martes, 6 de julio de 2010

4 de Julio

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 66

Aclamen a Dios, la tierra toda,
salmodien a la gloria de su nombre,
ríndanle el honor de su alabanza,
digan a Dios: ¡Qué terribles tus obras!

Por la grandeza de tu fuerza,
tus enemigos vienen a adularte;
toda la tierra se rinde ante ti,
y salmodia para ti, a tu nombre salmodia.

Vengan y vean las obras de Dios,
temible en sus empresas por los hijos de Adán:
él convirtió el mar en tierra firme,
el río fue cruzado a pie.

Allí, nuestra alegría en él,
que por su poder domina para siempre.
Sus ojos vigilan las naciones,
no se alcen los rebeldes contra él.
Pueblos, bendigan a nuestro Dios,
hagan que se oiga la voz de su alabanza,
él, que devuelve nuestra alma a la vida,
y no deja que titubeen nuestros pies.

Tú nos probaste, oh Dios,
nos purgaste, cual se purga la plata;
nos prendiste en la red,
pusiste una correa a nuestras espaldas,
dejaste que un cualquiera a nuestra cabeza cabalgara,
por el fuego y el agua atravesamos;
mas luego nos sacaste para cobrar aliento.

Con sacrificios entraré en tu Casa,
te cumpliré mis votos,
los que abrieron mis labios,
los que en la angustia pronunció mi boca.

Te ofreceré pingües sacrificios,
con el sahumerio de carneros,
sacrificaré bueyes y cabritos.

Vengan a oír y les contaré,
ustedes todos los que temen a Dios,
lo que él ha hecho por mí.

A él gritó mi boca,
la alabanza ya en mi lengua.
Si yo en mi corazón hubiera visto perversidad,
el Señor no me habría escuchado.
Pero Dios me ha escuchado,
atento a la voz de mi oración.

¡Bendito sea Dios,
que no ha rechazado mi oración
ni su amor me ha retirado!” Amén.

Curiosidades

¿Qué significaba el saludo “paz a esta casa”?
La palabra “paz” corresponde al término hebreo salom, que significa “completo”, “solidez”, “bienestar”. Se utiliza cuando se pide o se ora por el bienestar de otro, cuando uno se encuentra en armonía o concordia con otro, cuando se busca el bien de una ciudad o país. Puede significar prosperidad material, o seguridad física. Pero también puede significar bienestar espiritual. Es la paz que se relaciona con la justicia y la verdad.
Para el pecador primero debe haber paz con Dios, y la eliminación de la enemistad producida por el pecado, por medio del sacrificio de Cristo. Entonces puede nacer la paz interior, sin que puedan sofocarla las luchas del mundo. La paz entre los seres humanos es parte del propósito por el cual murió Cristo, y parte también, de la obra del Espíritu; pero también debe promoverla activamente el ser humano, no simplemente como la eliminación de la discordia, sino como motor de la armonía y el verdadero funcionamiento del cuerpo de Cristo.
Cuando se saludaba deseando “paz a esta casa” primeramente se buscaba que los habitantes de la casa estuvieran dispuestos a una reconciliación con Dios y a escuchar el mensaje del evangelio. Por otro lado, era también una forma de bendecir la casa con bienestar en todos los sentidos.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Lucas 10:1-20

"Después de esto, designó el Señor a otros 72, y los envió de dos en dos delante de sí, a todas las ciudades y sitios a donde él había de ir. Y les dijo:
‘El cereal es mucho, y los obreros pocos. Rueguen, pues, al Dueño del cereal que envíe obreros a su cereal. Vayan; miren que los envío como corderos en medio de lobos. No lleven bolsa, ni mochila, ni sandalias. Y no saluden a nadie en el camino. En la casa en que entren, digan primero: ‘Paz a esta casa.’ Y si hubiere allí un hijo de paz, la paz de ustedes reposará sobre él; si no, se volverá a ustedes. Permanezcan en la misma casa, comiendo y bebiendo lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No vayan de casa en casa. En la ciudad en que entren y los reciban, coman lo que les pongan; curen los enfermos que haya en ella, y díganles: ‘El Reino de Dios está cerca de ustedes.’ En la ciudad en que entren y no los reciban, salgan a sus plazas y digan: ‘Hasta el polvo de sus ciudades que se nos ha pegado a los pies, se lo sacudimos. Pero sepan, con todo, que el Reino de Dios está cerca.’ Les digo que en aquel Día habrá menos rigor para Sodoma que para aquella ciudad.
‘¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en ustedes, tiempo ha que, sentados con sayal y ceniza, se habrían convertido. Por eso, en el Juicio habrá menos rigor para Tiro y Sidón que para ustedes. Y tú, Cafarnaúm, ¿hasta el cielo te vas a encumbrar? ¡Hasta el Hades te hundirás!
‘Quien a ustedes los escucha, a mí me escucha; y quien a ustedes los rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado.’

Regresaron los 72 alegres, diciendo: ‘Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre.’ El les dijo: ‘Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Miren, les he dado el poder de pisar sobre serpientes y escorpiones, y sobre todo poder del enemigo, y nada les podrá hacer daño; pero no se alegren de que los espíritus se les sometan; alégrense de que sus nombres estén escritos en los cielos." Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Es interesante ver el mensaje de Jesús y el adoctrinamiento que hace a sus discípulos cuando los envía a su primera misión. A diferencia de cómo actuamos en general hoy los cristianos, él llama a sus discípulos a no rogar ni insistir: el que no quiere escuchar el mensaje de salvación que vienen a traer ¡que se embrome! ¡sacúdanse el polvo de sus sandalias en señal de repudio!
Si no tenés la disposición para escuchar lo que te tengo para decir, algo que te va a cambiar la vida y que te la mejorará al 1000 x 100, andá a freír churros.
Para mí, como pastora, el estudiar textos como éste me ha sido muy útil, porque creo que en ese sentido hemos estado caminando en la dirección equivocada, ¿por qué actuamos como pidiendo permiso? ¿por qué suplicamos que nos escuchen? ¿por qué no nos valoramos, porque no sentimos que lo que venimos a decir es algo bueno para el otro?
Una de las cosas que más me molestan es cuando las personas van a “cumplir” al culto. ¡Al culto se va a celebrar y agradecer a Dios, no a cumplir con la pastora o el ministro de turno!
Estoy convencida que cuando los cristianos aprendamos a sacudirnos los zapatos y digamos ¡ustedes se la pierden! Muchos se van a sentir atraídos por la invitación que le hacemos.
Cuando por fin nosotros mismos estemos convencidos de que el mensaje de paz del evangelio es lo mejor que nos puede pasar en la vida, entonces vamos a empezar a ver los resultados.
Ahora te digo a vos, que estás ahí escuchando este mensaje en tu casa, en el auto… ¿qué estás esperando para abrir tu corazón y dejar que el mensaje de Jesús, ese mensaje de paz, entre en tu vida? ¿o lo vas a dejar pasar? Es tu decisión. Amén.

Querido Jesús: ¿Por qué no vivo con entusiasmo mi fe? ¿por qué, al verme, al ver mi vida, nadie se siente tentado de ser cristiano, de participar en alguna comunidad de fe o en la mía? Señor, ayudame a estar más convencida, a llegar más a la gente, a sacudirme los pies, si hiciera falta en vez de dar lástima. Sé lo valioso que es tu mensaje de paz, sé lo mucho que a mí me ha servido y sirve en mi vida, cómo me permite salir de situaciones muy difíciles, de levantarme después de cada caída. Ayudame a ser una verdadera enviada tuya que atraiga a más personas para que te conozcan y seas el centro de sus vidas. Sé que es la única manera de cambiar el mundo, por eso te lo pido, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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