22 Diciembre

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 24

“De mi Señor es la tierra y su plenitud,
el mundo y los que en él habitan,
porque él la fundó sobre los mares
y la afirmó sobre los ríos.

¿Quién subirá al monte de mi Señor?
¿Y quién estará en su lugar santo?
El limpio de manos y puro de corazón;
el que no ha elevado su alma a cosas vanas
ni ha jurado con engaño.
Él recibirá bendición de mi Señor
y justicia del Dios de salvación.
Tal es la generación de los que lo buscan,
de los que buscan tu rostro, Dios de Jacob.

¡Alcen, puertas, sus cabezas!
    ¡Alcen ustedes, puertas eternas,
    y entrará el Rey de gloria!
¿Quién es este Rey de gloria?
¡Mi Señor el fuerte y valiente,
mi Señor el poderoso en batalla!
¡Alcen, puertas, sus cabezas!
    ¡Alcen ustedes, puertas eternas,
    y entrará el Rey de gloria!
¿Quién es este Rey de gloria?
¡Es mi Señor de los ejércitos!
¡Él es el Rey de gloria!” Amén.

Curiosidades

¿Qué es un apóstol?

El término griego apostolos aparece más de ochenta veces en el NT, principalmente en los escritos de Lucas y Pablo. Deriva de un verbo muy común, apostello, enviar, pero en el griego no cristiano, después de Herodoto en el s. V a.C., se registran pocos casos de su uso con el significado de “persona enviada” y en general significa “flota” o quizá ocasionalmente “almirante”. El sentido de “enviado, mensajero” puede haber perdurado en el lenguaje popular; por lo menos casos aislados en la LXX y Josefo sugieren que este significado se aceptaba en círculos judíos. Sólo con el advenimiento de la literatura cristiana, sin embargo, adquirió importancia. En el NT se lo aplica a Jesús como enviado de Dios, a los que fueron enviados por las iglesias; pero por encima de todo, se lo aplica en forma absoluta al grupo de hombres que mantuvo la suprema dignidad en la iglesia primitiva. Como apostello parece significar con frecuencia “enviar con un propósito determinado”, a diferencia del neutro pempo, la fuerza de apostolos probablemente sea “alguien que es comisionado” (por Cristo, se entiende).

Se cuestiona el que apóstolos represente en el NT un término judío con fuerza étnica similar. Rengstorf, en particular, ha expuesto la teoría que refleja la voz judía saliah, un representante acreditado con autoridad religiosa, al que se le confiaban mensajes y dinero, y que estaba facultado para actuar en el nombre de la autoridad; además, Gregory Dix y otros han aplicado ideas y expresiones relacionadas con el concepto saliah en este sentido hasta épocas postexílicas. En realidad, apóstolos bien puede ser más primitivo como término técnico, y sería más seguro buscar su significado en apostello y tomando como base los contextos en que aparece en el NT.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Romanos 1:1-7

“Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios, que él había prometido antes por sus profetas en las santas Escrituras: evangelio que se refiere a su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según la carne, que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por su resurrección de entre los muertos.

Por medio de él recibimos la gracia y el apostolado para conducir a todas las naciones a la obediencia de la fe por amor de su nombre; entre las cuales están también ustedes, llamados a ser de Jesucristo. A todos los que están en Roma, amados de Dios y llamados a ser santos: Gracia y paz a ustedes, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Una de las características de la fe cristiana es el proselitismo, esto de proclamar el mensaje de Jesucristo para que cada vez más personas crean en él, con la promesa de que una vez que su Palabra llegue a todos los confines de la tierra, volverá en su gloria y será el fin de los tiempos, ya no habrá más dolor ni sufrimiento, sino que reinará la paz y la misericordia. Esta es la razón por la cual se extendió desde el principio por Asia Menor, Grecia, Roma y Norte de África.

Con este argumento más tarde los cristianos nos hemos puesto arrogantes e intolerantes, hemos sostenido durante siglos que la fe cristiana es la verdadera fe, las demás religiones eran inferiores o salvajes, lo mismo que las personas que las profesaban. Así se extendió más aún la fe cristiana, como una especie de religión de terror en donde proclamábamos a un Dios castigador y en su nombre hasta matábamos y sometíamos a los pueblos. Porque el mandato de Cristo debía llegar hasta los confines de la tierra…

Pasó el tiempo, y como cristianos hemos cambiado un poco, al menos algunos de nosotros. Hemos logrado aceptar que existen otras religiones tan importantes y valiosas como la nuestra. Incluso algunos hemos asumido el daño que ha hecho la fe cristiana a muchos pueblos, pero también a nosotros, pero no así el mensaje de Cristo.

Lo que sucede es que la fe cristiana y el mensaje de Cristo se fueron distanciando. Cuando Jesús nos habla de amor y perdón, de no juzgar y de aceptar al otro como es, la fe cristiana ha producido incluso tribunales para juzgar a las personas, como por ejemplo la santa inquisición.

Pero sin ir tan lejos, nosotros como argentinos nos consideramos un país cristiano, más específicamente católico, y obstaculizamos “civilizadamente” la prosperidad de otras denominaciones cristianas y directamente desvalorizamos las otras religiones y muchas veces las discriminamos y catalogamos. Otra forma de matar…

Pero el mensaje de Jesús ha sido siempre el del amor, la paz, la aceptación del otro, la misericordia, la generosidad, la tolerancia, el respeto… seguramente si estos valores llegaran efectivamente hasta todos los confines de la tierra, nuestro mundo sería diferente, porque ya no existiría la explotación de las personas por las personas, ya no habría ni hambre, ni guerras, ni ningún tipo de maltrato. Coexistiríamos en armonía y sería en verdad en Reino de Dios en la tierra.

No podemos cambiar la historia, podemos aprender de ella y mejorar el futuro. Por eso te propongo a vos que estás escuchando y crees que sos cristiano pero no hacés la diferencia, que te animes a hacerlo. Que cada día busques, como lo hago yo también, a mejorarte a vos mismo, corrigiéndote diariamente, y eso cambiará el entorno. Todo es posible si actuamos con amor, si realmente seguimos los pasos de Jesús. Amén.

Querido Jesús, tengo vergüenza del daño que hemos hecho como cristianos a lo largo de la historia, pero sé que vos nos has dicho que se puede cambiar el curso de la historia, como yo también puedo cambiar el curso de mi vida. Ayudame a vivir en el amor, a proclamar tu palabra pero en mi vida, concretamente, que las personas que me rodean te conozcan no por lo que digo, sino por cómo me conduzco, cómo llevo mi vida adelante. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.