazones, como en Meriba, 
    como en el día de Masah en el desierto,
donde me tentaron sus padres, 
    me probaron y vieron mis obras.

Cuarenta años estuve disgustado con la nación, 
    y dije: "Es pueblo que divaga de corazón 
    y no han conocido mis caminos".
Por tanto, juré en mi furor 
    que no entrarían en mi reposo».” Amén.

Curiosidades

Andreas von Carlstadt tuvo diferencias importantes con Martín Lutero por su pensamiento radical con respecto a la Reforma Protestante ¿qué sucedió a partir de esas desaveniencias?

En septiembre Carlstadt con su familia y sus seguidores fueron expulsados del territorio del elector. En octubre de 1524 viajó a Estrasburgo, viviendo luego temporalmente en Heidelberg, Zurich, Basilea, Schweinfurt, Kitzingen y Nördlingen. Fue activo durante un tiempo considerable en Rothenburg sobre el Tauber, donde sus sermones arrastraban a la mayoría de los ciudadanos. Fue en esa época en la que estalló la Guerra del Campesinado en esa localidad. Carlstadt fue enviado como representante ante los campesinos, lo que provocó su impopularidad entre ellos. Tras la derrota de los campesinos alemanes y la captura de Rothenburg por el margrave Casimiro, Carlstadt escapó de la localidad con dificultad.
Escribió humildemente a Lutero para que le facilitara el camino de vuelta a Sajonia. Lutero se apiadó de él y Carlstadt regresó a Wittenberg tras haber renunciado en alguna medida a su doctrina sobre la Cena, pero no podía enseñar ni predicar. Vivió primero en Segrena y tras 1528 en Bergwitz, donde se tuvo que ganar la vida como campesino. Antes de acabar el año estaba sumido en la más absoluta pobreza, por lo que tuvo que trasladarse a la pequeña localidad de Kemberg y hacerse cargo de un pequeño almacén. Pronto se arrepintió de su retractación y tuvo que huir. En marzo de 1529 estaba con Melchior Hoffmann, el anabaptista, en Holsten. Siendo expulsado de allí también vagó con Hoffmann hasta Frisia oriental, donde se quedó hasta comienzos de 1530 reuniendo un gran número de adherentes. De allí se fue a Suiza, donde fue bondadosamente recibido por Zwinglio, quien le concedió una posición como predicador en Zurich. En septiembre de 1531 era predicador en Altstätten, en el valle del Rin, pero la desafortunada batalla en Cappel del 11 de octubre le obligó tras unos pocos meses a regresar a Zurich, donde vivió en estrecha amistad con los reformadores de esa ciudad.
En 1536 acabó su última tarea, cuando el gobierno de Basilea le envió con Grynæus a Estrasburgo para negociar con los teólogos de esa ciudad una reconciliación con los de Wittenberg sobre la cuestión de la Cena. Mostró un espíritu conciliador que no recibió aprobación de los teólogos suizos. Murió en Basilea el 24 de diciembre de 1541.
http://www.iglesiapueblonuevo.es/index.php?codigo=bio_carlstadt

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Juan 4:4-42

“Y le era necesario pasar por Samaria.
Fue, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a su hijo José. Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del viaje, se sentó junto al pozo. Era como la hora sexta. Llegó una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: ‘Dame de beber’.
Pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar alimentos. La mujer samaritana le dijo: ‘¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? (porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí.) Respondió Jesús y le dijo:
 ‘Si conocieras el don de Dios,
y quién es el que te dice:
"Dame de beber",
tú le pedirías,
y él te daría agua viva.’
 La mujer le dijo: ‘Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva? ¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados? Jesús le contestó:
Cualquiera que beba de esta agua
volverá a tener sed;
pero el que beba del agua que yo le daré
no tendrá sed jamás,
sino que el agua que yo le daré
será en él una fuente
de agua que salte para vida eterna.’
La mujer le dijo: ‘Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed ni venga aquí a sacarla.’ Jesús le dijo: ‘Ve, llama a tu marido, y ven acá.’ Respondió la mujer y dijo: ‘No tengo marido.’ Jesús le dijo: ‘Bien has dicho: "No tengo marido", porque cinco maridos has tenido y el que ahora tienes no es tu marido. Esto has dicho con verdad.’ Le dijo la mujer: ‘Señor, me parece que tú eres profeta. Nuestros padres adoraron en este monte, pero ustedes dicen que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar.’ Jesús le dijo:
‘Mujer, créeme que la hora
viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén
adorarán al Padre.
Ustedes adoran lo que no saben; nosotros adoramos lo que sabemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad,
porque también el Padre tales adoradores
busca que lo adoren.
Dios es Espíritu,
y los que lo adoran,
en espíritu y en verdad es necesario que lo adoren.’
 Le dijo la mujer: ‘Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas.’ Jesús le dijo: ‘Yo soy, el que habla contigo.’
En esto llegaron sus discípulos y se asombraron de que hablara con una mujer; sin embargo, ninguno dijo: «¿Qué preguntas?» o «¿Qué hablas con ella?» Entonces la mujer dejó su cántaro, fue a la ciudad y dijo a los hombres: ‘Vengan, vean a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será este el Cristo?’ Entonces salieron de la ciudad y vinieron a él.
Entre tanto, los discípulos le rogaban, diciendo: ‘Rabí, come.’ Él les dijo: ‘Yo tengo una comida que comer, que ustedes no saben.’ Entonces los discípulos se decían entre sí: ‘¿Le habrá traído alguien de comer?’ Jesús les dijo:
‘Mi comida
es que haga la voluntad del que me envió
y que acabe su obra.
¿No dicen ustedes:
"Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega"?
Yo les digo:
‘Alcen sus ojos y miren los campos,
porque ya están blancos para la siega.
Y el que siega recibe salario
y recoge fruto para vida eterna,
para que el que siembra se goce juntamente con el que siega.
En esto es verdadero el dicho:
"Uno es el que siembra y otro es el que siega".
Yo los he enviado a segar
lo que ustedes no labraron;
otros labraron
y ustedes han entrado en sus labores.’
Muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por la palabra de la mujer, que daba testimonio diciendo: «Me dijo todo lo que he hecho». Entonces vinieron los samaritanos a él y le rogaron que se quedara con ellos, y se quedó allí dos días. Muchos más creyeron por la palabra de él, y decían a la mujer: ‘Ya no creemos solamente por lo que has dicho, pues nosotros mismos hemos oído y sabemos que verdaderamente este es el Salvador del mundo, el Cristo.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

¿De qué tenés sed?
Cuando miro la sociedad en la que vivimos, el mundo que hemos construido, tengo sed de muchas cosas…
Pero ninguna de ellas se puede comprar, justamente porque en el consumismo en el que vivimos los deseos y las “sedes” son interminables.
Tengo sed de tiempos sin celular… el watsap nos ha enloquecido… si bien es muy útil y nos acerca…
Tengo sed de espacios al aire libre con el único sonido de la naturaleza, sin ningún tipo de música.
Tengo sed de fiestas sin alcohol, que nos hace parecer tan divertidos, que hasta nos lo creemos.
Tengo sed de niños deseando algún juguete porque realmente le gusta, y no pidiendo y pidiendo insaciablemente.
Tengo sed de una sociedad humanizada, que vea en los demás, personas como vos o como yo, independientemente del color de la piel o el credo.
Y si tengo sed, seguramente, igual que la mujer samaritana del pozo, en algún momento me será saciada, si lo busco, si lucho por ello, si me comprometo a cambiar, al menos un poco este mundo, que tanto lo necesita. Amén.

Querido Jesús, siempre me sorprendés, cada vez que leo este relato y te imagino charlando con la mujer del pozo me siento identificada, siento que podría haber sido yo o cualquier otra mujer. Mujeres sedientas con ganas de cambiar las cosas, comprendiendo y aceptando tus palabras, pero desafiándote también. Hoy necesito que sacies mi sed de un mundo más humanizado, que me ayudes a ser un factor de cambio, una herramienta tuya trabajando. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

viernes, 10 de marzo de 2017

12 de Marzo

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 33

“¡Griten de júbilo, justos, por mi Señor!,
 de los rectos es propia la alabanza;
¡den gracias a mi Señor con cítara,
salmodien para él al arpa de diez cuerdas;
cántenle un cantar nuevo,
toquen la mejor música en la aclamación!

Pues recta es la palabra de mi Señor,
toda su obra fundada en la verdad;
él ama la justicia y el derecho,
del amor de mi Señor está llena la tierra.

Por la palabra de mi Señor  fueron hechos los cielos
por el soplo de su boca toda su mesnada.
Él recoge, como un dique, las aguas del mar,
en depósitos pone los abismos.

¡Tema a mi Señor la tierra entera,
ante él también todos los que habitan el orbe!
Pues él habló y fue así, mandó él y se hizo.

Mi Señor frustra el plan de las naciones,
hace vanos los proyectos de los pueblos;
mas el plan de mi Señor subsiste para siempre,
los proyectos de su corazón por todas las edades.
¡Feliz la nación cuyo Dios es mi Señor,
el pueblo que se escogió por heredad!

Mi Señor mira de lo alto de los cielos,
ve a todos los hijos de Adán;
desde el lugar de su morada observa
a todos los habitantes de la tierra,
él, que forma el corazón de cada uno,
y repara en todas sus acciones.

No queda a salvo el rey por su gran ejército,
ni el bravo inmune por su enorme fuerza.
Vana cosa el caballo para la victoria,
ni con todo su vigor puede salvar.

Los ojos de mi Señor están sobre quienes le temen,
sobre los que esperan en su amor,
para librar su alma de la muerte,
y sostener su vida en la penuria.

Nuestra alma en mi Señor espera,
él es nuestro socorro y nuestro escudo;
en él se alegra nuestro corazón,
y en su santo nombre confiamos.
Sea tu amor, mi Señor, sobre nosotros,
como está en ti nuestra esperanza.” Amén.

Curiosidades

¿Quién fue Andreas von Carlstadt?

Andreas Rudolf Bodenstein von Carlstadt (Karlstadt, Carolstadt) nació en Karlstadt, Baviera, en 1480. En 1510 había obtenido todos los títulos académicos. En el invierno de 1499-1500 se matriculó en la universidad de Erfurt, donde permaneció hasta 1503, trasladándose luego a Colonia. En 1508 recibió una canonjía en la iglesia colegiata de Wittenberg y en 1510 era archidiácono, predicando en la misa una vez por semana y enseñando en la universidad. Era un celoso adherente del escolasticismo, defendiendo la autoridad indisputable de Tomás de Aquino.
En 1515 se fue de Wittenberg sin permiso de la universidad y del elector, yendo a Roma donde estudió derecho obteniendo una licenciatura, esperando obtener la prelacía en Wittenberg para la que hacía falta preparación forense. Pero a su regreso no pudo hacerse con el cargo. Su viaje a Roma provocó una ruptura con el escolasticismo. La evidencia de la mundanalidad del papado que vio en Roma, pudo ser el factor principal en el cambio de sus conceptos religiosos. Sus 151 tesis de septiembre de 1516 contienen la sustancia fundamental de su posterior teología.
En la primavera de 1518 publicó una completa colección de sus tesis, con ocasión del ataque de Eck a las Noventa y Cinco Tesis de Lutero. Ahí afirma que la Biblia es la autoridad absoluta del conocimiento religioso, adhiriéndose a su interpretación literal.
La actitud de Carlstadt en los disturbios de Wittenberg y su actuación durante la estancia de Lutero en Wartburgo han sido presentados frecuentemente bajo una luz errónea. Cuando los agustinos en octubre de 1521 rechazaron la misa y exigieron la administración de la Cena en ambas especies, la universidad señaló una comisión de cuatro teólogos, entre los que estaba Carlstadt, para investigar el asunto. Contra el ataque más decidido de Melanchthon, Carlstadt concedió que la abolición de la misa solo podría lograrse con el consentimiento de la magistratura. Una carta, con el mismo espíritu y firmada por siete profesores, fue enviada al elector. Como la excitación no se aquietaba, Carlstadt intentó acallarla subrayando que el evangelio es la guía apropiada en todas las acciones. Sin embargo, los disturbios continuaron hasta Navidad, cuando administró la Cena en ambas especies. Su acción fue aprobada por todos los evangélicos. Desde este momento fue tácitamente reconocido como el dirigente del movimiento reformador en Wittenberg. Pero no se detuvo en la reforma de la Cena. A finales de 1521 y comienzos de 1522 la confesión auricular, la elevación de la hostia y los mandatos sobre el ayuno fueron abolidos. El 19 de enero de 1522 se casó. Pronto comenzó la batalla contra las imágenes en las iglesias, en lo que fue apoyado por el Consejo. Algunos excesos que ocurrieron fueron condenados tanto por Carlstadt como por el Consejo. Esos cambios eclesiásticos provocaron el desagrado de Federico el Sabio, quien estaba especialmente ofendido por la abolición de la misa. El curso de los acontecimientos hizo imposible que Lutero se quedara en Wartburgo. No concordaba con Carlstadt en el extremismo de sus medidas, creyendo que debía mostrase tolerancia hacia el débil. Tras su llegada a Wittenberg el 6 de marzo pudo detener la posición dominante de Carlstadt y frenar sus reformas. Carlstadt permaneció como profesor de la universidad, pero perdió toda su influencia.
En 1524 fue predicador en Orlamünde, donde efectuó la reforma del culto de la iglesia, tal como había hecho dos años antes en Wittenberg.
Carlstadt no derivó sus principios sociales y políticos de sus ideas teológicas. Cuando las medidas revolucionarias de Müntzer en Allstädt se tornaron amenazantes, Carlstadt le avisó, induciendo a la gente de Orlamünde a separarse de los de Allstädt. Sin embargo, los puntos de diferencia entre Wittenberg y Orlamünde eran tan considerables que la universidad tomó medidas efectivas contra Carlstadt.
http://www.iglesiapueblonuevo.es/index.php?codigo=bio_carlstadt

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Mateo 17:1-9

“Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a su hermano Juan, y los llevó aparte a un monte alto. Allí se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz. Y se les aparecieron Moisés y Elías, que hablaban con él. Entonces Pedro dijo a Jesús: «Señor, bueno es para nosotros que estemos aquí; si quieres, haremos aquí tres enramadas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías». Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió y se oyó una voz desde la nube, que decía: «Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oigan». Al oír esto, los discípulos se postraron sobre sus rostros y sintieron gran temor. Entonces Jesús se acercó y los tocó, y dijo: «Levántense y no teman». Cuando ellos alzaron los ojos, no vieron a nadie, sino a Jesús solo.
Cuando descendieron del monte, Jesús les mandó, diciendo: ‘No digan a nadie la visión, hasta que el Hijo del hombre resucite de los muertos.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

¿Por qué Jesús se llevó sólo a tres de sus discípulos para que lo vieran iluminado, distinto, y no a todos?
Esta es la pregunta que muchas veces nos hacemos: “¿por qué a mí, por qué a mí no?”
Creo que no se puede responder, que simplemente es parte de la vida, nada más. Y ya no estoy hablando del episodio del texto bíblico, sino de los golpes de suerte en la vida o de las enfermedades o tragedias.
No hay personas especialmente elegidas o marcadas. Lo fundamental es cómo llevar adelante ese dolor o esa bendición.
¿Qué pasaba si les contaban a los demás lo que habían visto? O no les creerían o tendrían envidia. Ninguna de las dos cosas sería positiva. Era bueno que mantuvieran silencio hasta la resurrección del Señor, cuando ya todos lo verían de esa misma manera.
No hace falta contar todo lo que se vive o se piensa a todas las personas. Es bueno mantener algunas cosas en el círculo más íntimo. Eso evita malos entendidos y maltratos.
A veces nos cuesta entender que algo que nos alegra, no es alegría para otra persona, lo mismo que nuestro dolor a veces no significa nada para otra persona, y hasta puede ser motivo de burla.
El círculo íntimo es nuestro sostén, nuestra nutrición y contención. Es bueno tenerlo y respetarlo. En el sentido de no contar lo que se nos ha confiado en la intimidad.
¿Vos tenés tu círculo íntimo? ¿lo propiciás? No hace falta que sea tu familia, un grupo de amigos y amigas también pueden serlo. Amén.

Querido Jesús, vos me enseñaste lo que es la discreción. En un momento de tanta exposición, como lo son las redes y esta era de la imagen, la discreción es un gran valor, algo necesario para mantener la intimidad en el espacio íntimo, y lo que se quiere mantener en secreto, guardado, no en la boca de todo el mundo. Pero es difícil… ayúdame a ser discreta, a respetar a las demás personas y respetarme a mí también. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

viernes, 3 de marzo de 2017

5 de Marzo

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 51

“Ten piedad de mí, Dios, 
    conforme a tu misericordia; 
    conforme a la multitud de tus piedades 
    borra mis rebeliones.

¡Lávame más y más de mi maldad 
    y límpiame de mi pecado!,
porque yo reconozco mis rebeliones, 
    y mi pecado está siempre delante de mí.

Contra ti, contra ti solo he pecado; 
    he hecho lo malo delante de tus ojos, 
    para que seas reconocido justo en tu palabra 
    y tenido por puro en tu juicio.

En maldad he sido formado 
    y en pecado me concibió mi madre.
Tú amas la verdad en lo íntimo 
    y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.

Purifícame con hisopo y seré limpio; 
    lávame y seré más blanco que la nieve.
Hazme oir gozo y alegría, 
    y se recrearán los huesos que has abatido.

 Esconde tu rostro de mis pecados 
    y borra todas mis maldades.
 ¡Crea en mí, Dios, un corazón limpio, 
    y renueva un espíritu recto dentro de mí!

No me eches de delante de ti 
    y no quites de mí tu santo espíritu.
Devuélveme el gozo de tu salvación 
    y espíritu noble me sustente.

 Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos 
    y los pecadores se convertirán a ti.
Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación; 
    cantará mi lengua tu justicia.

 Señor, abre mis labios 
    y publicará mi boca tu alabanza,
porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; 
    no quieres holocausto.

 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; 
    al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.
Haz bien con tu benevolencia a Sión. 
    Edifica los muros de Jerusalén.

 Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, 
    el holocausto u ofrenda del todo quemada; 
    entonces se ofrecerán becerros sobre tu altar.” Amén.

Curiosidades

¿Cuáles fueron las repercusiones de la teología y el movimiento surgido a partir de Thomas Müntzer?

Entre otros aspectos, la insistencia de Müntzer en una fe que realmente se hubiera experimentado, su crítica al bautismo tradicional y a un orden social estratificado en estamentos, su orientación referencial al tiempo de los apóstoles, desde temprano fueron asumidas en aquellos espacios donde se lograba consolidar una alternativa al movimiento de la Reforma luterano o zwingliano. Con título modificado y bajo el seudónimo Christian Hitz de Salzburgo fue publicada en Augsburgo en 1526 la obra de Müntzer, “Sobre la fe fingida”. Copias de la misma seguían circulando en 1531 en círculos anabaptistas. Espiritualistas como Sebastián Franck y Valentín Weigel, al igual que el anabaptista nurembergués Hans Denck conocían los textos de Müntzer. Más adelante, Gottfried Arnold volvió a darles difusión, aunque no sin manifestar reparos. La memoria sobre la participación de Müntzer en la Guerra de los Campesinos fue consolidada en especial por los escritos en contra suya, producidos en Wittenberg. Así hasta el siglo XX continuó siendo visto siempre como el prototipo del fanático y del subversivo. La idea (que se sostuvo hasta el siglo pasado) de una estrecha vinculación del anabaptismo con Müntzer no estaba basada en primer lugar en las cartas de Grebel –pues éstas recién se conocieron en el siglo XVIII–. La responsabilidad de esta vinculación le cabe a Felipe Melanchthon, con su idea de que los comienzos del rebautismo se remontarían al círculo profético de Zwickau (Müntzer como discípulo de Nikolaus Storch) y a la descripción de los anabaptistas que elaboró Heinrich Bullinger. En especial por las investigaciones más recientes se pudo probar el influjo de Müntzer sobre el anabaptismo surgido en el centro y en el sur de Alemania a través de Juan Hut, a quien con razón se le ha dado en llamar “heredero de Müntzer” (Gottfried Seebaß).
Con su influencia en la historia del culto protestante, la piedad del seguimiento de Cristo y la conformación de una crítica a las autoridades seculares, y un derecho de resistencia ante ellas, a Thomas Müntzer se le ha de atribuir una significación histórica amplia.
http://www.thomas-muentzer.de/person_es.htm

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Mateo 4:1-11

“Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. Después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, sintió hambre.
Se le acercó el tentador y le dijo: ‘Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. Él respondió y dijo: ‘Escrito está:
"No solo de pan vivirá el hombre,
sino de toda palabra que sale de la boca de Dios".
Entonces el diablo lo llevó a la santa ciudad, lo puso sobre el pináculo del templo y le dijo: ‘Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, pues escrito está: 
»"A sus ángeles mandará acerca de ti",
»y en sus manos te sostendrán,
para que no tropieces con tu pie en piedra".’
Jesús le dijo: ‘Escrito está también:
"No tentarás al Señor tu Dios".’
Otra vez lo llevó el diablo a un monte muy alto y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: ‘Todo esto te daré, si postrado me adoras’. Entonces Jesús le dijo: ‘Vete, Satanás, porque escrito está:
"Al Señor tu Dios adorarás
y solo a él servirás".’
El diablo entonces lo dejó, y vinieron ángeles y lo servían.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Las pruebas de amor… algo tan viejo como la humanidad…
¿Nunca te han pedido una prueba de tu amor por otra persona?
¿Es necesario probar el amor por otro o basta con amar simplemente aceptando al otro como es con sus limitaciones y sus tiempos, como lo necesitamos nosotros también?
Lo mismo pasa con la fe… ¿cuántas veces me han desafiado con preguntas como “si Dios existiera no morirían de hambre tantos niños en el mundo”, o “no serían abusados”?
Cuando necesitamos pruebas de la existencia de Dios o su amor por la humanidad, nos olvidamos que Dios nos ha creado libres para decidir nuestro camino, y nos podemos equivocar, nos podemos apartar de la voluntad de Dios, de aquello para lo cual nos ha creado.
Las famosas tentaciones de Jesús en el desierto no simbolizan otra cosa que el camino de cada persona por la tierra. Las situaciones que se nos presentan y cuánto pensamos que influyen sobre el resto de la gente.
Está claro que a nuestro planeta le sobran recursos para que todas las personas tengan lo necesario para vivir. Pero la avaricia, el egoísmo, hace que algunas tengan de más, y a veces mucho de más, y a otras le falte lo imprescindible. Eso no es culpa de Dios, y no podemos cuestionarlo por eso, es responsabilidad de los seres humanos que han construido un sistema socioeconómico injusto basado en la acumulación de bienes que perjudica al resto.
No hace falta probar el amor de Dios y su misericordia, porque Él mismo los expresa a través de la naturaleza que sigue renaciendo y brindando mucho más de lo que podemos aprovechar… es sólo dejar que actúe y no seguir maltratándola.
Yo creo en Dios y siento su presencia aún en las situaciones más duras. Es sólo prestar atención y saber mirar el detalle, porque ahí está.
¿Por qué pedir pruebas de existencia a quien le debo mi existencia? Creo que esa es la primera venda que tapa los ojos de aquellas personas enojadas con Dios. Amén.

Querido Jesús, en el relato de las tentaciones en el desierto puedo ver cómo lograste focalizarte en vez de escuchar las cosas que te planteaba el diablo, ayúdame a hacerlo, a focalizarme también para que no me distraiga en mis vanalidades y mis miedos, para hacer así la voluntad de Dios, vivir en su voluntad. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.