viernes, 22 de octubre de 2010

24 de Octubre

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 34

“Bendeciré a mi Señor en todo tiempo,
sin cesar en mi boca su alabanza;
en mi Señor mi alma se gloría,
¡óiganlo los humildes y se alegren!
Engrandezcan conmigo a mi Señor,
ensalcemos su nombre todos juntos.
He buscado a mi Señor, y me ha respondido:
me ha librado de todos mis temores.

Los que miran hacia él, refulgirán:
no habrá sonrojo en su semblante.
Cuando el pobre grita, mi Señor oye,
y le salva de todas sus angustias.
Acampa el ángel de mi Señor
en torno a los que le tem
en y los libra.
Gusten y vean qué bueno es mi Señor,
dichoso el hombre que se cobija en él.
Teman a mi Señor ustedes, santos suyos,
que a quienes le temen no les falta nada.
Los ricos quedan pobres y hambrientos,
mas los que buscan a mi Señor de ningún bien carecen.
Vengan, hijos, óiganme,
el temor de mi Señor voy a enseñarles.
¿Quién es el ser humano que apetece la vida,
deseoso de días para gozar de bienes?
Guarda del mal tu lengua,
tus labios de decir mentira;
apártate del mal y obra el bien,
busca la paz y anda tras ella.

Los ojos de mi Señor sobre los justos,
y sus oídos hacia su clamor,
el rostro de mi Señor contra los malhechores,
para raer de la tierra su memoria.
Cuando gritan aquéllos, mi Señor oye,
y los libra de todas sus angustias;
mi Señor está cerca de los que tienen roto el corazón,
él salva a los espíritus hundidos.
Muchas son las desgracias del justo,
pero de todas le libera mi Señor;
todos sus huesos guarda,
no será quebrantado ni uno solo.
La malicia matará al impío,
los que odian al justo lo tendrán que pagar.
Mi Señor rescata el alma de sus siervos,
nada habrán de pagar los que en él se cobijan.” Amén.

Curiosidades

¿Quiénes eran los fariseos?

Los fariseos siempre fueron un grupo minoritario. Bajo Herodes su número fue algo superior a los 6.000. la posterior acritud en relación al pueblo común evidenciada por muchos pasajes talmúdicos del s.II d.C., indica que la rigurosidad de su interpretación de la ley no tenía ningún atractivo intrínseco. Los apocalípticos tenían poca influencia excepto a través de los zelotes, y su atracción parece haberse manifestado principalmente entre un proletariado desesperado. Los saduceos provenían en su mayoría de los terratenientes acomodados; la tradición talmúdica distingue claramente entre ellos y sus aliados, la casa de Boeto, el clan sumo sacerdotal. S su modo eran tan rigurosos como los fariseos, sólo que aplicaban las leyes y sus tradiciones sin pensar en las consecuencias: dada su riqueza podían aguantarlas. Los fariseos siempre tuvieron en cuenta el interés público. No es mera coincidencia el que Shammai, el fariseo riguroso, procediera de una familia aristocrática y rica, mientras que Hillel era hombre del pueblo. Para el pueblo el atractivo principal de los fariseos era que en su mayoría provenían de la clase media baja y de las mejores capas de artesanos y que, comprendiendo al hombre común, trataban sinceramente de hacer que la ley les resultase llevadera.
Las diferencias las destaca Josefo – la creencia farisea en la inmortalidad del alma, que habría de reencarnarse (reanimar el cuerpo de resurrección), y la anulación del destino (Dios), mientras que los saduceos no creían ninguna de las dos cosas – eran secundarias evidentemente. Fundamentalmente los saduceos consideraban que el culto del templo constituía el centro y el propósito principal de la ley. Los fariseos destacaban el cumplimiento individual de todos los aspectos de la ley, del que el culto era sólo una parte, como la razón de su existencia. Las externas expresaban sus actitudes internas.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Lucas 18:9-14

“Dijo también a algunos que se tenían por justos y despreciaban a los demás, esta parábola: ‘Dos hombres subieron al templo a orar; uno fariseo, otro publicano. El fariseo, de pie, oraba en su interior de esta manera: "¡Oh Dios! Te doy gracias porque no soy como los demás hombres, rapaces, injustos, adúlteros, ni tampoco como este publicano. Ayuno dos veces por semana, doy el diezmo de todas mis ganancias.’ En cambio el publicano, manteniéndose a distancia, no se atrevía ni a alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: ‘¡Oh Dios! ¡Ten compasión de mí, que soy pecador!’ Les digo que éste bajó a su casa justificado y aquél no. Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado." Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Una de las cosas que siempre me han llamado la atención dentro de las diferentes iglesias es la falsa humildad. Y digo falsa porque es aquello que hace que la gente se siente en los asientos de atrás dentro del templo, que hace que las primeras filas estén vacías. Es aquello que hace que las personas adquieran un tono medio meloso y sonrían aunque a veces digas cosas muy duras e hirientes.
En realidad me gustan más las personas que van de frente, como lo hizo Jesús. Lo que sucede es que nadie quiere ser considerado un fariseo, y entonces, bajo una conducta humilde, finalmente caen en lo mismo.
Pero la realidad es que es difícil llevar una vida en el arrepentimiento, una vida en donde, sin perder el autoestima y el amor propio, aceptemos nuestra imperfección. Porque ¿a quién le gusta mostrar o asumir los puntos débiles? ¡A nadie!
Pero ¿sabés qué?
El asumir tu debilidad y tu imperfección, esos vicios o costumbres que no te hacen bien ni a vos ni a los demás, te permite cambiar, superarte. Y de eso se trata la fe cristiana. No de ser perfectos e inmaculados, sino de ser misericordiosos y tolerantes con los demás, partiendo de que tampoco nosotros somos prefectos.
Porque cuando nos mostramos dulces y suaves en todo momento estamos siendo hipócritas, y la hipocresía va en contra de las enseñanzas de Jesús. Quienes se acercaban a él con arrepentimiento y con deseos de cambiar su vida eran los que eran escuchados y sanados.
Partir de la propia realidad es la única manera de salir de lo que se vive, igual que un enfermo sólo sana a partir de un diagnóstico y un tratamiento adecuado.
Hoy Jesús te está diciendo que te asumas con todos tus errores y debilidades y que así él te espera, te ama y te ayuda. Amén.

Querido Jesús, tengo vergüenza de mi orgullo, de un orgullo que no me deja acercarme a ti. Me miento a mí misma diciendo que soy perfecta, que no tengo pecados para confesarte, que me conduzco bien en la vida y que no le hago daño a nadie. No me fijo si herí a alguien sin querer, se me olvidé de alguien, si discriminé a alguien. Siempre justifico mis acciones para convencerme de que no tenía alternativas, que no me quedaba otra, pero sé que no es así. Ayudame a asumir mis errores, mis imperfecciones, mis debilidades, ayudame a asumir que no soy esa persona perfecta que quiero aparentar, vos sabés cómo soy y sé que amás así también. Pero sin un arrepentimiento, sin asumir ciertas cosas nunca voy a poder entregarme por entero a vos. Todo esto te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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