viernes, 1 de julio de 2011

3 de Julio

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:


Salmo 145


“Te exaltaré mi Dios, oh Rey,
y bendeciré Tu nombre eternamente y para siempre.
Todos los días te bendeciré,
y alabaré Tu nombre eternamente y para siempre.
Grande es el mi Señor, y digno de ser alabado en gran manera,
y Su grandeza es inescrutable.


Una generación alabará Tus obras a otra generación,
y anunciará Tus hechos poderosos.
En el glorioso esplendor de Tu majestad,
y en Tus obras maravillosas meditaré.


Los hombres hablarán del poder de Tus hechos portentosos,
y yo contaré Tu grandeza.
Ellos proclamarán con entusiasmo la memoria de Tu mucha bondad,
y cantarán con gozo de Tu justicia.

Clemente y compasivo es el mi Señor,
lento para la ira y grande en misericordia.
Mi Señor es bueno para con todos,
y su compasión, sobre todas Sus obras.

Mi Señor, Tus obras todas Te darán gracias,
y Tus santos Te bendecirán.
La gloria de Tu reino dirán,
y hablarán de Tu poder,

Para dar a conocer a los hijos de los hombres

Tus hechos poderosos
y la gloria de la majestad de Tu reino.
Tu reino es reino por todos los siglos,

y Tu dominio permanece por todas las generaciones.

Mi Señor sostiene a todos los que caen,
y levanta a todos los oprimidos.

A Ti miran los ojos de todos,
y a su tiempo Tú les das su alimento.
Abres Tu mano,
y sacias el deseo de todo ser viviente.

Justo es el mi Señor en todos Sus caminos,
y bondadoso en todos Sus hechos.
Mi Señor está cerca de todos los que Lo invocan,
De todos los que Lo invocan en verdad.

Cumplirá el deseo de los que Le temen,
también escuchará su clamor y los salvará.
Mi Señor guarda a todos los que Lo aman,
pero a todos los impíos destruirá.

Mi boca proclamará la alabanza de mi Señor;
y toda la humanidad bendecirá Su santo nombre

eternamente y para siempre.” Amén.


Curiosidades


¿Qué instrumentos se utilizaban en el Oriente Medio?


La música en Israel era un elemento inseparable del culto. En la Biblia, en el Pentateuco podemos ver el caso de Labán, quien reprocha a Jacob por haber partido el canoón con los suyos a escondidas sin haberse despedido con alegría, cantores, etc. En el Génesis se citan varios instrumentos musicales, como: el kinno, de cuerdas, y el ougob, de viento.

En Israel se utilizaron instrumentos de viento pertenecientes a la familia de las flautas. Entre ellos, cabe destacar el “ougob” (citado en el libro del Génesis), la flauta simple (“ugabo tedil”) y el cuerno de carnero (“schofar”). En el libro del Éxodo aparece el canto oral: Cantemus dominio: compuesto por Moisés (al pisar tierra firme después de cruzar el Mar Rojo), fue cantado por la Iglesia cristiana.

También podemos encontrar instrumentos de Cuerda: las lisas, y cítaras. La cítara es un instrumento de cuerda que se sostiene sobre las rodillas, en una mesa y que se puntea. Algunas cuerdas pueden ser pisadas (como en la guitarra actual) y otras tienen altura fija y son usadas para acompañamiento. El nebel o salterio de 13 cuerdas pertenece también a este grupo. Jerónimo, traductor de la Vulgata, explica que en estos instrumentos la caja de resonancia estaba en la parte superior. De ser así, el arpa de los hebreos se habría parecido al arpa asiria de la figura superior derecha. Su caja de resonancia era redondeada y estaba totalmente recubierto de cuero, por lo cual, según las fuentes rabínicas judías, este instrumento recibió el nombre de nébel, que en hebreo significa "odre". Las mismas fuentes nos informan que las cuerdas del nébel eran más numerosas y más grandes que las de la lira. En consecuencia, el sonido debía ser más grave.

Josefo, al escribir en el siglo I DC, afirma que este instrumento tenía 12 cuerdas que se tocaban con los dedos. Todas estas observaciones indican que el nébel de los hebreos sin duda era un instrumento muy similar al arpa. Al estudiar los textos bíblicos que se refieren a este instrumento, se nota que el nébel se usaba casi exclusivamente con fines religiosos.

Uno de los instrumentos característicos es el cuerno de carnero o schofar, fabricado con el cuerno de un animal puro o kosher, como el carnero, cabra, antílope o gacela. Se utiliza en varias fiestas judías, así como en algunos servicios religiosos cristianos. Este instrumento de viento es uno de los más antiguos conocidos por el hombre, usado desde hace más de 4.000 años. Se fabrica vaciando el interior de los cuernos de ciertos animales, prefiriéndose los que más curvatura posean. En el Año Nuevo Judío (Rosh Hashaná) y el Día del perdón (Yom Kipur) se toca el shofar durante la ceremonia de rezo y al final del rezo de Neila, solo una vez.

También tenían instrumentos de percusión como tambores y címbalos, consistente en un disco circular cóncavo de metal, su centro está agujereado para, en caso de los platos chocados, dejar pasar una correa de cuero o de piel, cuya función es servir de asas o abrazaderas, y fijadas por su parte trasera. Y finalmente las castañuelas, formadas por dos pequeños trozos de madera (de castaño, palo santo, granadillo,...), en forma de hoyo, perforados, unidos con un cordón ornamental, (en la antigüedad fabricadas con tendones de cerdo o de caballo), que se coloca alrededor del dedo gordo. Sus partes constan de la concha que es la parte principal donde se suceden las resonancias, los labios donde golpean los labios que limitan con la concha, que al golpear los opuestos generan ruidos, el punto que es el lugar donde el radio de la castañuela llega en su extremo inferior en el eje vertical, la oreja o besuña donde van atados los tendones o sogas que unen ambas caras de la castañuela y finalmente el corazón o himen central cóncavo que es la cara interna de la castañuela. Los tonos de los pares son distintos: el más bajo se llama macho y el más alto hembra.


Evangelio


Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:


Mateo 11:16-30


“Pero, ¿con qué compararé a esta generación? Es semejante a los muchachos que se sientan en las plazas, que dan voces a los otros, y dicen:

‘Les tocamos la flauta,

y no bailaron;

entonamos cantos fúnebres,

y no se lamentaron.’

Porque vino Juan que no comía ni bebía, y dicen: ‘Tiene un demonio.’ Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: ‘Miren, un hombre glotón y bebedor de vino, amigo de recaudadores de impuestos y de pecadores.’ Pero la sabiduría se justifica por sus hechos.”

Entonces Jesús comenzó a reprender a las ciudades en las que había hecho la mayoría de sus milagros, porque no se habían arrepentido: “¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si los milagros que se hicieron en ustedes se hubieran hecho en Tiro y en Sidón, hace tiempo que se hubieran arrepentido en mortificación y ceniza. Por eso les digo que en el día del juicio será más tolerable el castigo para Tiro y Sidón que para ustedes. Y tú, Capernaúm, ¿acaso serás elevada hasta los cielos? ¡Hasta el Hades descenderás! Porque si los milagros que se hicieron en ti se hubieran hecho en Sodoma, ésta hubiera permanecido hasta hoy. Sin embargo, les digo que en el día del juicio será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma que para ti.”

En aquel tiempo, Jesús dijo: “Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a sabios e inteligentes, y las revelaste a los niños. Sí, Padre, porque así fue de tu agrado. Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni nadie conoce al Padre, sino el Hijo, y aquél a quien el Hijo se lo quiera revelar.

“Vengan a mí, todos los que están cansados y cargados, y yo los haré descansar. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que yo soy manso y humilde de corazón, y hallarán descanso para sus almas. Porque mi yugo es fácil y mi carga ligera.” Amén.


Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:


Es raro pensar que alguien esté dispuesto a compartir la carga hoy día. Estar dispuesto a escuchar, a ver qué se puede hacer, a aliviar a otra persona que se siente agobiada y agotada.

Sobre todo si te ponés a pensar cómo estamos todos hoy: recargados de trabajo, obligaciones, cuentas para pagar y hasta a veces con deudas que no sabemos cómo las vamos a pagar.

¿No será que somos nosotros mismos los que nos hemos recargado de semejante manera? ¿No será que somos nosotros que nos dejamos atrapar por la sociedad de consumo que me necesita a mí y a vos para que la rueda siga girando?

Te invito a que pienses y te contestes ¿cuántas de las cosas que comprás o consumís con realmente necesidades? ¿qué cosas de las que te preocupan y agobian tienen solución o dependen de vos directamente?

Seguramente cuando empezás a seleccionar te vas a dar cuenta de que la mayoría de tus problemas y obligaciones te las has impuesto vos mismo: porque buscás mejorar tu estándar de vida, porque buscás competir o tener lo que tiene otro, porque tenés miedo de decirle a tus hijos: “no, esto no te lo puedo pagar o no me alcanza para esto o aquello”, porque en el fondo tenés miedo también de que al transmitirle otros valores que nada tienen que ver con el dinero se ria de vos y te diga “el mundo se mueve por el dinero”.

Animate a cambiar el curso de tu vida y de esta manera también el de las personas que te rodean. Mejorá tu calidad de vida apostando a la vida y no a lo material o el prestigio social. Nadie se lleva nada de esta tierra, todo queda acá, pero Jesús te ofrece una vida diferente en donde vos sos valioso por vos mismo. Él te ayuda a llevar las cargas que te agobian y te enseña a cambiar tu estilo de vida y tus prioridades. Vos sólo tenés que confiar y descansar en él. ¿No está bueno? ¡Aprovechá la oportunidad! Amén.


Querido Jesús, gracias por tu gran amor, gracias porque siempre estás conmigo y porque me animás a vivir una vida diferente a la que me empuja la sociedad. Te lo digo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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