jueves, 30 de abril de 2015

3 Mayo

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 22:16-31

 Perros me han rodeado;
me ha cercado una banda de malignos;
desgarraron mis manos y mis pies.
¡Contar puedo todos mis huesos!
Entre tanto, ellos me miran y me observan.
Repartieron entre sí mis vestidos
y sobre mi ropa echaron suertes.

Mas tú, mi Señor, ¡no te alejes!
Fortaleza mía, ¡apresúrate a socorrerme!
Libra de la espada mi alma,
del poder del perro mi vida.
Sálvame de la boca del león
y líbrame de los cuernos de los toros salvajes.

Anunciaré tu nombre a mis hermanos;
en medio de la congregación te alabaré.
Los que temen a mi Señor, ¡alábenlo!
¡Glorifíquenlo, descendencia toda de Jacob!
¡Témanle ustedes, descendencia toda de Israel!,
porque no menospreció ni rechazó el dolor del afligido,
ni de él escondió su rostro,
sino que cuando clamó a él, lo escuchó.

De ti será mi alabanza en la gran congregación;
mis votos pagaré delante de los que lo temen.
Comerán los humildes hasta quedar saciados;
alabarán a mi Señor los que lo buscan;
vivirán sus corazones para siempre.

Se acordarán y se volverán a mi Señor
todos los confines de la tierra,
y todas las familias de las naciones
adorarán delante de ti,
porque de mi Señor es el reino
y él regirá las naciones.

Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra;
se postrarán delante de él todos los que descienden al polvo,
aun el que no puede conservar la vida a su propia alma.
La posteridad lo servirá;
esto será contado de mi Señor hasta la postrera generación.
Vendrán y anunciarán su justicia;
a pueblo no nacido aún, anunciarán que él hizo esto.”
Amén.

Curiosidades

¿Cómo era el cultivo de la vid en el AT y dónde eran los mejores lugares?
La vitivinicultura se practicaba en Canaán antes de la invasión hebrea, como lo indicaban los preparativos hechos por Melquisedec, el informe de los espías y las referencias de Moisés a la tierra prometida. Puede inferirse de la bendición de Jacob que Judá ya era renombrada por su vitivinicultura. El valle de Escol, que significa “racimo de uvas”, entonces como ahora, era una localidad particularmente productiva, como lo era también el valle de Sorec en la llanura filistea. Las viñas de Engadi también eran famosas, como también las de Sibma, cuyas ruinas levantó Jeremías. Ezequiel dice que el vino de Helbon se exportaba a Tiro, mientras que Oseas hace referencia al perfume del vino del Libano. El ideal israelita invasor se realizó cuando la ocupación sedentaria hizo posible que cada hombre se sentara “debajo de su parra y debajo de su higuera”.
La preparación de una viña comprendía generalmente el hacer terrazas en las laderas de las montañas y eliminar las piedras. Estas se usaban para los muros de retención, que eran más gruesos que lo necesario si había abundancia de piedras, y las demás se amontonaban. Se plantaba alrededor de un seto vivo de espino, o se construía una pared baja sobre la que se colocaban ramas muertas de pimpinela espinosa para impedir la entrada de animales y ladrones. Una torre de vigilancia o una choza de piedra servían para proteger a los obreros durante el verano cuando se quedaban en la viña. La porción encerrada se removía cuidadosamente, y cuando la tierra estaba preparada de plantaban las vides jóvenes. Normalmente se las plantaba en hileras, a unos 2,5 m de distancia, y cuando las ramas empezaban a extenderse se las mantenía sobre el nivel del suelo con soportes. Se podaban las plantas en la primavera por medio de hoces para dicho fin. Los viñadores, que podaban y cultivaban las vides, parecen haber pertenecido a las clases más pobres. Sobre una parte elevada que comandaba todo el viñedo se levantaba una estructura cubierta, la torre, hecha de madera, desde la cual el propietario y su familia mantenían vigilia mientras duraba el período de la vendimia.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.1411-1412)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Juan 15:1-8

»Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el labrador. Todo sarmiento que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. Ya ustedes están limpios por la palabra que les he hablado. Permanezcan en mí, y yo en ustedes. Como el sarmiento no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco ustedes, si no permanecen en mí.
»Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, éste lleva mucho fruto, porque separados de mí nada pueden hacer. El que en mí no permanece, será echado fuera como sarmiento, y se secará; y los recogen, los echan en el fuego y arden. Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan todo lo que quieran y les será hecho. En esto es glorificado mi Padre: en que lleven mucho fruto y sean así mis discípulos.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Hay una frase popular que dice “de tal palo, tal astilla”, se dice normalmente al ver el parecido entre padres e hijos. De alguna manera habla de la marca genética, pero también de la educación, de la formación de la persona, o no. Porque no es necesariamente una frase que elogia, sino simplemente resalta un parecido, una identidad.
Siempre los cristianos nos decimos parte de la gran familia en donde Dios es nuestro Padre/Madre, por lo cual tendría que haber entre tod@s un común denominador, algo de esta frase “de tal palo tal astilla”.
El ejemplo que Jesús presenta en el texto de hoy es el de la vid y sus ramas o sarmientos. La vid es una planta muy especial porque necesita la poda para dar fruto. Si la dejamos crecer y no la podamos se va en vicio, esto es, mucha hoja y poco fruto.
Él dice que él es la vid y nosotr@s sus ramas, a las que poda para que den fruto. La rama que no da fruto, la corta y la tira, mientras que cuida la que sí. Si estamos adheridos a Cristo, lo que corre en nuestro interior es la misma sustancia o elemento, que es el Amor. Los frutos que damos son frutos del Amor en todas sus variaciones.
En cada cosa que emprendamos es importante tener como motor al Amor. Lo interesante es que no importa qué es lo que se haga, si se hace con Amor, en el Amor. Cada uno desde sus dones, desde su iniciativa puede actuar en el Amor como digno hijo o hija de Dios. Lo importante es hacer la diferencia en un mundo en donde el egoísmo y la mezquindad son la moneda corriente. Amén.

Querido Jesús, quiero aferrarme a vos, recibir de tu Amor para dar Amor, ser parte de tu vid. Ayudame a despojarme de mí misma y buscar aquello que me permita dar fruto para cambiar mi entorno, para que otras personas te conozcan a través de mi. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

viernes, 24 de abril de 2015

26 de Abril

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 118

“…“Alaben a mi Señor, porque él es bueno,
    porque para siempre es su misericordia.

Diga ahora Israel
    que para siempre es su misericordia.
Diga ahora la casa de Aarón
    que para siempre es su misericordia.
Digan ahora los que temen a mi Señor
    que para siempre es su misericordia.

Desde la angustia invoqué a Jah,
y me respondió Jah, poniéndome en lugar espacioso.
Mi Señor está conmigo; no temeré
lo que me pueda hacer el hombre.
Mi Señor está conmigo entre los que me ayudan;
por tanto, yo veré mi deseo en los que me aborrecen.
Mejor es confiar en mi Señor
que confiar en el hombre.
Mejor es confiar en mi Señor
que confiar en príncipes.

Todas las naciones me rodean;
mas en el nombre de mi Señor yo las destruiré.
Me rodean y me asedian;
mas en el nombre de mi Señor yo las destruiré.
Me rodean como abejas;
se enardecen contra mí como fuego entre espinos;
mas en el nombre de mi Señor yo las destruiré.
Me empujaste con violencia para que cayera,
pero me ayudó mi Señor.
Mi fortaleza y mi cántico es Jah,
y él me ha sido por salvación.

Voz de júbilo y de salvación
hay en las tiendas de los justos;
la diestra de mi Señor hace proezas.
La diestra de mi Señor es sublime;
la diestra de mi Señor hace valentías.
¡No moriré, sino que viviré
y contaré las obras de Jah!
Me castigó gravemente Jah,
pero no me entregó a la muerte.

¡Abranme las puertas de la justicia;
entraré por ellas, alabaré a Jah;
ésta es la puerta de mi Señor;
por ella entrarán los justos!

Te alabaré porque me has oído
y me fuiste por salvación.
La piedra que desecharon los edificadores
ha venido a ser la cabeza del ángulo.
De parte de mi Señor es esto
y es cosa maravillosa a nuestros ojos.
Éste es el día que hizo mi Señor;
¡nos gozaremos y alegraremos en él!
Mi Señor, sálvanos ahora, te ruego;
te ruego, mi Señor, que ahora nos hagas prosperar.
¡Bendito el que viene en el nombre de mi Señor!
Desde la casa de mi Señor les bendecimos.
Mi Señor es Dios y nos ha dado luz;
aten víctimas con cuerdas
a los cuernos del altar.

Mi Dios eres tú y te alabaré;
Dios mío, te exaltaré.

Alaben a mi Señor, porque él es bueno,
    porque para siempre es su misericordia.” Amén.

Curiosidades

¿Cuáles eran las tareas de un pastor de ovejas en los tiempos de la Biblia?
La responsabilidad del pastor era, y sigue siendo, considerable; además es tan antigua como Abel. Tiene que hallar pastos y agua en tierra seca y pedregosa, proteger a sus ovejas de las condiciones climáticas y de bestias peligrosas, y recobrar los animales extraviados. Cuando sus deberes lo llevaban lejos de los lugares frecuentados por seres humanos, llevaba en una bolsa sus necesidades inmediatas y una tienda podía servirle de morada. Utilizaba perros que lo secundaban en su tarea, igual que en la actualidad. El que los pastores y sus rebaños vivan más sedentariamente en las ciudades es signo de despoblación y desastre debidos al juicio divino. El pastor a cargo de sus rebaños estaba obligado a restituir cualquier animal extraviado, a menos que pudiera demostrar claramente que las circunstancias escapaban a su previsión y control. Idealmente el pastor debía ser fuerte, devoto y abnegado, como lo fueron muchos de ellos. Pero a veces había rufianes en una profesión honorable, e inevitablemente algunos pastores fallaban en el cumplimiento de sus tareas.
En el NT la misión de Cristo es la del Pastor, o mejor, el Gran Pastor. Juan 10 lo explica en detalle, capítulo que merece compararse con Ezequiel 34. Los puntos principales que destaca Juan son: la iniquidad de los que se “infiltran dentro del rebaño”; el uso de la puerta como la marca del verdadero pastor; la familiaridad de las ovejas con la voz del jefe les ha sido asignado (en el oriente los pastores modernos utilizan justamente los mismos métodos); las enseñanzas sobre la persona de Cristo, a quien se compara con la puerta (los pastores orientales frecuentemente dormían atravesando la “puerta” o abertura en el muro del redil); se lo compara con el buen pastor y se lo contrasta con el asalariado, que huye cuando se presenta el peligro. Juan hace notar también la relación entre Cristo, sus seguidores, y Dios; la reunión de las “otras ovejas” en “su rebaño”; y el rechazo de lo que no son verdaderas ovejas de Cristo.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.1048)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Juan 10:11-18

»Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. Pero el asalariado, que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. Así que el asalariado huye porque es asalariado y no le importan las ovejas.
»Yo soy el buen pastor y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, así como el Padre me conoce y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; a ésas también debo atraer y oirán mi voz, y habrá un rebaño y un pastor. Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Hay muchas formas de dar la vida.
Generalmente se asocia el dar la vida con morir por una causa. Pero dar significa entrega, regalo, y de eso se trata.
En un mundo en donde nada se regala, o si se da es a cambio de algo, no como una transacción económica clara, sino como el adueñarse de la vida del otro, sea en la política, en el fútbol o en la religión, es difícil pensar en dar por amor, simplemente.
Como seres humanos tenemos miedo a sufrir, ya sea por el engaño, por la estafa, la desilusión, el abuso. Tenemos miedo de entregarnos, de mostrarnos tal como somos, de exponernos, de hacernos vulnerables. Sin embargo la propuesta de Jesús es justamente esta.
Él mismo se expuso sin límites al punto de terminar sólo, colgado en una cruz, como un bandido, un fuera de la ley, despreciado por todos, abandonado por sus amigos.
El dar puede ser muy ingrato, pero puede provocarnos una felicidad enorme también. Entregarse es un riesgo, pero ¿vale la pena?
¿Qué hubiera pasado si Jesús se ponía a medir las cosas a favor y las cosas en contra antes de entregarse por nosotros? La historia hubiera sido totalmente otra.
Como cristianos siempre digo que tenemos un as en la manga, porque a partir de Jesús ni la muerte puede afectarnos, porque permanecemos vivos en Cristo. De ahí que a la hora de la entrega, de arriesgarnos a favor de la vida, de la defensa de la vida, contamos con una ventaja. Pero debemos estar convencidos de que esto es así, y es ahí en donde falla.
El tema es que para saber cómo se siente cuando nos entregamos a pleno a una vida en Cristo sólo es posible a partir de la experiencia misma, y eso pasa a ser la limitación o la imposibilidad de hacerlo.
Un ejemplo concreto: alguien necesita algo que yo tengo, que también necesito. Si lo doy seguramente no me va a faltar, me va a sobrar, pero para experimentarlo, tengo hacerlo, pero el temor a que me falte me impide vivir esa experiencia. Pasa con la ofrenda, con la hospitalidad, con todo aquello que exija de mí una entrega de tiempo, dinero, esfuerzo, etc.
El dar es una experiencia hermosa. Dar la vida lo es mucho más, es dejarse llevar por Dios mismo  para ser su herramienta en la certeza de que nada me pasará y lo que suceda será siempre de bendición. Dar no es una teoría, es práctica, es vivencia. Amén.

Querido Jesús, vos te autodefiniste como mi pastor, que me cuida y da su vida por mí, ayudame a responder a tu generosidad y a vivir en el amor y la entrega. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

viernes, 10 de abril de 2015

19 de Abril

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 4

¡Respóndeme cuando clamo, Dios, justicia mía!
Cuando estaba en angustia, tú me diste alivio.
Ten misericordia de mí y oye mi oración.

Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo volverán mi honra en infamia,
amarán la vanidad y buscarán la mentira?
Sepan, pues, que mi Señor ha escogido al piadoso para sí;
mi Señor oirá cuando yo a él clame.

¡Tiemblen y no pequen!
Mediten en su corazón estando en sus camas, y callen.

Ofrezcan sacrificios de justicia
y confíen en mi Señor.

Muchos son los que dicen: «¿Quién nos mostrará el bien?»
Alza sobre nosotros, mi Señor, la luz de tu rostro.
Tú diste alegría a mi corazón,
mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto.

En paz me acostaré y asimismo dormiré,
porque sólo tú, mi Señor, me haces vivir confiado.”
Amén.

Curiosidades

¿Qué es la “ascensión” de Jesús?
El relato de la ascensión del Señor Jesucristo aparece en Hechos 1. En Lucas 24 las palabras “y fue llevado arriba al cielo” no están tan bien confirmadas, y lo mismo vale para la descripción de marcos 16. No hay sugerencia alternativa en el NT de ninguna otra finalización de las apariciones a la resurrección, y el hecho de la ascensión siempre se da por sentado en las frecuentes referencias a Cristo a la diestra de Dios, y a su regreso del cielo. No sería razonable suponer que Lucas estaba crasamente equivocado en cuanto a un hecho tan importante, o que estaba inventando, cuando todavía había apóstoles que podrían enterarse de lo que había escrito.
Se hacen objeciones al relato tomado como base el hecho de que se apoya en ideas anticuadas sobre el cielo como un lugar por encima de nuestras cabezas. Estas objeciones no tienen peso por las siguientes razones:
  1. El acto de la ascensión podría haber sido una parábola actuada para los discípulos que tenían la idea del cielo. De este modo Jesús indicaba concluyentemente que el período de las apariciones posteriores a la resurrección habían terminado, y que su regreso al cielo había de inaugurar la era de la presencia del Espíritu Santo en la iglesia. Un simbolismo actuado de este modo resulta perfectamente natural.
  2. El término “cielo” y la expresión “la diestra del Padre” tienen cierto significado necesariamente relacionado con esta tierra, y dicho significado puede expresarse mejor con referencia a “arriba”. Así, Jesús levantaba los ojos al cielo cuando oraba, y nos enseñó a orar diciendo, “Padre nuestro que estás en los cielos… hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”. En un sentido el cielo está lejos de esta tierra, cualquiera sea su naturaleza en términos de una dimensión diferente. Al pasar del estado terrenal de espacio y tiempo al estado celestial, pudo observarse que Jesús se alejaba de la tierra, así como cuando se produzca la segunda venida se lo podrá observar acercándose a la tierra. Esta doctrina de la ausencia corporal se equilibra en el NT con la doctrina de la presencia espiritual. Así, la Cena del Señor es en memoria de aquel que está corporalmente ausente, “hasta que él venga”, mas, como en todas las reuniones de cristianos, el Señor resucitado está presente espiritualmente.
El concepto de que Dios está arriba, sentado en el trono, alude en forma especial a la diferencia entre Dios y el ser humano, y a la forma en que el pecador se acerca a Dios, ya que su pecado le impide el acceso a la presencia del Rey. De modo que podemos considerar el propósito de la ascensión como sigue:
1.   “Voy a preparar lugar para ustedes” Juan 14
2.   Jesucristo está sentado, señal de que su obra de expiación está completa y es definitiva. Los que creen que como sacerdote Cristo sigue ofreciéndose al Padre dicen que no debemos mezclar las metáforas del rey y el sacerdote. Sin embargo esto es justamente lo que se hace en Hechos 10 para demostrar el carácter definitivo del sacrificio de Cristo.
3.   Cristo intercede por los suyos, aunque en ninguna parte del NT se dice que se sigue ofreciendo a sí mismo en el cielo. La palabra griega que significa interceder, entynjano, denota la idea de ocuparse de los intereses de alguien.
4.   Cristo está esperando que sus enemigos sean sometidos, y ha de volver como acto final en el establecimiento del reino de Dios.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.134-135)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Lucas 24:35-53

Entonces ellos contaron las cosas que les habían acontecido en el camino, y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
Mientras aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos y les dijo:
—¡Paz a ustedes!
Entonces, espantados y atemorizados, pensaban que veían un espíritu. Pero él les dijo:
—¿Por qué están desconcertados y vienen a sus corazones estos pensamientos? Miren mis manos y mis pies, que yo mismo soy. Palpen y vean, porque un espíritu no tiene carne ni huesos como ven que yo tengo.
Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies. Pero como todavía ellos, de gozo, no lo creían y estaban maravillados, les dijo:
—¿Tienen aquí algo de comer?
Entonces le dieron un trozo de pescado asado y un panal de miel. Él lo tomó y comió delante de ellos.
Luego les dijo:
—Éstas son las palabras que les hablé estando aún con ustedes: que era necesario que se cumpliera todo lo que está escrito de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos.
Entonces les abrió el entendimiento para que comprendieran las Escrituras; y les dijo:
—Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciera y resucitara de los muertos al tercer día; y que se predicara en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. Ustedes son testigos de estas cosas. Ciertamente, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre ustedes; pero quédense ustedes en la ciudad de Jerusalén hasta que sean investidos de poder desde lo alto.
Después los sacó fuera hasta Betania y, alzando sus manos, los bendijo. Aconteció que, mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado arriba al cielo. Ellos, después de haberlo adorado, volvieron a Jerusalén con gran gozo; y estaban siempre en el Templo, alabando y bendiciendo a Dios. Amén.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Una de nuestros fundamentos de fe es que Jesús fue una persona como cualquiera nosotros pero a la vez Dios. Pero no un semi dios como Hércules u otros personajes de la mitología griega o romana. Verdadero hombre y verdadero Dios.
Mientras que Jesús caminaba por la tierra, al igual que nosotros, sólo podía estar en un lugar a la vez, lo mismo se puede ver en los evangelios. Su presencia era dentro del tiempo y del espacio.
Una vez que deja de aparecer como resucitado y va al Padre, vuelve a tener la capacidad de estar presentes en varios lugares al mismo tiempo y través de los siglos. Pero a la vez su presencia es concreta, utilizándonos a nosotros, los seres humanos, como instrumentos.
Esta es la importancia de la ascensión de Jesús, una vez concluida su obra redentora, deja de aparecer físicamente para estar en todos lados, vuelve a ser omnipresente, y eso es muy bueno.
Sentir la bendición de Jesús, su presencia en todo momento en donde el amor, la paz y la misericordia reinan, es parte de la fe cristiana, del consuelo en el dolor, de la fuerza en la vulnerabilidad y la injusticia.
Saber que Jesús sigue con nosotros construyendo el reino que vino a instaurar, animándonos a creer que las cosas pueden cambiar, que pueden ser diferentes, que somos llamados a ser felices y vivir en plenitud, no dejándonos atrapar por los falsos mensajes de una sociedad que ve en nosotros consumidores y no personas íntegras, esa es parte de nuestra fe. Una fe que defiende la vida por encima de todas las cosas y que tenemos mucho para decir en un mundo cada vez más desesperado y defraudado.
Jesús hoy nos dice que está con quien ama la vida, que la defiende y se anima a romper con las estructuras de muerte como lo hizo desde un principio, cuando era el nazareno. Amén.

Querido Jesús, hoy sólo te quiero agradecer por todo lo que has hecho por mí, por la humanidad. Ayudame a dar testimonio de todo esto para que cada vez más personas confiesen tu nombre y para que cada vez más personas encuentren la paz que viene de vos. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

12 de Abril

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 25

A ti, mi Señor, levantaré mi alma.
Dios mío, en ti confío;
no sea yo avergonzado.
¡No se alegren de mí mis enemigos!
Ciertamente, no será confundido ninguno de cuantos esperan en ti;
serán avergonzados los que se rebelan sin causa.

Muéstrame, mi Señor, tus caminos;
enséñame tus sendas.
Encamíname en tu verdad y enséñame,
porque tú eres el Dios de mi salvación;
en ti he esperado todo el día.

Acuérdate, mi Señor, de tus piedades y de tus misericordias,
que son perpetuas.
De los pecados de mi juventud y de mis rebeliones no te acuerdes.
Conforme a tu misericordia acuérdate, mi Señor, de mí,
por tu bondad.

Bueno y recto es mi Señor;
por tanto, él enseñará a los pecadores el camino.
Encaminará a los humildes en la justicia
y enseñará a los mansos su carrera.
Todas las sendas de mi Señor son misericordia y verdad
para los que guardan su pacto y sus testimonios.

Por amor de tu nombre, mi Señor,
perdonarás también mi pecado, que es grande.
¿Quién es el hombre que teme a mi Señor?
Él le enseñará el camino que ha de escoger.
Gozará él de bienestar
y su descendencia heredará la tierra.
La comunión íntima de mi Señor es con los que lo temen,
y a ellos hará conocer su pacto.
Mis ojos siempre se dirigen hacia mi Señor,
porque él saca mis pies de la red.

Mírame y ten misericordia de mí,
porque estoy solo y afligido.
Las angustias de mi corazón se han aumentado;
sácame de mis congojas.
Mira mi aflicción y mi trabajo
y perdona todos mis pecados.
Mira mis enemigos, cómo se han multiplicado
y con odio violento me aborrecen.
¡Guarda mi alma y líbrame!
No sea yo avergonzado, porque en ti he confiado.
Integridad y rectitud me guarden,
porque en ti he esperado.

¡Redime, Dios, a Israel
de todas sus angustias!”
Amén.

Curiosidades

¿Quiénes son “los doce”?

“Los Doce” es la designación normal de los apóstoles en los evangelios, y Pablo lo utiliza en 1 Corintios 15. El acierto del simbolismo es evidente, y reaparece en lugares tales como Apocalipsis 21. El episodio de Matías está relacionado con la necesidad de rehacer el número de los Doce. Pero también resulta igualmente clara la seguridad que tiene Pablo en cuanto a su propio apostolado. Además, hay instancias en el NT en las que, prima facie, otros, fuera de los Doce, también aparecen haber recibido ese título. Jacobo, el hermano del Señor, aparece como tal en Gálatas, y, aunque no había sido discípulo, fue objeto de una aparición privada y personal posterior a la resurrección. A Bernabé se le llama apóstol en Hechos 14, y Pablo lo incluye en una discusión que niega diferencia cualitativa alguna entre su propio apostolado y el de los Doce. A Andrónico y Junias, por otra parte desconocidos, probablemente se le llama apóstoles en Romanos 16, y Pablo, siempre cuidadoso con el uso de los pronombres personales, posiblemente llama así a Silas en 1 Tesalonisenses 2. Evidentemente los enemigos de Pablo en Corinto pretendían ser “apóstoles de Cristo”.
Por otra parte, algunos argumentan insistentemente que el título debe limitarse a Pablo y los Doce. Esto significaría darle un valor secundario al término “apóstoles” en Hechos 14 y Romanos 16, y explicar de otra manera el lenguaje de Pablo con respecto a Jacobo y Bernabé. Algunos han echado mano a recursos aún más desesperados, y sugieren que Jacobo reemplazó a Jacobo, hijo de Zebedeo de la misma manera que Matías reemplazó a Judas, o que, obrando con exceso de premura, Matías fue colocado erróneamente en el lugar que Dios había destinado a Pablo. El NT no ofrece ni la más remota insinuación de tales ideas. Cualquiera sea la explicación, parecería que lo mejor es aceptar que al principio hubo apóstoles fuera de los Doce. El propio apostolado de Pablo contradice cualquier teoría restrictiva, de modo que habría lugar al lado de él para otros que pueden haber sido llamados por Dios a su servicio. Podríamos ver un indicio de esto en la distinción entre “los Doce” y “todos los apóstoles” en 1 Corintios 15. Pero todo sugiere que el apóstol debía ser testigo de la resurrección, y la aparición a Pablo después de la resurrección fue evidentemente excepcional. El que, como han sugerido escritores antiguos, algunos de los que posteriormente fueron llamados “apóstoles” hayan pertenecido a los setenta que envió a predicar nuestro Señor, es otro asunto. Queda fuera de toda duda la significación especial de los Doce para el establecimiento inicial de la iglesia.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.96-97)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Juan 20:19-31

Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, llegó Jesús y, puesto en medio, les dijo:
—¡Paz a ustedes!
Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor. Entonces Jesús les dijo otra vez:
—¡Paz a ustedes! Como me envió el Padre, así también yo los envío.
Y al decir esto, sopló y les dijo:
—Reciban el Espíritu Santo. A quienes perdonen los pecados, les serán perdonados, y a quienes se los retengan, les serán retenidos.
Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús se presentó. Le dijeron, pues, los otros discípulos:
—¡Hemos visto al Señor!
Él les dijo:
—Si no veo en sus manos la señal de los clavos y meto mi dedo en el lugar de los clavos, y meto mi mano en su costado, no creeré.
Ocho días después estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, se puso en medio y les dijo:
—¡Paz a ustedes!
Luego dijo a Tomás:
—Pon aquí tu dedo y mira mis manos; acerca tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.
Entonces Tomás respondió y le dijo:
—¡Señor mío y Dios mío!
Jesús le dijo:
—Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron y creyeron.
Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengan vida en su nombre.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

El creer en lo que no se ve es parte del ser humano, porque somos seres religiosos, creemos en que hay un poder por encima de nosotros, independientemente de nuestra fe, y mismo si nos decimos agnósticos, escépticos o ateos. De todas maneras hay ciertos límites, y entre ellos está la conciencia de que quien muere no puede volver, al menos de una forma corpórea. Hay muchas personas que creen en la presencia de ánimas, espíritus o en la reencarnación, pero que la persona ya muerta vuelva a la vida físicamente, es difícil.
Esto mismo pasó con los discípulos de Jesús, y nos pasa a nosotros muchas veces, que aunque repetimos que creemos en la resurrección, nos cuesta imaginarlo, comprenderlo como un hecho concreto y no como una historia de escuelita bíblica.
Jesús se presenta físicamente a sus discípulos, pero diferente, como con ellos e invita a que lo toquen, que perciban su corporeidad. ¿Cómo imaginar este hecho?
Al mismo tiempo, el evangelio dice claramente: “… éstas se han escrito para que crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengan vida en su nombre…”. Quienes vivieron la experiencia de encontrarse con el Jesús resucitado son testigos de su resurrección, lo cuentan y lo dejan documentado para que las generaciones futuras tengan acceso al don de la vida eterna. Esta es la base de nuestra fe, es lo que creemos, aunque tal vez no lo entendamos totalmente… pero lo aceptamos y dejamos que el Espíritu obre en nosotros. Amén.

Querido Jesús, tu capacidad de sorprendernos es infinita, te apareciste en varias ocasiones a tus discípulos para infundirles la paz, y de una manera distinta, pero con el mismo poder, te aparecés en mi vida en los momentos más desanimados, más oscuros. ¡Gracias por estar presente en mi vida! ¡Gracias por darme más vida! ¡Gracias por toda la esperanza que traés a mi vida! En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

jueves, 2 de abril de 2015

5 de Abril

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 118

Alaben a mi Señor, porque él es bueno,
    porque para siempre es su misericordia.

Diga ahora Israel
    que para siempre es su misericordia.
Diga ahora la casa de Aarón
    que para siempre es su misericordia.
Digan ahora los que temen a mi Señor
    que para siempre es su misericordia.

Desde la angustia invoqué a Jah,
y me respondió Jah, poniéndome en lugar espacioso.
Mi Señor está conmigo; no temeré
lo que me pueda hacer el hombre.
Mi Señor está conmigo entre los que me ayudan;
por tanto, yo veré mi deseo en los que me aborrecen.
Mejor es confiar en mi Señor
que confiar en el hombre.
Mejor es confiar en mi Señor
que confiar en príncipes.

Todas las naciones me rodean;
mas en el nombre de mi Señor yo las destruiré.
Me rodean y me asedian;
mas en el nombre de mi Señor yo las destruiré.
Me rodean como abejas;
se enardecen contra mí como fuego entre espinos;
mas en el nombre de mi Señor yo las destruiré.
Me empujaste con violencia para que cayera,
pero me ayudó mi Señor.
Mi fortaleza y mi cántico es Jah,
y él me ha sido por salvación.

Voz de júbilo y de salvación
hay en las tiendas de los justos;
la diestra de mi Señor hace proezas.
La diestra de mi Señor es sublime;
la diestra de mi Señor hace valentías.
¡No moriré, sino que viviré
y contaré las obras de Jah!
Me castigó gravemente Jah,
pero no me entregó a la muerte.

¡Abranme las puertas de la justicia;
entraré por ellas, alabaré a Jah;
ésta es la puerta de mi Señor;
por ella entrarán los justos!

Te alabaré porque me has oído
y me fuiste por salvación.
La piedra que desecharon los edificadores
ha venido a ser la cabeza del ángulo.
De parte de mi Señor es esto
y es cosa maravillosa a nuestros ojos.
Éste es el día que hizo mi Señor;
¡nos gozaremos y alegraremos en él!
Mi Señor, sálvanos ahora, te ruego;
te ruego, mi Señor, que ahora nos hagas prosperar.
¡Bendito el que viene en el nombre de mi Señor!
Desde la casa de mi Señor les bendecimos.
Mi Señor es Dios y nos ha dado luz;
aten víctimas con cuerdas
a los cuernos del altar.

Mi Dios eres tú y te alabaré;
Dios mío, te exaltaré.

Alaben a mi Señor, porque él es bueno,
    porque para siempre es su misericordia.” Amén.

Curiosidades

¿Cómo eran las tumbas en los tiempos de Jesús?

El kok es el único tipo de enterratorio a que se hacer referencia en la Misná. Un kok era un túnel funerario cortado verticalmente en el muro de la cámara como un horno muy profundo, retrocedido con respecto a retallos de roca que se proyectan alrededor de los muros de la cámara (interrumpidos únicamente por el escalón de entrada), que dejaba un pozo oblongo en el centro de la cámara con altura suficiente para un hombre en pie. El sarcófago, el retallo saliente continuo, y el kok son los únicos lugares posibles para ubicar un cuerpo en las tumbas de roca más pequeñas y menos pretenciosas. Estas estaban formadas por una o más cámaras con una entrada baja y cuadrada, de tal modo que había que entrar sobre manos y pies. La piedra para cerrar la tumba era como un enorme corcho, que encajaba en una rebaja alrededor de la pequeña entrada, como en el cuello de una botella,; también podía ser un canto rodado tosco. Es evidente que tales tumbas – en las que había que agacharse para entrar, que se cerraban con una piedra que había que sacar rodando a un lado, y en las que el cuerpo puede haberse colocado inicialmente en el retallo que sobresalía – encuadrarían con las descripciones en los evangelios sobre el lugar donde José puso el cuerpo de Jesús.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.1280)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Juan 20:1-10

El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro, y vio quitada la piedra del sepulcro. Entonces corrió y fue a Simón Pedro y al otro discípulo, aquel a quien amaba Jesús, y les dijo:
—Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.
Salieron Pedro y el otro discípulo y fueron al sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro y llegó primero al sepulcro. Y, asomándose, vio los lienzos puestos allí, pero no entró. Luego llegó Simón Pedro tras él, entró en el sepulcro y vio los lienzos puestos allí, y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, no puesto con los lienzos, sino enrollado en un lugar aparte. Entonces entró también el otro discípulo que había venido primero al sepulcro; y vio, y creyó, pues aún no habían entendido la Escritura: que era necesario que él resucitara de los muertos. Y volvieron los discípulos a los suyos.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

¿Qué significa la resurrección para nosotros, las y los cristianos?
Siempre que hablamos del tema pensamos en la vida más allá de la muerte, la derrota definitiva de Jesús sobre la muerte y el sepulcro. Esto es verdad, pero no es sólo eso.
La resurrección tiene que ver con una vida en la esperanza. Una vida en donde creemos y confiamos que siempre después de la oscuridad viene la luz, y después de la tormenta, sale el sol.
Quien cree en la resurrección de Cristo está convencido que en la vida una y otra vez podemos renacer del dolor, de la aflicción, de toda caída y todo mal. La resurrección nos da fuerzas para enfrentar cualquier lucha. Sacar fuerzas de donde ya no hay, para seguir adelante en los tiempos de adversidad: sea de enfermedad, de violencia, de guerra, de opresión, de justicia.
La fe en la resurrección de Cristo nos permite levantarnos una y otra vez, confiar que Dios está de nuestro lado, en que no todo está perdido, que mismo de las situaciones las terribles podemos aprender y fortalecernos.
La resurrección es la gran paradoja cristiana que logra ver en la cruz, una herramienta de tortura y sometimiento, una liberación de todo lo que nos ata en este mundo. Por eso en mucho tiempo se consideró a los y las seguidores de Jesús, locos o insensatos. Porque logramos ver lo que para los demás no hay nada. Lo mismo que vieron las mujeres en el sepulcro vacío. ¡Felices Pascuas para todos y todas! Amén.

Querido Jesús, te doy gracias porque me has mostrado y me seguís mostrando un camino diferente al que el resto de la humanidad propone, un camino libre de ataduras, de preocupaciones, de opresiones. En vos y junto a vos soy libre porque sé que todo es posible si confío y que puedo renacer una y otra vez, y que incluso la muerte es vida para mí. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.