viernes, 3 de marzo de 2017

5 de Marzo

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 51

“Ten piedad de mí, Dios, 
    conforme a tu misericordia; 
    conforme a la multitud de tus piedades 
    borra mis rebeliones.

¡Lávame más y más de mi maldad 
    y límpiame de mi pecado!,
porque yo reconozco mis rebeliones, 
    y mi pecado está siempre delante de mí.

Contra ti, contra ti solo he pecado; 
    he hecho lo malo delante de tus ojos, 
    para que seas reconocido justo en tu palabra 
    y tenido por puro en tu juicio.

En maldad he sido formado 
    y en pecado me concibió mi madre.
Tú amas la verdad en lo íntimo 
    y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.

Purifícame con hisopo y seré limpio; 
    lávame y seré más blanco que la nieve.
Hazme oir gozo y alegría, 
    y se recrearán los huesos que has abatido.

 Esconde tu rostro de mis pecados 
    y borra todas mis maldades.
 ¡Crea en mí, Dios, un corazón limpio, 
    y renueva un espíritu recto dentro de mí!

No me eches de delante de ti 
    y no quites de mí tu santo espíritu.
Devuélveme el gozo de tu salvación 
    y espíritu noble me sustente.

 Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos 
    y los pecadores se convertirán a ti.
Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación; 
    cantará mi lengua tu justicia.

 Señor, abre mis labios 
    y publicará mi boca tu alabanza,
porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; 
    no quieres holocausto.

 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; 
    al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.
Haz bien con tu benevolencia a Sión. 
    Edifica los muros de Jerusalén.

 Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, 
    el holocausto u ofrenda del todo quemada; 
    entonces se ofrecerán becerros sobre tu altar.” Amén.

Curiosidades

¿Cuáles fueron las repercusiones de la teología y el movimiento surgido a partir de Thomas Müntzer?

Entre otros aspectos, la insistencia de Müntzer en una fe que realmente se hubiera experimentado, su crítica al bautismo tradicional y a un orden social estratificado en estamentos, su orientación referencial al tiempo de los apóstoles, desde temprano fueron asumidas en aquellos espacios donde se lograba consolidar una alternativa al movimiento de la Reforma luterano o zwingliano. Con título modificado y bajo el seudónimo Christian Hitz de Salzburgo fue publicada en Augsburgo en 1526 la obra de Müntzer, “Sobre la fe fingida”. Copias de la misma seguían circulando en 1531 en círculos anabaptistas. Espiritualistas como Sebastián Franck y Valentín Weigel, al igual que el anabaptista nurembergués Hans Denck conocían los textos de Müntzer. Más adelante, Gottfried Arnold volvió a darles difusión, aunque no sin manifestar reparos. La memoria sobre la participación de Müntzer en la Guerra de los Campesinos fue consolidada en especial por los escritos en contra suya, producidos en Wittenberg. Así hasta el siglo XX continuó siendo visto siempre como el prototipo del fanático y del subversivo. La idea (que se sostuvo hasta el siglo pasado) de una estrecha vinculación del anabaptismo con Müntzer no estaba basada en primer lugar en las cartas de Grebel –pues éstas recién se conocieron en el siglo XVIII–. La responsabilidad de esta vinculación le cabe a Felipe Melanchthon, con su idea de que los comienzos del rebautismo se remontarían al círculo profético de Zwickau (Müntzer como discípulo de Nikolaus Storch) y a la descripción de los anabaptistas que elaboró Heinrich Bullinger. En especial por las investigaciones más recientes se pudo probar el influjo de Müntzer sobre el anabaptismo surgido en el centro y en el sur de Alemania a través de Juan Hut, a quien con razón se le ha dado en llamar “heredero de Müntzer” (Gottfried Seebaß).
Con su influencia en la historia del culto protestante, la piedad del seguimiento de Cristo y la conformación de una crítica a las autoridades seculares, y un derecho de resistencia ante ellas, a Thomas Müntzer se le ha de atribuir una significación histórica amplia.
http://www.thomas-muentzer.de/person_es.htm

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Mateo 4:1-11

“Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. Después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, sintió hambre.
Se le acercó el tentador y le dijo: ‘Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. Él respondió y dijo: ‘Escrito está:
"No solo de pan vivirá el hombre,
sino de toda palabra que sale de la boca de Dios".
Entonces el diablo lo llevó a la santa ciudad, lo puso sobre el pináculo del templo y le dijo: ‘Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, pues escrito está: 
»"A sus ángeles mandará acerca de ti",
»y en sus manos te sostendrán,
para que no tropieces con tu pie en piedra".’
Jesús le dijo: ‘Escrito está también:
"No tentarás al Señor tu Dios".’
Otra vez lo llevó el diablo a un monte muy alto y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: ‘Todo esto te daré, si postrado me adoras’. Entonces Jesús le dijo: ‘Vete, Satanás, porque escrito está:
"Al Señor tu Dios adorarás
y solo a él servirás".’
El diablo entonces lo dejó, y vinieron ángeles y lo servían.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Las pruebas de amor… algo tan viejo como la humanidad…
¿Nunca te han pedido una prueba de tu amor por otra persona?
¿Es necesario probar el amor por otro o basta con amar simplemente aceptando al otro como es con sus limitaciones y sus tiempos, como lo necesitamos nosotros también?
Lo mismo pasa con la fe… ¿cuántas veces me han desafiado con preguntas como “si Dios existiera no morirían de hambre tantos niños en el mundo”, o “no serían abusados”?
Cuando necesitamos pruebas de la existencia de Dios o su amor por la humanidad, nos olvidamos que Dios nos ha creado libres para decidir nuestro camino, y nos podemos equivocar, nos podemos apartar de la voluntad de Dios, de aquello para lo cual nos ha creado.
Las famosas tentaciones de Jesús en el desierto no simbolizan otra cosa que el camino de cada persona por la tierra. Las situaciones que se nos presentan y cuánto pensamos que influyen sobre el resto de la gente.
Está claro que a nuestro planeta le sobran recursos para que todas las personas tengan lo necesario para vivir. Pero la avaricia, el egoísmo, hace que algunas tengan de más, y a veces mucho de más, y a otras le falte lo imprescindible. Eso no es culpa de Dios, y no podemos cuestionarlo por eso, es responsabilidad de los seres humanos que han construido un sistema socioeconómico injusto basado en la acumulación de bienes que perjudica al resto.
No hace falta probar el amor de Dios y su misericordia, porque Él mismo los expresa a través de la naturaleza que sigue renaciendo y brindando mucho más de lo que podemos aprovechar… es sólo dejar que actúe y no seguir maltratándola.
Yo creo en Dios y siento su presencia aún en las situaciones más duras. Es sólo prestar atención y saber mirar el detalle, porque ahí está.
¿Por qué pedir pruebas de existencia a quien le debo mi existencia? Creo que esa es la primera venda que tapa los ojos de aquellas personas enojadas con Dios. Amén.

Querido Jesús, en el relato de las tentaciones en el desierto puedo ver cómo lograste focalizarte en vez de escuchar las cosas que te planteaba el diablo, ayúdame a hacerlo, a focalizarme también para que no me distraiga en mis vanalidades y mis miedos, para hacer así la voluntad de Dios, vivir en su voluntad. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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