viernes, 15 de agosto de 2014

17 de Agosto

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 67

“Dios tenga misericordia de nosotros y nos bendiga;
haga resplandecer su rostro sobre nosotros;
para que tu camino sea conocido en la tierra,
y en todas las naciones tu salvación.
¡Alábente, Dios, los pueblos,
    todos los pueblos te alaben!

Alégrense y gócense las naciones,
porque juzgarás los pueblos con equidad
y pastorearás las naciones en la tierra.
¡Alábente, Dios, los pueblos;
    todos los pueblos te alaben!

La tierra dará su fruto;
nos bendecirá Dios, el Dios nuestro.
Bendíganos Dios
y témanlo todos los términos de la tierra.” Amén.

Curiosidades

¿Qué significa la palabra misericordia?
 
La determinación del origen del concepto de la misericordia en la Biblia resulta complicada por el hecho de que “misericordia”, “misericordioso” y “tener misericordia” son traducciones de varias raíces hebreas y griegas diferentes que, en otros casos, se traducen por medio de otros sinónimos, tales como “bondad”, “gracia”, “favor” y verbos relacionados. La ilustración de este concepto requeriría un conjunto de círculos lingüísticos parcialmente coincidentes.
En el AT encontramos las siguientes palabras:
Hesed: el origen etimológico de esta raíz es posiblemente “agudeza, vehemencia”. Su núcleo semántico se expresa mejor por “devoción”. Se usa cerca de 250 veces, y se traduce predominantemente como “misericordia”, pero a veces también como “benevolencia”, “merced”, “agradecimiento”, “bondad”, etc. Su significado comprende la solidaridad, la bondad, la gracia”. Denota devoción a un pacto y por ello, en relación con Dios, su amor a lo pactado. Ero la fidelidad de Dios a una relación establecida con Israel o con un individuo, como manifestación de su gracia, y a pesar de la indignidad y la defección del ser humano, fácilmente pasa a identificarse con misericordia. “Esta negativa firme y persistente de Dios a desligarse del errático Israel es el significado esencial de la palabra hebrea que se traduce benevolencia”.
Hanan: se traduce principalmente como “tener misericordia”; “favor”. “Es el misericordioso favor del superior al inferior, completamente inmerecido”.
Raham: puede compartir un origen común con rehem, que significa “matriz”, y en consecuencia denota idea de “fraternal” o “maternal”. “Tener misericordia” o “compasión”, y, al menos en una ocasión, “amor”. El plural rahamin se traduce “misericordias”, “piedades”. Expresa el aspecto afectivo del amor: su compasión y piedad. “El Dios personal tiene corazón”.
En el NT los significados hesed y hen se encuentran en buena medida combinados en jaris, “gracia”. La noción específica de misericordia – compasión hacia alguien con necesidad o con angustia, e impotente, o endeudado, y sin derecho a un tratamiento favorable – está dada por eleos, oiktirmos y splanjnon. La gracia se ocupa del ser humano, en su condición de culpable; la misericordia en su condición de desdichado.
Dios es “Padre de misericordias”. “Sus misericordias sobre todas sus obras”, y gracias a su misericordia somos salvos. A menudo Jesús fue “movido a misericordia”, y nos dice, “Sean… misericordiosos, como también su Padre es misericordioso”. Los cristianos deben vestirse de “entrañable misericordia”. Los misericordiosos son bienaventurados y alcanzarán misericordia.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág. 912)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Romanos 11:13-15.29-32

“Hablo a ustedes, gentiles. Por cuanto yo soy apóstol a los gentiles, honro mi ministerio, por si en alguna manera pudiera provocar a celos a los de mi sangre y hacer salvos a algunos de ellos, porque si su exclusión es la reconciliación del mundo, ¿qué será su admisión, sino vida de entre los muertos?...
… porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios.
Como también ustedes eran, en otro tiempo, desobedientes a Dios, pero ahora han alcanzado misericordia por la desobediencia de ellos, así también estos ahora han sido desobedientes, para que por la misericordia concedida a ustedes, ellos también alcancen misericordia, pues Dios sujetó a todos en desobediencia, para tener misericordia de todos.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

El ser humano es imperfecto e incoherente por naturaleza. Y eso es muy bueno, cuando lo asumimos.
Una de las cosas que más daño hace a una persona es la búsqueda de la perfección, el intentar no equivocarse nunca porque esto es imposible, y esa lucha la hemos perdido antes de comenzarla.
Hoy día hay muchas personas, sobre todo niños y jóvenes que ante la exigencia de sus padres o mismo de nuestra sociedad tan competente, se enferman por no lograr los objetivos imposibles que se proponen.
Así es que buscan consuelo o refugio en el alcohol, las drogas, la comida o la anorexia, el consumismo o cualquier otra cosa que al menos por un rato les haga sentirse mejor.
Por eso s tan importante comprender que cada uno de nosotros tenemos nuestras limitaciones, que lo bueno es trabajar para mejorarse e ir superándose, pero también ser conscientes que sólo Dios es perfecto. Por un lado esto nos alivia porque podemos aceptar nuestros errores sin frustrarnos, pero a la vez podemos buscar ayuda con Dios, pedirle que nos dé fuerzas y nos anime cuando no nos salen las cosas como desearíamos, y a la vez aceptar que lo más importante es haberlo intentado y ser perseverantes.
Me da mucha pena cuando escucho a algunos padres y madres ejerciendo tanta presión sobre sus hijos: en la carrera que eligen, en su trabajo, en el deporte… quieren que sus hijos se destaquen por encima de todos los demás no asumiendo que esto les hace daño y que lo más importante es la felicidad y el sentirse realizados y felices por lo que hacen y logran.
No nos dejemos llevar por el mensaje de esta sociedad competitiva y cruel en la que estamos inmersos. Hagamos nuevos caminos y destaquemos los valores de la fe cristiana en donde cada persona es valiosa por ser una persona, una criatura creada por Dios, por quien Cristo también murió y resucitó. Amén.


Querido Jesús, ¡gracias por rescatarme de la violencia y la competencia feroz! ¡Gracias por permitirme comprender que soy valiosa más allá de mis logros y dones! ¡Gracias porque nos has dejado el mandato del amor por encima de toda ley la que nos llama a ser una gran familia en donde cada uno de los miembros somos importantes e infaltables. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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