viernes, 30 de septiembre de 2016

2 de Octubre

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 95

“Vengan, cantemos gozosos a mi Señor,
aclamemos a la Roca de nuestra salvación;
con acciones de gracias vayamos ante él,
aclamémosle con salmos.

Porque es mi Señor un Dios grande,
Rey grande sobre todos los dioses;
en sus manos están las honduras de la tierra,
y suyas son las cumbres de los montes;
suyo el mar, pues él mismo lo hizo,
y la tierra firme que sus manos formaron.

Entren, adoremos, postrémonos,
¡de rodillas ante mi Señor que nos ha hecho!
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros el pueblo de su pasto,
el rebaño de su mano.

¡Oh, si escucharan hoy su voz!:
‘No endurezcan su corazón como en Meribá,
como el día de Massá en el desierto,
donde me pusieron a prueba sus padres,
me tentaron aunque habían visto mi obra.

‘Cuarenta años me asqueó aquella generación,
y dije: Pueblo son de corazón torcido,
que mis caminos no conocen.
Y por eso en mi cólera juré:
¡No han de entrar en mi reposo!"  Amén.

Curiosidades

¿Por qué se llamó “protestantes” a quienes adhirieron a la Reforma?

El termino Protestante deriva del latim protestari que significa declaración publica o protesta, se refiere a la carta de protesta de los príncipes luteranos en contra de la decisión de la Dieta de Espira del año 1529, en la cual se reafirmaba el edicto de la Dieta de Worms de 1521, que sancionaba a Martin Lutero y a sus 95 tesis contra algunas de las creencias y prácticas de la Iglesia Católica de inicio del siglo XVI. El término Protestante no fue aplicado inicialmente a los reformistas, pero acabo más tarde por ser usado para describir a todos los grupos que protestan contra la ortoxia Católica Romana.
Fuente http://www.historialuniversal.com/2010/09/reforma-protestante.html

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Lucas 17:5-10

“Dijeron los apóstoles al Señor; ‘Auméntanos la fe.’ El Señor dijo: "Si tuvieran fe como un grano de mostaza, habrían dicho a este sicómoro: ‘Arráncate y plántate en el mar’, y les habría obedecido.’
‘¿Quién de ustedes tiene un siervo arando o pastoreando y, cuando regresa del campo, le dice: ‘Pasa al momento y ponte a la mesa?’ ¿No le dirá más bien: ‘Prepárame algo para cenar, y apriétate para servirme hasta que haya comido y bebido, y después comerás y beberás tú?’ ¿Acaso tiene que agradecer al siervo porque hizo lo que le fue mandado? De igual modo ustedes, cuando hayan hecho todo lo que les fue mandado, digan: Somos siervos inútiles; hemos hecho lo que debíamos hacer." Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Una vida en el servicio… ¿cuántos cristianos estamos dispuestos a esto? ¿cuántas veces en vez de servir a Dios exigimos que cumpla nuestra voluntad? Pero… ¿quién es el que tiene el poder? ¿quién creó al mundo y lo sostiene?
Seríamos unos necios si no logramos ver la grandeza de Dios, aunque más no sea en su creación… es sólo mirar a nuestro alrededor y nos daremos cuenta de que no hay nada más perfecto que la creación: todo ocurre en el tiempo preciso, los colores son maravillosos, lo mismo que los sonidos y las texturas… es indudable, Dios es el Creador y ha creado un mundo en donde cada ser tiene una función y su razón de ser. No hay nada inútil ni hay desperdicio, porque hasta lo que consideramos desperdicio, es fundamental para el ciclo de la vida.
Pero nosotros, los seres humanos, a diario buscamos destruir la creación a través de nuestras codicias y abusos. No tenemos ni límites ni freno, y está a la vista el daño que ocasionamos a nuestro planeta. Encima, cuando las cosas no salen como esperábamos o como quisiéramos, le echamos la culpa a Dios, porque somos muy rápidos para pedir… y más que para pedir, exigir… pero en realidad deberíamos agradecerle. Y no sólo agradecerle, sino ponernos a su disposición, ya que él nos creo a su imagen y semejanza, justamente para que seamos sus co-creadores. Y así nos sentimos dioses.
Creemos que somos más que Dios porque creemos que controlamos algo, pero lo que controlamos sólo lo hacemos porque Dios nos lo permite.
Hasta el más escéptico no puede dejar de aceptar que existe un creador de todo y que el mundo, en su armonía, es perfecto. Por eso es importante agradecerle y ponernos a su servicio.
¿Se imaginan si utilizáramos nuestra inteligencia y nuestra creatividad para mejorar este mundo, para estar a disposición de la creación? Sería maravilloso, muchos problemas que padecemos hoy no existirían. No habría bolsas de plástico volando por todos lados, no habría contaminación en los ríos y los mares, no existirían muchas de las enfermedades que son causa de nuestras ambiciones y abusos y no habría ni hambre, ni guerras, ni toda esa destrucción que sufrimos hoy día.
Sí, nosotros estamos al servicio de Dios y no él a nuestra disposición. Y justamente estamos como estamos porque no hemos sido capaces de comprender y aceptar esto.
Es hora de que nos pongamos a disposición de Dios, como ese siervo que terminando de trabajar el campo vuelve a servir a su Señor. Estar a la plena disposición de Dios, de su creación, amarlo a través de su obra es lo que él espera de nosotros. Y es sólo hacerlo. Sólo de esa manera las cosas van a empezar a cambiar. Aceptá el desafío que vale la pena. Amén.

Querido Dios, perdóname por ser tan necia, de no darme cuenta de que todo lo que tengo y todo lo que soy te lo debo a vos. Perdóname por no utilizar mis dones, esos que vos me diste, para hacer el bien, para servirte a través de la creación. Dame la voluntad, dame el entusiasmo y el amor para hacerlo realidad. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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