viernes, 24 de junio de 2011

26 de Junio

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:


Salmo 89:1-19.39-53


“El amor de mi Señor por siempre cantaré,

de edad en edad anunciará mí boca tu lealtad.

Pues tú dijiste: «Cimentado está el amor por siempre,

asentada en los cielos mi lealtad.


«Una alianza pacté con mi elegido,

un juramento hice a mi siervo David:

Para siempre jamás he fundado tu estirpe,

de edad en edad he erigido tu trono.»


Los cielos celebran, mi Señor, tus maravillas,

y tu lealtad en la asamblea de los santos.

Porque ¿quién en las nubes es comparable a mi Señor,

quién a mi Señor se iguala entre los hijos de los dioses?


Dios temible en el consejo de los santos,

grande y terrible para toda su corte.

Mi Señor, Dios Sebaot, ¿quién como tú?,

poderoso eres, mi Señor, tu lealtad te circunda.


Tú domeñas el orgullo del mar,

cuando sus olas se encrespan las reprimes;

tú machacaste a Ráhab lo mismo que a un cadáver,

a tus enemigos dispersaste con tu potente brazo.


Tuyo es el cielo, tuya también la tierra,

el orbe y cuanto encierra tú fundaste;

tú creaste el norte y el mediodía,

el Tabor y el Hermón exultan en tu nombre.


Tuyo es el brazo y su bravura,

poderosa tu mano, sublime tu derecha;

Justicia y Derecho, la base de tu trono,

Amor y Verdad ante tu rostro marchan.


Dichoso el pueblo que la aclamación conoce,

a la luz de tu rostro caminan, oh mi Señor;

en tu nombre se alegran todo el día,

en tu justicia se entusiasman.


Pues tú eres el esplendor de su potencia,

por tu favor exaltas nuestra frente;

sí, de mi Señor nuestro escudo;

del Santo de Israel es nuestro rey…


…Pero tú has rechazado y despreciado,

contra tu ungido te has enfurecido;

has desechado la alianza con tu siervo,

has profanado por tierra su diadema.


Has hecho brecha en todos sus vallados,

sus plazas fuertes en ruina has convertido;

le han saqueado todos los transeúntes,

se ha hecho el baldón de sus vecinos.


A sus adversarios la diestra has exaltado,

a todos sus enemigos has llenado de gozo;

has embotado el filo de su espada,

y no le has sostenido en el combate.


Le has quitado su cetro de esplendor,

y su trono por tierra has derribado;

has abreviado los días de su juventud,

le has cubierto de ignominia.


¿Hasta cuándo te esconderás, mi Señor?

¿arderá tu furor por siempre como fuego?

Recuerda, Señor, qué es la existencia,

para qué poco creaste a los hijos de Adán.

¿Qué hombre podrá vivir sin ver la muerte,

quién librará su alma de la garra del seol?


¿Dónde están tus primeros amores, Señor,

que juraste a David por tu lealtad?

Acuérdate, Señor, del ultraje de tus siervos:

cómo recibo en mi seno todos los dardos de los pueblos;

así ultrajan tus enemigos, mi Señor,

así ultrajan las huellas de tu ungido.

¡Bendito sea mi Señor por siempre!

¡Amén! ¡Amén!” Amén.


Curiosidades


¿Cómo eran las espadas que se usaban en los tiempos de Jesús?


Una de las espadas que se usaban en los tiempos de Jesús era el gladius. Gladius es el término romano utilizado para designar la espada. Hoy en día se aplica a la típica espada de la Antigua Roma utilizada por las legiones. Tenía una longitud aproximada de medio metro (aunque se podían hacer a medida del usuario) y una hoja recta y ancha de doble filo.

De gladius deriva la palabra gladiador.

Las gladius romanas fueron adaptadas de las cortas espadas usadas por los mercenarios celtíberos (gladius hispaniensis) al servicio de Aníbal, durante las guerras púnicas. Éstas eran del tipo de las denominadas falcatas ibéricas o de las espadas "de antenas" celtíberas; muy prácticas para los ataques de iniciativa, ya que al ser cortas y ligeras se podía lanzar un ataque con gran rapidez, en especial estocadas, para lo que tenían una larga punta. También podían usarse dando tajos, lo cual muchas veces no servía de mucho ya que el enemigo podía llevar una cota de malla; si se daba el caso de que tuvieran que dar un tajo tenían doble filo. La gladius constituyó una mejora de la falcata por el cambio de metal, que la hacía más ligera. La gladius está diseñada para ataques rápidos de estocada. Esto era muy práctico, ya que el legionario romano que llevaba la espada se resguardaba tras un scutum; una vez que el enemigo descargaba inútilmente su golpe sobre el escudo o armadura del romano, o se disponía a hacerlo, el romano lanzaba una rápida estocada con su ágil gladius, apuñalando y matando al rival. Originalmente, los romanos usaron un tipo de características muy similares al original ibérico, con doble filo y una larga punta, capaz con una estocada vigorosa de penetrar cotas de malla. Pero fue evolucionando a formas más simples, hasta llegar al modelo "pompeya". Este modelo es de hoja totalmente recta, y la punta es más corta. Se especula que esto es así porque, al no usar los enemigos bárbaros de Roma casi nunca armadura, bastaba con una punta más corta y que corría menos riesgo de "atascarse" en las costillas de la víctima al empalarla. Pero el motivo más probable es sencillamente que resultaban más simples y por tanto más rápidas y baratas de fabricar.

Variaciones de la gladius:

- Hispaniensis: La más antigua y la anterior al uso romano, fue usada originalmente por los celtíberos y otras tribus iberas durante las Guerras Púnicas, y fueron tan eficaces que los romanos decidieron adoptarlas tiempo después.

- Maguncia: La gladius modelo maguncia es similar a la hispaniensis, tanto que muchos expertos consideraron que estas eran del mismo modelo, pero la adaptación de esta a las necesidades y al estilo de lucha de los romanos, la hacen distinta de la modelo hispaniensis.

- Pompeii: Es probablemente el modelo más conocido de la gladius, esta versión fue evolucionando según la manera de hacer la guerra de Roma, destacaba por tener una hoja más corta, de hoja más acinturada y con variaciones en la empuñadura.

Técnica de la gladius:

La gladius era una espada excelente para las formaciones romanas en la época en la que estuvo en uso. Su cruce de la hoja le daba una forma perfecta para ser alineada con el codo, formando un ángulo de 90º. Se usaba junto al popular Scutum (escudo), los legionarios romanos daban veloces y cortas estocadas con sus gladius, causando serias y probablemente mortales heridas en abdomen, estómago, pecho y pubis.

Una de las guerras donde la eficacia de la gladius fue atestiguada, fue en la Guerra de las Galias, donde los soldados romanos de Julio César podían atacar de forma escalonada y sincronizar las filas para reemplazar a los cansados y heridos por los soldados frescos de la retaguardia. Aunque la gladius también era eficaz si el enemigo trataba de romper el flanco de la cohorte.


Evangelio


Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:


Mateo 10:34-42


“«No piensen que he venido a traer paz a la tierra. No he venido a traer paz, sino espada. Sí, he venido a enfrentar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; y enemigos de cada cual serán los que conviven con él.

«El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí. El que no toma su cruz y me sigue detrás no es digno de mí. El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará.

«Quien a ustedes recibe, a mí me recibe, y quien me recibe a mí, recibe a Aquel que me ha enviado.

«Quien reciba a un profeta por ser profeta, recompensa de profeta recibirá, y quien reciba a un justo por ser justo, recompensa de justo recibirá.

«Y todo aquel que dé de beber tan sólo un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños, por ser discípulo, les aseguro que no perderá su recompensa.»” Amén.


Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:


Es extraño pensar que como cristianos no tenemos un lugar sagrado. Si observamos las demás religiones todas tienen sus lugares sagrados, reservados para los “elegidos”. Esos lugares “sagrados” generalmente tienen que ver con algún personaje que fue más que las demás personas: un profeta, un líder, alguien con poderes divinos…

Nosotros, los cristianos, no tenemos un lugar sagrado: ni el templo, ni el lugar en donde Jesús nació o caminó… ningún lugar es para “los elegidos”.

Es verdad que algunos grupos de cristianos se empecinan en tener su lugar sagrado, hasta alguno pretender que el templo sea la “casa de Dios”, y por esa razón hay cosas que no se pueden hacer en ese espacio, y así, sin niños de corran y griten, sin jóvenes ruidosos, sin poder compartir una comida o tal vez bailar, los templos van quedando vacíos.

Los cristianos no tenemos lugares sagrados, el mundo es sagrado y todo lo que en él habita. En cada persona con la que nos cruzamos está Jesús, él habita en cada uno de nosotros, por lo que esto quiere decir que Dios está dentro de cada uno de nosotros. Por eso es que el recibir, el ayudar, el consolar a otra persona es como hacerlo con el mismo Jesús. Y ahí está la clave de nuestra fe.

El amor hacia la humanidad, el hacernos cargo del sufrimiento de de las injusticias en el mundo es reconocer que en cada persona necesitada está Jesús, suplicando que hagamos algo.

Para los cristianos no hay un lugar sagrado, el mundo todo es sagrado y Jesús nos está llamando a hacernos cargo y salir de nuestro encierro y comodidad para estar listos para ayudar, para acompañar, para entregar nuestras vidas por quien dio su Vida por nosotros. Amén.


Querido Jesús, perdoname porque me resulta más fácil tener un lugar sagrado, así cuando salgo de ahí puedo seguir mi vida sin cuestionamientos. Ayudame a darme a los demás, estar atenta a las necesidades de las personas que me rodean, a cuidar mi entorno. Sé que a veces me da pereza y otras temor, pero no puedo esquivar esta responsabilidad que me has dado a partir de conocerte y entregarte mi corazón, por eso ayudame a entregar mi vida al servicio del otro. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario