viernes, 24 de noviembre de 2017

26 de Noviembre

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 23

“Mi Señor es mi pastor, nada me faltará.

En lugares de delicados pastos me hará descansar;
junto a aguas de reposo me pastoreará.

Confortará mi alma.
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.

Aunque ande en valle de sombra de muerte,
no temeré mal alguno,
porque tú estarás conmigo;
tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

Aderezas mesa delante de mí
en presencia de mis angustiadores;
unges mi cabeza con aceite;
mi copa está rebosando.

Ciertamente, el bien y la misericordia
me seguirán todos los días de mi vida,
y en la casa de mi Señor moraré por largos días.” Amén.

Curiosidades

¿Cuándo y cómo pintó Miguel Ángel el "Juicio final" en la Capilla Sixtina?

Desde la construcción de la Capilla Sixtina hasta 1536, la pared del altar donde ahora está el "Juicio Final" contenía otros murales de la serie de las historias de Moisés y de Jesús. Estaban la Asunción, la Natividad de Cristo y el Descubrimiento de Moisés.
Más arriba se encontraban los tres primeros Papas, donde estaba Simón Pedro. Miguel Ángel tuvo que sacrificar estos frescos de Perugino de la zona del altar para pintar su obra, lo que le valió numerosas críticas.
Anteriormente, Clemente VII le pidió que pintara "La caída de los ángeles rebeldes", pero, tras su muerte, su sucesor Pablo III le encargó que pintara la escena del "Juicio Final".
El "Juicio Final" es un enorme conjunto pictórico al fresco de género religioso cuyo tema es el Juicio Final, extraído del Apocalipsis de San Juan.
Conjunto central
Cristo: Es el centro de la obra. Con un enérgico y aterrador movimiento separa a los justos de los pecadores. Tiene marcadas las manos y los pies como evidencia de los clavos que le fueron puestos durante la crucifixión, y una herida en el pecho producto de haber sido atravesado por una lanza de un soldado romano. Es uno de los pocos Cristos que se han pintado con una expresión de enojo e ira.
María: Junto a Cristo está María. Temerosa, se esconde junto a su hijo asustada por el movimiento violento que hace. Detrás de ellos hay un destello de luz así que reciben todo el enfoque además porque se encuentran en el centro.
Alrededor a ellos están varios santos, representados sin perspectiva alguna, rodeándolos por todas partes. Algunos parecen estar asustados por la acción que acaba de hacer Cristo, y otros están inquietos. Para reconocerlos, Miguel Ángel los pintó con sus característicos complementos o con los objetos con los que fueron mártires.
San Pedro: Tiene en sus manos las llaves del Reino.
San Pablo: Se le reconoce por su barba gris y su aspecto ceñudo.
San Andrés: Sostiene una cruz en forma de "X", símbolo de su martirio.
San Bartolomé: Tiene una piel en su mano ya que este mártir fue despellejado. Según la tradición, se dice que Miguel Ángel pintó su cara en la piel despellejada del mártir como signo de que él creía no merecer el Cielo, pues estaba atormentado.
Santa Catalina: Usa la rueda de púas de su martirio para evitar el paso a los pecadores que intentan llegar al Cielo.
San Sebastián: Tiene sostenidas las flechas de su martirio.
San Lorenzo: Sostiene la parrilla de su martirio.
San Blas: Sostiene los dos rastrillos de carda de su martirio.
https://es.wikipedia.org/wiki/El_Juicio_Final_(Capilla_Sixtina)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Mateo 25:31-46

»Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones; entonces apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha y los cabritos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los de su derecha: "Vengan, benditos de mi Padre, hereden el Reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo, porque tuve hambre y me dieron de comer; tuve sed y me dieron de beber; fui forastero y me recogieron; estuve desnudo y me vistieron; enfermo y me visitaron; en la cárcel y fueron a verme". Entonces los justos le responderán diciendo: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, o sediento y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero y te recogimos, o desnudo y te vestimos? ¿O cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?" Respondiendo el Rey, les dirá: "De cierto les digo que en cuanto lo hicieron a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicieron".
»Entonces dirá también a los de la izquierda: "Apártense de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles, porque tuve hambre, y no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber; fui forastero, y no me recogieron; estuve desnudo, y no me vistieron; enfermo y en la cárcel, y no me visitaron". Entonces también ellos le responderán diciendo: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo o en la cárcel, y no te servimos?" Entonces les responderá diciendo: "De cierto les digo que en cuanto no lo hicieron a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicieron". Irán estos al castigo eterno y los justos a la vida eterna.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

¿Vos creés que existe un juicio? ¿Pensás que aquellas personas que viven haciendo daño o que teniendo la posibilidad de hacer algo no lo hacen, en algún momento lo pagan?
Para el cristiano, la idea del juicio de Dios es algo no solamente lógico, sino también un consuelo. No porque eso nos haga personas que dejen que todo pase, sino porque, aunque consideramos válida la justicia humana, sabemos que es factible de errores, es imperfecta como nosotros, los seres humanos.
También porque hay lugares que la justicia humana no alcanza y ahí está Dios y su justicia. ¿Dónde está el consuelo de las madres que han perdido sus hijos bajo la perversidad de un violador, un asesino o un traficante de personas? ¿Qué castigo merece aquella persona que ha matado y torturado una gran cantidad de personas sin sentir remordimiento alguno?
La justicia divina es necesaria porque es ahí en donde se va a marcar la diferencia. En esta tierra compartimos nuestras vidas con personas que no buscan seguir la voluntad de Dios, sino que viven sin preocuparse por los demás, abusando de las personas y de la naturaleza. A veces nos vemos muy perjudicados, pero a la vez con la impotencia de no estar en lugares en donde seamos escuchados. No es fácil vivir todos juntos, teniendo que padecer las decisiones y los actos de personas que no buscan más que su propia satisfacción y ambiciones, pero ése es también el desafío de vivir en esta tierra.
Lo importante es que cada uno de nosotros tome conciencia del juicio de Dios. No sólo para consuelo, sino para que no nos dejemos llevar por la corriente con la excusa de que todo el mundo lo hace, o qué no pasa nada… es sólo por esta vez. La conciencia de que el juicio de Dios es una realidad también nos debe servir a la hora de elegir las decisiones que tomamos en la vida y de qué manera afecta a las demás personas. El juicio de Dios no significa ni miedo ni amenaza, sino la certeza de que Dios está viendo y acompañando nuestras vidas, y que este tiempo en el que vivimos es el de la oportunidad, la del compromiso y la entrega. Amén.

Querido Jesús, sé que vos sos mi abogado, el que Dios a puesto para defenderme a la hora del juicio. Sé que vos sabés lo que es ser un ser humano con nuestras limitaciones, pero también sabés de nuestro egoísmo y nuestra falta de voluntad a la hora de la entrega. Ayudame ahora, mientras que estoy caminando por esta tierra. Ayudame ahora que todavía tengo tiempo para revertir algunas de mis actitudes y servirte a vos a través de las personas que me rodean. Te lo pido a vos que junto con el Padre y con el Espíritu Santo reinas por toda la eternidad. Amén.

jueves, 16 de noviembre de 2017

19 de Noviembre

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 128

“Bienaventurado todo aquel que teme a mi Señor, 
que anda en sus caminos.

Cuando comas el trabajo de tus manos, 
bienaventurado serás y te irá bien.

Tu mujer será como vid que lleva fruto 
a los lados de tu casa; 
tus hijos, como plantas de olivo 
alrededor de tu mesa.

Así será bendecido el hombre 
que teme a mi Señor.

¡Bendígate mi Señor desde Sión, 
y que veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida,

y que veas a los hijos de tus hijos! 
¡La paz sea sobre Israel!” Amén.

Curiosidades

¿Cómo era la economía en la Edad Media?

En la antigua sociedad feudal el dinero tenia muy poco lugar en la vida económica y se trataba de una economía de consumo en la cual cada villa o aldea se abastecía totalmente.El trueque es un sistema muy común, y lo seguirá siendo hasta el Renacimiento pleno, cuando la moneda se vuelva de nuevo de uso corriente y se nacionalice la acuñación.
El trueque es especialmente común en las zonas más aisladas de Europa, en mercados y ferias de villas y pueblos, en el mercado comunal de la ciudad, entre particulares de la plebe y en muchos casos entre artesanos. No había leyes de fijación de precio para el trueque, así que el sistema se basaba en un regateo continuo, y el producto propio se trocaba con el que ofreceria la mejor oferta, o el que trocara el producto necesitado.Por ello uno de los inconvenientes era que el valor del intercambio no era equitativo, eran de tanta dificultad que los labriegos tenia que buscarse con quien hacer trueque y suplir su necesidad primaria, por eso se introdujo el dinero como medio de cambio, era aceptable para todos, se podía cambiar en cualquier instante y por cualquier cosa. Al generalizarse el uso del dinero aquello que fuera una transacción simple se convierte en una transacción doble, gracias a la introducción del mismo, se ahorraba tiempo y esfuerzo estimulando en gran medida el comercio.
https://endrina.wordpress.com/2008/04/27/trueque/

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Mateo 25:14-30

»El reino de los cielos es como un hombre que, yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. El que recibió cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos. Asimismo el que recibió dos, ganó también otros dos. Pero el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.
»Después de mucho tiempo regresó el señor de aquellos siervos y arregló cuentas con ellos. Se acercó el que había recibido cinco talentos y trajo otros cinco talentos, diciendo: "Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos". Su señor le dijo: "Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor". Se acercó también el que había recibido dos talentos y dijo: "Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos". Su señor le dijo: "Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor". Pero acercándose también el que había recibido un talento, dijo: "Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo". Respondiendo su señor, le dijo: "Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré y que recojo donde no esparcí. Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros y, al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. Quítenle, pues, el talento y denlo al que tiene diez talentos, porque al que tiene, le será dado y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Y al siervo inútil échenlo en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes".” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

¿Qué hacés con lo que Dios te ha dado?
No estoy hablando de lo económico, estoy hablando de tus dones, de aquellas cosas para lo que sos bueno/a. Aquellas habilidades con las que has nacido y te gusta hacer.
Tal vez creas que no tiene nada que ver con Dios ni que tengas que ser agradecido por ello. Seguramente me podrás decir que tiene que ver con cuestiones genéticas, que no está mal... es verdad... pero mismo así, es Dios que ha creado a todo, incluso tus genes.
¿Para qué usás tus dones? ¿A quién beneficiás? ¿O sólo son para tu propio beneficio? Como dice la parábola, los enterrás para que nadie los aproveche...
Sea lo que sea que hagas, si lo compartís, te vas a dar cuenta lo bien que te hace ¡y lo bien que le hace a otra persona! Puede ser que cantes, toques un instrumento, hagas manualidades, leas, cultives flores, plantas o verduras, cocines o hagas tortas... o cuentes cuentos o chistes... Cualquiera de esas cosas, cuando las compartís con otro/s, se multiplica, da vida y bendice, a vos y a las personas con quien compartís tu don.
Pero claro... la única forma de experimentarlo es salir de vos mismo/a, arriesgarte. Sólo así podrás vivir la maravillosa experiencia de compartir. Animate. Amén.

Querido Jesús, ayudame a compartir mi vida con los demás, a no entrar en el letargo de vivir para mí misma y alejarme de vos. Enseñame a no dejar enterrados en mí los dones que me ha dado nuestro Padre, el Dios Creador. Ayudame a salir de mi comodidad y egoísmo para dar frutos y multiplicar lo que me has dado. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

viernes, 10 de noviembre de 2017

12 de Noviembre

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 63

“¡Dios, Dios mío eres tú! 
¡De madrugada te buscaré! 
Mi alma tiene sed de ti, 
mi carne te anhela 
en tierra seca y árida 
donde no hay aguas,

para ver tu poder y tu gloria, 
así como te he mirado en el santuario.

Porque mejor es tu misericordia que la vida, 
mis labios te alabarán.

Así te bendeciré en mi vida; 
en tu nombre alzaré mis manos.

Como de médula y de grosura será saciada mi alma, 
y con labios de júbilo te alabará mi boca,

cuando me acuerde de ti en mi lecho, 
cuando medite en ti en las vigilias de la noche,

porque has sido mi socorro 
y así en la sombra de tus alas me regocijaré.

Está mi alma apegada a ti; 
tu diestra me ha sostenido.

Pero los que para destrucción buscaron mi alma 
caerán en los sitios bajos de la tierra.

Los destruirán a filo de espada; 
serán presa de los chacales.

Pero el rey se alegrará en Dios; 
será alabado cualquiera que jura por él, 
porque la boca de los que hablan mentira será cerrada.” Amén.

Curiosidades

¿Cómo era la iluminación en la Edad Media?

La iluminación artificial modificó la vida humana permitiendo la realización de actividades que eran posibles solamente durante las horas diurnas.
La primera iluminación artificial fue el fuego, el hombre primitivo encendía fogatas para calentarse y auyentar a los animales salvajes. Las chispas que saltaban de estas fogatas se convirtieron en las primeras antorchas. La antorcha fue una importante fuente de iluminación durante milenios. En la Edad Media las antorchas ancladas en soportes o portátiles sirvieron de alumbrado público.
Antes de la aparición de la energía eléctrica, la calidad de las fuentes de luz artificial no irradiaba una buena iluminación, en tiempos de lámparas de aceite y velas de sebo, solo los ricos podían acceder a la luz artificial, ya que la gente humilde debía elegir entre usar el aceite para sus alimentos o para iluminar. El mismo aceite que se usaba para cocinar, servía para dar lumbre.
Las lámparas de terracota mas antiguas datan de 7000 a 8000 a.C., (encontradas en la media luna de las tierras fértiles, entre los ríos Tigris y Éufrates.) En Persia y Egipto se han encontrado lámparas de cobre y bronce, datan aproximadamente del 2700 a.C.
Aproximadamente hacia el 1000 a. C. se usaban aceites de oliva o nuez con mechas vegetales, los cuales ofrecían mayor luminosidad. Cinco siglos más tarde, estas lámparas formaban parte de la vida doméstica. En épocas del Imperio Romano se empleaban lámparas de terracota con o sin esmaltar y con una o varias mechas. Con la introducción del bronce y luego del hierro, los diseños de las lámparas de aceite se volvieron más sofisticados.
Las velas comenzaron a usarse en los inicios de la era cristiana y su fabricación es probablemente una de las industrias mas antiguas. La primeras velas se elaboraban con palos de madera recubiertos con cera de abeja. Se presume que los fenicios fueron los primeros en usar velas de cera hacia el 400 d.C.). Las velas se fabricaban a partir de la grasa animal (sebo), era privativo de los ricos el uso de cera de abejas.
El uso de velas no era tan común como el de lámparas de aceite, no obstante su uso se incrementó durante el medievo. Durante los siglos XVI a XVIII, las velas eran la forma mas común para iluminar los interiores de los edificios.
En el siglo XVIII se introdujo el "aceite de ballena" (spermaceti). La vela spermaceti, por su llama constante y nítida se convirtió en la llamada candela, de uso estandar para la iluminación artificial . La candela era la luz producida por una vela spermaceti con un peso de 1/6 de libra y quemándose a un ritmo de 120 gr. por hora.
Con la aparición de la parafina en 1850, dejó de usarse la spermaceti por ser mucho más económica. Los candelabros con velas fueron la fuente de iluminación hasta la llegada del gas.
http://www.construmatica.com/construpedia/Iluminaci%C3%B3n_Artificial

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Mateo 25:1-13

»Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que, tomando sus lámparas, salieron a recibir al novio. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; pero las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. Como el novio tardaba, cabecearon todas y se durmieron. Y a la medianoche se oyó un clamor: "¡Aquí viene el novio, salgan a recibirlo!" Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas. Y las insensatas dijeron a las prudentes: "Dennos de su aceite, porque nuestras lámparas se apagan". Pero las prudentes respondieron diciendo: "Para que no nos falte a nosotras y a ustedes, vayan más bien a los que venden y compren para ustedes mismas". Pero mientras ellas iban a comprar, llegó el novio; y las que estaban preparadas entraron con él a la boda, y se cerró la puerta. Después llegaron también las otras vírgenes, diciendo: "¡Señor, señor, ábrenos!" Pero él, respondiendo, dijo: "De cierto les digo que no las conozco". Velen, pues, porque no saben el día ni la hora en que el Hijo del hombre ha de venir.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Cuando leemos o escuchamos esta historia, una de las preguntas que surgen es ¿por qué las cinco mujeres que tenían provisión de aceite no compartieron con las otras 5? ¿Su actitud no era egoísta? ¿Jesús está valorando su mezquindad?
Claramente el relato no se centra en este tema sino que habla de algo más, y ese algo más tiene que ver con la fe, que es personal.
muchas veces llegan a mí personas afligidas por hijos/as, hermanos/as, amigo/as que no tienen fe. ¿Qué podemos hacer por aquellas personas que no tienen fe en Dios?
Mi respuesta es: nada. Porque es algo absolutamente personal. Puedo estimular y propiciar, pero no existe una vacuna o inyección para que la persona tenga fe.
La oración es un gran recurso, orar por otra persona, orar por mí misma para aumentar mi fe... pero es un regalo de Dios. Es Dios el que da la fe, que quita las vendas, ilumina y se manifiesta en cada persona. Yo diría, incluso más allá de su credo.
Después están las oportunidades que se nos presentan, que son únicas y las tenemos que aprovechar.
Éste es el tiempo de la oportunidad, y está en nosotros donde "ponemos las fichas", a qué o quién "apostamos". Dice también Jesús: "en donde tu tesoro, ahí está tu corazón".
Las mujeres que cuidaron de tener aceite en sus lámparas a la hora que llegaba el novio, estaban concentradas en lo importante, en la misión que se les había encomendado. Las otras cinco, se distrajeron, y tuvo u costo.
Así es en la vida de fe, pero también en todos las índoles de la vida... Pensalo, no vaya a ser que estés perdiendo tu tiempo y tus oportunidades, y se te escape lo importante, lo que da el sentido a tu vida. Amén.

Querido Jesús, ayudame a estar atenta a tu voz, a las oportunidades que Dios pone delante de mí. No dejes que me distraiga con las vanalidades del día a día, no dejes que tenga miedo a enfrentar los desafíos y los cambios que puede significar en mi vida el tiempo propicio, el de la oportunidad. Te lo pido a vos, que junto con el Padre y el Espíritu Santo reinas por toda la eternidad. Amén.

viernes, 3 de noviembre de 2017

5 de Noviembre

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 131

“Mi Señor, no se ha envanecido mi corazón
ni mis ojos se enaltecieron;
ni anduve en grandezas
ni en cosas demasiado sublimes para mí.

En verdad me he comportado y he acallado mi alma
como un niño destetado de su madre.
¡Como un niño destetado está mi alma!

Espera, Israel, en mi Señor,
desde ahora y para siempre.” Amén.

Curiosidades

¿Cómo nació el himno "Castillo fuerte"?

Castillo fuerte es uno de los himnos favoritos de la tradición reformada. Es considerado el "Himno de batalla de la reforma", debido al efecto que produjo en apoyo de la causa reformista. El himnologista John D. Julian enumera cuatro teorías sobre su origen:
Según Heinrich Heine, fue cantado por Lutero y sus compañeros cuando entraban a Worms el 16 de abril, 1521, para asistir a la dieta.
Según K. F. T. Schneider, fue un tributo de Lutero a su amigo Leonhard Kaiser, quien fue ejecutado el 16 de agosto de 1527.
Según Jean-Henri Merle d'Aubigné, fue cantado por los príncipes luteranos cuando entraban a Augsburgo antes de la dieta de 1530 donde se presentó las confesiones de Augsburgo.
Fue compuesto en conjunción con la dieta de Espira, donde los príncipes luteranos presentaron una protesta contra el edicto de Worms que había promulgado el emperador Carlos V.
El historiador John M. Merriman propone que el himno «empezó como una canción marcial para animar a los soldados que luchaban contra las fuerzas otomanas» durante las guerras otomanas en Europa.
El más antiguo himnario existente en que aparece este himno es él de Andreas Rauscher (1531), bajo el título de Der xxxxvi. Psalm. Deus noster refugium et virtus. Es probable que apareciera en los himnarios de Josef Klug (1529) y de Hans Weiss (1528), de los cuales no sobreviven ejemplares. Esta evidencia indica que fue escrito entre 1527 y 1529, ya que los himnos de Lutero fueron impresos pronto después de ser escritos.
La tradición dice que el rey Gustavo II Adolfo de Suecia hizo interpretar este himno cuando sus fuerzas marchaban para la Guerra de los Treinta Años. El salmo ya había sido traducido en el idioma sueco antes de 1536. En el siglo XIX fue adoptado como un himno del movimiento socialista sueco.
A pesar de su pedigrí protestante, el himno a veces se usa en misas católicas. Por ejemplo, aparece en la segunda edición del Libro católico de loa publicado por la Conferencia canadiense de obispos católicos.
https://es.wikipedia.org/wiki/Castillo_fuerte_es_nuestro_Dios

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Mateo 23:1-12

“Entonces habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo:
«En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos. Así que, todo lo que les digan que guarden, guárdenlo y háganlo; pero no hagan conforme a sus obras, porque dicen, pero no hacen. Atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas. Antes bien, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres, pues ensanchan sus filacterias y extienden los flecos de sus mantos; aman los primeros asientos en las cenas, las primeras sillas en las sinagogas, las salutaciones en las plazas y que los hombres los llamen: "Rabí, Rabí".
»Pero ustedes no pretendan que los llamen "Rabí", porque uno es su Maestro, el Cristo, y todos ustedes son hermanos. Y no llamen padre de ustedes a nadie en la tierra, porque uno es su Padre, el que está en los cielos. Ni sean llamados maestros, porque uno es su Maestro, el Cristo. El que es el mayor de ustedes sea su siervo, porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Siempre me llama la atención que la humildad se relaciona mayormente con la pobreza. De esa manera se dice que una persona tiene una vida humilde, o una casa o que viene de un hogar humilde cuando en realidad se está hablando de pobre o de pocos o escasos recursos económicos. Pero no necesariamente lo pobre es humilde. La humildad no es pobreza.
Alguien humilde es alguien que no se jacta de nada, a pesar de que lo podría hacer por su conocimiento o su dinero o jerarquía. El humilde no se fija en esas cosas sino que justamente lo que tiene o lo que es lo utiliza a favor de quien no se encuentra en esa situación. Justamente las palabras de Jesús hablan de esto.
La persona humilde es aquella que es sencilla a pesar de su dinero, que no necesita hablar con palabras difíciles para demostrar su conocimiento, es aquella que no busca demostrar nada, que sólo vive brindándose a los demás, practicando el amor al prójimo.
La impresión que siempre tengo con este mal uso de la palabra, esto es utilizar la palabra humilde como un sinónimo de pobreza, es esquivar la realidad de que justamente la humildad es una de las virtudes muy poco extendidas entre nosotros.
La humildad nada tiene que ver con una baja autoestima, ni con una apariencia débil. La humildad es una de las virtudes que más distinguen a Jesús, quien siendo Hijo de Dios, bajó a la tierra y se hizo una persona entre nosotros para experimentar en carne propia nuestras limitaciones y luego levantarnos al nivel de hijos e hijas de Dios.
Pero todo esto de ninguna manera tiene que ser para sentirnos mejores que otros, sino para estar al servicio de los demás, para de esa manera, dar a conocer a nuestro Dios, un Dios humilde, que no le gustan las apariencias ni los espectáculos.
Es difícil todo esto dentro de una sociedad en donde la humildad y el “perfil bajo” no es la moneda corriente, en donde hay personas que por aparentar son capaces de vivir endeudados hasta la coronilla. Pero no es imposible. Las palabras de Jesús son un buen respaldo: “…ustedes no pretendan que los llamen "Rabí", porque uno es su Maestro, el Cristo, y todos ustedes son hermanos. Y no llamen padre de ustedes a nadie en la tierra, porque uno es su Padre, el que está en los cielos. Ni sean llamados maestros, porque uno es su Maestro, el Cristo. El que es el mayor de ustedes sea su siervo…”.
La humildad no es pobreza, todo lo contrario: es riqueza, es amor al prójimo y sobre todo el reconocimiento claro de que sólo es grande y poderoso. Ser humilde es reconocer simplemente la condición de ser humano con todas las limitaciones que esto tiene. Amén.

Querido Jesús ¡cómo me cuesta ser humilde, reconocer que todo lo que soy y tengo te pertenece! Ayudame a cambiar, a reconocer que Dios me ha creado y me ha dado la posibilidad de ser y tener lo que soy, que estoy en sus manos. Ayudame a seguirte, que seas un ejemplo para mí. Ayudame a despojarme de mí misma y brindar todos mis dones a lo demás. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.