viernes, 3 de octubre de 2014

5 de Octubre

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 80

Pastor de Israel, escucha;
tú que pastoreas como a ovejas a José,
tú que estás entre querubines, resplandece.
¡Despierta tu poder
delante de Efraín, de Benjamín y de Manasés,
y ven a salvarnos!

¡Dios, restáuranos!
    ¡Haz resplandecer tu rostro y seremos salvos!

Mi Señor, Dios de los ejércitos,
¿hasta cuándo mostrarás tu indignación contra la oración de tu pueblo?
Les diste a comer pan de lágrimas
y a beber lágrimas en abundancia.
Nos pusiste por escarnio de nuestros vecinos
y nuestros enemigos se burlan de nosotros.

¡Dios de los ejércitos, restáuranos!
    ¡Haz resplandecer tu rostro y seremos salvos!

Hiciste venir una vid de Egipto;
echaste las naciones y la plantaste.
Limpiaste el terreno para ella,
hiciste arraigar sus raíces y llenó la tierra.
Los montes fueron cubiertos con su sombra
y con sus sarmientos los cedros de Dios.
Extendió sus vástagos hasta el mar
y hasta el río sus renuevos.
¿Por qué rompiste sus cercas
y la vendimian todos los que pasan por el camino?
La destroza el puerco montés
y la bestia del campo la devora.

Dios de los ejércitos, vuelve ahora;
mira desde el cielo, considera y visita esta viña,
la planta que plantó tu diestra
y el renuevo que para ti afirmaste.
¡Quemada a fuego está, asolada!
¡Perezcan por la reprensión de tu rostro!
Sea tu mano sobre el varón de tu diestra,
sobre el hijo de hombre que para ti afirmaste.
Así no nos apartaremos de ti;
vida nos darás e invocaremos tu nombre.

¡Mi Señor, Dios de los ejércitos, restáuranos!
    ¡Haz resplandecer tu rostro y seremos salvos!Amén.

Curiosidades

¿Cuál es la historia de la ciudad de Filipos?
La ciudad deriva su nombre de Felipe de Macedonia, quien la arrebató de manos de los tasios alrededor del 360 a.C. Luego amplió el asentamiento y lo fortificó para defender sus fronteras contra los tasios. En esta época se dio comienzo a la minería aurífera, y se hicieron monedas con el nombre de Felipe, que recibieron amplio reconocimiento. Después de la batalla de Pidna en 168 a.C. fue anexada por los romanos; y cuando Macedonia fue dividida en cuatro partes, por razones administrativas, Filipos fue incluida en el primero de los cuatro distritos.
En 42 a.C. tuvo lugar la famosa batalla de Filipos, con Antonio y Octavio alineados contra Bruto y Casio. Después de dicha fecha la ciudad fue ampliada, probablemente con la llegada de colonizadores; está comprobada la existencia del título Colonia Iulia en esa época. Esta prominencia recibió mayor realce cuando, después de la batalla de Accio en 31 a.C., en la que Octavio derrotó a las fuerzas de Antonio y Cleopatra, la ciudad “recibió un contingente de colonizadores italianos que había favorecido Antonio y se había visto obligado a entregar sus tierras a los veteranos de Octavio”. Octavio le dio a la ciudad su notable título Col(onia) Iul(ia) Aug(usta) Filip(ensis), que se ha encontrado en algunas monedas. De todos modos los privilegios que dicho título le concedía, la posesión del “derecho itálico” era lo de mayor valor. Significaba que los colonizadores disfrutaban de los mismos derechos y privilegios que si su tierra formara parte del suelo italiano.
El orgullo cívico de los filipenses es un rasgo del relato de Hechos, y reaparece en alusiones que hace el apóstol en la epístola. En la carta a la iglesia de Filipos dos pasajes hablan de “ciudadanía”, término que tendría un atractivo especial para los lectores; y las virtudes enumeradas con aquellas que la mente romana habría de apreciar en forma especial.
Después de la primera visita de Pablo con su predicación, encarcelamiento, y liberación, su contacto posterior con la ciudad se interfiere de las referencias en el libro de los Hechos de los Apóstoles y la carta a Tito.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág. 517)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Filipenses 4:4-9

Alégrense en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Alégrense! Su gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.
Por nada estén angustiados, sino sean conocidas sus peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
En esto piensen.
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto piensen. Lo que aprendieron, recibieron, oyeron y vieron en mí, esto hagan; y el Dios de paz estará con ustedes.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Hace varios años viví en Brasil… una hermosa experiencia de la que aprendí muchas cosas, entre ellas, la buena actitud o más bien, la alegría al enfrentar cada día.
Pero no me di cuenta de esto mientras estuve allá, me di cuenta al volver a Argentina ¡y encima a Buenos Aires!
Me di cuenta lo quejones y malhumorados que somos, como parte de nuestra idiosincrasia. Fue difícil acostumbrarme al maltrato de las personas que atienden sus negocios, de los empleados de los cajeros en general o de empleados públicos al hacer los trámites que tantas veces nos tocan hacer. La vida como un tango, como dicen algunos.
El tema que esta conducta que en general tenemos como sociedad nos dificulta en nuestro día a día y hace de esta vida una tortura. Hemos naturalizado el malhumor y el maltrato, y eso es grave.
Pablo, en su carta a los Romanos nos dice “alégrense”, o sea, vivan con alegría, y agrega, a pesar de las circunstancias que les toque atravesar. No que seamos superficiales o irresponsables, sino que podamos vivir la vida desde otro lado, y de esta manera, hacerla más liviana.
Tal vez me digas: “es fácil vivir alegre si no tengo problemas”, pero no es esto, se trata de ser optimistas, de ver las cosas del lado positivo y buscar las razones de cada cosa, el sentido último.
Para los que tenemos fe en Dios, es fácil (o tendría que serlo) porque sabemos que él nos acompaña y lo que tal vez hoy nos produzca tristeza o angustia, mañana veremos que forma parte del tapiz que es nuestra vida en donde nuestras vidas se van entretejiendo con colores diferentes formando el dibujo.
Enfrentar cada día con alegría, de buen humor aunque nuestros corazones están sufriendo, tratando bien a las personas que nos rodean, genera una energía diferente, un espíritu diferente que propicia el encuentro, el compañerismo, la buena onda, como dicen.
Si yo respondo con suavidad a las agresiones, si sonrío al hablar con los demás (incluso a aquellas personas que son absolutamente casuales), esa actitud mía me vuelve, me fortalece y me sitúa en otro lugar frente a mis problemas y luchas.
Por eso, te digo a vos, que estás escuchando ahora, independientemente de tu fe, ubicate en la vida desde lo positivo, desde la alegría, desde enfrentar lo que tengas que enfrentar desde el optimismo que toda mala racha, de que todo momento malo se acaba, y de que no sirve de nada andar amargado o quejándose de todo, porque la vida es una sola y nuestra actitud frente a ella es todo. Amén.

Querido Jesús, ayudame a enfrentar la vida con alegría, a no tirarle mala onda a la gente que me rodea y a ver lo positivo de cada cosa. Sé que esto va a mejorar mi propia vida y la de mi entorno. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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