viernes, 31 de julio de 2015

2 de Agosto

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 78:1-4.12-25.52-54

Escucha, pueblo mío, mi Ley;
inclinen su oído a las palabras de mi boca.
Abriré mi boca en proverbios;
hablaré cosas escondidas desde tiempos antiguos,
las cuales hemos oído y entendido,
las que nuestros padres nos contaron.
No las encubriremos a sus hijos,
contaremos a la generación venidera
las alabanzas de mi Señor,
su potencia y las maravillas que hizo…

… Delante de sus padres hizo maravillas
en la tierra de Egipto, en el campo de Zoán.
Dividió el mar y los hizo pasar.
Detuvo las aguas como en un montón.
Los guió de día con nube
y toda la noche con resplandor de fuego.
Hendió las peñas en el desierto
y les dio a beber como de grandes abismos,
pues sacó de la peña corrientes
e hizo descender aguas como ríos.
Pero aun así, volvieron a pecar contra él,
rebelándose contra el Altísimo en el desierto,
pues tentaron a Dios en su corazón,
pidiendo comida a su gusto.
Y hablaron contra Dios, diciendo:
«¿Podrá poner mesa en el desierto?
Él ha herido la peña,
y brotaron aguas
y torrentes inundaron la tierra.
¿Podrá dar también pan?
¿Dispondrá carne para su pueblo?»
Y lo oyó Mi Señor y se indignó;
se encendió el fuego contra Jacob
y el furor subió contra Israel,
por cuanto no le habían creído
ni habían confiado en su salvación.
Sin embargo, mandó a las nubes de arriba,
abrió las puertas de los cielos
e hizo llover sobre ellos maná, para que comieran,
y les dio trigo de los cielos.
Pan de nobles comió el hombre;
les envió comida hasta saciarlos…

... Hizo salir a su pueblo como a ovejas
y los llevó por el desierto como a un rebaño.
Los guió con seguridad, de modo que no tuvieran temor;
y el mar cubrió a sus enemigos.
Los trajo después a las fronteras de su tierra santa,
a este monte que ganó con su mano derecha.”
Amén.

Curiosidades

¿Qué es el cielo según la concepción bíblica?

Algunos sugieren que los escritores bíblicos pensaban que el cielo era sólido y más bien como un cuenco invertido. El sol realiza su peregrinaje diario a través de él, y tiene ventanas a través de las cuales puede descender la lluvia. Algunos hebreos bien pueden haber apoyado esta idea, pero no debemos olvidar que las personas del AT eran capaces de una imaginación muy activa. Nunca debemos tratarlos como literalistas rígidos. El significado teológico de su leguaje sobre el cielo puede comprenderse sin tener que recurrir a tales hipótesis.
El cielo es la morada de Dios y los que están estrechamente relacionados con él. El israelita ha de orar, “mira desde su morada santa, desde el cielo”. Dios es “Dios de los cielos”, o “Jehová el Dios de los cielos”. Dios no se encuentra sólo allí, porque leemos que el ejército de los cielos lo adora, y acerca de “los ángeles que están en los cielos” para ellos. Por lo tanto, el cielo es morada actual de Dios y sus ángeles, y el destino final de sus santos que están en la tierra.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.247)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Juan 6:24-35

Cuando vio, pues, la gente que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos, entraron en las barcas y fueron a Capernaum, buscando a Jesús.
Y hallándolo al otro lado del mar, le preguntaron:
—Rabí, ¿cuándo llegaste acá?
Respondió Jesús y les dijo:
—De cierto, de cierto les digo que me buscan, no porque han visto las señales, sino porque comieron el pan y se saciaron. Trabajen, no por la comida que perece, sino por la comida que permanece para vida eterna, la cual les dará el Hijo del hombre, porque a éste señaló Dios, el Padre.
Entonces le preguntaron:
—¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?
Respondió Jesús y les dijo:
—Ésta es la obra de Dios, que crean en aquel que él ha enviado.
Entonces le dijeron:
—¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos y te creamos? ¿Qué obra haces? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: “Les dio a comer pan del cielo.”
Y Jesús les dijo:
—De cierto, de cierto les digo: Moisés no les dio el pan del cielo, pero mi Padre les da el verdadero pan del cielo, porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.
Le dijeron:
—Señor, danos siempre este pan.
Jesús les respondió:
—Yo soy el pan de vida. El que a mí viene nunca tendrá hambre, y el que en mí cree no tendrá sed jamás.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

La palabra “pan” encierra un montón de ideas y simbolismos.
Al decir pan pensamos en el sustento diario, las necesidades básicas cubiertas, lo necesario para vivir…
Al decir pan, pensamos en el olorcito, el aroma del pan recién horneado. Pensamos en manos que amasan con cariño para el pan diario de la familia, pero también la noble tarea del panadero. ¿Sabías que en la antigüedad el panadero era considerado una persona muy importante y estaba entre las autoridades de la comunidad, de la aldea?
Al decir pan pensamos en el alimento básico de todos los pueblos, sea de trigo, maíz, poroto, sorgo, cebada, centeno, arroz… la forma más práctica para encerrar en un elemento manuable todos los nutrientes necesarios.
Al decir pan, quienes somos cristianos, pensamos en la Mesa del Señor, la Eucaristía, la Santa Cena, la comunión… pero también pensamos en el mismo Jesús, quien se llamo a sí mismo “pan de vida”.
Y decir “pan de vida” parece una redundancia, ya que el pan da vida, porque sustenta la vida, pero al decir esto. Jesús refuerza el significado que de por si tiene la palabra.
Que nunca nos falte el pan, que nunca nos falte lo necesario para el sustento de nuestra familia, que a ninguna persona le falte el pan y menos aun a un niño, una niña, que nunca nos falte tu presencia, Señor. Amén.

Querido Jesús, vos te presentaste entre nosotros tan simple como un pan, tan cálido y cotidiano. Lograste que te necesitáramos como el pan, comprendimos lo importante que es el amor, el compartir, el solo estar bien si todas las personas están bien. Te pido que estés siempre presente en mi vida como el pan de cada día, que sienta hambre de vos y de tu palabra, que no me conforme con pasar simplemente por la vida, sino dando vida de la misma forma en que vos lo hiciste. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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