viernes, 25 de marzo de 2011

26 de Marzo

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 95

¡Vengan, aclamemos alegremente a mi Señor!
¡Cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación!

¡Lleguemos ante su presencia con alabanza!
¡Aclamémoslo con cánticos!,


porque mi Señor es Dios grande,
el gran Rey sobre todos los dioses.

En su mano están las profundidades de la tierra
y las alturas de los montes son suyas.

Suyo también el mar, pues él lo hizo,
y sus manos formaron la tierra seca.


Vengan, adoremos y postrémonos;
arrodillémonos delante de mi Señor, nuestro hacedor,

porque él es nuestro Dios;
nosotros, el pueblo de su prado
y ovejas de su mano.
Si oyen hoy su voz,


«No endurezcan sus corazones, como en Meriba,
como en el día de Masah en el desierto,

donde me tentaron sus padres,
me probaron y vieron mis obras.


Cuarenta años estuve disgustado con la nación,
y dije: "Es pueblo que divaga de corazón
y no han conocido mis caminos".

Por tanto, juré en mi furor
que no entrarían en mi reposo».”
Amén.

Curiosidades

¿Qué era un pozo y para qué se utilizaba en los tiempos bíblicos?

Había varios tipos de pozo:

* Una excavación artificial practicada para alcanzar el agua subterránea, por filtración o acumulación, mientras que el manantial es obra de la naturaleza. En la Biblia la confusión en cuanto a la terminología se debe a una confusión igual en las lenguas modernas en siglos pasados.

* Una excavación practicada en la tierra para llegar a un manantial subterráneo natural: fusión de conceptos cuando los términos podían intercambiarse correctamente. Existe una suposición aceptable según la cual el pozo del que sacaba agua Rebeca era de este tipo, como también el pozo de Jacob en Siquem, donde Jesús se encontró con la mujer samaritana. Esto explicaría satisfactoriamente la desconcertante alternación de los vocablos en los dos pasajes mencionados.

* Una cisterna o foso, grande o pequeño, público o privado, para juntar agua de lluvia. El pozo de Belén probablemente constituye este ejemplo.

* Un foso, seco o con arcilla fangosa, usado como calabozo, para el que se emplea la misma palabra hebrea. Las loas al pozo de agua viva en las canciones populares se reflejan en el libro de Números.

En las regiones áridas del Este el agua puede convertirse en elemento tan preciado como el oro. Los pozos eran, y siguen siendo, tema de violentas disputas, e incluso de contiendas. Se consideraban hereditarios, y ya eran explotados por monopolios humanos cuando todavía no se lo hacía con las tierras.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Juan 4:4-42

“Y le era necesario pasar por Samaria.

Fue, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a su hijo José. Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del viaje, se sentó junto al pozo. Era como la hora sexta. Llegó una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: ‘Dame de beber’. Pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar alimentos. La mujer samaritana le dijo: ‘¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? (porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí.) Respondió Jesús y le dijo:

‘Si conocieras el don de Dios,

y quién es el que te dice:

"Dame de beber",

tú le pedirías,

y él te daría agua viva.’

La mujer le dijo: ‘Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva? ¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados? Jesús le contestó:

Cualquiera que beba de esta agua

volverá a tener sed;

pero el que beba del agua que yo le daré

no tendrá sed jamás,

sino que el agua que yo le daré

será en él una fuente

de agua que salte para vida eterna.

La mujer le dijo: ‘Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed ni venga aquí a sacarla.’ Jesús le dijo: ‘Ve, llama a tu marido, y ven acá.’ Respondió la mujer y dijo: ‘No tengo marido.’ Jesús le dijo: ‘Bien has dicho: "No tengo marido", porque cinco maridos has tenido y el que ahora tienes no es tu marido. Esto has dicho con verdad.’ Le dijo la mujer: ‘Señor, me parece que tú eres profeta. Nuestros padres adoraron en este monte, pero ustedes dicen que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar.’ Jesús le dijo:

‘Mujer, créeme que la hora

viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén

adorarán al Padre.

Ustedes adoran lo que no saben; nosotros adoramos lo que sabemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad,

porque también el Padre tales adoradores

busca que lo adoren.

Dios es Espíritu,

y los que lo adoran,

en espíritu y en verdad es necesario que lo adoren.’

Le dijo la mujer: ‘Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas.’ Jesús le dijo: ‘Yo soy, el que habla contigo.’

En esto llegaron sus discípulos y se asombraron de que hablara con una mujer; sin embargo, ninguno dijo: «¿Qué preguntas?» o «¿Qué hablas con ella?» Entonces la mujer dejó su cántaro, fue a la ciudad y dijo a los hombres: ‘Vengan, vean a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será este el Cristo?’ Entonces salieron de la ciudad y vinieron a él.

Entre tanto, los discípulos le rogaban, diciendo: ‘Rabí, come.’ Él les dijo: ‘Yo tengo una comida que comer, que ustedes no saben.’ Entonces los discípulos se decían entre sí: ‘¿Le habrá traído alguien de comer?’ Jesús les dijo:

‘Mi comida

es que haga la voluntad del que me envió

y que acabe su obra.

¿No dicen ustedes:

"Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega"?

Yo les digo:

‘Alcen sus ojos y miren los campos,

porque ya están blancos para la siega.

Y el que siega recibe salario

y recoge fruto para vida eterna,

para que el que siembra se goce juntamente con el que siega.

En esto es verdadero el dicho:

"Uno es el que siembra y otro es el que siega".

Yo los he enviado a segar

lo que ustedes no labraron;

otros labraron

y ustedes han entrado en sus labores.’

Muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por la palabra de la mujer, que daba testimonio diciendo: «Me dijo todo lo que he hecho». Entonces vinieron los samaritanos a él y le rogaron que se quedara con ellos, y se quedó allí dos días. Muchos más creyeron por la palabra de él, y decían a la mujer: ‘Ya no creemos solamente por lo que has dicho, pues nosotros mismos hemos oído y sabemos que verdaderamente este es el Salvador del mundo, el Cristo.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Una mujer osada que se animó a decir lo que pensaba. Ésa era la mujer samaritana. Y eso llama la atención en unos tiempos en donde las mujeres no éramos escuchadas ni teníamos ningún derecho. Pero Jesús la escucha y discute con ella acerca de la vida y del sentido de la vida. Jesús la valora como persona.

Hoy día las mujeres vivimos otra realidad, al menos en esta parte del planeta. Una realidad en donde en la teoría tenemos los mismos derecho que los hombres… pero no quiero hablar sobre eso hoy. Quiero hablar sobre la osadía, la valentía de la mujer que busca ser respetada y escuchada.

Mi madre siempre me decía que los derechos hay que ganárselos al igual que la confianza, en el sentido de que somos nosotras las que de alguna manera permitimos que en nuestra sociedad seamos escuchadas y respetadas. A veces miro con tristeza cómo hay mujeres que aceptan felizmente ser cosificadas en los programas de televisión, pero también en otras instancias. Y digo felizmente, porque lo que ellas buscan es un reconocimiento, una fama, ser “alguien”. Pero el camino que eligen es el mismo que las va a descartar como un pañuelo de papel usado.

Como mujer me entristece que a veces sean modelos para niñas y jovencitas que miran su cuerpo como un producto para mostrar y vender, y lo hacen sin saber, sin darse cuenta de lo que eso implica. Si miramos las fotos que suben a su facebook, fotos muy sexis, provocadoras, pero nada tienen que ver ni con la edad ni con la vida de esa pequeña. Ellas juegan un juego peligroso, un juego en donde tienen más que perder que ganar.

Hoy, a través de esta mujer que ocupa un capítulo del evangelio de Juan, de la que no sabemos el nombre, pero sí que se respetaba a sí misma y se hacía respetar, deseo mostrar otro modelo de mujer. La que yo aspiro ser y que quiero que mis hijas y nietas también aspiren. Una mujer osada, parada sobre sus pies y haciéndose se escuchar porque su conducta así lo permite. Amén.

Querido Jesús, sé que la sociedad busca imponer un modelo de mujer hueca y de cuerpo escultural y que tal vez lo que yo diga y opine no tiene el encanto de las luces de las candilejas, pero igualmente te pido que las jovencitas me escuchen y que se fijen en los modelos de mujer en donde el respeto hacia sí mismas es lo que resalta. Sé que parece un camino más fácil y remunerativamente muy bueno, pero ayudalas a que no caigan en esas redes perversas. Danos fuerzas a las mujeres que ya somos adultas para que no sigamos la corriente de la juventud eterna y que seamos modelos para las mujeres futuras. Sólo así vamos a poder luchar en contra de todo ese negocio en donde las mujeres somos las más afectadas. Te lo pido a vos que junto al Padre reinas con el Espíritu Santo por toda la eternidad. Amén.

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