sábado, 22 de abril de 2017

30 de Abril

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 16

““Guárdame, oh Dios, en ti está mi refugio.

Yo digo a mi Señor: ‘Tú eres mi Señor,
mi bien, nada hay fuera de ti’;
ellos, en cambio, a los santos que hay en la tierra:
‘¡Magníficos, todo mi gozo en ellos!’

Sus ídolos abundan, tras ellos van corriendo.
Mas yo jamás derramaré sus libámenes de sangre,
jamás tomaré sus nombres en mis labios.

Mi Señor, la parte de la herencia y de mi copa,
tú mi suerte aseguras;
la cuerda me asigna un recinto de delicias,
mi heredad es preciosa para mí.

Bendigo a mi Señor que me aconseja;
aun de noche mi conciencia me instruye;
pongo a mi Señor ante mí sin cesar;
porque él está a mi diestra, no vacilo.

Por eso se me alegra el corazón, mis entrañas retozan,
y hasta mi carne en seguro descansa;
pues no has de abandonar mi alma al seol,
ni dejarás a tu amigo ver la fosa.
Me enseñarás el camino de la vida,
hartura de goces, delante de tu rostro,
a tu derecha, delicias para siempre.” Amén.

Curiosidades

Los campesinos fueron masacrados en la guerra de 1525, los levantamientos campesinos siempre tuvieron ese final, pero, ¿qué consecuencias tuvo para los sublevados?

Las consecuencias para los sublevados fueron drásticas. Según estimaciones, ya solamente durante la fase bélica habrían perdido la vida unos 100.000 campesinos. Los sobrevivientes fueron automáticamente afectados por la proscripción imperial ("Reichsacht") que comportaba una situación parecida a la muerte civil. Así fueron privados de todos sus derechos y posesiones y podían ser declarados proscriptos "Vogelfrei". Los líderes fueron castigados con la pena de muerte.
Los otros amotinados fueron sometidos a los tribunales penales de los señores territoriales, que podían ser muy crueles. Muchos relatos dan cuenta de decapitaciones, extirpación de ojos, amputaciones de miembros y cosas por el estilo. Aquellos que debieron pagar solamente penas pecuniarias, podían considerarse privilegiados, si bien muchos de los condenados ni siquiera estaban en condiciones de hacerlo.
Comunidades enteras fueron desposeídas de todos sus derechos por haber sostenido a los insurgentes. En parte perdieron los derechos de jurisdicción, se prohibieron las fiestas y las fortificaciones de los pueblos fueron arrasadas. Las armas debieron ser entregadas y hasta se prohibió la frecuentación de tabernas por la noche.
En algunas regiones, sin embargo, tuvo consecuencias positivas, si bien no fueron muchas. En algunos territorios fueron solucionados inconvenientes por medio de acuerdos, en los casos en que los levantamientos hubieran tenido lugar en razón de circunstancias particularmente malas, como en el caso del principado-abadía de Kempten, por el que se estableció un acuerdo en la Dieta de Espira de 1526.
https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_de_los_campesinos_alemanes

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Lucas 24:13-35

“Aquel mismo día iban dos de ellos a un pueblo llamado Emaús, que distaba sesenta estadios de Jerusalén, y conversaban entre sí sobre todo lo que había pasado. Y sucedió que, mientras ellos conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió con ellos; pero sus ojos estaban retenidos para que no le conocieran. El les dijo: «¿De qué discuten entre ustedes mientras van andando?» Ellos se pararon con aire entristecido.
Uno de ellos llamado Cleofás le respondió: «¿Eres tú el único residente en Jerusalén que no sabe las cosas que estos días han pasado en ella?» El les dijo: «¿Qué cosas?» Ellos le dijeron: «Lo de Jesús el Nazoreo, que fue un profeta poderoso en obras y palabras delante de Dios y de todo el pueblo; cómo nuestros sumos sacerdotes y magistrados lo condenaron a muerte y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él sería el que iba a librar a Israel; pero, con todas estas cosas, llevamos ya tres días desde que esto pasó. El caso es que algunas mujeres de las nuestras nos han sobresaltado, porque fueron de madrugada al sepulcro, y, al no hallar su cuerpo, vinieron diciendo que hasta habían visto una aparición de ángeles, que decían que él vivía. Fueron también algunos de los nuestros al sepulcro y lo hallaron tal como las mujeres habían dicho, pero a él no lo vieron.»
El les dijo: «¡Oh insensatos y lentos de corazón para creer todo lo que dijeron los profetas! ¿No era necesario que el Cristo padeciera eso y entrara así en su gloria?» Y, empezando por Moisés y continuando por todos los profetas, les explicó lo que había sobre él en todas las Escrituras.
Al acercarse al pueblo a donde iban, él hizo ademán de seguir adelante. Pero ellos lo forzaron diciéndole: «Quédate con nosotros, porque atardece y el día ya ha declinado.» Y entró a quedarse con ellos. Y sucedió que, cuando se puso a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero él desapareció de su lado. Se dijeron uno a otro: «¿No estaba ardiendo nuestro corazón dentro de nosotros cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?»
Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén y encontraron reunidos a los Once y a los que estaban con ellos, que decían: «¡Es verdad! ¡El Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón!» Ellos, por su parte, contaron lo que había pasado en el camino y cómo le habían conocido en la fracción del pan.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Hay una canción de Carmen Veneziale y Juan Carlos Maddio, inspirada en este relato bíblico que compartimos hoy, que dice:
“Quedate con nosotros,
Señor de la esperanza,
el mundo que tú amas
hoy lucha por vivir;
y aunque a veces dudamos
de tu presencia en casa
no dejes que la noche nos sorprenda sin ti.

Y porque ya anochece,
quédate con nosotros,
no dejes que la noche
nos sorprenda sin ti."
La mezcla de la certeza y la duda que tanto tiene que ver con nuestra fe humana, que va y vuelve, y que, a pesar de todos nuestros deseos e intenciones, no logramos ser perseverantes y firmes. A pesar de nuestras dudas, no nos abandones, Señor…
No hay nada más terrible que irse a dormir con miedo, con preocupaciones, con dolor, con angustia… nada de eso nos permitirá descansar, y cualquiera de estas cosas nos hará pasar la noche más oscura que puede existir.
Sentir el abrazo de Dios, invocando su presencia en una oración, una canción o un texto bíblico, es muy importante a la hora de buscar un descanso reparador. Dejar nuestras preocupaciones a Dios es fundamental, para que “la noche no nos sorprenda si ti”.
Antiguamente no se permitía a la gente marcharse a la noche, porque la noche era símbolo de inseguridad. Por eso los discípulos de Jesús no lo dejaron ir a pesar de que no lo habían reconocido. Y al recibirlo en la casa, lo reconocieron al partir el pan. Tanto habían buscado respuestas en palabras y lo encontraron en lo más cotidiano: la mesa y el pan.
Y es que Dios está en lo cotidiano, aunque nos cuesta verlo, aunque muchas veces “dudamos de su presencia en casa”.
Dios nos acompaña cada día, son nuestros ojos los que no lo ven, pero es posible sentirlo cuando vivimos una vida en el amor, la hospitalidad, la comprensión mutua, la contención y la aceptación del otro tal cual es. Dios está en cada persona, ahí lo podemos descubrir y nos puede acompañar. La cosa es no desesperar ni dejarse invadir por la soledad y el miedo, porque aún solos/as, Dios nos abraza y nos protege con su amor. Amén.

Querido Jesús, muchas veces me siento como tus discípulos de Emaús, me cuesta verte, me cuesta sentir tu cercanía. Ayúdame a quitarme las escamas de mis ojos para ver tu luz y vivir en tu paz. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

viernes, 21 de abril de 2017

23 de Abril

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 118

“¡Aleluya!
¡Dad gracias a mi Señor, porque es bueno,
porque es eterno su amor!

¡Diga la casa de Israel:
que es eterno su amor!
¡Diga la casa de Aarón:
que es eterno su amor!
¡Digan los que temen a mi
Señor: que es eterno su amor!

En mi angustia hacia mi Señor grité,
él me respondió y me dio respiro;
mi Señor está por mí, no tengo miedo,
¿qué puede hacerme el hombre?
Mi Señor está por mí, entre los que me ayudan,
y yo desafío a los que me odian.

Mejor es refugiarse en mi Señor
que confiar en hombre;
mejor es refugiarse en mi Señor
que confiar en magnates.

Me rodeaban todos los gentiles:
en el nombre de mi Señor los cercené;
me rodeaban, me asediaban:
en el nombre de mi Señor los cercené.

Me rodeaban como avispas,
llameaban como fuego de zarzas:
en el nombre de mi Señor los cercené.

Se me empujó, se me empujó para abatirme,
pero mi Señor vino en mi ayuda;
mi fuerza y mi cántico es mi Señor,
él ha sido para mí la salvación.

Clamor de júbilo y salvación,
en las tiendas de los justos:
«¡La diestra de mi Señor hace proezas,
excelsa la diestra de mi Señor,
la diestra de mi Señor hace proezas!»

No, no he de morir, que viviré,
y contaré las obras de mi Señor;
me castigó, me castigó mi Señor,
pero a la muerte no me entregó.

¡Ábranme las puertas de justicia,
entraré por ellas, daré gracias a mi Señor!
Aquí está la puerta de mi Señor,
por ella entran los justos.
Gracias te doy, porque me has respondido,
y has sido para mí la salvación.

La piedra que los constructores desecharon
en piedra angular se ha convertido;
esta ha sido la obra de mi Señor,
una maravilla a nuestros ojos.
¡Este es el día que mi Señor ha hecho,
exultemos y gocémonos en él!

¡Ah, mi Señor, da la salvación!
¡Ah, mi Señor, da el éxito!
¡Bendito el que viene en el nombre de mi Señor!
Desde la Casa de mi Señor los bendecimos.
Mi Señor es Dios, él nos ilumina.

¡Cierren la procesión, ramos en mano,
hasta los cuernos del altar!
Tú eres mi Dios, yo te doy gracias,
Dios mío, yo te exalto.
¡Den gracias a mi Señor,
porque es bueno, porque es eterno su amor!” Amén.

Curiosidades

¿Qué fueron las reuniones de Memmingen y qué decían los 12 artículos de Suabia?

Las tres bandas de campesinos de la Alta Suabia querían fundamentalmente mejorar sus condiciones de vida, no comenzar una guerra en gran escala. Unos 50 representantes de las tres bandas se reunieron en la ciudad libre de Memmingen, donde la burguesía simpatizaba con el campesinado. Los líderes de los campesinos, utilizando argumentos bíblicos, procuraban estructurar sus reclamaciones y hacer avanzar sus pretensiones. El 20 de marzo de 1525, luego de muchas discusiones, el abogado Wendel Hipler, “el canciller de los campesinos”, dio a conocer “los doce artículos”. Estos eran a la vez catálogo de dolencias, programa de reformas y manifiesto político. Habían sido redactados por el párroco Christoph Schappeler y el peletero Sebastian Lotzner. Siguiendo el ejemplo de los campesinos suizos, fundaron al mismo tiempo la confederación de la Alta Suabia, sentando las bases en un acta constitutiva. Las bandas se comprometían a prestarse asistencia recíproca. En un corto tiempo, se editaron y distribuyeron numerosas copias de esos documentos que buscaban una difusión, hasta entonces, inusual y rápida del movimiento en todo el sur de Alemania y el Tirol.
La negociación de los doce artículos en Memmingen fue el punto crucial y decisivo de la guerra de los campesinos. Aquí, por primera vez, se establecieron de manera consensuada y escrita las reclamaciones de los campesinos. Se enfrentaron por primera vez unificados contra las autoridades. Los levantamientos de las décadas anteriores habían fracasado, sobre todo por la dispersión de los levantamientos y la falta de apoyo mutuo. Con los “12 artículos”, la situación podía ser diferente.
https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_de_los_campesinos_alemanes
Éstos son los 12 artículos de Suabia en forma resumida:
1. El derecho a elegir a sus propios pastores
2. La abolición del pequeño diezmo (sobre hortalizas), pero no el diezmo grande (sobre cereales)
3. La liberación de los siervos, pues todos los seres humanos fueron redimidos por la sangre de Cristo
4. Libertad para cazar y pescar
5. El derecho de cortar leña en el bosque para consumo doméstico
6. Restricción de servicios compulsivos
7. Paga por trabajo extra, fuera de aquel que estipulaba el contrato
8. Reducción de los arriendos
9. Eliminación de castigos arbitrarios
10. Restitución de los pastos y campos que habían sido tomados a las comunas
11. Abolición de la tasa de herencia, por la cual las viudas y los huérfanos quedaban privados de su herencia
12. Todos estos artículos deberían ser examinados sobre la base de las Escrituras y los que no concordasen serían eliminados.
http://blog.ielco.org/?p=1098

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Juan 20:19-31

“Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: «La paz con ustedes.» Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor. Jesús les dijo otra vez: «La paz con ustedes.
Como el Padre me envió,
también yo los envío.»
Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:
«Reciban el Espíritu Santo.
A quienes perdonen los pecados,
les quedan perdonados;
a quienes se los retengan,
les quedan retenidos.»
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor.» Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos y no meto mi dedo en el agujero de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré.» Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro y Tomás con ellos. Se presentó Jesús en medio estando las puertas cerradas, y dijo: «La paz con ustedes.» Luego dice a Tomás: «Acerca aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo sino creyente.» Tomás le contestó: «Señor mío y Dios mío.» Le dice Jesús:
«Porque me has visto has creído.
Dichosos los que no han visto y han creído.»
Jesús realizó en presencia de los discípulos otras muchas señales que no están escritas en este libro. Estas han sido escritas para que crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengan vida en su nombre.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

El perdón es la clave de una vida en paz.
¿Por qué digo esto?
Porque mientras que guardamos algo en nuestro corazón, no logramos estar verdaderamente en paz. Hay una intranquilidad, aunque sea en el fondo, tal vez casi olvidado, pero está, carcomiendo nuestro corazón, esperando pacientemente a surgir en el momento menos esperado.
Hay que perdonar, siempre… pero no esto no es tan fácil…
En principio lo primero que tenemos que comprender es que cuando perdonamos no estamos beneficiando a quien nos hizo daño, consciente o inconscientemente, sino que somos nosotros mismos los primeros que ganamos.
El rencor, el resentimiento, ata, nos esclaviza, no permite que vivamos en plenitud, porque nuestra mente no deja de pensar en la persona que nos dañó. Todo el tiempo estamos pendientes, viendo (según nuestra visión distorsionada) como disfruta sádicamente de hacer maldades. También ocupamos nuestro tiempo, atentos en ver la oportunidad de devolver el daño recibido, lo que nos convierte lentamente seres vengativos, que no nos sirve para nada.
Una vez que logramos perdonar, todos esos sentimientos y pensamientos se disipan, y se transforman positivamente. Es entonces que encontramos la paz, que nace de adentro y se expresa o manifiesta hacia afuera. Ahí se entiende esto de atar/retener y desatar/soltar que Jesús habla.
Jesús vino al mundo para mejorar nuestra calidad de vida, para mostrarnos que es posible vivir de otra manera, pero depende de cada uno de nosotros, de cómo la encaramos y de qué cosas nos hacemos cargo, que son nuestra responsabilidad. Está en tus manos, está en mis manos. Amén.

Querido Jesús, quiero vivir en tu paz, pero necesito saber perdonar, ayúdame a hacerlo, a dejar de lado mis rencores y resentimientos, te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

sábado, 15 de abril de 2017

16 de Abril – Pascua

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 118

“Alaben a mi Señor, porque él es bueno, 
       porque para siempre es su misericordia.

Diga ahora Israel 
       que para siempre es su misericordia.
Diga ahora la casa de Aarón
       que para siempre es su misericordia.
Digan ahora los que temen a mi Señor 
       que para siempre es su misericordia.

Desde la angustia invoqué a mi Señor, 
    y me respondió mi Señor, poniéndome en lugar espacioso.
Mi Señor está conmigo; no temeré 
    lo que me pueda hacer el hombre.
Mi Señor está conmigo entre los que me ayudan; 
    por tanto, yo veré mi deseo en los que me aborrecen.
Mejor es confiar en mi Señor 
    que confiar en el hombre.
Mejor es confiar en mi Señor 
    que confiar en príncipes.

Todas las naciones me rodean; 
    mas en el nombre de mi Señor yo las destruiré.
Me rodean y me asedian; 
    mas en el nombre de mi Señor yo las destruiré.
Me rodean como abejas; 
    se enardecen contra mí como fuego entre espinos; 
    mas en el nombre de mi Señor yo las destruiré.
 Me empujaste con violencia para que cayera, 
    pero me ayudó mi Señor.
Mi fortaleza y mi cántico es mi Señor, 
    y él me ha sido por salvación.

 Voz de júbilo y de salvación 
    hay en las tiendas de los justos;
    la diestra de mi Señor hace proezas.
La diestra de mi Señor es sublime; 
    la diestra de mi Señor hace valentías.
¡No moriré, sino que viviré 
    y contaré las obras de mi Señor!
Me castigó gravemente mi Señor, 
    pero no me entregó a la muerte.

¡Ábranme las puertas de la justicia; 
    entraré por ellas, alabaré a mi Señor;
ésta es la puerta de mi Señor; 
    por ella entrarán los justos!
Te alabaré porque me has oído 
    y me fuiste por salvación.
La piedra que desecharon los edificadores 
    ha venido a ser la cabeza del ángulo.
De parte de mi Señor es esto 
    y es cosa maravillosa a nuestros ojos.
Este es el día que hizo mi Señor; 
    ¡nos gozaremos y alegraremos en él!
Mi Señor, sálvanos ahora, te ruego; 
    te ruego, mi Señor, que nos hagas prosperar ahora.
¡Bendito el que viene en el nombre de mi Señor! 
    Desde la casa de mi Señor los bendecimos.
Mi Señor es Dios y nos ha dado luz; 
    aten víctimas con cuerdas 
    a los cuernos del altar.

Mi Dios eres tú y te alabaré; 
    Dios mío, te exaltaré.

Alaben a mi Señor, porque él es bueno, 
       porque para siempre es su misericordia.” Amén.

Curiosidades

¿Qué características tenían los actores principales de la Guerra de los Campesinos de 1525?

Gran parte de los pequeños campesinos y siervos, oprimidos por múltiples y fuertes dependencias respecto de sus Señores, no estaban para nada movidos por el ardor guerrero. En su gran mayoría, analfabetos, ignorantes y habituados de tiempo atrás a su condición servil, lo que más les interesaba era recuperar antiguos beneficios perdidos y poder vivir modesta y pacíficamente en el respeto y en el temor de Dios. Sus anhelos se reducían a limitar las cargas y moderar las servidumbres que pesaban sobre ellos. Pero aun esto chocaba contra las piedras angulares del orden existente, lo que acrecentaba su sentimiento de inmerecida injusticia.
Las clases superiores de las poblaciones rurales eran, sobre todo, las que anhelaban cambios más profundos. Entre estos grupos se encontraban funcionarios de las comunidades, jueces rurales, artesanos, trabajadores manuales, así como burgueses que explotaban predios en las campañas, los así llamados "Ackerbürger". Estos grupos sostenían el levantamiento y presionaron en muchos casos a los más pobres y a los indigentes a enrolarse en las bandas campesinas. En realidad, numerosos sectores de las burguesías ciudadanas se hallaban en una situación paradójica: por una parte, su prosperidad económica dependía de los favores del clero y de la nobleza, y de los hábitos de consumo de éstos; por otra, se veían limitados en sus ambiciones de expansión por la rigidez y las cargas de las estructuras feudales.
Tales factores explican que también se haya referido al levantamiento del año 1525 como "la revolución del hombre común" y, más recientemente, como "la temprana revolución burguesa".
Finalmente, un cierto número de nobles, algunos tránsfugas, otros mercenarios, otros movidos por diversas razones y expectativas, se enrolaron del lado de los campesinos y les brindaron apoyo, no necesariamente desinteresado, para las acciones militares (o saqueos). Dos de los más célebres fueron Florian Geyer y Götz von Berlichingen, este último apodado “el caballero de la mano de hierro”.
https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_de_los_campesinos_alemanes

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Mateo 28:1-10

“Después del sábado, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María para ver el sepulcro. Y he aquí, hubo un gran terremoto; porque el ángel del Señor descendió del cielo, y al llegar removió la piedra y se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago, y su vestidura era blanca como la nieve. Los guardias temblaron por miedo de él y quedaron como muertos. Y respondiendo el ángel dijo a las mujeres:
—No teman, porque sé que buscan a Jesús, quien fue crucificado. No está aquí, porque ha resucitado, así como dijo. Vengan, vean el lugar donde estaba puesto. Vayan de prisa y digan a sus discípulos que ha resucitado de entre los muertos. He aquí va delante de ustedes a Galilea. Allí lo verán. He aquí se los he dicho.
Entonces ellas salieron a toda prisa del sepulcro con temor y gran gozo, y corrieron a dar las nuevas a sus discípulos. Y he aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo:
—¡Les saludo!
Y acercándose ellas, abrazaron sus pies y lo adoraron. Entonces Jesús les dijo:
—No teman. Vayan, den las noticias a mis hermanos, para que vayan a Galilea. Allí me verán.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Me gusta imaginarme la mañana en que las mujeres, con sus brazos llenos de perfumes y vendas fueron al sepulcro y se encontraron con la tumba vacía, y la gran noticia que su Señor había cumplido con su promesa de resurrección.
Me gusta pensar en la caminata en una mañana de primavera, con una brisa entre cálida y fresca, los aromas de flores y pasto tierno.
Me gusta pensar en el impacto de sentir el temblor de tierra y la piedra del sepulcro corrida con un ángel sentado sobre ella. ¡Qué impresión! ¿qué habrá pasado en las cabezas de esas mujeres?
Y finalmente, me gusta pensar en sus corazones latiendo de alegría por la noticia de la resurrección, aunque no supieran a ciencia cierta lo que eso implicaba o significaba.
Las puedo imaginar corriendo a contar la noticia a quienes ni quisieron acompañarlas para hacerle los últimos homenajes a su amigo y maestro muerto.
Siempre que llega la Pascua, el domingo de Resurrección, me gusta pensar que lo estamos viviendo ahora, que estamos disfrutando de la gran noticia y la estamos compartiendo con la alegría de ese momento.
En este tiempo, disfruto de regalar huevos de chocolate diciendo ¡feliz resurrección de Cristo! Porque ése es el símbolo de los huevos: la esperanza de la vida, una vida que late, que transforma, que sorprende.
Hoy nuevamente estamos celebrando la Pascua, celebrando que Jesús venció a la muerte, de una vez y para siempre, y que nos propone animarnos a vivir esta vida sin ataduras, sin sometimiento a nadie.
La Pascua es sinónimo de libertad, de dignidad y autenticidad. Jesús resucitó para que cada persona pueda vivir la vida en la tranquilidad que Dios es quien tiene el control del universo, y que como un padre, como una madre, quiere que cada uno de nosotros seamos felices y plenos. ¡Felices Pascuas para todos/as! Amén.

Querido Jesús ¡Gracias por el gran regalo que nos das hoy! Por vencer a la muerte y toda su destrucción, y por darnos la vida en abundancia. Ayúdame a aprovechar esta oportunidad única que me das para anunciar esta gran noticia no sólo en palabras, sino, sobre todo en mi forma de vivir y brindarme a los demás. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

viernes, 7 de abril de 2017

9 de Abril

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 22 (1-5.9-11.15-18.21-22.26.31)

“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? 
    ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación 
    y de las palabras de mi clamor?
Dios mío, clamo de día y no respondes; 
    y de noche no hay para mí descanso.

Pero tú eres santo, 
    tú que habitas entre las alabanzas de Israel.
En ti esperaron nuestros padres; 
    esperaron y tú los libraste.
Clamaron a ti y fueron librados; 
    confiaron en ti y no fueron avergonzados…

…Pero tú eres el que me sacó del vientre, 
    el que me hizo estar confiado 
    desde que estaba en el regazo de mi madre.
 A ti fui encomendado desde antes de nacer; 
    desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.
No te alejes de mí, 
    porque la angustia está cerca 
    y no hay quien me ayude….

…Como un tiesto se secó mi vigor 
    y mi lengua se pegó a mi paladar. 
    ¡Me has puesto en el polvo de la muerte!

Perros me han rodeado; 
    me ha cercado una banda de malignos; 
    desgarraron mis manos y mis pies.
¡Contar puedo todos mis huesos! 
    Entre tanto, ellos me miran y me observan.
Repartieron entre sí mis vestidos 
    y sobre mi ropa echaron suertes…

…Sálvame de la boca del león 
    y líbrame de los cuernos de los toros salvajes.
Anunciaré tu nombre a mis hermanos; 
    en medio de la congregación te alabaré…

…porque no menospreció ni rechazó el dolor del afligido, 
    ni de él escondió su rostro, 
    sino que cuando clamó a él, lo escuchó.

De ti será mi alabanza en la gran congregación; 
    mis votos pagaré delante de los que lo temen.

 Comerán los humildes hasta quedar saciados; 
    alabarán a mi Señor los que lo buscan; 
    vivirán sus corazones para siempre…

…Vendrán y anunciarán su justicia; 
    a pueblo no nacido aún, anunciarán que él hizo esto.” Amén.

Curiosidades

¿Qué fue la protesta de los campesinos alemanes que desembocó en una guerra en 1525?
La protesta campesina de 1524-1525 fue una clara expresión de cristianos que reclamaban justicia social. Se trataba de un movimiento de inspiración cristiana. Las doctrinas protestantes de la autoridad de la Biblia y de la libertad evangélica contribuyeron a la creación de una nueva visión social entre los campesinos. Luego de intentos de diálogo y consejos fallidos a la moderación evangélica, estalló la violencia que fue aplastada con una violencia aún mayor, dejando intacto el sistema feudal y conservando sin cambios el monopolio oficial-clerical en cuestiones de fe y vida. Entre todas las agrupaciones cristianas de la época, fueron los anabaptistas los que mostraron más afinidad con el movimiento de los campesinos. Entre los radicales en las tierras luteranas que, de una forma u otra, expresaron su compasión y simpatía hacia los campesinos estaban Hubmaier, Carlstadt, Strauss, Westerburg, Juan Hut, el evangelista anabaptista itinerante, Melchor Rinck, líder y mártir anabaptista en Hesse, Clemente Ziegler, predicador laico y dirigente campesino en Alsacia, y otros.
http://www.menonitas.org/n3/feph/12.html

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Mateo 26:14-27:47 

“Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes y les dijo: «¿Qué me quieren dar, y yo se los entregaré? Ellos le asignaron treinta piezas de plata». Desde entonces buscaba oportunidad para entregarlo.
El primer día de la fiesta de los Panes sin levadura, se acercaron los discípulos a Jesús, diciéndole: ‘¿Dónde quieres que preparemos para que comas la Pascua?’ Él dijo: ‘Vayan a la ciudad, a cierto hombre, y díganle: "El Maestro dice: «Mi tiempo está cerca; en tu casa celebraré la Pascua con mis discípulos» ". Los discípulos hicieron como Jesús les mandó y prepararon la Pascua.
Cuando cayó la noche se sentó a la mesa con los doce. Y mientras comían, dijo: ‘De cierto les digo que uno de ustedes me va a entregar’. Entristecidos en gran manera, comenzó cada uno de ellos a preguntarle: ‘¿Soy yo, Señor?’ Entonces él, respondiendo, dijo: ‘El que mete la mano conmigo en el plato, ese me va a entregar’. A la verdad el Hijo del hombre va, tal como está escrito de él, pero ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido. Entonces, respondiendo Judas, el que lo iba a entregar, dijo: ‘¿Soy yo, Maestro?’ Le dijo: ‘Tú lo has dicho’.
Mientras comían, tomó Jesús el pan, lo bendijo, lo partió y dio a sus discípulos, diciendo: ‘Tomen, coman; esto es mi cuerpo’. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: ‘Beban de ella todos, porque esto es mi sangre del nuevo pacto que por muchos es derramada para perdón de los pecados. Les digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid hasta aquel día en que lo beba nuevo con ustedes en el reino de mi Padre’.
Después de haber cantado el himno, salieron al Monte de los Olivos. Entonces Jesús les dijo: ‘Todos ustedes se escandalizarán de mí esta noche, pues escrito está: "Heriré al pastor y las ovejas del rebaño serán dispersadas". Pero después que haya resucitado, iré delante de ustedes a Galilea’. Respondiendo Pedro, le dijo: ‘Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré’. Jesús le dijo: ‘De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces’. Pedro le dijo: ‘Aunque tenga que morir contigo, no te negaré’. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.
Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: ‘Siéntense aquí, entre tanto que voy allí y oro’. Y tomando a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera. Entonces Jesús les dijo: ‘Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quédense aquí y velen conmigo’. Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: «Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú». Volvió luego a sus discípulos y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ‘¿Así que no han podido velar conmigo una hora? Velen y oren para que no entren en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil’. Otra vez fue y oró por segunda vez, diciendo: «Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad». Volvió otra vez y los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño. Y dejándolos, se fue de nuevo y oró por tercera vez, diciendo las mismas palabras. Entonces se acercó a sus discípulos y les dijo: ‘¡Duerman ya y descansen! Ha llegado la hora, y el Hijo del hombre es entregado en manos de pecadores. ¡Levántense, vamos! Vean, se acerca el que me entrega’.
Aún estaba él hablando cuando llegó Judas, uno de los doce, y con él mucha gente con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Entregar a un amigo… ¡qué triste debe ser llegar a ese punto!
Pero ¿qué es lo más triste? ¿entregar a un amigo o ser entregado?
Sin dudas el sentirse traicionado es muy doloroso. Ver cómo en quien hemos depositado toda nuestra confianza no valora nada de esto es muy duro, pero más lo es traicionar…
Quien traiciona pierde todo respeto, no sólo hacia quien traiciona, sino a sí mismo. Es muy difícil lograr la paz interior después de traicionar a quien confía en nosotros. No es fácil ser Judas, contando amargamente sus 30 monedas de plata… pero ¿cuántas veces lo hacemos sin pensar?
¿Cuántas veces traicionamos amigos, hermanos, o nuestros principios?
Cuando dejamos de ser quienes somos esencialmente, para acceder a algo que deseamos, nos vamos transformando en otras personas, menos humanas, menos inocentes, menos puras, dejamos nuestros sueños, nuestros ideales, para tener status, dinero, un buen puesto de trabajo… ahí volvemos a entregar a Jesús por 30 monedas de plata, nos vendemos a nosotros mismos por nada.
En un tiempo en que mucha gente cree que cada persona tiene un precio, es bueno reflexionar acerca del costo de ese precio. De lo importante que es no dejarse tentar por eso que tanto deseamos que significa matar una parte de nuestra esencia, de traicionarnos a nosotros mismos, a nuestros principios, nuestros valores, nuestra dignidad como persona.
En un tiempo en donde muchos creen que cada persona tiene un precio me gusta responder: mi precio es Jesucristo, porque no soy mía, sino de él. Me compró, como todas las personas que creen en él, una vez, con su muerte y resurrección, por lo que, si querés hacer negocio, tendrás que hacer con él, Jesús, mi Señor y Salvador, mi dueño, en quien confío y por quien vivo en libertad, no dependiendo de nadie que quiera condicionarme o cambiarme. Amén.

Querido Jesús, quisiera poder mantenerme siempre auténtica como vos lo hiciste en tu paso por esta tierra, ayúdame a mantenerme firme en las tentaciones y a no venderme por una bolsa de monedas. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.