domingo, 27 de diciembre de 2009

3 de Enero

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 147

“¡Aleluya!

Alaben a mi Dios, que es bueno salmodiar,
a nuestro Dios, que es dulce la alabanza.

Edifica mi Dios en Jerusalén,
congrega a los deportados de Israel;
él sana a los de roto corazón,
y venda sus heridas.

Él cuenta el número de estrellas,
y llama a cada una por su nombre;
grande es nuestro Señor, y de gran fuerza,
no tiene medida su saber.
Mi Dios sostiene a los humildes,
hasta la tierra abate a los impíos.

Canten a mi Dios en acción de gracias,
salmodien a la cítara para nuestro Dios:

El que cubre de nubes los cielos,
el que lluvia a la tierra prepara,
el que hace germinar en los montes la hierba,
y las plantas para sus usos el hombre,
el que dispensa al ganado su sustento,
a las crías del curvo cuando chillan.

No les agrada el brío del caballo,
ni se complace en los músculos del hombre.
Se complace mi Dios en los que le temen,
en los que esperan en su amor.

¡Celebra a mi Dios, Jerusalén,
alaba a tu Dios, Sión!

Que él ha reforzado los cerrojos de tus puertas,
ha bendecido en ti a tus hijos;
pone paz en tu término,
te sacia con la flor del trigo.

Él envía a la tierra su mensaje,
a toda prisa corre su palabra;
como lana distribuye la nieve,
esparce la escarcha cual ceniza.

Arroja su hielo como migas de pan,
a su frío ¿quién puede resistir?
Envía su palabra y hace derretirse,
sopla su viento y corren las aguas.

Él revela a Jacob su palabra,
sus preceptos y sus juicios a Israel:
no hizo tal con ninguna otra nación,
ni una sola sus juicios conoció.” Amén.

Curiosidades

¿Qué sentido tiene el término Palabra en el evangelio de Juan?

Al igual que el resto de los libros del Nuevo Testamento, el Evangelio de Juan se escribió originalmente en griego koiné o común, no en el estilo clásico de los filósofos griegos.
Desarrollado a partir de las incursiones de Alejandro Magno, el griego koiné llegó a ser el idioma internacional en la época de Jesús y sus Apóstoles y el medio natural para la edición de literatura que pretendiera tener gran distribución. Hoy se encuentran muchos manuscritos de gran antigüedad que conservan el evangelio de Juan.
Dentro del primer versículo del evangelio la expresión logos o la Palabra, se refiere a Jesús, este es un hecho comúnmente aceptado a partir del uso de ese término en otras partes del mismo capítulo (por ej. Los versículos 14 y 17 del mismo capítulo).
El sentido adecuado que se da a este pasaje en español ha sido fuente de serias diferencias en el área de la Traducción Bíblica.
La forma más común en que encontramos este versículo en español es:

“En el Principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios”
(Versión Reina Valera 1995)

La mayoría de las versiones utilizan grafías similares por ejemplo La Biblia Latinoamericana, Edición Pastoral 1995 (Católica) dice:

“En el Principio era la Palabra, y la Palabra estaba ante Dios y la Palabra era Dios”
(La Biblia Latinoamericana Edición Pastoral 1995)

En el común de las versiones bíblicas españolas el sentido interpretativo de la traducción de este texto se inclina por señalar que la Palabra, es decir Jesús, es Dios. Sin embargo esto no es universal. Por Ejemplo la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras, editada por los Testigos de Jehová, traduce el pasaje de la siguiente manera.

“En [el] principio la Palabra era, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era un dios”
(Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras)

Aclarando, oportunamente, que la Biblia impresa por los Testigos de Jehová no es aceptada por ninguna otra iglesia denominada cristiana.
Esta última traducción ha traído severas críticas, en especial por apoyadores de la doctrina de la Trinidad, quienes postulan la idea de la divinidad de Jesús. Pues si Jesús fuese un "dios" fuera de Dios, cabría automáticamente la figura politeísta en este razonamiento.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Juan 1:1-18

En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio con Dios. Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe.
En ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres, y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron.
Hubo un hombre, enviado por Dios: se llamaba Juan. Este vino para un testimonio, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por él. No era él la luz, sino quien debía dar testimonio de la luz.
La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por ella, y el mundo no la conoció.
Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre; la cual no nació de sangre, ni de deseo de hombre, sino que nació de Dios.
Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de él y clama: ‘Este era del que yo dije: El que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo’.
Pues de su plenitud hemos recibido todos, y gracia por gracia.Porque la Ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo.
A Dios nadie le ha visto jamás: el Hijo único, que está en el seno del Padre, él lo ha contado.” Amén.


Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

¿Te lo imaginás a Dios?
Es difícil, ¿no?
Algunos hablan de Dios como el barbudo, por lo que ya le adjudican un género y una edad: hombre, porque están diciendo “él”, y adulto, porque tiene barba. Incluso algunos hablan de la barba blanca, por lo que se trataría de un hombre mayor, un anciano.
Otros, cuando hablan de Dios no lo personalizan, sino que prefieren hablar de un poder supremo, de un ser superior que de alguna manera dirige los hilos del universo. Es alguien o algo que está por encima de todo, que se involucra, pero siempre desde esta distancia de superior e inferior.
Hoy el evangelio habla acerca de ver a Dios, y nos cuenta que si queremos saber cómo es, qué quiere de nosotros, tenemos que remitirnos a Jesús: Él ha venido de Dios y puede contarnos todo de él.
El idioma español nos obliga a ponerle género, ya que la palabra en sí lo exige, decimos Dios, palabra masculina, pero esto es sólo una cuestión idiomática, ya que si nos vamos al relato de la creación en el libro de Génesis, capítulo 1, vemos que dice con respecto a la creación del ser humano: “Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó, macho y hembra los creó”, tanto el hombre como la mujer hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, el sexo, el género es, por lo tanto, una cuestión que está relacionado con la multiplicación de la especie humana.
Por eso, pensar en Dios con forma humana es empobrecer el concepto. Si a eso le sumamos las palabras que Jesús nos ha dejado mientras caminó con nosotros, nuestra idea de Dios y nuestra comprensión de él, se amplía y enriquece.
Jesús vino al mundo para iluminarnos, para que lográramos comprender que se puede vivir de otra manera que la que vivimos, que Dios nos ha creado para que vivamos en paz en esta tierra, para que disfrutemos de su creación, para la cual fuimos creados como cuidadores.
Dios nos ha creado a su imagen, envió a su Hijo, Jesucristo, para que por su boca escucháramos su plan para con nosotros, pero nos creó libres para aceptar su propuesta o no. ¿Qué es lo que está pasando que en el mundo nos destruimos mutuamente y a la naturaleza que nos rodea, a la que necesitamos para nuestra subsistencia? ¿qué ha pasado que en vez de reinar el amor y la re-creación, el mundo es dominado por el odio, la envidia, el egoísmo y la maldad?
Justamente porque al haber sido creados libres, los seres humanos hemos preferido dejarnos llevar por nuestras debilidades y egoísmos, y no por el bien común.
Necesitamos volver a Jesús, escuchar sus palabras, sus enseñanzas. Dejarnos iluminar por su luz de amor para cambiar y sanar el mundo, para cambiar y sanar nuestro pequeño entorno.
A Dios no lo conocemos personalmente, no lo hemos visto, pero Jesús nos puede contar todo de él, te invito a que lo escuches. Amén.

Querido Jesús, contame como es Dios, mi Padre, Madre o las dos cosas juntas. Contame qué quiere de mí, cual es el camino que debo seguir para encontrarme con él en el fin de mis días. Sé que es muy amoroso, lo sé porque por su amor te envió a vos al mundo para que seas nuestra luz, para que nos guíes, y para que des tu vida por nosotros, para que también tengamos vida junto a Dios, para ser así sus hijos e hijas. Te lo pido en tu nombre, en la del Padre y del Espíritu que junto a vos viven por toda la eternidad. Amén.

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