jueves, 15 de marzo de 2012

18 de Marzo

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 137

“Junto a los ríos de Babilonia,
allí nos sentábamos y llorábamos
acordándonos de Sión.


Sobre los sauces, en medio de ella,
colgamos nuestras arpas.


Y los que nos habían llevado cautivos nos pedían cánticos,
los que nos habían desolado nos pedían alegría, diciendo:
«Cántennos algunos de los cánticos de Sión».


¿Cómo cantaremos un cántico de mi Señor
en tierra de extraños?


Si me olvido de ti, Jerusalén,
pierda mi diestra su destreza.


Mi lengua se pegue a mi paladar,
si de ti no me acuerdo;
si no enaltezco a Jerusalén
como preferente asunto de mi alegría.


Mi Señor, recuerda a los hijos de Edom
cuando el día de Jerusalén decían:
«¡Arrásenla, arrásenla
hasta los cimientos!»


Hija de Babilonia, la desolada,
bienaventurado el que te dé el pago
de lo que tú nos hiciste.


¡Dichoso el que tome tus niños
y los estrelle contra la peña!” Amén.

Curiosidades

¿Cuál es la serpiente que Moisés levantó en el desierto?

En las fronteras de Edom, la rebelde Israel sufrió ponzoñosas mordeduras de serpientes como castigo, y rogó a Moisés que intercediese ante Dios, a fin de que la librase de dichas serpientes. Entonces Dios mandó a Moisés que hiciese una figura de serpiente en bronce y que la levantara sobre un asta, de modo que cualquiera que fuese mordido por las serpientes pudiese mirarla y vivir.

De esta forma Dios libró al pueblo y les enseñó la lección sobre la necesidad de depender de él, no sólo para dicha liberación sino también como principio general. Siglos después, durante la purga de objetos y costumbres idolátricos, el rey Ezequías de Judá destruyó la serpiente de bronce porque el pueblo la había convertido en un ídolo, ofreciéndole incienso.

Al hablar de su próxima crucifixión, Jesucristo se valió del incidente de la serpiente, que fue levantada para que el hombre la mirase con fe y viviese, con el fin de ilustrar la significación del acontecimiento próximo a ocurrir. Los que depositasen fe en él, tendrían vida eterna.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Juan 3:14-21

“Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna. »De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.

El que en él cree no es condenado; pero el que no cree ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Y esta es la condenación: la luz vino al mundo, pero los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas, pues todo aquel que hace lo malo detesta la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean puestas al descubierto. Pero el que practica la verdad viene a la luz, para que se ponga de manifiesto que sus obras son hechas en Dios.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

“…todo aquel que hace lo malo detesta la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean puestas al descubierto. Pero el que practica la verdad viene a la luz, para que se ponga de manifiesto que sus obras son hechas en Dios.”

¡Cuánta verdad hay en estas palabras! Incluso para aquellos que no creen en Jesucristo.

Llegando a fin del año 2011, en Bahía tuvimos una celebración ecuménica en donde el tema era la voluntad de Dios, y lo planteamos como el caminar en la luz de Dios. Ahí reflexionamos acerca de lo que esto significa y cómo provoca tanta alegría y satisfacción el caminar bajo esa luz, viviendo no sólo para sí mismos.

Al mismo tiempo, vemos cómo a diario se “destapan ollas” sacando a la luz cómo tanto funcionarios públicos como políticos se apropian del dinero del pueblo, y los que más tienen son los que evaden los impuestos.

Evidentemente es más difícil caer en la tentación cuando no se tiene ni tanto poder ni tanto dinero, pero nada de eso es una excusa para hacer lo incorrecto, para hacer el mal. Tiene que ver con la ambición y los principios con los que vive cada persona.

La honestidad es parte de la vida del cristiano: no se puede ser cristiano y corrupto o mentiroso, estafador, es absolutamente incompatible, y Jesús lo deja claro en el relato de hoy.

Él vino a proponernos un estilo de vida que nos permite mejorar nuestra calidad de vida y la de los demás, pero a la vez somos nosotros los que aceptamos o no que esto se haga realidad.

Dormir tranquilo por las noches, no tener miedo que nos descubran o de cruzarnos con alguien a quien hemos dañado, es invalorable, no tiene precio. Y es muy fácil conseguirlo: sólo hay que vivir en paz de conciencia, y para ello sólo no hay que dejarse tentar, no hay que aceptar ese camino, por más que a veces nos sintamos o nos digan que somos unos tontos, y que todo el mundo lo hace.

Caminar en la luz de Dios, con la conciencia tranquila, con la alegría de hacer el bien y lo que es correcto es la mejor opción, y siempre es un buen momento para tomar ese camino. Amén.

Querido Jesús, me alegra mucho escuchar que has venido para mi salvación y para la de todo aquel que acepte tu propuesta. Es bueno saber que me vas a dar fuerzas para no ceder ante las tentaciones y que si no tengo nada para ocultar, mi vida va a ser más feliz y tranquila. ¡Gracias Jesús por tu gran amor y tu entrega! En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario