viernes, 10 de abril de 2015

19 de Abril

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 4

¡Respóndeme cuando clamo, Dios, justicia mía!
Cuando estaba en angustia, tú me diste alivio.
Ten misericordia de mí y oye mi oración.

Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo volverán mi honra en infamia,
amarán la vanidad y buscarán la mentira?
Sepan, pues, que mi Señor ha escogido al piadoso para sí;
mi Señor oirá cuando yo a él clame.

¡Tiemblen y no pequen!
Mediten en su corazón estando en sus camas, y callen.

Ofrezcan sacrificios de justicia
y confíen en mi Señor.

Muchos son los que dicen: «¿Quién nos mostrará el bien?»
Alza sobre nosotros, mi Señor, la luz de tu rostro.
Tú diste alegría a mi corazón,
mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto.

En paz me acostaré y asimismo dormiré,
porque sólo tú, mi Señor, me haces vivir confiado.”
Amén.

Curiosidades

¿Qué es la “ascensión” de Jesús?
El relato de la ascensión del Señor Jesucristo aparece en Hechos 1. En Lucas 24 las palabras “y fue llevado arriba al cielo” no están tan bien confirmadas, y lo mismo vale para la descripción de marcos 16. No hay sugerencia alternativa en el NT de ninguna otra finalización de las apariciones a la resurrección, y el hecho de la ascensión siempre se da por sentado en las frecuentes referencias a Cristo a la diestra de Dios, y a su regreso del cielo. No sería razonable suponer que Lucas estaba crasamente equivocado en cuanto a un hecho tan importante, o que estaba inventando, cuando todavía había apóstoles que podrían enterarse de lo que había escrito.
Se hacen objeciones al relato tomado como base el hecho de que se apoya en ideas anticuadas sobre el cielo como un lugar por encima de nuestras cabezas. Estas objeciones no tienen peso por las siguientes razones:
  1. El acto de la ascensión podría haber sido una parábola actuada para los discípulos que tenían la idea del cielo. De este modo Jesús indicaba concluyentemente que el período de las apariciones posteriores a la resurrección habían terminado, y que su regreso al cielo había de inaugurar la era de la presencia del Espíritu Santo en la iglesia. Un simbolismo actuado de este modo resulta perfectamente natural.
  2. El término “cielo” y la expresión “la diestra del Padre” tienen cierto significado necesariamente relacionado con esta tierra, y dicho significado puede expresarse mejor con referencia a “arriba”. Así, Jesús levantaba los ojos al cielo cuando oraba, y nos enseñó a orar diciendo, “Padre nuestro que estás en los cielos… hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”. En un sentido el cielo está lejos de esta tierra, cualquiera sea su naturaleza en términos de una dimensión diferente. Al pasar del estado terrenal de espacio y tiempo al estado celestial, pudo observarse que Jesús se alejaba de la tierra, así como cuando se produzca la segunda venida se lo podrá observar acercándose a la tierra. Esta doctrina de la ausencia corporal se equilibra en el NT con la doctrina de la presencia espiritual. Así, la Cena del Señor es en memoria de aquel que está corporalmente ausente, “hasta que él venga”, mas, como en todas las reuniones de cristianos, el Señor resucitado está presente espiritualmente.
El concepto de que Dios está arriba, sentado en el trono, alude en forma especial a la diferencia entre Dios y el ser humano, y a la forma en que el pecador se acerca a Dios, ya que su pecado le impide el acceso a la presencia del Rey. De modo que podemos considerar el propósito de la ascensión como sigue:
1.   “Voy a preparar lugar para ustedes” Juan 14
2.   Jesucristo está sentado, señal de que su obra de expiación está completa y es definitiva. Los que creen que como sacerdote Cristo sigue ofreciéndose al Padre dicen que no debemos mezclar las metáforas del rey y el sacerdote. Sin embargo esto es justamente lo que se hace en Hechos 10 para demostrar el carácter definitivo del sacrificio de Cristo.
3.   Cristo intercede por los suyos, aunque en ninguna parte del NT se dice que se sigue ofreciendo a sí mismo en el cielo. La palabra griega que significa interceder, entynjano, denota la idea de ocuparse de los intereses de alguien.
4.   Cristo está esperando que sus enemigos sean sometidos, y ha de volver como acto final en el establecimiento del reino de Dios.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.134-135)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Lucas 24:35-53

Entonces ellos contaron las cosas que les habían acontecido en el camino, y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
Mientras aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos y les dijo:
—¡Paz a ustedes!
Entonces, espantados y atemorizados, pensaban que veían un espíritu. Pero él les dijo:
—¿Por qué están desconcertados y vienen a sus corazones estos pensamientos? Miren mis manos y mis pies, que yo mismo soy. Palpen y vean, porque un espíritu no tiene carne ni huesos como ven que yo tengo.
Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies. Pero como todavía ellos, de gozo, no lo creían y estaban maravillados, les dijo:
—¿Tienen aquí algo de comer?
Entonces le dieron un trozo de pescado asado y un panal de miel. Él lo tomó y comió delante de ellos.
Luego les dijo:
—Éstas son las palabras que les hablé estando aún con ustedes: que era necesario que se cumpliera todo lo que está escrito de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos.
Entonces les abrió el entendimiento para que comprendieran las Escrituras; y les dijo:
—Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciera y resucitara de los muertos al tercer día; y que se predicara en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. Ustedes son testigos de estas cosas. Ciertamente, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre ustedes; pero quédense ustedes en la ciudad de Jerusalén hasta que sean investidos de poder desde lo alto.
Después los sacó fuera hasta Betania y, alzando sus manos, los bendijo. Aconteció que, mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado arriba al cielo. Ellos, después de haberlo adorado, volvieron a Jerusalén con gran gozo; y estaban siempre en el Templo, alabando y bendiciendo a Dios. Amén.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Una de nuestros fundamentos de fe es que Jesús fue una persona como cualquiera nosotros pero a la vez Dios. Pero no un semi dios como Hércules u otros personajes de la mitología griega o romana. Verdadero hombre y verdadero Dios.
Mientras que Jesús caminaba por la tierra, al igual que nosotros, sólo podía estar en un lugar a la vez, lo mismo se puede ver en los evangelios. Su presencia era dentro del tiempo y del espacio.
Una vez que deja de aparecer como resucitado y va al Padre, vuelve a tener la capacidad de estar presentes en varios lugares al mismo tiempo y través de los siglos. Pero a la vez su presencia es concreta, utilizándonos a nosotros, los seres humanos, como instrumentos.
Esta es la importancia de la ascensión de Jesús, una vez concluida su obra redentora, deja de aparecer físicamente para estar en todos lados, vuelve a ser omnipresente, y eso es muy bueno.
Sentir la bendición de Jesús, su presencia en todo momento en donde el amor, la paz y la misericordia reinan, es parte de la fe cristiana, del consuelo en el dolor, de la fuerza en la vulnerabilidad y la injusticia.
Saber que Jesús sigue con nosotros construyendo el reino que vino a instaurar, animándonos a creer que las cosas pueden cambiar, que pueden ser diferentes, que somos llamados a ser felices y vivir en plenitud, no dejándonos atrapar por los falsos mensajes de una sociedad que ve en nosotros consumidores y no personas íntegras, esa es parte de nuestra fe. Una fe que defiende la vida por encima de todas las cosas y que tenemos mucho para decir en un mundo cada vez más desesperado y defraudado.
Jesús hoy nos dice que está con quien ama la vida, que la defiende y se anima a romper con las estructuras de muerte como lo hizo desde un principio, cuando era el nazareno. Amén.

Querido Jesús, hoy sólo te quiero agradecer por todo lo que has hecho por mí, por la humanidad. Ayudame a dar testimonio de todo esto para que cada vez más personas confiesen tu nombre y para que cada vez más personas encuentren la paz que viene de vos. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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