viernes, 24 de octubre de 2014

26 de Octubre

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 18

Te amo, mi Señor, fortaleza mía.
Mi Señor, roca mía y castillo mío, mi libertador;
Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré;
mi escudo y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.
Invocaré a mi Señor, quien es digno de ser alabado,
y seré salvo de mis enemigos.

Me has librado de las contiendas del pueblo;
me has hecho cabeza de las naciones;
pueblo que yo no conocía me sirvió.
Al oír de mí, me obedecieron;
los hijos de extraños se sometieron a mí.
Los extraños se debilitaron
y salieron temblando de sus encierros.
¡Viva mi Señor y bendita sea mi roca!
Y enaltecido sea el Dios de mi salvación,
el Dios que venga mis agravios
y somete pueblos debajo de mí,
el que me libra de mis enemigos
e incluso me eleva sobre los que se levantan contra mí.
Me libraste de hombre violento.

Por tanto yo te confesaré entre las naciones, mi Señor,
y cantaré a tu nombre.
Grandes triunfos da a su rey
y hace misericordia a su ungido,
a David y a su descendencia para siempre.
Amén.

Curiosidades

¿Dónde estaba ubicada Acaya y qué características tenía?
Acaya era una pequeña región de Grecia, en la costa Sur del golfo de Corinto, que dos veces le dio su nombre a todo el territorio. En Homero, a los griegos se les llama frecuentemente aqueos. Además, en la época de los reyes helénicos, la confederación aquea abogó por la libertad de las repúblicas, y luego de su derrota por los romanos el nombre fue usado por ellos para referirse a Grecia en general. La zona fue administrada juntamente con Macedonia al principio, y, aun después que se organizó como provincia separada, en el uso común se siguió vinculando con Macedonia. La provincia se encontraba en la asignación senatorial regular, y por lo tanto fue gobernada por un procónsul, con dos excepciones entre el 15 y el 44 d.C. estuvo bajo el legado cesárico de Mesia; y desde 67 d.C. la supervisión romana quedó enteramente suspendida por varios años debido a la benevolencia de Nerón, y las aproximadamente 40 repúblicas de la zona disfrutaron de libertad sin tener que pedir la menor autorización.
Bajo los romanos se mantuvo la antigua confederación, con su capital en Argos, asiento del culto imperial, pero la provincia mucho más grande fue gobernada desde Corinto. Es siempre en relación con Corinto que aparece el nombre en el NT, y no hay seguridad de que signifique más que esto. Sabemos, empero, que había una iglesia en Cencrea, y había creyentes en Atenas. Podemos suponer, por lo tanto, que al referirse a Estéfanas como “las primicias de Acaya”, Pablo aplica el término a Corinto debido a su primacía en razón de su posición como capital romana. No está pensando en el resto de la provincia.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág. 13)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

1 Tesalonisenses 1:4-10

“Sabemos, hermanos amados de Dios, que él les ha elegido, pues nuestro evangelio no llegó a ustedes en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre. Bien saben cómo nos portamos entre ustedes por amor de ustedes.
Ustedes vinieron a ser imitadores nuestros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran amargura, con el gozo que da el Espíritu Santo. De esta manera han sido ejemplo a todos los creyentes de Macedonia y de Acaya, porque partiendo de ustedes ha sido divulgada la palabra del Señor; y no sólo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar su fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada. Ellos mismos cuentan de nosotros cómo nos recibieron y cómo se convirtieron de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Una de las cosas que he descubierto en mi tarea pastoral es que la gente está mucho más receptiva de recibir el evangelio de Cristo cuando está triste, preocupada, afligida… cuando tiene problemas o dolores muy profundos.
Es por eso, también que como pastores sabemos de la importancia de acompañar a las personas a la hora del fallecimiento de un ser querido. Las palabras consoladoras y de esperanza que podamos transmitir en ese momento son no sólo muy importantes, sino que encontramos en el auditorio una tierra lista para recibir la semilla, que es la palabra.
Pero esto mismo lo saben quienes se quieren aprovechar de las personas en su momento más vulnerable, para atraerlas a una fe que lo que busca es enriquecerse a costa de ellos, o de llevarlas a sus comunidades, no respetando la fe que están profesando. Por eso nos encontramos que en los hospitales hay personas de ciertos grupos religiosos que quieren sacar provecho de la vulnerabilidad de la persona que está sufriendo. Eso ya no tiene que ver con el mandato de Jesús, sino más bien es un aprovechamiento bastante oscuro de esos grupos religiosos. No buscan consolar ni dar esperanzas, sino de pescar en río revuelto.
Nosotros, como iglesia, si bien nos gusta crecer numéricamente, creemos que lo más importante es estar junto a la persona que sufre como el samaritano que pasó, levantó al herido, lo llevó a la posada y siguió su camino, feliz de haber hecho una obra de bien. Así nos gusta llevar el evangelio, y de la misma forma queremos transmitirlo en este espacio en donde entramos en los hogares a través de la radio.
Jesús es nuestro consuelo y quien nos da la esperanza para resurgir del dolor y la angustia, eso es lo más importante y lo que debemos transmitir, después la persona es libre de hacer lo que más le plazca. Amén.

Querido Jesús, sé que desde el principio sólo quisiste ayudar y dar consuelo a quienes te buscaban, la fe como un recurso para resurgir del sufrimiento una y otra vez, como un regalo, como algo útil pero a la vez valioso y hermoso. Ayudame a dar ese mismo mensaje a la gente que lo necesita, sin tratar de pescarlas como si fueran presas o peces. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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