viernes, 2 de marzo de 2012

4 de Marzo

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:


Salmo 116

“Amo a i Señor,
pues ha oído mi voz y mis súplicas,

porque ha inclinado a mí su oído;
por tanto, lo invocaré en todos mis días.

Me rodearon ligaduras de muerte,
me encontraron las angustias del seol;

angustia y dolor había yo hallado.

Entonces invoqué el nombre de mi Señor, diciendo:
«¡Mi Señor, libra ahora mi alma!»

Clemente es mi Señor, y justo;
sí, misericordioso es nuestro Dios.

Mi Señor guarda a los sencillos;
estaba yo postrado, y me salvó.

¡Vuelve, alma mía, a tu reposo,
porque mi Señor te ha hecho bien!,

pues tú has librado mi alma de la muerte,
mis ojos de lágrimas

y mis pies de resbalar.

Andaré delante de mi Señor
en la tierra de los vivientes.

Creí; por tanto hablé,
estando afligido en gran manera.

Y dije en mi apresuramiento:
«Todo hombre es mentiroso».

¿Qué pagaré a mi Señor
por todos sus beneficios para conmigo?

Tomaré la copa de la salvación
e invocaré el nombre de mi Señor.

Ahora pagaré mis votos a mi Señor
delante de todo su pueblo.

Estimada es a los ojos de mi Señor
la muerte de sus santos.

Mi Señor, ciertamente yo soy tu siervo,
siervo tuyo soy, hijo de tu sierva.

Tú has roto mis prisiones.

Te ofreceré sacrificio de alabanza
e invocaré el nombre de mi Señor.

A mi Señor pagaré ahora mis votos
delante de todo su pueblo,

en los atrios de la casa de mi Señor,
en medio de ti, Jerusalén.

¡Aleluya!” Amén.


Curiosidades


¿Qué significa la presencia de nubes en la Biblia?


Las nubes arrastradas por las brisas del mar prontamente se disuelven cuando se encuentran con el aire caluroso y seco del interior. Así la “nube de la mañana” es símbolo de las cosas transitorias, de la prosperidad humana, y de la vida humana. Es también un texto sobre la realidad del perdón divino.

La luminosidad usual del cielo palestino destaca el hecho de que las nubes tienen la particularidad de cubrir y oscurecer, y la alegría de “una mañana sin nubes” se describe gráficamente. Así como la nube que esconde el sol, el favor divino o una súplica pueden ser interferidos. Job ora para que las nubes cubran el día de su nacimiento.

Con frecuencia la nube significa toda la bóveda del cielo. Representa la esfera del conocimiento parcial y la gloria oculta donde Dios tiene un propósito misterioso en sus movimientos. Del mismo modo, una nube encierra la escena de la encarnación, la transfiguración, y las nubes anuncian el segundo advenimiento. Para los israelitas la nube de la presencia de Dios estaba íntimamente relacionada con su simbolismo religioso.


Evangelio


Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:


Marcos 9:2-10


“Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los llevó aparte solos a un monte alto. Allí se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron resplandecientes, muy blancos, como la nieve, tanto que ningún lavador en la tierra los puede dejar tan blancos. Y vieron a Elías y a Moisés que hablaban con Jesús.

Entonces Pedro dijo a Jesús:

- ¡Maestro, bueno es para nosotros que estemos aquí! Hagamos tres enramadas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.

No sabía lo que hablaba, pues estaban asustados. Entonces vino una nube que les hizo sombra, y desde la nube una voz que decía: «Este es mi Hijo amado; a él oigan».

Y luego, cuando miraron, no vieron a nadie más con ellos, sino a Jesús solo. Mientras descendían del monte, les mandó que a nadie dijeran lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre hubiera resucitado de los muertos. Por eso guardaron la palabra entre sí, discutiendo qué sería aquello de resucitar de los muertos.” Amén.


Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:


Una canción que cantamos en la iglesia dice así:

“Libertad no es despertarte una mañana sin cadenas: es algo más.

Libertad no es poseer las llaves de todas las puertas: es algo más.

Libertad no es construirte, solitario, un mundo aparte: es algo más.

Libertad es convivir, decidir, elegir.

Libertad es amar, comprender y luchar para que todos tengan libertad.”

De alguna manera eso es lo que Jesús espera de cada uno de nosotros. No una fe encerrada entre cuatro paredes o en grupo cerrado.

La fe sólo se vive en función del otro y de dar testimonio en actos de esa fe, buscando transformar el mundo que nos rodea, luchar por los derechos del otro, sobre todo de aquellos que no pueden o tienen la capacidad o posibilidad de hacerlo.

Es verdad que es mucho más cómodo el formar un grupo cerrado y desde ahí criticar al mundo que nos rodea y tratar de no “contaminarnos” con él. Pero cuando Jesús estuvo entre nosotros, se “mezcló” con la gente que era despreciada no sólo por los mismos judíos, sino por la sociedad toda, por ejemplo los leprosos. Jesús nos enseñó que la fe se vive incluso en el riesgo de ser discriminados también por causa del evangelio, o ser perseguidos.

Vivimos en un tiempo en donde la gente prefiere ser parte de un grupo y hacerse su pequeño mundo ahí, como si el resto no existiera, ése es un riesgo también para los cristianos. Hoy Jesús nos llama a dejarnos llevar por evangelio y vivir la fe en coherencia, dando testimonio a través de nuestro compromiso con el que sufre, con el que está solo, con el que es discriminado.

Si te gusta esta idea, si pensás que esto puede ser un agente de cambio, animate a llevarlo adelante en el lugar que pertenezcas. Amén.


Querido Jesús, a veces me cuesta ser coherente en la fe, me cuesta dar un testimonio verdadero porque no quiero “mezclarme” con “ciertas” personas. Tengo la necesidad de distinguirme, pertenecer a una elite, un grupo mejor que los demás… pero me acuerdo de vos y cómo no despreciabas a nadie que se te acercara buscándote, y trato de cambiar. Ayudame a ser más humilde, a ser más auténtica. Te lo pido a vos que siempre estás junto al que sufre, y que por medio del Padre y el Espíritu Santo estás entre nosotros y reinas por toda la eternidad. Amén.

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