viernes, 14 de diciembre de 2012

16 de Diciembre

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Isaías 12:1-6

“Cuando llegue ese día, dirás:
«A ti, Señor, cantaré; aunque te enojaste contra mí, tu indignación cesó y me has dado consuelo. ¡Vean a Dios, mi salvador! Puedo estar confiado y sin temor alguno, porque el Señor es mi fortaleza y mi canción; ¡él es mi salvador!»
Y con gran gozo sacarán ustedes agua de las fuentes de la salvación.
Cuando llegue ese día, dirán ustedes:
«¡Alaben al Señor! ¡Aclamen su nombre!
¡Alaben sus acciones entre los pueblos!
¡Recuerden que su nombre es incomparable!
¡Canten salmos al Señor,
porque sus obras son magníficas!
¡Que toda la tierra lo sepa!
Tú, que habitas en Sión,
¡canta y regocíjate, que en medio de ti
grande es el Santo de Israel!»” Amén.

Curiosidades


Básicamente el término veterotestamentario para paz, shalom, significa “completo”, “solidez”, “bienestar”. Se lo utiliza cuando se pide o se ora por el bienestar de otro, cuando uno se encuentra en armonía o concordia con otro, cuando se busca el bien de una ciudad o país. Puede significar bienestar espiritual. Es la paz que se relaciona con la justicia y la verdad, pero no con la maldad.
A causa del caos en que se encuentra el mundo por el pecado del ser humano, y debido a que la paz viene solamente como don de Dios, la esperanza mesiánica se refería a una era de paz, o a la llegada del Príncipe de paz. En el NT muestra el cumplimiento de esta esperanza. En Cristo ha llegado la paz. Por él nos es dada, y sus discípulos son los mensajeros de ella.
En el griego clásico eirene tenía una fuerza principalmente negativa; pero a través de la LXX, en el NT tiene el contenido pleno del shalom veterotestamentario, y casi siempre tiene connotación espiritual. La amplitud de su significado resulta especialmente aparente por su relación con palabras claves tales como gracia, vida, justicia, y por su uso en bendiciones como 1 Tes.5:23 y Hch.13:20ss.
Para el pecador primero debe haber paz con Dios, y la eliminación de la enemistad producida por el pecado, por medio del sacrificio del Cristo. Entonces puede nacer la paz interior, sin que puedan sofocarla las luchas del mundo. La paz entre los seres humanos es parte del propósito por el cual murió Cristo, y parte, también, de la obra del Espíritu; pero también debe promoverla activamente el ser humano, no simplemente como eliminación de la discordia, sino como motor de la armonía y el verdadero funcionamiento del cuerpo de Cristo.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Filipenses 4:4-7

“Regocíjense en el Señor siempre. Y otra vez les digo, ¡regocíjense! Que la gentileza de ustedes sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. No se preocupen por nada. Que sus peticiones sean conocidas delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias, Y que la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guarde sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Vivimos en una sociedad en donde la cosa es tener buena onda. Como dicen: ¡nada de pálidas ni energía negativa! Todo eso atrae aún más la mala racha. Por eso la gente en general, si no está bien simula estarlo. Todos sonríen, se divierten, y si no se logra naturalmente, siempre una buena copita ayuda a esta actitud.
Pensar, reflexionar o compartir los dolores es algo que no debe trascender. Lo mejor después de un arduo día de trabajo es prenderse a la tele con los programas tan divertidos en donde nos reímos de todo, de otra gente, de la gente que se pelea frente a las cámaras y luego se reconcilia como si nada…
Vivimos en una sociedad superficial en donde la felicidad y la alegría tienen que ver con el obtener cosas, en donde todo es descartable, efímero. Y que nadie venga con un bajón, porque todos lo esquivamos.
Todo se vende y se compra: ¡hasta armamos tours por las villas, como un turismo en donde se puede palpitar la pobreza… ¡pero sin ningún compromiso!... y a cambio de unas pocas monedas.
Es como que todo es un gran circo en donde estamos para pasarla bien y divertirnos, pero que una vez que termina la función estamos vacíos y a oscuras.
En medio de todo esto Pablo nos dice como a los filipenses: regocíjense, esto es disfruten, alégrense en el Señor siempre. Pero esta alegría, esto que nos llena de felicidad tiene que ver con Jesús y su propuesta de buscar algo más allá de lo meramente material y palpable. Es una alegría que se vive compartiendo la vida con los demás, que nos alivia en el dolor y nos permite renacer una y otra vez de nuestras propias cenizas.
Esta alegría es saber que existe algo más que esta vida, que hay algo que trasciende y que tenemos la posibilidad de ser partícipes de ello. Que no nos preocupemos por nada porque Dios sabe muy bien qué necesitamos y nada nos hará faltar. Sólo debemos confiar en él y apoyarnos mutuamente.
Todos podemos acceder a la alegría de vivir en la fe, es sólo buscarla. Amén.

Querido Jesús: a veces me cuesta mantenerme en la alegría a la que nos llamas. Me ahogo en mis aflicciones o busco alienarme en las diferentes ofertas del mercado: voy de shopping, me prendo a la tele con sus programas vacíos, salgo a divertirme y tomar para olvidar mi realidad… pero sé que nada de eso me va a hacer feliz, nada de eso va a darle sentido a mi vida. Sólo vos me das sentido, sólo saber que viniste al mundo con una propuesta diferente y más plena y ése es un motivo de agradecimiento. ¡Gracias, Señor, por todo tu amor y entrega! En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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