viernes, 26 de julio de 2013

28 de Julio

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 138

“Con todo mi corazón Te daré gracias;
En presencia de los dioses Te cantaré alabanzas.
Me postraré hacia Tu santo templo,

Y daré gracias a Tu nombre por Tu misericordia y Tu fidelidad;
Porque has engrandecido Tu palabra conforme a todo Tu nombre.
En el día que invoqué, me respondiste;
Me hiciste valiente con fortaleza en mi alma.

Todos los reyes de la tierra Te alabarán, Señor,
Cuando hayan oído los dichos de Tu boca.
Y cantarán de los caminos del 
Señor,
Porque grande es la gloria del 
Señor.
Porque el 
Señor es excelso,
Y atiende al humilde,
Pero al altivo conoce de lejos.

Aunque yo ande en medio de la angustia, Tú me vivificarás;
Extenderás Tu mano contra la ira de mis enemigos,
Y Tu diestra me salvará.
El 
Señor cumplirá Su propósito en mí;
Eterna, oh 
Señor, es Tu misericordia;
No abandones las obras de Tus manos.” Amén.

Curiosidades


Colosas era una ciudad en la provincia romana de Asia, en el oeste de lo que ahora es Turquía asiática. Estaba situada a unos 15 km. de Laodicea en el valle de Lico, sobre la carretera principal hacia el este. Originalmente era el punto donde se unían las grandes rutas de Sardis y Éfeso, en un lugar fácilmente defendible y con un abundante suministro de agua. Fue una ciudad importante en los períodos lidio y persa, pero posteriormente declinó cuando el camino a Pérgamo que pasaba por Sardis fue desplazado más al oeste debido a la nueva fundación de la próspera ciudad de Laodicea. Actualmente el lugar está deshabitado; se encuentra 16 km. al este de la ciudad de Denizli  cerca de Honaz.
Esta zona fue devastada por un terremoto, que Tácito, fecha en el año 60 d.C. no se insinúa nada de esto en la carta, por lo que debemos suponer que fue escrita antes de que llegaran a Roma las noticias del desastre.
El evangelio probablemente llegó a esta zona en la época en que Pablo residía en Éfeso, tal vez por intermedio de Epafras, que era oriundo de Colosas. Aparentemente Pablo no había visitado Colosas cuando escribió su carta, aunque su deseo de hacerlo puede haberse cumplido más tarde. Filemón y su esclavo Onésimo eran miembros de la primitiva iglesia de Colosas. La mezcla de elementos judíos, griegos y frigios en la población de la ciudad probablemente se reflejaba también dentro de la iglesia, y por ello constituiría tierra fértil para el tipo de herejía especulativa que la epístola de Pablo tenía por objeto contrarrestar.
Los principales problemas de la comunidad, según la carta, fueron tres:
  • Daban importancia a los poderes que esgrimía el mundo de los espíritus, en desmedro del lugar que le correspondía a Cristo. En 2:18 habla del “culto a los ángeles”, y otras referencias a la relación de la creación espiritual con Cristo parecen tener un sentido parecido.
  • Se asignaba gran importancia al cumplimiento de las cosas externas, tales como fiestas y ayunos, lunas nuevas y días de reposo, y posiblemente, también, la circuncisión. El cumplimiento de estas cosas se invocaba con orgullo como el verdadero camino de la disciplina personal y la sujeción de la carne.
  • Los falsos maestros se jactaban de poseer una filosofía superior, cosa que se observa claramente leyendo 2:4.8.18. podemos presumir también que Pablo, al utilizar con frecuencia los términos “conocimiento”, “sabiduría”, “entendimiento” y “misterio”, estaba combatiendo dicha perspectiva.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Colosenses 2:12-14

“…habiendo sido sepultados con El en el bautismo, en el cual también han resucitado con El por la fe en la acción del poder de Dios, que Lo resucitó de entre los muertos.
Y cuando ustedes estaban muertos en (por causa de) sus delitos y en la incircuncisión de su carne, Dios les dio vida juntamente con Cristo, habiéndonos perdonado todos los delitos, habiendo cancelado el documento de deuda que consistía en decretos contra nosotros y que nos era adverso, y lo ha quitado de en medio, clavándolo en la cruz.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

¿Qué es la vida?
A lo largo de los tiempos el ser humano se ha hecho esta pregunta en todas las culturas, pueblos y civilizaciones. Filósofos de diferentes lugares en el mundo han intentado responder, y podemos encontrar definiciones de todos los gustos y colores.
Cuando hago esta pregunta no pretendo entrar en esas filosofías, sino ir a lo esencial de la vida, del sentido de la vida en lo cotidiano, en el día a día, en el barrio…
Dios no dio la vida en la creación y Jesucristo, vida más allá de la muerte, en su resurrección…
Pero ¿qué significa esto en mi vida cotidiana?
La vida no es sólo que el corazón funcione y que respire. En eso todos coincidimos, ya que cuando una persona está enferma, agonizante, todos decimos “esto no es vida para una persona”.
¿Qué pretendemos de la vida?
Tener lo suficiente para cubrir las necesidades diarias.
Pero ¿cuáles son nuestras necesidades?
Ahí entramos en un terreno algo más difícil porque podemos hablar de necesidades básicas: comida, vivienda, salud y educación, pero muchas personas sienten que sus necesidades son más que eso.
Vivimos en una sociedad de consumo que nos impone necesidades y que pretende mostrarnos qué es “vida”: divertirse, viajar, tomar, tener, tener y tener. Muchas personas se dejan atrapar por ese modelo y podrán decir que vida es el acceso a ese mundo de productos interminables, en donde nos pasamos la vida trabajando para conseguirlos.
La vida la encontramos en la naturaleza, no sólo en las personas: en los animales, las plantas, el aire, la lluvia, el sol… Muchas personas se sienten vivas en el contacto diario con esa vida.
Pero para quienes somos cristianos, vida también es compromiso de seguir las huellas de Jesús. Vivir como él, amando y buscando el encuentro de las personas que nos rodean. Sensibilizarnos con el que sufre buscando de alguna manera mitigar su dolor, conmovernos con las necesidades de los más débiles y luchar contra la injusticia y la violencia. Para los cristianos, la vida es vida con el otro, así como Dios es Dios con nosotros, en el modelo de Jesús, Dios hecho ser humano.
Cada uno de nosotros somos libre, Dios nos ha creado libres, y tenemos la oportunidad de elegir el camino que creemos nos hará más libres, felices y plenos. Pensalo. Amén.
Querido Jesús, ¡gracias por la vida que me has dado a partir de tu resurrección! Porque me has dado creatividad, inteligencia, conocimiento, fuerza de voluntad e iniciativa, pero sobre todo gracias, porque me diste tu Espíritu, que vive en mí, me sostiene, me anima y me fortalece día a día para vivir sin temor a la muerte, a los desafíos y los peligros que se presentan por vivir el evangelio como vos me has enseñado. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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