jueves, 29 de diciembre de 2011

29 de Enero

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 25

“A ti, mi Señor, levantaré mi alma.


Dios mío, en ti confío;

no sea yo avergonzado.

¡No se alegren de mí mis enemigos!


Ciertamente, ninguno de cuantos esperan en ti será confundido;

serán avergonzados los que se rebelan sin causa.


Muéstrame, mi Señor, tus caminos;

enséñame tus sendas.


Encamíname en tu verdad y enséñame,

porque tú eres el Dios de mi salvación;

en ti he esperado todo el día.


Acuérdate, mi Señor, de tus piedades y de tus misericordias,

que son perpetuas.


De los pecados de mi juventud y de mis rebeliones no te acuerdes.

Conforme a tu misericordia acuérdate, mi Señor, de mí,

por tu bondad.


Bueno y recto es mi Señor;

por tanto, él enseñará a los pecadores el camino.


Encaminará a los humildes en la justicia

y enseñará a los mansos su carrera.


Todas las sendas de mi Señor son misericordia y verdad
para los que guardan su pacto y sus testimonios.


Por amor de tu nombre, mi Señor,

perdonarás también mi pecado, que es grande.


¿Quién es el hombre que teme a mi Señor?

Él le enseñará el camino que ha de escoger.


Gozará él de bienestar

y su descendencia heredará la tierra.


La comunión íntima de mi Señor es con los que lo temen,

y a ellos hará conocer su pacto.


Mis ojos siempre se dirigen hacia mi Señor,

porque él saca mis pies de la red.


Mírame y ten misericordia de mí,

porque estoy solo y afligido.


Las angustias de mi corazón se han aumentado;

sácame de mis congojas.


Mira mi aflicción y mi trabajo

y perdona todos mis pecados.


Mira mis enemigos, cómo se han multiplicado

y con odio violento me aborrecen.


¡Guarda mi alma y líbrame!

No sea yo avergonzado, porque en ti he confiado.


Integridad y rectitud me guarden,

porque en ti he esperado.


¡Redime, Dios, a Israel

de todas sus angustias!”
Amén.

Curiosidades

¿Qué implica el arrepentimiento en los evangelios?

En el griego, “arrepentimiento” significa “cambiar de pensamiento” y también “lamentar, sentir remordimiento”. Encontramos esa nota de remordimiento en la parábola del publicano. Pero el uso neotestamentario se ve influenciado en mayor medida por la voz veterotestamentaria sub, “llamado a colocarse bajo la dependencia de Dios”, o sea que el arrepentirse no es simplemente lamentar o cambiar el pensamiento sino hacer un vuelco completo, producir una completa y total alteración de la motivación básica y la dirección de vida del individuo. Por ello, la mejor traducción es “convertirse”, o sea “volverse”. También nos ayuda a explicar por qué Juan el Bautista exigía el bautismo como expresión del arrepentimiento, no sólo para los “pecadores” evidentes sino también para los judíos “justos”: el bautismo como acto decisivo de volverse de la antigua forma de vida y entregarse a la misericordia de aquel que ha de venir.

El llamado de Jesús al arrepentimiento poco se menciona en Marcos, mientras que Lucas se encarga de destacarlo. Sin embargo, otros dichos e incidentes en los tres evangelios mencionados expresan claramente el carácter del arrepentimiento que exigió Jesús a lo largo de todo su ministerio. Su naturaleza radical, como un vuelco y un retorno completos, se pone de manifiesto en la parábola del fariseo y el publicano; el arrepentimiento significa reconocer que uno no tiene absolutamente ningún derecho ante Dios, y entregarse sin excusas o intentos de justificación a la misericordia de Dios. El acto de dar las espaldas a los valores y el estilo de vida anteriores queda evidenciado en el encuentro con el joven rico y con Zaqueo. Por sobre todas las cosas, mateo aclara bien que convertirse significa llegar a ser como un niño, es decir, reconocer la propia inmadurez y la incapacidad de vivir alejado de Dios, y aceptar una total dependencia de él.

El llamado al arrepentimiento (y la promesa del perdón) es un rasgo constante del relato que hace Lucas de la predicación de los primeros cristianos.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Marcos 1:14-20

Después que Juan fue encarcelado, Jesús fue a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios. Decía: «El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado. ¡Arrepiéntanse y crean en el evangelio!»

Andando junto al Mar de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que echaban la red en el mar, porque eran pescadores.

Jesús les dijo:

- Vengan detrás de mí, y haré que sean pescadores de hombres.

Y dejando al instante sus redes, lo siguieron.

Pasando de allí un poco más adelante, vio a Jacobo, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca remendando las redes; y en seguida los llamó. Entonces, dejando a su padre, Zebedeo, en la barca con los jornaleros, lo siguieron.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

¿Cuáles son tus prioridades?

Tal vez sea algo difícil de determinar así, de repente.

Pero te invito a que pienses en qué usas tu tiempo y tu dinero…

¿Qué es lo que te resulta caro y para qué sentís que no tenés tiempo?

Hay cosas para las que siempre tenemos pereza y para otras estamos siempre listos ¿no es verdad?

Nuestras prioridades están directamente relacionadas con nuestras convicciones, lo que consideramos más importante en nuestra vida, lo que más nos conviene.

Nuestras prioridades tienen que ver con la forma en que vemos la vida y hasta qué punto estamos dispuestos a compartir nuestro tiempo y bienes para “gastarlo” en otros. Todo depende de nuestro grado de idealismo, de creer que las cosas pueden ser diferentes, que pueden cambiar, si entre todos ponemos nuestro grano de arena.

Y esto es difícil. Porque ni a través de mis palabras, ni mis actos puedo lograr el cambio de actitud, es el “click” interno que provoca el convencimiento, el cambio de prioridades.

Por eso es tan difícil convocar a las personas, aunque nuestros argumentos sean buenos y aceptados. Por eso es tan difícil que haya personas que integren las comisiones de las cooperadoras, de los clubes, de las iglesias ¡falta convicción, idealismo!

Vivimos en un mundo egoísta y egocéntrico, en donde por todos lados nos impulsan a ser individualistas y a no jugarnos por nada ni nadie… es una forma de fragmentación de la sociedad que por un lado nos debilita a todos y por el otro nos aparta de la posibilidad de disfrutar de lo comunitario.

Curiosamente el ser humano es comunitario en su esencia, buscamos vivir juntos, por eso se forman las aldeas, pueblos y ciudades, pero a la vez, en nuestro mundo posmoderno, buscamos vivir para nosotros mismos y no hacernos cargo de los que nos rodean… ni nuestra propia familia… sentimos que si no recibimos algo concreto a cambio, no nos sirve, y esas son nuestras prioridades.

Ahora te invito a que imagines tu vida diferente. Una vida en la que vivas armónicamente con el mundo que te rodea, en donde todos tienen en cuenta al otro, se respetan mutuamente… ¿no sería hermoso? Bueno, esto es posible, pero depende de las prioridades de cada uno… vos podés elegir las tuyas… ¿te animás al cambio? Amén.

Querido Jesús, vos llamaste a tus discípulos y ellos dejaron todo para seguirte. ¿Por qué me cuesta tanto hacerlo? ¿por qué me cuesta dejar mis cosas, cambiar mis prioridades? ¿será que tengo miedo de perder? ¿y qué puedo perder si yo no tengo nada, todo le pertenece a Dios, quien me bendice cada día para que no me falte nada? Ayudame a dejar mi egoísmo, a comprometerme con mi entorno, a que por fin me haga el “click”. Te lo pido a vos, que junto al Padre y el Espíritu Santo reinas por toda la eternidad. Amén.

22 de Enero

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 40

“Pacientemente esperé a mi Señor,
y se inclinó a mí y oyó mi clamor,


y me hizo sacar del pozo de la desesperación,

del lodo cenagoso;
puso mis pies sobre peña

y enderezó mis pasos.


Puso luego en mi boca cántico nuevo,
alabanza a nuestro Dios.

Verán esto muchos y temerán,

y confiarán en mi Señor.


¡Bienaventurado el hombre que puso en mi Señor su confianza

y no mira a los soberbios

ni a los que se desvían tras la mentira!


Has aumentado, mi Señor, Dios mío, tus maravillas

y tus pensamientos para con nosotros.

No es posible contarlos ante ti.

Aunque yo los anunciara y hablara de ellos,

no podrían ser enumerados.


Sacrificio y ofrenda no te agradan;
has abierto mis oídos;
sacrificio y compensación no has demandado.


Entonces dije: «He aquí, vengo;

en el rollo del libro está escrito de mí;


el hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado,

y tu Ley está en medio de mi corazón».


He anunciado justicia en la gran congregación;

he aquí, no refrené mis labios,

mi Señor, tú lo sabes.


No encubrí tu justicia dentro de mi corazón;

he publicado tu fidelidad y tu salvación;

no oculté tu misericordia y tu verdad en la gran congregación.


Mi Señor, no apartes de mí tu misericordia;

tu misericordia y tu verdad me guarden siempre,


porque me han rodeado males sin número;

me han alcanzado mis maldades y no puedo levantar la vista.

Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza

y mi corazón me falla.


Quieras, mi Señor, librarme;

mi Señor, apresúrate a socorrerme.


Sean avergonzados y confundidos a una

los que buscan mi vida para destruirla.

Vuelvan atrás y avergüéncense

los que mi mal desean.


Sean arrasados en pago de su afrenta

los que se burlan de mí.


Gócense y alégrense en ti

todos los que te buscan,

y digan siempre los que aman tu salvación:

«¡Mi Señor sea enaltecido!»


Aunque yo esté afligido y necesitado,

mi Señor pensará en mí.

Mi ayuda y mi libertador eres tú.

¡Dios mío, no te tardes!”
Amén.

Curiosidades

¿Cuál era el estilo de vida de Jesús?

Aunque provenía de la “clase media”, el estilo de vida que eligió Jesús a partir de ese momento no le ofreció ninguna seguridad económica. Él y sus discípulos vivieron de las contribuciones y la hospitalidad de aquellos que apoyaban su misión. Les enseñó que debían confiar en Dios para todas sus necesidades materiales, y exigió a uno que aspiraba a ser su discípulo que abandonara todas sus posesiones. El dinero del grupo se guardaba en un fondo común, pero sólo alcanzaba para las necesidades básicas. Para Jesús la pobreza no era un desastre. No siendo casado, y sin residencia fija, ni nada que lo atara a algo material, se sintió libre para viajar por toda Palestina predicando y curando.

En la primera parte de su ministerio fue invitado a hablar en las sinagogas como maestro visitante, pero posteriormente no se menciona ninguna enseñanza en las sinagogas (quizá porque sus enseñanzas revolucionarias no eran aceptables), y, vemos a Jesús enseñando a las multitudes al aire libre, y dedicando cada vez más tiempo a la instrucción de sus discípulos más cercanos.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Juan 1:35-42

Al siguiente día estaba otra vez Juan, y con él dos de sus discípulos. Y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: «¡Este es el Cordero de Dios!»

Los dos discípulos lo oyeron hablar y siguieron a Jesús.

Volviéndose Jesús y viendo que lo seguían, les dijo:

- ¿Qué buscan?

Ellos le dijeron:

- Rabí - que significa «Maestro» -, ¿dónde vives?

Les dijo:

- Vengan y vean.

Fueron y vieron dónde vivía, y se quedaron aquel día con él, porque era como la hora décima.

Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan y habían seguido a Jesús.

Aquel encontró primero a su hermano Simón, y le dijo:

- Hemos encontrado al Mesías - que significa «Cristo» -.

Y lo trajo a Jesús. Mirándolo Jesús, dijo:

- Tú eres Simón hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas - es decir, Pedro -" .” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

¿Qué produce Jesús en tu vida?

A mí me produce un deseo de seguirlo, seguir su pasos, buscar parecerme a él… aunque a veces me quedo en el amague.

No sé muy bien cuándo se apareció en mi vida, lo que sí sé es que en un momento dado… en realidad de bastante pequeña, sentí fascinación por él, su vida y su mensaje… aunque no pudiera entender muy bien lo de su muerte y su resurrección.

Mi camino en Cristo fue gradual, no fue drástico ni tampoco espectacular. Fue algo que se dio como el agua que fluye y avanza hasta llegar al mar.

Ahora no puedo imaginar mi vida sin la fe en Cristo, todo pasa por ahí, aunque en apariencia no soy una persona religiosa, ni tengo un lenguaje tan devoto… pero eso no hace al interior de la persona. Jesús me ha ido transformando por dentro, pero nunca he dejado de ser yo misma con mis costumbres, mi estilo, mi humor ácido, mis tradiciones. Porque lo que Jesús transforma en nosotros es algo mucho más profundo.

Muchas personas creen que cuando se habla de determinada manera ya se es cristiano, hay como una forma de hablar en donde se reconoce claramente la pertenencia de la persona a un grupo determinado de cristianos. Muchos creen que la fe en Cristo significa dejar la música popular, el baile, la literatura, el arte nacido del corazón del ser humano… pero la realidad es que muchas de estas manifestaciones nos hablan de Dios, aunque no lo nombren.

Todo aquello que defiende la vida, que busca mejorar el entorno y a la valoración de la persona por encima de los intereses económicos y políticos. El seguir a Cristo no me aleja del mundo, me zambulle en él para que ahí pueda yo ser una agente transformador con mis propias características personales… que también son creación de Dios.

¡Es hermoso sentirse aceptada por Dios tal cual soy! Con mis defectos y virtudes. Vos también lo podés vivir, Dios te ama y Jesús te llama a seguirlo y aprovechar todo lo mejor de vos para que el mundo conozca su mensaje de amor, paz y justicia.

La fe es una transformación interna que nos llama a transformar el mundo, pero sólo aquello que atenta contra la vida, lo demás es parte de la creación de Dios, incluso aquello que los seres humanos sentimos nuestro, porque en definitiva es Dios quien nos ha creado a su imagen y semejanza, con la capacidad de crear y producir. Amén.

Querido Jesús, cada vez que escucho tus palabras, que pienso en tu vida, en tu obra de amor, me fascinas más. Quiero ser como vos… a veces (o generalmente) no me sale tan bien, pero cuando puedo desprenderme de mi egoísmo y brindarme a los demás, los frutos son increíbles, tu bendición es visible y clara. ¡Gracias, Jesús, porque has permitido que sea parte de tus amigos! ¡Gracias porque me infundís las ganas de comprometerme con mi entorno, buscando transformar aunque sea un poco este mundo! ¡Gracias, Jesús, por todas tus bondades! En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

15 de Enero

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 116

“Amo a mi Señor,
pues ha oído mi voz y mis súplicas,


porque ha inclinado a mí su oído;

por tanto, lo invocaré en todos mis días.


Me rodearon lazos de muerte,

me encontraron las angustias del seol;

angustia y dolor había yo hallado.


Entonces invoqué el nombre de mi Señor, diciendo:

«¡Mi Señor, libra ahora mi alma!»


Clemente es mi Señor, y justo;

sí, misericordioso es nuestro Dios.


Mi Señor guarda a los sencillos;

estaba yo postrado, y me salvó.


¡Vuelve, alma mía, a tu reposo,

porque mi Señor te ha hecho bien!,


pues tú has librado mi alma de la muerte,

mis ojos de lágrimas

y mis pies de resbalar.


Andaré delante de mi Señor

en la tierra de los vivientes.


Creí; por tanto hablé,

estando afligido en gran manera.


Y dije en mi afán:

«Todo ser humano es mentiroso».


¿Qué pagaré a mi Señor

por todos sus beneficios para conmigo?


Tomaré la copa de la salvación

e invocaré el nombre de mi Señor.


Ahora pagaré mis votos a mi Señor

delante de todo su pueblo.


Apreciada es a los ojos de mi Señor

la muerte de sus santos.


Mi Señor, ciertamente yo soy tu siervo,

siervo tuyo soy, hijo de tu sierva.

Tú has roto mis prisiones.


Te ofreceré sacrificio de alabanza

e invocaré el nombre de mi Señor.


A mi Señor pagaré ahora mis votos

delante de todo su pueblo,


en los atrios de la casa de mi Señor,

en medio de ti, Jerusalén.

¡Aleluya!”
Amén.

Curiosidades

¿Qué eran las fiestas judías y en especial la de los Panes sin levadura?

Las fiestas del A.T. no siguen el modelo de las del antiguo Cercano Oriente, que se caracterizaban por un período de gozo precedido de ritos de mortificación y purificación. El festival de la Biblia contenía en sí el elemento de duelo, ya que dicho elemento estaba incluido en el sacrificio del pecado. No existe una línea de demarcación claramente definida entre la aflicción por el pecado y el gozo del Señor.

El disgusto de los profetas con respecto a las fiestas como eran observadas por los judíos no se debía a que sí estuvieran en un plano inferior de piedad, sino a que muchos israelitas habían olvidado su propósito espiritual. Hicieron que la religión consistiera en observancias externas, lo cual no coincidía con la intensión divina con respecto a las fiestas desde la época de su promulgación. En el N.T. nuestro Señor y los creyentes piadosos que en forma diligente y espiritual observaban las fiestas prescriptas en el antiguo pacto entendían bien esto.

La fiesta de los panes sin levadura o pascua, se instituyó para conmemorar la histórica liberación de Egipto. Era uno de los tres festivales anuales, y se observaba el 14º día del primer día del mes. Durante el 7º día se comía pan sin levadura, y no se efectuaba ningún trabajo servil. El primer día y el último eran de “santa convocación”, y se ofrecían sacrificios.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Marcos 14:12-16.22-26

El primer día de la fiesta de los Panes sin levadura, cuando sacrificaban el cordero de la Pascua, sus discípulos le preguntaron:

- ¿Dónde quieres que vayamos a preparar para que comas la Pascua?

Y envió a dos de sus discípulos diciéndoles:

- Vayan a la ciudad, y les saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua; síganlo, y donde entre digan al señor de la casa: "El Maestro dice: ‘¿Dónde está el aposento donde he de comer la Pascua con mis discípulos?» ". Entonces él les mostrará un gran aposento alto ya dispuesto. Hagan allí los preparativos para nosotros.

Fueron sus discípulos, entraron en la ciudad, hallaron lo que les había dicho y prepararon la Pascua…

… Mientras comían, Jesús tomó pan, lo bendijo, lo partió y les dio, diciendo:

- Tomen, esto es mi cuerpo.

Después tomó la copa y, habiendo dado gracias, les dio y bebieron de ella todos. Y les dijo:

- Esto es mi sangre del nuevo pacto que por muchos es derramada. En verdad les digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo en el reino de Dios.

Después de haber cantado el himno, salieron al Monte de los Olivos.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Una despedida, una buena despedida… eso es muy importante cuando se sabe (aunque no se diga) que es definitiva…

Una despedida como un ritual, con todos los preparativos, con todos los detalles, saboreando cada momento… para hacerlo inolvidable.

Recuerdo a mi madre, enferma terminal, aprovechando a cada momento hablar las cosas que quería dejar claro… agradecida por una vida llena de bendiciones, de la que en realidad no deseaba partir, pero que asumía y aceptaba que así eran las cosas…

Me lo imagino a Jesús, también, mirando a sus amigos, recordando tantos momentos compartidos, sabiendo que se acercaba el final, y que ya nunca sería lo mismo.

Recuerdo nuestros momentos celebrando la Santa Cena, recordando aquella última cena con amigos, y la energía que sentimos todos al compartir el pan y el vino… recuerdo lágrimas derramadas, esperanza de vida, descanso…

Los seres humanos necesitamos los rituales, son una forma de manifestar lo que ni en palabras ni en acciones logramos. Los rituales llevan consigo la magia, la fuerza, la energía que nos permite asumir cosas, elaborarlas, superarlas, enfrentarlas… son muchas las razones por las cuales buscamos expresarnos de esta manera.

Yo he visto y he sentido en carne propia cómo no son sólo palabras y gestos, junto a ellos se siente un abrazo, una calidez, uno se eleva y vuelve reconfortado. El pensar en el momento vivido nos vuelve al instante mismo y nos vuelve a emocionar y a alimentar.

La comida, el canto, el compartir, la comunión… ese espacio íntimo en donde se funden una mezcla de emociones y sentimientos, en donde la razón queda fuera, porque no se trata de explicar, sino de vivir intensamente el momento.

¡Cuántas cosas pasan por nuestras mentes cuando nos dejamos llevar por los recuerdos y emociones! ¡Cuántos recuerdos alrededor de estas palabras de Jesús, que compartió con sus amigos y que hoy seguimos compartiendo entre amigos!

Tal vez vos, que estás escuchando ahora, también te hayas dejado llevar… eso es bueno, es la forma en que todos nos unimos en un mismo espíritu. Amén.

Querido Jesús, ¡cuánto nos conocés! ¡cuánto conocés a los seres humanos y nuestras necesidades! ¡cuánto me conocés a mí con mis flaquezas y mis dudas! ¡Gracias por tu amor, por tu entrega! Perimitime que yo también me pueda parecer a vos y logre estar cada momento más cerca de la gente. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

8 de Enero

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 72

“Dios, da tus juicios al rey
y tu justicia al hijo del rey.


Él juzgará a tu pueblo con justicia

y a tus afligidos con rectitud.


Los montes llevarán paz al pueblo,

y los cerros justicia.


Juzgará a los afligidos del pueblo,

salvará a los hijos del indigente

y aplastará al opresor.


Te temerán mientras duren el sol y la luna,

de generación en generación.


Descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada;

como el rocío que destila sobre la tierra.


Florecerá en sus días justicia y abundancia de paz,

hasta que no haya luna.


¡Dominará de mar a mar,

y desde el río hasta los confines de la tierra!


Ante él se postrarán los moradores del desierto,

y sus enemigos lamerán el polvo.


Los reyes de Tarsis y de las costas

traerán presentes;

los reyes de Sabá y de Seba

ofrecerán dones.


Todos los reyes se postrarán delante de él;

todas las naciones lo servirán.


Él librará al indigente que clame

y al afligido que no tenga quien lo socorra.


Tendrá misericordia del pobre y del indigente;

salvará la vida de los pobres.


De engaño y de violencia redimirá sus almas,

y la sangre de ellos será preciosa ante sus ojos.


Vivirá, y se le dará del oro de Sabá,

y se orará por él continuamente;

todo el día se le bendecirá.


Será echado un puñado de grano en la tierra,

en las cumbres de los montes;

su fruto hará ruido como el Líbano;

los de la ciudad florecerán como la hierba de la tierra.


Será su nombre para siempre;

se perpetuará su nombre mientras dure el sol.

Benditas serán en él todas las naciones;

lo llamarán bienaventurado.


Bendito mi Señor Dios, el Dios de Israel,

el único que hace maravillas.


¡Bendito su nombre glorioso para siempre!

¡Toda la tierra sea llena de su gloria!

¡Amén y amén!”


Curiosidades

¿Qué fue la estrella de Belén?

La estrella que anuncia el nacimiento de Jesús se menciona únicamente en Mt.2, si bien aparentemente se la preanuncia en Nm.2417 y en Is.60:3. Se la ha explicado de tres modos:

ü Puede haber sido el cometa Halley (11 a.C.) u otro cometa visible en 4 a.C. Dicho cometa se desplazaba en sentido contrario a las estrellas, y por ello habría tenido significación para los astrólogos. Pero cabe preguntarse si hubiese permanecido visible el tiempo necesario. ¿Puede además, la cronología encajar en la fecha probable del nacimiento de nuestro Señor?

ü Puede haber sido una conjunción planetaria. Una interesante conjunción de Júpiter, Saturno y Venus se produjo en la primera parte del 7 a.C. Por cierto los astrólogos lo habrán notado; pero su duración sería breve, y un fenómeno de esa naturaleza no podría mencionarse naturalmente como “una estrella”.

ü Puede haber sido una supernova. Las novas ocurren regularmente; una estrella débil se vuelve más brillante súbitamente, luego se debilita lentamente. Es probable que todas las estrellas hagan esto en alguna etapa de su desarrollo. Las supernovas, sin embargo, son muy raras; no habido ninguna en nuestra galaxia podría quizá dominar temporariamente el cielo nocturno, y producir más luz que todas las demás estrellas juntas. Las novas y las supernovas son enteramente impredecibles. Los astrónomos chinos registraron una nova o supernova en una fecha adecuada como para que pudiera ser “la estrella de los magos”. La frase en te anatole, ‘en su salida’, podría reflejar el asombro de los sabios cuando vieron salir por primera vez esta estrella nueva. Su posición les indicaba su significado astrológico inmediato. No sería desusado para una luz un billón de veces superior a la del sol apareciese para anunciar el nacimiento del Salvador del mundo.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Mateo 2:1-12

Cuando Jesús nació, en Belén de Judea, en días del rey Herodes, llegaron del oriente a Jerusalén unos sabios, preguntando:

- ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido?, pues su estrella hemos visto en el oriente y venimos a adorarlo.

Al oír esto, el rey Herodes se desconcertó, y toda Jerusalén con él. Y, habiendo convocado a todos los principales sacerdotes y escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo.

Ellos le respondieron:

- En Belén de Judea, porque así fue escrito por el profeta:

»"Y tú, Belén, de la tierra de Judá,

no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá,

porque de ti saldrá un guiador,

que apacentará a mi pueblo Israel".

Entonces Herodes llamó en secreto a los sabios y se cercioró del tiempo exacto en que había aparecido la estrella.

Y enviándolos a Belén, dijo:

- Vayan allá y averigüen con rapidez acerca del niño y, cuando lo encuentren, háganmelo saber, para que yo también vaya a adorarlo.

Ellos, habiendo oído al rey, se fueron. Y la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que, llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño. Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo. Al entrar en la casa, vieron al niño con María, su madre, y postrándose lo adoraron. Luego, abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.

Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volvieran a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Las personas somos capaces de cualquier cosa cuando vemos amenazada nuestra tranquilidad, nuestra vida. Tanto cuando llevamos una vida honesta, correcta, como si somos estafadores que nos aprovechamos de las demás personas. Cuanto más acomodada está nuestra vida, con más razón no queremos que nada se interponga en nuestro camino… y si alguien osa hacerlo… tomaremos medidas para evitarlo, cueste lo que cueste.

Por eso es que el camino del cristiano, de aquella persona que ha aceptado vivir el desafío de Jesús, se encuentra con muchos obstáculos. Jesús nos llama a una vida en el amor y el compromiso, y esto implica necesariamente la denuncia y el enfrentamiento a todo aquello que va en contra del Evangelio.

Cuando Jesús estaba, en el pesebre, a días de haber nacido como uno de nosotros, ya comenzó a correr peligro, porque todo apuntaba a que un nuevo rey había nacido, lo que al mismo tiempo significaba una amenaza para los reyes ya existentes. Lo curioso es que nunca se tuvo en cuenta que el Reino de Jesús es muy diferente al de cualquier monarca o presidente, es un Reino que coexiste con los gobiernos de los pueblos, que puede apoyar o no los gobiernos, según los caminos que estos decidan transitar… y los cristianos somos quienes lo hacemos presente a través de nuestros actos, de nuestro compromiso. Un compromiso que busca la justicia, el servicio, la igualdad, la misericordia y la paz: todo lo que atente contra estas cosas, contra el Evangelio, correrá riesgo de ser “desestabilizado” a través de la denuncia y el mensaje de Cristo.

Por eso es tan importante depositar nuestra confianza y nuestra seguridad no en bienes materiales, ni en poder y prestigio, sino confiar en Dios y buscar que su Reino se haga presente entre nosotros a través de nuestras vidas. Amén.

Querido Jesús, sé que vos te animaste a vivir una vida coherente con tus principios, sé que corriste riesgos durante toda tu vida a causa de esto, pero tu muerte fue anunciada, después de haber cumplido toda tu misión aquí en la tierra. Permitime que pueda seguir tus pasos, que sea coherente con mi fe, y no caiga en defender mi comodidad. Te lo pido a vos que junto al Padre y al Espíritu Santo reinas por toda la eternidad. Amén.