viernes, 8 de noviembre de 2013

3 de Noviembre

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 145

“Te exaltaré, mi Dios, mi Rey,
y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre.
Cada día te bendeciré
y alabaré tu nombre eternamente y para siempre.
Grande es mi Señor y digno de suprema alabanza;
su grandeza es insondable.

Generación a generación celebrará tus obras
y anunciará tus poderosos hechos.
En la hermosura de la gloria de tu magnificencia
y en tus hechos maravillosos meditaré.
Del poder de tus hechos estupendos hablarán los hombres,
y yo publicaré tu grandeza.
Proclamarán la memoria de tu inmensa bondad,
y cantarán tu justicia.

Clemente y misericordioso es mi Señor,
lento para la ira y grande en misericordia.
Bueno es mi Señor para con todos,
y sus misericordias sobre todas sus obras.

¡Te alaben, mi Señor, todas tus obras,
y tus santos te bendigan!
La gloria de tu reino digan
y hablen de tu poder,
para hacer saber sus poderosos hechos a los hijos de los hombres
y la gloria de la magnificencia de su reino.
Tu reino es reino de todos los siglos
y tu señorío por todas las generaciones.

Sostiene mi Señor a todos los que caen
y levanta a todos los oprimidos.
Los ojos de todos esperan en ti
y tú les das su comida a su tiempo.
Abres tu mano
y colmas de bendición a todo ser viviente.
Justo es mi Señor en todos sus caminos
y misericordioso en todas sus obras.
Cercano está mi Señor a todos los que lo invocan,
a todos los que lo invocan de veras.
Cumplirá el deseo de los que lo temen;
oirá asimismo el clamor de ellos y los salvará.
Mi Señor guarda a todos los que lo aman,
pero destruirá a todos los impíos.

La alabanza de mi Señor proclamará mi boca.
¡Todos bendigan su santo nombre
eternamente y para siempre!” Amén.

Curiosidades

¿Qué es la venida de Jesucristo?

La esperanza cristiana se centra en la venida de Cristo, que puede describirse como su “segunda” venida. Por consiguiente, la expresión veterotestamentaria, “el día de Jehová”, que en el NT se usa para describir el acontecimiento relacionado con el cumplimiento final, es característicamente “el día del Señor Jesús”.
La venida de Cristo se conoce como su parusía (venida), su apocalipsis (revelación) y su epifanía (aparición). La palabra parusía significa “presencia” o “llegada”, y se usaba en el griego helenístico para la visita de los dioses o los gobernantes. La parusía de Cristo será la venida personal del mismo Jesús de Nazareth que ascendió al cielo; pero será un acontecimiento universal evidente, una venida en poder y gloria, para destruir al anticristo y la iniquidad, para reunir a su pueblo, tanto los vivos como los muertos, y para juzgar al mundo.
Su venida será, también, un apokalypsis, un “quitar el velo”, una “revelación”, cuando el poder y la gloria que ahora son propios en virtud de su exaltación y sesión celestial serán revelados ante todo el mundo. El reinado de Cristo como Señor, actualmente invisible al mundo, se hará visible en ese momento por su apokalypsis.
Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

2 Tesalonisenses 1:11-2:2

Por esta razón también oramos siempre por ustedes, para que nuestro Dios los tenga por dignos de su llamamiento y cumpla todo propósito de bondad y toda obra de fe con su poder. Así el nombre de nuestro Señor Jesucristo será glorificado en ustedes y ustedes en él, por la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.
Con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo y nuestra reunión con él, les rogamos, hermanos,  que no se dejen mover fácilmente de su modo de pensar, ni se alteren, ni por espíritu ni por palabra ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

En un mundo en donde todo cambia vertiginosamente y en donde nadie quiere asumir responsabilidades, Pablo habla a los tesalonicenses de mantenerse firme en las convicciones, en no permitir que nuestro entorno influya en nuestra fe, en lo que creemos, en lo que sostiene nuestras vidas.
Todo el tiempo la sociedad en la que vivimos nos impulsa a ser inestable. Siempre me sorprende que como modelo muchas personas tengan a la adolescencia como el estado ideal, la edad ideal. Pero en realidad tiene que ver, según entiendo, a la frescura de la piel, a la rebeldía, a la energía del joven. Se ve que nadie recuerda lo doloroso que fue pasar por esa edad, la inseguridad, los arranques de risa y de llanto inexplicables, el ser muy grande para algunas cosas y muy joven para otras.
Pero a la vez vivimos un tiempo en donde los padres y madres tienen miedo a sus hijos y por temor a generarles un trauma o a que los discriminen, no les ponen límites, les dan todo lo que quieren, aún a costo de sacrificios enormes que el joven no valora.
Muchas mujeres adoran que las personas digan cuando las ven con sus hijas: ¡pero si parecen hermanitas! Se visten con sus mismas ropas, las intercambian y hasta incluso ¡van juntas al boliche!
¿No pensaron nunca que lo que sus hijas necesitan es una madre, porque amigas hay muchas? ¿Qué madre hay una sola y que nuestros hijos e hijas necesitan que tengamos ese rol, que seamos “mala onda”, pongamos los límites, para formarlos como personas?
Cada persona debe asumir las responsabilidades que le corresponden. Cada persona tiene que vivir la edad que tiene. Y cada edad tiene sus encantos y que no hay nada más triste que la persona que vive cosas fuera de tiempo. De los jóvenes esperamos que sean inestables y fluctuantes, pero no así de los adultos. Nuestro mundo necesita de adultos responsables que se hagan cargo no sólo de sus vidas, sino de las decisiones que como sociedad debemos tomar.
Hace un par de semanas fueron las elecciones en nuestro país. Siempre me sorprende que hay personas que les pesa votar. ¿Acaso no recuerdan cuando vivíamos en dictadura y otros tomaban nuestras decisiones? Así terminamos en una guerra sin sentido y murió mucha gente inocente y otras quedaron afectadas de por vida.
¿Por qué nadie quiere asumir roles en la política y no se logra renovar el plantel? Año tras año con las mismas caras, los mismos candidatos. Es necesario que como adultos seamos sólidos, que disfrutemos de asumir nuestras responsabilidades y tengamos convicciones. Seguramente nuestras vidas y la de nuestro entorno estaría mucho mejor que ahora. Amén.

Querido Jesús, ayudame a tener una fe firme en vos y vivir según mis convicciones. Ayudame a no tener miedo a que se burlen de mí  ni a aceptar que si quiero que este mundo sea diferente tengo que asumir la parte que me toca. Te lo pido a vos que junto al Padre y el Espíritu Santo reinas por toda la eternidad. Amén.

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