jueves, 29 de diciembre de 2011

8 de Enero

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 72

“Dios, da tus juicios al rey
y tu justicia al hijo del rey.


Él juzgará a tu pueblo con justicia

y a tus afligidos con rectitud.


Los montes llevarán paz al pueblo,

y los cerros justicia.


Juzgará a los afligidos del pueblo,

salvará a los hijos del indigente

y aplastará al opresor.


Te temerán mientras duren el sol y la luna,

de generación en generación.


Descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada;

como el rocío que destila sobre la tierra.


Florecerá en sus días justicia y abundancia de paz,

hasta que no haya luna.


¡Dominará de mar a mar,

y desde el río hasta los confines de la tierra!


Ante él se postrarán los moradores del desierto,

y sus enemigos lamerán el polvo.


Los reyes de Tarsis y de las costas

traerán presentes;

los reyes de Sabá y de Seba

ofrecerán dones.


Todos los reyes se postrarán delante de él;

todas las naciones lo servirán.


Él librará al indigente que clame

y al afligido que no tenga quien lo socorra.


Tendrá misericordia del pobre y del indigente;

salvará la vida de los pobres.


De engaño y de violencia redimirá sus almas,

y la sangre de ellos será preciosa ante sus ojos.


Vivirá, y se le dará del oro de Sabá,

y se orará por él continuamente;

todo el día se le bendecirá.


Será echado un puñado de grano en la tierra,

en las cumbres de los montes;

su fruto hará ruido como el Líbano;

los de la ciudad florecerán como la hierba de la tierra.


Será su nombre para siempre;

se perpetuará su nombre mientras dure el sol.

Benditas serán en él todas las naciones;

lo llamarán bienaventurado.


Bendito mi Señor Dios, el Dios de Israel,

el único que hace maravillas.


¡Bendito su nombre glorioso para siempre!

¡Toda la tierra sea llena de su gloria!

¡Amén y amén!”


Curiosidades

¿Qué fue la estrella de Belén?

La estrella que anuncia el nacimiento de Jesús se menciona únicamente en Mt.2, si bien aparentemente se la preanuncia en Nm.2417 y en Is.60:3. Se la ha explicado de tres modos:

ü Puede haber sido el cometa Halley (11 a.C.) u otro cometa visible en 4 a.C. Dicho cometa se desplazaba en sentido contrario a las estrellas, y por ello habría tenido significación para los astrólogos. Pero cabe preguntarse si hubiese permanecido visible el tiempo necesario. ¿Puede además, la cronología encajar en la fecha probable del nacimiento de nuestro Señor?

ü Puede haber sido una conjunción planetaria. Una interesante conjunción de Júpiter, Saturno y Venus se produjo en la primera parte del 7 a.C. Por cierto los astrólogos lo habrán notado; pero su duración sería breve, y un fenómeno de esa naturaleza no podría mencionarse naturalmente como “una estrella”.

ü Puede haber sido una supernova. Las novas ocurren regularmente; una estrella débil se vuelve más brillante súbitamente, luego se debilita lentamente. Es probable que todas las estrellas hagan esto en alguna etapa de su desarrollo. Las supernovas, sin embargo, son muy raras; no habido ninguna en nuestra galaxia podría quizá dominar temporariamente el cielo nocturno, y producir más luz que todas las demás estrellas juntas. Las novas y las supernovas son enteramente impredecibles. Los astrónomos chinos registraron una nova o supernova en una fecha adecuada como para que pudiera ser “la estrella de los magos”. La frase en te anatole, ‘en su salida’, podría reflejar el asombro de los sabios cuando vieron salir por primera vez esta estrella nueva. Su posición les indicaba su significado astrológico inmediato. No sería desusado para una luz un billón de veces superior a la del sol apareciese para anunciar el nacimiento del Salvador del mundo.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Mateo 2:1-12

Cuando Jesús nació, en Belén de Judea, en días del rey Herodes, llegaron del oriente a Jerusalén unos sabios, preguntando:

- ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido?, pues su estrella hemos visto en el oriente y venimos a adorarlo.

Al oír esto, el rey Herodes se desconcertó, y toda Jerusalén con él. Y, habiendo convocado a todos los principales sacerdotes y escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo.

Ellos le respondieron:

- En Belén de Judea, porque así fue escrito por el profeta:

»"Y tú, Belén, de la tierra de Judá,

no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá,

porque de ti saldrá un guiador,

que apacentará a mi pueblo Israel".

Entonces Herodes llamó en secreto a los sabios y se cercioró del tiempo exacto en que había aparecido la estrella.

Y enviándolos a Belén, dijo:

- Vayan allá y averigüen con rapidez acerca del niño y, cuando lo encuentren, háganmelo saber, para que yo también vaya a adorarlo.

Ellos, habiendo oído al rey, se fueron. Y la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que, llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño. Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo. Al entrar en la casa, vieron al niño con María, su madre, y postrándose lo adoraron. Luego, abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.

Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volvieran a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Las personas somos capaces de cualquier cosa cuando vemos amenazada nuestra tranquilidad, nuestra vida. Tanto cuando llevamos una vida honesta, correcta, como si somos estafadores que nos aprovechamos de las demás personas. Cuanto más acomodada está nuestra vida, con más razón no queremos que nada se interponga en nuestro camino… y si alguien osa hacerlo… tomaremos medidas para evitarlo, cueste lo que cueste.

Por eso es que el camino del cristiano, de aquella persona que ha aceptado vivir el desafío de Jesús, se encuentra con muchos obstáculos. Jesús nos llama a una vida en el amor y el compromiso, y esto implica necesariamente la denuncia y el enfrentamiento a todo aquello que va en contra del Evangelio.

Cuando Jesús estaba, en el pesebre, a días de haber nacido como uno de nosotros, ya comenzó a correr peligro, porque todo apuntaba a que un nuevo rey había nacido, lo que al mismo tiempo significaba una amenaza para los reyes ya existentes. Lo curioso es que nunca se tuvo en cuenta que el Reino de Jesús es muy diferente al de cualquier monarca o presidente, es un Reino que coexiste con los gobiernos de los pueblos, que puede apoyar o no los gobiernos, según los caminos que estos decidan transitar… y los cristianos somos quienes lo hacemos presente a través de nuestros actos, de nuestro compromiso. Un compromiso que busca la justicia, el servicio, la igualdad, la misericordia y la paz: todo lo que atente contra estas cosas, contra el Evangelio, correrá riesgo de ser “desestabilizado” a través de la denuncia y el mensaje de Cristo.

Por eso es tan importante depositar nuestra confianza y nuestra seguridad no en bienes materiales, ni en poder y prestigio, sino confiar en Dios y buscar que su Reino se haga presente entre nosotros a través de nuestras vidas. Amén.

Querido Jesús, sé que vos te animaste a vivir una vida coherente con tus principios, sé que corriste riesgos durante toda tu vida a causa de esto, pero tu muerte fue anunciada, después de haber cumplido toda tu misión aquí en la tierra. Permitime que pueda seguir tus pasos, que sea coherente con mi fe, y no caiga en defender mi comodidad. Te lo pido a vos que junto al Padre y al Espíritu Santo reinas por toda la eternidad. Amén.

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