jueves, 2 de abril de 2015

5 de Abril

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 118

Alaben a mi Señor, porque él es bueno,
    porque para siempre es su misericordia.

Diga ahora Israel
    que para siempre es su misericordia.
Diga ahora la casa de Aarón
    que para siempre es su misericordia.
Digan ahora los que temen a mi Señor
    que para siempre es su misericordia.

Desde la angustia invoqué a Jah,
y me respondió Jah, poniéndome en lugar espacioso.
Mi Señor está conmigo; no temeré
lo que me pueda hacer el hombre.
Mi Señor está conmigo entre los que me ayudan;
por tanto, yo veré mi deseo en los que me aborrecen.
Mejor es confiar en mi Señor
que confiar en el hombre.
Mejor es confiar en mi Señor
que confiar en príncipes.

Todas las naciones me rodean;
mas en el nombre de mi Señor yo las destruiré.
Me rodean y me asedian;
mas en el nombre de mi Señor yo las destruiré.
Me rodean como abejas;
se enardecen contra mí como fuego entre espinos;
mas en el nombre de mi Señor yo las destruiré.
Me empujaste con violencia para que cayera,
pero me ayudó mi Señor.
Mi fortaleza y mi cántico es Jah,
y él me ha sido por salvación.

Voz de júbilo y de salvación
hay en las tiendas de los justos;
la diestra de mi Señor hace proezas.
La diestra de mi Señor es sublime;
la diestra de mi Señor hace valentías.
¡No moriré, sino que viviré
y contaré las obras de Jah!
Me castigó gravemente Jah,
pero no me entregó a la muerte.

¡Abranme las puertas de la justicia;
entraré por ellas, alabaré a Jah;
ésta es la puerta de mi Señor;
por ella entrarán los justos!

Te alabaré porque me has oído
y me fuiste por salvación.
La piedra que desecharon los edificadores
ha venido a ser la cabeza del ángulo.
De parte de mi Señor es esto
y es cosa maravillosa a nuestros ojos.
Éste es el día que hizo mi Señor;
¡nos gozaremos y alegraremos en él!
Mi Señor, sálvanos ahora, te ruego;
te ruego, mi Señor, que ahora nos hagas prosperar.
¡Bendito el que viene en el nombre de mi Señor!
Desde la casa de mi Señor les bendecimos.
Mi Señor es Dios y nos ha dado luz;
aten víctimas con cuerdas
a los cuernos del altar.

Mi Dios eres tú y te alabaré;
Dios mío, te exaltaré.

Alaben a mi Señor, porque él es bueno,
    porque para siempre es su misericordia.” Amén.

Curiosidades

¿Cómo eran las tumbas en los tiempos de Jesús?

El kok es el único tipo de enterratorio a que se hacer referencia en la Misná. Un kok era un túnel funerario cortado verticalmente en el muro de la cámara como un horno muy profundo, retrocedido con respecto a retallos de roca que se proyectan alrededor de los muros de la cámara (interrumpidos únicamente por el escalón de entrada), que dejaba un pozo oblongo en el centro de la cámara con altura suficiente para un hombre en pie. El sarcófago, el retallo saliente continuo, y el kok son los únicos lugares posibles para ubicar un cuerpo en las tumbas de roca más pequeñas y menos pretenciosas. Estas estaban formadas por una o más cámaras con una entrada baja y cuadrada, de tal modo que había que entrar sobre manos y pies. La piedra para cerrar la tumba era como un enorme corcho, que encajaba en una rebaja alrededor de la pequeña entrada, como en el cuello de una botella,; también podía ser un canto rodado tosco. Es evidente que tales tumbas – en las que había que agacharse para entrar, que se cerraban con una piedra que había que sacar rodando a un lado, y en las que el cuerpo puede haberse colocado inicialmente en el retallo que sobresalía – encuadrarían con las descripciones en los evangelios sobre el lugar donde José puso el cuerpo de Jesús.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.1280)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Juan 20:1-10

El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro, y vio quitada la piedra del sepulcro. Entonces corrió y fue a Simón Pedro y al otro discípulo, aquel a quien amaba Jesús, y les dijo:
—Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.
Salieron Pedro y el otro discípulo y fueron al sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro y llegó primero al sepulcro. Y, asomándose, vio los lienzos puestos allí, pero no entró. Luego llegó Simón Pedro tras él, entró en el sepulcro y vio los lienzos puestos allí, y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, no puesto con los lienzos, sino enrollado en un lugar aparte. Entonces entró también el otro discípulo que había venido primero al sepulcro; y vio, y creyó, pues aún no habían entendido la Escritura: que era necesario que él resucitara de los muertos. Y volvieron los discípulos a los suyos.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

¿Qué significa la resurrección para nosotros, las y los cristianos?
Siempre que hablamos del tema pensamos en la vida más allá de la muerte, la derrota definitiva de Jesús sobre la muerte y el sepulcro. Esto es verdad, pero no es sólo eso.
La resurrección tiene que ver con una vida en la esperanza. Una vida en donde creemos y confiamos que siempre después de la oscuridad viene la luz, y después de la tormenta, sale el sol.
Quien cree en la resurrección de Cristo está convencido que en la vida una y otra vez podemos renacer del dolor, de la aflicción, de toda caída y todo mal. La resurrección nos da fuerzas para enfrentar cualquier lucha. Sacar fuerzas de donde ya no hay, para seguir adelante en los tiempos de adversidad: sea de enfermedad, de violencia, de guerra, de opresión, de justicia.
La fe en la resurrección de Cristo nos permite levantarnos una y otra vez, confiar que Dios está de nuestro lado, en que no todo está perdido, que mismo de las situaciones las terribles podemos aprender y fortalecernos.
La resurrección es la gran paradoja cristiana que logra ver en la cruz, una herramienta de tortura y sometimiento, una liberación de todo lo que nos ata en este mundo. Por eso en mucho tiempo se consideró a los y las seguidores de Jesús, locos o insensatos. Porque logramos ver lo que para los demás no hay nada. Lo mismo que vieron las mujeres en el sepulcro vacío. ¡Felices Pascuas para todos y todas! Amén.

Querido Jesús, te doy gracias porque me has mostrado y me seguís mostrando un camino diferente al que el resto de la humanidad propone, un camino libre de ataduras, de preocupaciones, de opresiones. En vos y junto a vos soy libre porque sé que todo es posible si confío y que puedo renacer una y otra vez, y que incluso la muerte es vida para mí. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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