martes, 10 de agosto de 2010

8 de Agosto

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 33

“¡Griten de júbilo, justos, por mi Señor!,
de los rectos es propia la alabanza;
¡den gracias a mi Señor con la cítara,
entonen para él al arpa de diez cuerdas;
cántenle un canto nuevo,
toquen la mejor música en la aclamación!

Pues recta es la palabra de mi Señor,
toda su obra fundada en la verdad;
él ama la justicia y el derecho,
del amor de mi Señor está llena la tierra.

Por la palabra de mi Señor fueron hechos los cielos
por el soplo de su boca toda su tropa.
El recoge, como un dique, las aguas del mar,
en depósitos pone los abismos.

¡Tema a mi Señor la tierra entera,
ante él tiemblen todos los que habitan el orbe!
Pues él habló y fue así,
mandó él y se hizo.

Mi Señor frustra el plan de las naciones,
hace vanos los proyectos de los pueblos;
mas el plan de mi Señor perdura para siempre,
los proyectos de su corazón por todas las edades.
¡Feliz la nación cuyo Dios es mi Señor,
el pueblo que se escogió por posesión!

Mi Señor mira de lo alto de los cielos,
ve a todos los hijos de Adán;
desde el lugar de su residencia observa
a todos los habitantes de la tierra,
él, que forma el corazón de cada uno,
y repara en todas sus acciones.

No queda a salvo el rey por su gran ejército,
ni el bravo inmune por su enorme fuerza.
Vana cosa el caballo para la victoria,
ni con todo su vigor puede salvar.

Los ojos de mi Señor están sobre quienes le temen,
sobre los que esperan en su amor,
para librar su alma de la muerte,
y sostener su vida en la penuria.

Nuestra alma en mi Señor espera,
él es nuestro socorro y nuestro escudo;
en él se alegra nuestro corazón,
y en su santo nombre confiamos.
Sea tu amor, mi Señor, sobre nosotros,
como está en ti nuestra esperanza.” Amén.
Curiosidades

¿Cómo eran las lámparas de aceite que se usaba en los tiempos de Jesús?

En la edad de bronce media encontramos por primera vez pequeñas vasijas abiertas de arcilla con uno o más pequeños labios, que podemos identificar como lámparas. Esta forma simple se siguió usando en toda la edad del hierro, haciéndose más pronunciado el labio. La evolución final se produjo en el período helenístico, en donde el estilo griego de lámpara con borde curvado hacia adentro se fue cerrando completamente, dejando sólo un pequeño orificio central para alimentar el aceite. Estas lámparas se producían en serie con moldes, uno de los cuales formaba la base y el otro la tapa. Las lámparas helenísticas se caracterizaron por tener un cuello largo para la mecha; en el período romano dicho cuello era más corto. A veces se les colocaba pequeñas asas. Frecuentemente los moldes para las tapas tenían impresos motivos florales o de otra índole, y en el período romano, en el que la tapa era ancha y cóncava, con estampas en relieve que aparecen en las lámparas. A partir del s.III d.C. los símbolos cristianos (cruces, peces, alfa y omega) fueron motivos decorativos, mientras que el candelabro de siete brazos caracterizaba a las lámparas judías. La lámpara palestina corriente de la época del evangelio era simple, redonda, con un orifico de llenado con reborde y bastante amplio y un cuello para la mecha inclinado hacia abajo.
Las lámparas se podían tener en la mano, colocar sobre un estante o un pedestal. En la mayor parte de las casas se utilizaba un simple pedestal de madera, pero algunas lámparas de la edad de hierro tenían bases gruesas, o pedestales huecos independientes. Cuando hacía falta mayor iluminación se empleaban lámparas con varias bocas; en Palestina se han encontrado algunas con siete bocas pertenecientes a esa época y de épocas anteriores; muchas lámparas con provisión para múltiples mechas datan de la época de los romanos.
Las lámparas que acabamos de describir utilizaban aceite de oliva no refinado, o sebo, y podían durar encendidas entre 2 y 4 hs., según parece, con un ocasional corte de la mecha, que era de lino u otra fibra. De noche se la podía dejar apagar sola, o se la mantenía encendida.
Las lámparas para exteriores se podían llevar en vasijas cerámicas, aunque cúpula con base plana, asa en la parte superior, y una abertura en un costado para la luz. Así pueden haber sido las “linternas” de Jn.18, aunque también pueden haber sido de forma más compleja en metal. El gr. fanos también puede significar “antorcha”, y este podría ser el sentido aquí.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Lucas 12:32-48

"No temas, pequeño rebaño, porque a su Padre le ha parecido bien darles a ustedes el Reino.
‘Vendan sus bienes y den limosna. Háganse bolsas que no se deterioran, un tesoro inagotable en los cielos, donde no llega el ladrón, ni la polilla; porque donde esté su tesoro, allí estará también su corazón.
‘Estén preparados y las lámparas encendidas, y sean como hombres que esperan a que su señor vuelva de la boda, para que, en cuanto llegue y llame, al instante le abran. Dichosos los siervos, que el señor al venir encuentre despiertos: yo les aseguro que se apretará las ropas, los hará ponerse a la mesa y, yendo de uno a otro, les servirá. Que venga en la segunda vigilia o en la tercera, si los encuentra así, ¡dichosos de ellos! Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora iba a venir el ladrón, no dejaría que le perforasen su casa. También ustedes estén preparados, porque en el momento que no piensan, vendrá el Hijo del hombre.’
Dijo Pedro: ‘Señor, ¿dices esta parábola para nosotros o para todos?’
Respondió el Señor: "¿Quién es, pues, el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su servidumbre para darles a su tiempo su cantidad conveniente? Dichoso aquel siervo a quien su señor, al llegar, encuentre haciéndolo así. De verdad les digo que lo pondrá al frente de toda su hacienda. Pero si aquel siervo se dice en su corazón: ‘Mi señor tarda en venir’, y se pone a golpear a los criados y a las criadas, a comer y a beber y a emborracharse, vendrá el señor de aquel siervo el día que no espera y en el momento que no sabe, lo separará y lo señalará su suerte entre los infieles.
‘Aquel siervo que, conociendo la voluntad de su señor, no ha preparado nada ni ha obrado conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes; el que no la conoce y hace cosas dignas de azotes, recibirá pocos; a quien se le dio mucho, se le reclamará mucho; y a quien se confió mucho, se le pedirá más.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Estar preparado para la muerte. Algo que en palabras es fácil decir, pero cuando se te presenta, la cosa cambia…
Pero ¿qué significa estar preparado, listo?
Hay muchas cosas que dejamos para más adelante: para cuando tengamos tiempo, para cuando tengamos ganas, para cuando nos jubilemos, para cuando tengamos más plata… ¿pero qué pasa si ese tiempo no llega nunca? ¿te quedás sin hacerlo? ¿queda pendiente?
Hay cosas en la vida que nos cuesta enfrentar y que le esquivamos, sobre todo si implica que debemos dejar de lado nuestro orgullo. Hay veces que nos hemos alejado de un hermano, un amigo, que nos peleamos no sé por qué y dejamos de vernos. Y pasan los años y ninguna de las partes de acerca, esperamos que sea el otro el que dé el primer paso. De repente la muerte nos sorprende y perdimos la oportunidad de la reconciliación, y la perdimos para siempre… una cuenta pendiente…
Estar preparado es no permitir que estas cosas nos sucedan, tratar de estar en paz con las personas que amamos y las que nos rodean. Y no porque seamos fatalistas y vivamos como si la muerte nos acechara a todo momento. Se trata de vivir una vida en la paz de Cristo, en esa armonía con nosotros mismos y con las demás personas que nos permite vivir una vida libre, sin ataduras, mirando siempre de frente.
El estar listo, estar preparado para partir de esta tierra es una forma de vivir al día, sin rencores ni odio, sin cosas que nos van enfermando y encerrándonos en nosotros mismos.
No esperar a último momento, porque puede fallar, porque puede ser que no lleguemos a tiempo.
Hoy te invito a que dispongas a ponerte al día con aquellas conversaciones pendientes, a hablar lo que hay que hablar, pero sin rabia ni rencor, simplemente como una liberación y para no dejar que queden ahí fermentando con los años, hasta transformarse en una gran tumor imposible de darle con nada.
Vas a ver que no es tan grave, que la mayoría de esas cosas eran pura espuma, y que con la ayuda y el acompañamiento de Dios, todo es más fácil. Amén.

Querido Dios, siempre te pido perdón por todas mis faltas y equivocaciones, pero no por mi orgullo que es el que no me permite pedir perdón a quien lo está esperando y que se lo debo. Sé que no basta con confesártelo a vos, que tengo que armarme de coraje y enfrentar mis problemas, mis desencuentros. Te pido que me ayudes y que me des la fortaleza necesaria para estar al día, para estar preparada para partir de esta tierra en paz. Te lo pido en el nombre de tu Hijo, Jesucristo, que vive y reina con vos y con el Espíritu Santo. Amén.

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