Cada
latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios,
escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:
Salmo 92
“¡Cuán bueno es alabarte, Señor!
Bueno es, Altísimo, cantar salmos a tu nombre,
anunciar tu misericordia por la mañana,
y tu fidelidad todas las noches,
en el decacordio y en el salterio,
y con tono suave en el arpa.
Bueno es, Altísimo, cantar salmos a tu nombre,
anunciar tu misericordia por la mañana,
y tu fidelidad todas las noches,
en el decacordio y en el salterio,
y con tono suave en el arpa.
Tú, Señor, me has alegrado con tus
obras;
yo me regocijo por las obras de tus manos.
Muy grandes son tus obras, Señor,
y muy profundos tus pensamientos.
yo me regocijo por las obras de tus manos.
Muy grandes son tus obras, Señor,
y muy profundos tus pensamientos.
La gente necia no lo sabe;
la gente insensata no lo entiende:
si los impíos brotan como la hierba,
y todos los inicuos prosperan,
es para ser destruidos para siempre.
¡Pero tú, Señor, por siempre estás en las alturas!
la gente insensata no lo entiende:
si los impíos brotan como la hierba,
y todos los inicuos prosperan,
es para ser destruidos para siempre.
¡Pero tú, Señor, por siempre estás en las alturas!
Bien puedo ver, Señor, a tus enemigos;
bien puedo ver que tus enemigos perecerán,
¡que todos los malvados serán esparcidos!
Pero tú me darás las fuerzas del búfalo,
y me ungirás con aceite fresco.
Mis ojos verán la derrota de mis enemigos;
¡mis oídos oirán los gritos de angustia de mis adversarios!
bien puedo ver que tus enemigos perecerán,
¡que todos los malvados serán esparcidos!
Pero tú me darás las fuerzas del búfalo,
y me ungirás con aceite fresco.
Mis ojos verán la derrota de mis enemigos;
¡mis oídos oirán los gritos de angustia de mis adversarios!
Los justos florecerán como las
palmeras;
crecerán como los cedros del Líbano.
Serán plantados en la casa del Señor,
y florecerán en los atrios de nuestro Dios.
Aun en su vejez darán frutos
y se mantendrán sanos y vigorosos
para anunciar que el Señor es mi fortaleza,
y que él es recto y en él no hay injusticia.” Amén.
crecerán como los cedros del Líbano.
Serán plantados en la casa del Señor,
y florecerán en los atrios de nuestro Dios.
Aun en su vejez darán frutos
y se mantendrán sanos y vigorosos
para anunciar que el Señor es mi fortaleza,
y que él es recto y en él no hay injusticia.” Amén.
Curiosidades
¿Qué es la
mostaza y para qué se usa?
Su nombre es mustard
que deriva del latin mustum ardens y que significa mosto ardiente. Esto, debido
a que cuando machacaban las semillas y las mezclaban con mosto se dejaba
apreciar claramente el sabor picante y ardiente de la mostaza. Se la menciona
con frecuencia en la Biblia y en la literatura griega y romana.
El mayor productor
mundial es Canadá y también se cultiva en India y en China. La mostaza era una
de las especias más comunes en la antigüedad y se empleaban para resaltar las
comidas de los plebeyos que carecían de sabores atractivos.
Los romanos molían sus
granos y los maceraban en vino durante
unos días empleándolos como aderezo. También comían sus hojas en ensalada.
Aprovechaban sus propiedades medicinales y la empleaban como remedios para tratamientos contra la artritis, reuma o como diurético o estimulante.
Los ingleses la consideran indicada para atenuar dolores de cabeza, resfriados y aliviar los sabañones. Otras propiedades de la mostaza.
Activador de la circulación sanguínea de la epidermis y eficaz descongestionante.
Aprovechaban sus propiedades medicinales y la empleaban como remedios para tratamientos contra la artritis, reuma o como diurético o estimulante.
Los ingleses la consideran indicada para atenuar dolores de cabeza, resfriados y aliviar los sabañones. Otras propiedades de la mostaza.
Activador de la circulación sanguínea de la epidermis y eficaz descongestionante.
Los moros fueron
quienes la hicieron llegar a tierras españolas y desde allí se extendió hacia
el resto del continente europeo.
La mostaza contiene un enzima y un glucósido que al mezclarla con un elemento líquido que puede ser agua, vinagre, vino, cerveza, etc, se produce una reacción química. El enzima descompone el glucósido en azúcar y en esencias volátiles. Estas esencias producen los aromas característicos de la mostaza.
La mostaza contiene un enzima y un glucósido que al mezclarla con un elemento líquido que puede ser agua, vinagre, vino, cerveza, etc, se produce una reacción química. El enzima descompone el glucósido en azúcar y en esencias volátiles. Estas esencias producen los aromas característicos de la mostaza.
Pertenecen a la
familia de las crucíferas. Nombre que se le da por la disposición que tienen
los cuatro pétalos de su flor en forma de cruz.
Hay muchas variedades y subtipos pero casi todas provienen de tres variedades: la mostaza negra, la parda y la blanca.
Hay muchas variedades y subtipos pero casi todas provienen de tres variedades: la mostaza negra, la parda y la blanca.
Antiguamente la
mostaza negra (Brassica nigra) que es una variedad de la mostaza se la
cultivaba en toda Europa, siendo su sabor muy picante y sabroso pero se limitó
dado el trabajo que representa su recolección ya que su cosecha solo se puede
hacer a mano.
La variedad que en la actualidad es la más cultivada es la mostaza parda
(Brassica juncea), siendo Canadá uno de los mayores productores y exportadores
de semillas. A su vez esta
mostaza se divide en dos subtipos.
El oriental o amarillo muy empleado en la cocina
japonesa. Y el pardo o indio muy utilizado en la cocina india. Está también la
mostaza blanca (Brassica alba, Sinapis alba) que se emplea para elaborar las
mostazas americanas e inglesas pero no las del tipo Dijon.
Evangelio
Desde
el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos
sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:
Marcos 4:26-34
“Jesús dijo también: «El reino
de Dios es como cuando un hombre arroja semilla sobre la tierra: ya
sea que él duerma o esté despierto, de día y de noche la semilla brota y crece,
sin que él sepa cómo.
Y es
que la tierra da fruto por sí misma: primero sale una hierba, luego la espiga,
y después el grano se llena en la espiga; y cuando el grano madura, enseguida se
mete la hoz, porque ya es tiempo de cosechar.»
También
dijo: «¿Con qué vamos a comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola nos sirve de
comparación? Puede compararse con el grano de mostaza, que al
sembrarlo en la tierra es la más pequeña de todas las semillas, pero que después de sembrada crece hasta convertirse
en la más grande de todas las plantas, y echa ramas tan grandes que aun las
aves pueden poner su nido bajo su sombra.»
Con muchas parábolas como éstas Jesús les hablaba
de la palabra, hasta donde podían entender, y sin parábolas no les hablaba, aunque a sus
discípulos les explicaba todo en privado.” Amén.
Los
textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos
podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:
Muchas
veces pienso en los seres humanos hoy día. Corremos y corremos atrás de espuma
y burbujas; diariamente sentimos que nada nos alcanza: el tiempo, el dinero,
las cosas que tenemos (ropa, zapatos, tecnología, confort…)
Tenemos
como una sensación de insatisfacción constante en donde pensamos que siempre
podemos hacer más, tener más, ser más.
Pero
al mismo tiempo, agotados por el trajín diario, dormimos y nos ausentamos de
nuestra vida unas 6 a 9 hs. ¿qué pasa ese tiempo en que perdemos el control de
la vida, de lo que pasa a nuestro alrededor? Simplemente nos despertamos de
mañana, y si tenemos la costumbre de escuchar la radio o la televisión, nos
enteramos de cosas que pasaron mientras dormíamos. ¡Ni hablar cuando nos agarra
una buena gripe y desaparecemos durante un par de días!
Si
logramos leer nuestra vida con sabiduría, nos vamos a dar cuenta de que en esas
ausencias, todo sigue su rumbo, no se cae el mundo, las cosas siguen, aún sin
nosotros. Y esto es porque a pesar de nuestro orgullo y de sentirnos hacedores
de nuestras vidas, hay alguien por encima de nosotros que nunca se ausenta ni
se enferma: nuestro Dios todopoderoso, pero padre y madre cariñoso a la vez,
que vela por cada uno de nosotros y no permite que nos pase nada.
¿No
es bueno descubrir que Dios se ocupa de nuestras cosas, que no vale la pena
perder la salud y la vida por querer alcanzar todo? ¿No es bueno darnos cuenta
que este estado de insatisfacción constante no es un problema nuestro sino algo
planificado desde una sociedad de consumo que necesita de personas
insatisfechas e infelices? ¿No es bueno darme cuenta de que si llevo una vida
en Jesús ya no existe insatisfacción sino plenitud y alegría, porque Cristo lo
llena todo?
Dios
bendice nuestras vidas, y si trabajamos para su reino ¡mejor todavía! Hará
crecer las semillas que sembremos.
¡Es
tan bueno saber que detrás de todo nuestro esfuerzo, de nuestro trabajo, de
nuestros compromisos, Dios no va bendiciendo y cuidando! ¡Gracias, Señor, por
tu poder y todo tu amor! Amén.
Querido
Jesús, a través de la parábola de la semilla me hiciste entender que todo lo
que haga por mi vida y la de los demás es sólo una pequeña parte, que Dios es
quien bendice y permite que las cosas ocurran. Dios tiene el poder y yo estoy
en sus manos, y esa vulnerabilidad me hace fuerte porque sé que aunque es muy
poco lo que puedo hacer, Dios se ocupa del resto. ¡Muchas gracias, Jesús, por
hacerme entender esto y liberarme de la presión y de la carga que la sociedad
consumista intenta ponerme! En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu
Santo. Amén.
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