viernes, 28 de octubre de 2011

30 de Octubre

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:


Salmo 131


“Mi Señor, no se ha envanecido mi corazón
ni mis ojos se enaltecieron;
ni anduve en grandezas
ni en cosas demasiado sublimes para mí.


En verdad me he comportado y he acallado mi alma
como un niño destetado de su madre.
¡Como un niño destetado está mi alma!


Espera, Israel, en mi Señor,
desde ahora y para siempre.
Amén.


Curiosidades


¿Qué son las filacterias?


El nombre “filacteria”, que viene del griego, significa “medio de protección” o “amuleto”. El judío habla de tefillá que significa “plegaria”. Representan la interpretación, por parte de los piadosos, de Ex.13:9,16; Dt.6:8; 11:18. La forma actual adquirió estabilidad ya en los primeros años del s.II d.C., y consiste en dos cubos, huecos hechos de piel de animales limpios, de 1,25 a 4 cm. de lado. La que se usaba en la cabeza estaba dividía en cuatro compartimentos iguales; la que es para la mano no tiene divisiones. En ella se colocaban cuatro pasajes de Ex.13:1-10; 13:11-16; Dt.6:4-9; 11:13-21, escritos a mano sobre pergamino. Las filacterias tiene correas de cuero mediantes las que los hombres se las atan en la mano izquierda y el centro de la frente antes de las plegarias matutinas, ya sea en la casa o en la sinagoga, excepto en el día de reposo y en las grandes fiestas. Tanto las filacterias como las correas son invariablemente de color negro.

No hay mención de ellas en el A.T., y parece que los samaritanos no las conocieron. La LXX toma los pasajes en que se basa esta costumbre como claramente metafóricos. Al parecer la Carta de Aristeas menciona solamente la del brazo, y Filón la de la cabeza.

Tanto la aclaración talmúdica un tanto posterior de que no las usaba la gente común, como el hecho de que no las mencionan los escritores paganos, indican que en la época de Cristo todavía las usaba una minoría de las personas. Podemos estar seguros de que todos los fariseos las usaban, no meramente durante la plegaria matutina sino durante las horas de luz. Su posterior restricción al momento de las plegarias se debió al hecho de que ofrecían una indicación demasiado evidente para reconocimiento de los judíos en tiempos de persecución. No hay razón para pensar que hayan sido usadas ya sea por Cristo o sus discípulos. Hasta la condenación en Mt.23:5, sugiere la tentación para los ultra piadosos de recalcar su adhesión a una costumbre que sólo lentamente fue ganándose un lugar. Su uso se hizo universal antes de la finalización del s.IId.C.

El judío ortodoxo interpreta su uso de un modo altamente espiritual. Esto lo demuestra la meditación que debe hacerse mientras se las pone, meditación que aparece muy al comienzo del servicio matutino en cualquier libro de oraciones judaico corriente.


Evangelio


Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:


Mateo 23:1-12


“Entonces habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo:

«En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos. Así que, todo lo que les digan que guarden, guárdenlo y háganlo; pero no hagan conforme a sus obras, porque dicen, pero no hacen. Atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas. Antes bien, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres, pues ensanchan sus filacterias y extienden los flecos de sus mantos; aman los primeros asientos en las cenas, las primeras sillas en las sinagogas, las salutaciones en las plazas y que los hombres los llamen: "Rabí, Rabí".

»Pero ustedes no pretendan que los llamen "Rabí", porque uno es su Maestro, el Cristo, y todos ustedes son hermanos. Y no llamen padre de ustedes a nadie en la tierra, porque uno es su Padre, el que está en los cielos. Ni sean llamados maestros, porque uno es su Maestro, el Cristo. El que es el mayor de ustedes sea su siervo, porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.” Amén.


Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:


Siempre me llama la atención que la humildad se relaciona mayormente con la pobreza. De esa manera se dice que una persona tiene una vida humilde, o una casa o que viene de un hogar humilde cuando en realidad se está hablando de pobre o de pocos o escasos recursos económicos. Pero no necesariamente lo pobre es humilde. La humildad no es pobreza.

Alguien humilde es alguien que no se jacta de nada, a pesar de que lo podría hacer por su conocimiento o su dinero o jerarquía. El humilde no se fija en esas cosas sino que justamente lo que tiene o lo que es lo utiliza a favor de quien no se encuentra en esa situación. Justamente las palabras de Jesús hablan de esto.

La persona humilde es aquella que es sencilla a pesar de su dinero, que no necesita hablar con palabras difíciles para demostrar su conocimiento, es aquella que no busca demostrar nada, que sólo vive brindándose a los demás, practicando el amor al prójimo.

La impresión que siempre tengo con este mal uso de la palabra, esto es utilizar la palabra humilde como un sinónimo de pobreza, es esquivar la realidad de que justamente la humildad es una de las virtudes muy poco extendidas entre nosotros.

La humildad nada tiene que ver con una baja autoestima, ni con una apariencia débil. La humildad es una de las virtudes que más distinguen a Jesús, quien siendo Hijo de Dios, bajó a la tierra y se hizo una persona entre nosotros para experimentar en carne propia nuestras limitaciones y luego levantarnos al nivel de hijos e hijas de Dios.

Pero todo esto de ninguna manera tiene que ser para sentirnos mejores que otros, sino para estar al servicio de los demás, para de esa manera, dar a conocer a nuestro Dios, un Dios humilde, que no le gustan las apariencias ni los espectáculos.

Es difícil todo esto dentro de una sociedad en donde la humildad y el “perfil bajo” no es la moneda corriente, en donde hay personas que por aparentar son capaces de vivir endeudados hasta la coronilla. Pero no es imposible. Las palabras de Jesús son un buen respaldo: “…ustedes no pretendan que los llamen "Rabí", porque uno es su Maestro, el Cristo, y todos ustedes son hermanos. Y no llamen padre de ustedes a nadie en la tierra, porque uno es su Padre, el que está en los cielos. Ni sean llamados maestros, porque uno es su Maestro, el Cristo. El que es el mayor de ustedes sea su siervo.

La humildad no es pobreza, todo lo contrario: es riqueza, es amor al prójimo y sobre todo el reconocimiento claro de que sólo es grande y poderoso. Ser humilde es reconocer simplemente la condición de ser humano con todas las limitaciones que esto tiene. Amén.


Querido Jesús ¡cómo me cuesta ser humilde, reconocer que todo lo que soy y tengo te pertenece! Ayudame a cambiar, a reconocer que Dios me ha creado y me ha dado la posibilidad de ser y tener lo que soy, que estoy en sus manos. Ayudame a seguirte, que seas un ejemplo para mí. Ayudame a despojarme de mí misma y brindar todos mis dones a lo demás. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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