viernes, 30 de mayo de 2014

1 de Junio

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 27

“Mi Señor es mi luz y mi salvación,
¿de quién temeré?
Mi Señor es la fortaleza de mi vida,
¿de quién he de atemorizarme?

Cuando se juntaron contra mí los perversos,
mis angustiadores y mis enemigos,
para comer mis carnes,
ellos tropezaron y cayeron.

Aunque un ejército acampe contra mí,
no temerá mi corazón;
aunque contra mí se levante guerra,
yo estaré confiado.

Una cosa he demandado a mi Señor,
ésta buscaré:
que esté yo en la casa de mi Señor
todos los días de mi vida,
para contemplar la hermosura de mi Señor
y para buscarlo en su Templo.

Él me esconderá en su Tabernáculo en el día del mal;
me ocultará en lo reservado de su morada;
sobre una roca me pondrá en alto.

Luego levantará mi cabeza
sobre mis enemigos que me rodean,
y yo sacrificaré en su Tabernáculo sacrificios de júbilo;
cantaré y entonaré alabanzas a mi Señor.

¡Oye, mi Señor, mi voz con que a ti clamo!
¡Ten misericordia de mí y respóndeme!
Mi corazón ha dicho de ti:
«Busquen mi rostro.»
Tu rostro buscaré, mi Señor;
¡no escondas tu rostro de mí!

¡No apartes con ira a tu siervo!
¡Mi ayuda has sido!
No me dejes ni me desampares,
Dios de mi salvación.
Aunque mi padre y mi madre me dejen,
con todo, mi Señor me recogerá.
Enséñame, mi Señor, tu camino
y guíame por senda de rectitud
a causa de mis enemigos.
No me entregues a la voluntad de mis enemigos,
porque se han levantado contra mí testigos falsos
y los que respiran crueldad.

Hubiera yo desmayado,
si no creyera que he de ver la bondad de mi Señor
en la tierra de los vivientes.
¡Espera en mi Señor!
¡Esfuérzate y aliéntese tu corazón!
¡Sí, espera en mi Señor!” Amén.

Curiosidades

¿Cuáles son los puntos centrales de la “revelación”?

La revelación gira en torno a dos puntos centrales: los propósitos de Dios y la persona de Dios.
Por un lado, Dios informa al ser humano acerca de sí mismo: quién es, lo que ha hecho, está haciendo, y va a hacer, y lo que quiere que haga él. Así, tomó a Noé, Abraham, y Moisés y les brindó confianza, contándoles lo que había pensado hacer, y cuál iba a ser el lugar de ellos en lo que había planeado. Además, dio a conocer a Israel las leyes y promesas de su pacto. Reveló sus intenciones a los profetas. Cristo habló a sus discípulos acerca de “todas las cosas que oí de mi Padre”, y les prometió el Espíritu Santo para que completara la obra de instruirlos. Dios reveló a Pablo el “misterio” de su propósito eterno en Cristo. Cristo le reveló a Juan “las cosas que deben suceder pronto”. Desde este punto de vista, como revelación precisa emanada de Dios mismo, relativa a sus propósitos y su obra salvífica, Pablo llama al evangelio “la verdad”, en contraste con el error y la falsedad. De allí el uso de la frase “verdad revelada” en la teología cristiana para denotar lo que Dios ha dado a conocer a los seres humanos acerca de sí mismo.
Por otro lado, cuando Dios manda su palabra a los seres humanos, al mismo tiempo los enfrenta con su propia Persona. La Biblia no concibe la revelación como mera difusión de información, divinamente garantizada, sino como un acercamiento personal de Dios a los individuos, destinado a hacerse conocer por  ellos. Esta es la lección que se ha de aprender de las teofanías del NT, y del lugar que representa el enigmático “ángel de Yahveh”, que resulta ser, tan evidentemente, manifestación de Yahveh mismo: la lección, vale decir, de que Dios no es sólo el autor y el tema de sus mensajes a los seres humanos, sino que es, también, su propio mensajero. Cuando el ser humano se encuentra con la palabra de Dios, por lo casual y accidental que pueda parecer ese encuentro, Dios se encuentra con ese ser humano, le dirige la palabra a él personalmente, y le exige una respuesta personal como Autor de ella.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.1061)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

1 Pedro 4:13-16

Al contrario, gócense por cuanto son participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria los gocen con gran alegría. Si son ultrajados por el nombre de Cristo, son bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre ustedes. Ciertamente, por lo que hace a ellos, él es blasfemado, pero por ustedes es glorificado. Así que, ninguno de ustedes padezca como homicida, ladrón o malhechor, o por entrometerse en lo ajeno; pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello.” Amén.
 
Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Seguramente estas palabras que acabamos de escuchar de la Biblia resultará como una propuesta masoquista ¡Nadie puede gozarse en el sufrimiento! Y Dios no es ningún perverso ni sádico.
Si pensamos en el origen de estas palabras, en el contexto en donde surgieron es más simple comprenderlas y aceptarlas.
En los primeros siglos de la vida de la Iglesia, los cristianos y cristianas eran perseguidos, se los cazaba, torturaba y mataba cruelmente, muchas veces en los circos romanos. Esto lo podemos encontrar en varios documentos de la época. Es en este marco en donde se valoriza el sufrimiento de la persona… pero por la fe, por eso dice pero si alguno padece como cristiano”.
Tal vez para nosotros hoy estas palabras son anacrónicas o sinsentido, pero si evitamos hablar acerca de muerte, es verdad que no en todos lugares está bien visto el ser cristiano practicante, esto es, participar de alguna comunidad de fe. Muchos de nosotros nos avergonzamos de ser religiosos, de vivir una vida de fe. Tenemos miedo que nos consideren mojigatos, chupa cirios, ñoños.
Es como que tiene más onda estar en las nuevas movidas, en donde se habla de la energía, las constelaciones, y no sé qué más cosas. Y hablar de compromiso, de usar de mi tiempo para darlo a otros que lo necesitan ¡ni hablar!
Por eso, estas palabras que hoy nos llaman a reflexión son muy actuales y adecuadas, ya que nos llama a estar orgullosos de nuestra fe en Cristo, de animarnos a exponerlo públicamente, que la gente sepa de mi fe, que no me avergüenza, y que si alguien se burla… agradezco a Dios y le pido que me dé fortaleza para dar testimonio, para seguir en mi camino junto a Dios como mi motor, mi sostén, mi Vida. Amén.

Querido Jesús, sé que a veces oculto en algunos lugares mi fe en vos, en lo importante que sos en mi vida. Ayudame a asumirlo con naturalidad y no tener miedo a las burlas que pueda ocasionar. Nadie se avergüenza de quien se ama, y yo te amo con todo mi ser. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

viernes, 23 de mayo de 2014

25 de Mayo

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 66

“Aclamen a Dios con alegría, toda la tierra.
Canten la gloria de su nombre;
denle la gloria con alabanza.
Digan a Dios: «¡Cuán asombrosas son tus obras!
Por la grandeza de tu poder se someterán a ti tus enemigos.
Toda la tierra te adorará
y cantará a ti;
cantarán a tu nombre.

¡Vengan y vean las obras de Dios,
las cosas admirables que ha hecho por los hijos de los hombres!
Volvió el mar en tierra seca;
por el río pasaron a pie.
Allí en él nos alegramos.
Él señorea con su poder para siempre;
sus ojos vigilan sobre las naciones;
los rebeldes no serán enaltecidos.

¡Bendigan, pueblos, a nuestro Dios,
y hagan oír la voz de su alabanza!
Él es quien preservó la vida a nuestra alma
y no permitió que nuestros pies resbalaran,
porque tú, Dios, nos probaste;
nos purificaste como se purifica la plata.
Nos metiste en la red;
pusiste sobre nuestros lomos pesada carga.
Hiciste cabalgar hombres sobre nuestra cabeza.
¡Pasamos por el fuego y por el agua,
pero nos sacaste a la abundancia!

Entraré en tu Casa con holocaustos;
te pagaré mis votos,
que pronunciaron mis labios
y habló mi boca cuando estaba angustiado.
Holocaustos de animales engordados te ofreceré,
te inmolaré carneros;
te ofreceré en sacrificio toros y machos cabríos.

¡Vengan, oigan todos los que temen a Dios,
y contaré lo que ha hecho en mi vida!
A él clamé con mi boca
y fue exaltado con mi lengua.
Si en mi corazón hubiera yo mirado a la maldad,
el Señor no me habría escuchado.
Mas ciertamente me escuchó Dios;
atendió a la voz de mi súplica.

¡Bendito sea Dios,
que no echó de sí mi oración
ni de mí su misericordia!” Amén.

Curiosidades

¿Qué significa la palabra “pecado” en el Nuevo Testamento?

El principal término neotestamentario es hamartia, que equivale a ht’. Se emplea en griego clásico en el sentido de errar el blanco o tomar un camino equivocado. Es el término neotestamentario general para pecado como acción concreta, como violación de la ley divina. En Ro.5-8 Pablo personifica el término como principio rector de la vida humana. Paraptoma aparece en contextos clásicos para un error de medición o un desatino. El NT le confiere una connotación moral más fuerte, como mala acción o transgresión. Parábasis es un término derivado en forma similar y con significado parecido, “transgresión”, “ir más allá de la norma”. Asebeia es quizás el más profundo de los términos neotestamentarios, implica maldad o impiedad activas. Otro término es anomia, desobediencia, desprecio por la ley. Kakia y poneria son términos generales que  expresan depravación moral y espiritual. La última de estas referencias indica la relación entre el segundo término mencionado anteriormente y Satanás, el malo. Adikia es el principal término clásico para el mal que se hace al prójimo. Se traduce de diferentes maneras: “injusto”, “injusticia”, “iniquidad”. También tenemos enojos, término legal que significa “culpable”, y ofeilema, “deuda”.
No obstante, la definición de pecado no se deriva simplemente de los términos utilizados en la Escritura para hacer referencia a él. La característica más típica del pecado en todos los aspectos es que está dirigido contra Dios. Cualquier concepción del pecado que no ponga en primer plano la oposición que le ofrece a Dios es una desviación de la representación bíblica. El concepto popular de que el pecado es egoísmo delata una falsa apreciación de su naturaleza y gravedad. Esencialmente el pecado está dirigido contra Dios, y sólo esta perspectiva explica la diversidad de formas y actividades. Es violación de aquello que la gloria de Dios exige, y por lo tanto, en su esencia misma es lo que se opone a Dios.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.1057)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

1 Pedro 3:13-22

¿Quién es aquel que les podrá hacer daño, si ustedes siguen el bien? Pero también si alguna cosa padecen por causa de la justicia, bienaventurados son. Por tanto, no se intimiden por temor de ellos, ni se inquieten. Al contrario, santifiquen a Dios el Señor en sus corazones, y estén siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que les demande razón de la esperanza que hay en ustedes. Tengan buena conciencia, para que en lo que murmuran de ustedes como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian su buena conducta en Cristo. Mejor es que padezcan haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal.
Asimismo, Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; y en espíritu fue y predicó a los espíritus encarcelados, los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua. 
El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias del cuerpo, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) mediante la resurrección de Jesucristo, quien habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios; y a él están sujetos ángeles, autoridades y poderes.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

La tensión entre violencia y pacifismo siempre ha existido…
Desde diferentes religiones se llama a una actitud pacifista a la violencia del sistema o la de las personas cercanas. Es como algo inesperado para el violento, es como una respuesta incoherente.
En los ’60 y ’70 a nivel mundial hubo un auge de movimientos violentos en busca de la justicia y la libertad, al mismo que surgieron movimientos pacifistas como los hippies y otros desde la fe cristiana.
Helder Cámara fue un teólogo conocido por explicar la espiral de la violencia, en donde afirmaba que la violencia engendra violencia y que la única forma de frenarla es a través de la sorpresa pacífica.
Muchos creen que es una actitud cobarde, y ni qué decir entre varones, llamando “mariquita” u otra palabra ofensiva a quien no se presta para una pelea sin sentido.
Seguramente algunos recordarán la resistencia no violenta de Mahatma Ghandi en la India, que logró la independencia de ese país, o a Martin Luther King, y su lucha por los derechos de igualdad de las personas negras en los Estados Unidos de América.
Hoy seguimos viviendo en un mundo violento y lamentablemente hay gente que cree que la única forma de terminar con la violencia es más violencia. Así la gente anda armada, esperando a los delincuentes, lincha a los que consiguen atrapar, como si viviéramos con la ley de la selva, haciéndonos salvajes en nombre del miedo, la inseguridad y la rabia.
Jesús, sin embargo, siempre habló de paz y la practicó,  y aquí Pedro en su carta nos llama a tener una actitud pacifista, al igual que Cristo.
Ser pacifista no es ser pasivo, son cosas muy diferentes. Desde el pacifismo se busca enfrentar la violencia con creatividad, uniéndonos entre todos y todas, creando redes y lazos para no ser atacados. Una gran diferencia a la actitud que hoy estamos teniendo encerrándonos en nuestras casas bajo siete llaves, rejas y alambres electrificados.
Una respuesta amable, una mirada a los ojos, una caricia en vez de la esperada bofetada, puede cambiar la violencia por paz. Unirnos entre todos para encontrar salidas creativas y eficientes, puede cambiar la violencia instaurada en nuestra sociedad.
Estamos todos muy cansados de esta forma de vida ¿por qué no intentamos este camino de comunión, solidaridad y cooperación mutua? Amén.

Querido Jesús, a veces me sorprendo violenta, mimetizada con una sociedad que no me gusta y que sé que a vos tampoco. Vos viniste a traer vida en abundancia, ayudame a responder con amor y paz a quien me agrede, a tratar de convencer a quienes, como yo, están cansadas de tanta violencia a buscar un camino alternativo para enfrentarla. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

viernes, 16 de mayo de 2014

18 de Mayo

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 33

“Alégrense, justos, en mi Señor;
en los rectos es hermosa la alabanza.
Aclamen a mi Señor con arpa;
cántenle con salterio y decacordio.
Cántenle cántico nuevo;
¡háganlo bien, tañendo con júbilo!,
porque recta es la palabra de mi Señor
y toda su obra es hecha con fidelidad.
Él ama la justicia y el derecho;
de la misericordia de mi Señor está llena la tierra.

Por la palabra de ni Señor fueron hechos los cielos;
y todo el ejército de ellos, por el aliento de su boca.
Él junta como montón las aguas del mar;
él pone en depósitos los abismos.

¡Tema a mi Señor toda la tierra!
¡Tiemblen delante de él todos los habitantes del mundo!,
porque él dijo, y fue hecho;
él mandó, y existió.

Mi Señor hace nulo el plan de las naciones
y frustra las maquinaciones de los pueblos.
El plan de mi Señor permanecerá para siempre;
los pensamientos de su corazón, por todas las generaciones.
Bienaventurada la nación cuyo Dios es mi Señor,
el pueblo que él escogió como propiedad para sí.

Desde los cielos miró mi Señor;
vio a todos los hijos de los hombres;
desde el lugar de su morada miró
sobre todos los habitantes de la tierra.
Él formó el corazón de todos ellos;
atento está a todas sus obras.

El rey no se salva por la multitud del ejército
ni escapa el valiente por la mucha fuerza.
Vano para salvarse es el caballo;
la grandeza de su fuerza a nadie podrá librar.

El ojo de mi Señor está sobre los que lo temen,
sobre los que esperan en su misericordia,
para librar sus almas de la muerte
y para darles vida en tiempo de hambre.

Nuestra alma espera a mi Señor;
nuestra ayuda y nuestro escudo es él.
Por tanto, en él se alegrará nuestro corazón,
porque en su santo nombre hemos confiado.
¡Sea tu misericordia, mi Señor, sobre nosotros,
según esperamos en ti!” Amén.

Curiosidades

¿Qué es la piedra angular?
El significado de las referencias neotestamentarias se obtiene de tres pasajes veterotestamentarios. El primer pasaje es Sal.118, donde la piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser “cabeza de ángulo”. En su contexto original esto reflejaba el júbilo del propio salmista por su vindicación ante los enemigos que lo habían desechado, pero en el marco litúrgico de la fiesta de los tabernáculos este salmo adquirió el sentido más bien de liberación nacional que de liberación personal. En la exégesis rabínica se le  acordaba una interpretación mesiánica, lo cual preparó el camino para que Cristo lo utilizara como referencia a sí mismo. Pedro también utilizó el texto en Hechos y en 1 Pedro para explicar el rechazo de Cristo por parte de los judíos, y su exaltación por Dios para ser cabeza de la iglesia. La frase “cabeza de ángulo” puede indicar una de las piedras grandes cerca de los cimientos de un edificio, que por su mero tamaño ligan dos o más hileras de piedras, pero es más probable que se refiera a la última piedra que completa un arco o se coloca en la esquina superior del edificio. Esta es la idea básica de Efesios, donde Pablo pinta la figura de las piedras del nuevo templo ligadas entre sí por Cristo, por medio de quien, como piedra angular, todo el edificio se completa y adquiere unidad. En otra parte se describe a Cristo como el fundamento de la iglesia, pero en Efesios se invierte la figura y se considera a los apóstoles y profetas de la primera generación como el fundamento, y a Cristo como cima y consumación del edificio.
El segundo pasaje, Isaías 28, probablemente se refería originalmente a la impresionante mole maciza de piedra del templo, que simbolizaba la presencia permanente del Señor entre su pueblo, rasgo que denotaba firmeza, carácter inconmovible, confiable. La yuxtaposición en Isaías de las palabras “fundamento” y “piedra angular” sugiere ya sea identidad o similitud de significado, pero la combinación neotestamentaria de esta idea con el tercer pasaje en Romanos 9 y 1 Pedro 2 ha debilitado en forma definitiva el esclavón, dejando el énfasis sobre Cristo como piedra de tropiezo para los carentes de fe, pero como plena seguridad para los que creen.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.1094-1095)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

1 Pedro 2:1-10

“Desechen, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias y toda maledicencia, y deseen, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcan para salvación, ya que han gustado la bondad del Señor.
Acercándose a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, pero para Dios escogida y preciosa, ustedes también, como piedras vivas, sean edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. Por lo cual también dice la Escritura:
«He aquí, pongo en Sión la principal piedra del ángulo,
escogida, preciosa;
el que crea en él, no será avergonzado.»
Para ustedes, pues, los que creen, él es precioso. En cambio para los que no creen:
«La piedra que los edificadores desecharon
ha venido a ser la cabeza del ángulo»
y:
«Piedra de tropiezo y roca que hace caer.»
Ellos, por su desobediencia, tropiezan en la palabra. ¡Ése es su destino!
Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anuncien las virtudes de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. Ustedes que en otro tiempo no eran pueblo, ahora son pueblo de Dios; en otro tiempo no habían alcanzado misericordia, ahora han alcanzado misericordia.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Hoy día, tal vez por un problema que tenemos con la rigidez o con las estructuras, no hablamos ya de una construcción de una sociedad sino de formar redes, en el sentido de lo dinámico y lo plástico de una red. Una red puede ser de la misma forma de lo que está conteniendo, mientras que un edificio tiene su propia estructura, y eso nos da cierto temor por algunas cosas que hemos vivido.
Si pensamos en las casas construidas con piedras, no con ladrillos y mezcla, con piedras multiformes que se ubican de tal manera que formen una pared, un muro que contenga aunque no tenga la perfección a la que estamos acostumbrados, la idea de ser piedra no está tan mala. Por un lado porque no todos somos iguales, y por el otro, que no nos une una mezcla que nos mantenga firmes hasta que algún factor externo nos separe.
Hace varios años mientras que miraba un noticiero en donde mostraba que algún país de Oriente Medio había sido bombardeado y veía como la gente juntaba las piedras y sacudía las alfombras para armar nuevamente su casa, comprendí esto de construir una casa espiritual siendo nosotros las “piedras vivas”. Es algo bien dinámico, similar a la idea que hoy tenemos acerca de las redes, en donde cada piedra o cada nudo está en el momento preciso y lugar preciso para cumplir la tarea de contención… no necesariamente tiene que seguir ahí como un fósil, sino que tiene que cumplir su misión en el momento en que se necesita.
Éste es el modelo de comunidad al que aspiramos, el modelo que Iglesia que buscamos, en donde todos estamos atentos y en donde no todo dependa de una sola persona, como generalmente termina siendo el Pastor o la Pastora.
Cada uno de nosotros hemos sido elegidos por Dios, como una piedra especial para ubicar en un lugar determinado por nuestros dones, por nuestras capacidades. Cada uno de nosotros somos llamados por Jesús para seguir sus huellas y formar esa gran familia que él comenzó, aquella vez que caminó entre nosotros. Amén.

Querido Jesús, ayudame a no caer en las miles de excusas que tenemos los cristianos para no ser parte de esa casa espiritual, en la que yo soy una piedra viva. Ayudame a impulsar a otras personas a formar parte de esta edificación, esa red que debe ser una contención para la sociedad en la que vivimos, una sociedad construida por nosotros, pero a la vez tan inhumana. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu santo. Amén.

sábado, 3 de mayo de 2014

11 de Mayo

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 23

“Mi Señor es mi pastor, nada me faltará.
En lugares de delicados pastos me hará descansar;
junto a aguas de reposo me pastoreará.
Confortará mi alma.
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.

Aunque ande en valle de sombra de muerte,
no temeré mal alguno,
porque tú estarás conmigo;
tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

Engalanas una mesa delante de mí
en presencia de mis angustiadores;
unges mi cabeza con aceite;
mi copa está rebosando.
Ciertamente, el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
y en la casa de mi Señor moraré por largos días.” Amén.

Curiosidades

¿Quién era Pedro?
 
El nombre original de Pedro era, al parecer, el hebreo Simeón; quizás, como muchos judíos, también adoptó “Simón”, usual en el NT, como nombre griego de sonido similar. Su padre se llamaba Jonás; él mismo era casado, y cuando viajaba como misionero su esposa lo acompañaba. El cuarto evangelio indica que Betsaida, apenas dentro de la provincia de Gaulanitis, y mayormente ciudad griega, fue su lugar de origen, pero también tenía casa en Capernaum, Galilea. Ambos lugares estaban situados en la orilla del lago, donde se ocupaba de la pesca, y en ambos lugares, tendría, indudablemente, abundantes contactos con gentiles. Simón hablaba arameo con fuerte acento norteño, y conservaba la piedad y las perspectivas de su gente, aunque no había sido instruido en la ley, no cabe dudas de que sabía leer y escribir. Es probable que haya recibido el influjo del movimiento de Juan el Bautista: su hermano Andrés fue discípulo de Juan.
El cuarto evangelio describe un período anterior al comienzo del ministerio de Cristo en Galilea, y a este ministerio se puede atribuir el primer contacto de Pedro con el Señor, por mediación de Andrés. Esto hace más comprensible el posterior llamado al grupo íntimo de los Doce.
Fue en calidad de discípulo que Simón recibió su nuevo título arameo Kefa (Cefas), “roca” o “piedra”, que generalmente aparece en el NT en la forma griega Petros. Según Juan 1, Jesús le confirió este t´tulo (que no se conocía como nombre de persona) en su primer encuentro. La designación usual de Juan es “Simón Pedro”. Marcos lo llama Simón hasta 3,16, y Pedro casi invariablemente después. De todos modos, no hay nada que sugiera que las solemnes palabras de Mt.16 representen el otorgamiento de dicho nombre.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.1061)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

1 Pedro 2:20b-25

Pero si por hacer lo que es bueno sufren, y lo soportan, esto ciertamente es aprobado delante de Dios. Para esto fueron llamados, porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo para que sigan sus pisadas. Él no cometió pecado ni se halló engaño en su boca. Cuando lo maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino que encomendaba la causa al que juzga justamente. Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia. ¡Por su herida han sido sanados! Ustedes eran como ovejas descarriadas, pero ahora han vuelto al Pastor y Obispo de sus almas.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Cuando leemos textos como el que compartimos hoy, para muchas personas la fe cristiana puede resultar como una suerte de masoquismo institucionalizado, en donde el sufrimiento es algo agradable a Dios. Pero creo que esto sería una simplificación del mensaje.
El punto más bien está en saber que si queremos seguir los pasos de Jesús, si queremos hacer lo bueno, seguramente también vamos a “molestar” a aquellos que hacen daño a los demás, los que se aprovechan de otras personas, aquellos que son corruptos, porque como cristianos somos llamados a denunciar toda injusticia, a no quedarnos de brazos cruzados viendo los abusos y el maltrato de unas personas sobre otras.
De ahí es que el hacer lo que es bueno puede al mismo tiempo significar sufrimiento, incluso peligro. Pensemos simplemente en diferentes personas que siguiendo su fe han tenido que sufrir en las cárceles o han sido asesinados, desde Pablo, Esteban y otros discípulos de Jesús, hasta nuestros días, en donde seguramente se nos vienen a la mente personas conocidas y otras no tanto.
Hacer el bien no siempre significa sufrir, o al menos no sólo significa dejar de lado una parte de nuestra vida, sino que en este desafío de seguir las pisadas de Jesús, también hay muchas satisfacciones, también hay alegrías, también hay premios, tal vez con otro valor al del dinero o el bienestar.
Vivir la fe plenamente, buscar hacer el bien como un estilo de vida nos trae sinsabores e incluso peligro, pero nada se equipara al encuentro, a la alegría de ayudar, al apoyo incondicional de los que por la fe formamos una familia.
La fe nos une como una gran familia en donde nos acompañamos y hacemos más posible este camino al que somos invitados como hijos e hijas de Dios por Cristo. Cuando se comparte los intereses, las iniciativas, las inquietudes y los objetivos, aunque se encuentren con obstáculos, incluso los más duros, todo se hace más fácil y llevadero.
Justamente porque Jesús supo de la soledad y la debilidad humana es que formó la comunidad cristiana desde el principio, llamando a sus discípulos. Hoy seguimos esa misma forma, y aunque a veces no parezcamos tan comprometidos, a la hora de las dificultades y la necesidad, como la familia que la une el afecto, nos juntamos y nos fortalecemos mutuamente, para hacer lo bueno a pesar de los que se oponen a ello. Amén.

Querido Jesús, vos me enseñaste que si dejo de concentrarme en mi dolor, éste pierde intensidad, y que si lo que hago no es bueno solo para mí, sino que tiene una finalidad más allá de mis propios intereses, si buscan seguir tus enseñanzas, ese sufrimiento bien vale la pena, no como una religión masoquista, sino como un resultado de mi compromiso en la fe. Ayudame a no tenerle miedo a las consecuencias de trabajar para tu Reino, ayudame a ser fuerte y a permanecer firme en mi fe y a mis ganas de caminar sobre tus pisadas. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

4 de Mayo

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 16

“Guárdame, Dios,
porque en ti he confiado.

Alma mía, dijiste a mi Señor:
«Tú eres mi Señor;
no hay para mí bien fuera de ti.»

Para los santos que están en la tierra
y para los íntegros es toda mi complacencia.
Se multiplicarán los dolores de aquellos
que sirven diligentes a otro dios.
No ofreceré yo sus libaciones de sangre
ni en mis labios tomaré sus nombres.

Mi Señor es la porción de mi herencia y de mi copa;
tú aseguras mi suerte.
Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos
y es hermosa la heredad que me ha tocado.

Bendeciré a mi Señor que me aconseja;
aun en las noches me enseña mi conciencia.
A mi Señor he puesto siempre delante de mí;
porque está a mi diestra, no seré conmovido.

Se alegró por tanto mi corazón y se gozó mi alma;
mi carne también descansará confiadamente,
porque no dejarás mi alma en el seol,
ni permitirás que tu santo vea corrupción.
Me mostrarás la senda de la vida;
en tu presencia hay plenitud de gozo,
delicias a tu diestra para siempre.” Amén.

Curiosidades

¿Qué significado tiene la sangre en la Escritura?

La cuestión principal que hay que determinar es si “sangre” en el sentido bíblico se relaciona básicamente con la vida o la muerte. Hay quienes sostienen que en el régimen de sacrificios del AT “sangre” representa la vida liberada de las limitaciones del cuerpo y disponible para otros fines. Según este punto de vista el uso ceremonial de la sangre representa la solemne presentación de la vida a Dios: vida entregada, dedicada, transformada. La muerte ocupa un lugar subordinado o, incluso, no ocupa lugar alguno. Según esta opinión “la sangre de Cristo” significaría poco más que “la vida de Cristo”. No obstante, las evidencias no parecen apoyar este parecer.
En primer lugar  están las pruebas estadísticas. De los 362 pasajes en que aparece la palabra hebrea dam en el AT, 203 se refieren a muerte con violencia. Sólo siete pasajes relacionan la vida y la sangre (17 se refieren al acto de comer carne con su sangre). De esto se deduce claramente que la asociación más probable que genera el uso del término es muerte.
Luego está la falta de pruebas para apoyar la teoría de la vida. Los que defienden este punto de vista lo consideran evidente por sí mismo y se apoyan en pasajes tales como Lv.17: “la vida de la carne en la sangre está”. Pero los pasajes escriturales pueden interpretarse como que se trata de la vida que se entrega al morir, tanto como que se trata de la vida que se libera.
Es innegable que en algunos lugares se afirma que se ha conseguido la expiación por medio de la muerte, por ej. Nm.35 “esta sangre amancillará la tierra, y la tierra no será expiada de la sangre que fue derramada en ella, sino por la sangre del que la derramó”.
Por lo tanto, el AT no da pie para las afirmaciones tan rotundas que a veces se hacen. La expiación se consigue por la muerte de una víctima más bien por su vida. Esto se proyecta al NT. Allí, como en el AT, la sangre se usa más frecuentemente en el sentido de muerte por violencia que en ningún otro sentido. Cuando consideramos la sangre de Cristo encontramos algunos pasajes que indican del modo más claro posible que representa su muerte. Así, por ej., las referencias al ser “justificados en su sangre”, “la sangre de su cruz”, la referencia del hecho de que “vino mediante agua y sangre”, y otros.
A veces se piensa en la muerte de Cristo como un sacrificio, pero un cuidadoso análisis de todos los pasajes, indica que el término se emplea en el mismo sentido que en el AT. Vale decir. Se sigue considerando que los sacrificios eficaces en virtud de la muerte de la víctima. “La sangre de Cristo” ha de entenderse, por consiguiente, como la muerte expiatoria del Salvador.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.1249)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

1 Pedro 1:17-21

Si invocan por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, condúzcanse en temor todo el tiempo de su peregrinación, pues ya saben que fueron rescatados de su vana manera de vivir (la cual recibieron de sus padres) no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación. Él estaba destinado desde antes de la fundación del mundo, pero ha sido manifestado en los últimos tiempos por amor de ustedes. Por medio de él creen en Dios, quien lo resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que su fe y esperanza sean en Dios.” Amén.
 Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Yo nací y crecí dentro de la Iglesia Luterana Danesa. Una de las particularidades de los templos es que en medio de la nave cuelga un barco. Una de las preguntas que el pastor siempre hacía a los confirmandos es porqué está ese barco colgado en medio del templo. La mayoría de los jóvenes (y luego descubrí que también muchos mayores) creían que recordaba el origen de nuestros antepasados simbolizado en un barco, ya que vinieron como todos los inmigrantes, navegando desde Europa. Y ahí venía la sorpresa porque su significado tenía que ver con nuestra teología, no con un medio de transporte.
El barco simboliza nuestro paso por la vida, como pasajeros que compartimos un mismo espacio con un comienzo (nuestro nacimiento) y un final (nuestra muerte). De alguna manera representa lo efímero de la vida, el hecho de que nada más estamos de paso, y en ese tiempo, así como en un viaje, podemos procurar que sea ameno, agradable o tortuoso e insoportable. Depende en gran parte de nosotros y nuestra actitud, porque como en todo viaje siempre hay imprevistos, tropiezos, esperas, pérdidas y demás. El paisaje puede ser bonito o aburrido y árido, pero quien hace de ese viaje algo especial e inolvidable somos los que compartimos el viaje.
Pedro aquí no habla de viaje, sino de peregrinación, personas que caminamos y cambiamos de escenario, saliendo de un lugar rumbo a otro, buscando en ese andar un sentido en nuestras vidas. Porque el peregrino es diferente del nómada o del mercader. El peregrino sale de su hogar en un viaje con una búsqueda espiritual, a lo largo del camino conoce gente, tiene diferentes experiencias y dificultades, pero va rumbo a un destino relacionado con su fe. Así, en los tiempos de Jesús la gente peregrinaba a Jerusalén en los tiempos de las fiestas judías, como lo hacían los cristianos de la Edad Media, hacia algún santuario o directamente a Roma.
Lo interesante es esta conciencia de que en la vida todo pasa incluso nosotros que a la vez nos ubica en una fragilidad y una insignificancia con respecto al tiempo de Dios.
A través de los siglos pasamos millones y millones de personas que nos sentimos únicas e irremplazables, pero la realidad es que al final somos como la arena de la playa, en donde cada granito, cada piedrita es tan insignificante, pero que juntas hacen la arena. Cada uno de nosotros no somos nada, pero juntos somos la humanidad. Y en medio de todo esto, de tanto anonimato, Jesús nos valora al punto de dar su Vida por nosotros y nos permite comprender que, aunque minúsculos, somos agentes de cambio, podemos hacer la diferencia, siendo él el primero, para mostrarnos el camino.
Vos y yo estamos de paso, pero podemos dejar huellas. Nuestro tiempo es reducido, por eso no hay tiempo que perder ¿te animás a cambiar el mundo desde vos mismo? Amén.

Querido Jesús, ayudame a verme como parte de la humanidad, especial, pero pequeña, muy pequeña. Ayudame a darme cuenta que mi tiempo es reducido y que no puedo perder el tiempo quejándome o esperando que otras personas que solucionen mi vida. Mi vida es una sola, es ahora, y la tengo que aprovechar al máximo porque el tiempo pasa y no se puede volver atrás. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.