viernes, 28 de octubre de 2016

30 de Octubre

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 10

“¿Por qué, mi Señor, te quedas lejos,
te escondes en las horas de la angustia?
Por el orgullo del impío es perseguido el desdichado,
queda preso en la trampa que le ha urdido.

Sí, el impío se jacta de los antojos de su alma,
el avaro que bendice menosprecia a mi Señor,
el impío, insolente, no le busca:
‘¡No hay Dios!’, es todo lo que piensa.

En todo tiempo se afianzan sus caminos,
allá arriba tus juicios muy lejos de él están,
a todos sus rivales da soplidos.

Dice en su corazón: ‘¡Jamás dudaré!’
porque en desgracia no se ve, maldice.

De fraude y engaño está llena su boca,
bajo su lengua sólo maldad e iniquidad;
al acecho se aposta entre las cañas
en los recodos mata al inocente.

Todo ojos, espía al desvalido,
al acecho escondido como león en su guarida,
al acecho para atrapar al desdichado,
atrapa al desdichado arrastrándole en su red.

Espía, se agazapa, se encoge,
el desvalido cae en su poder;
dice en su corazón: ‘Dios se ha olvidado,
tiene tapado el rostro, no ha de ver jamás.’

¡Levántate, mi Señor, alza tu mano, oh Dios!
¡No te olvides de los desdichados!
¿Por qué el impío menosprecia a Dios,
dice en su corazón: ‘No vendrás a indagar?’

Lo has visto ya, que la pena y la tristeza
las miras tú para tomarlas en tu mano:
el desvalido se abandona a ti,
tú socorres al huérfano.

¡Quiebra el brazo del impío, del malvado;
indaga su impiedad sin dejar rastro!
¡Mi Señor es rey por siempre, por los siglos;
los gentiles han sido barridos de su tierra!

El deseo de los humildes escuchas tú, mi Señor,
su corazón confortas, alargas tus oídos,
para hacer justicia al huérfano, al ultrajado:
¡cese de dar terror el hombre salido de la tierra!” Amén.

Curiosidades

¿Qué sucede en la Dieta de Augsburgo?

En la Dieta de Augsburgo (1530), Carlos estaba en una situación ventajosa. La Paz de Cambray con Francia en 1529 y la reconciliación con Clemente VII tras el Saco de Roma de 1527 permitieron que Carlos I fuera coronado emperador del Sacro Imperio por el Papa en Bolonia. Carlos fue con la intención de acabar con el conflicto religioso para poder obtener fondos y así poder hacer frente a la costosa política exterior del Imperio. En la asamblea, los Estados protestantes estaban liderados por el Landgrave Felipe de Hessen y por el duque Juan de Sajonia, hermano del fallecido Federico. De los teólogos, destacaron Felipe Melanchthon por los protestantes, ya que Lutero aún seguía proscrito y no podía abandonar Sajonia, y Johannes von Eck por los católicos. En la misma, los protestantes presentaron la Confesión de Augsburgo, un documento redactado en última instancia por Melanchton que incluía la doctrina luterana pero suavizada para que fuera aceptada mínimamente por los católicos. No obstante, Eck y compañía no lo aceptaron pese a algunas modificaciones y los protestantes no estaban dispuestos a renunciar a las bases de su doctrina. Como resultado, Carlos condenó plenamente el luteranismo sin hacer concesiones. De vuelta en sus Estados, los príncipes y ciudades protestantes fundaron la Liga de Esmalcalda en diciembre de 1930 para hacer frente a la amenaza del Emperador. Por su parte, Lutero criticó las decisiones de las últimas dietas en dos obras. En Comentarios al edicto de Augsburgo no atacaba al Emperador sino que se cebaba con el legado papal Campeggio y con Clemente VII. Amonestación del doctor Martín Lutero a sus queridos alemanes fue una obra realizada a instancias del Landgrave para alentar a los reformistas a que resistieran frente a un eventual ataque de Carlos V y legitimaba el derecho de resistencia militar de los soberanos protestantes.
http://blogs.ua.es/luteromartin/2011/08/13/la-reforma-en-las-dietas-imperiales/

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Mateo 5:2-10

“Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo:
‘Bienaventurados los pobres de espíritu,
porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Bienaventurados los mansos,
porque ellos poseerán en herencia la tierra. 
Bienaventurados los que lloran,
porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia,
porque ellos serán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que trabajan por la paz,
porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia,
porque de ellos es el Reino de los Cielos.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

¿Qué significa ser bienaventurado/a?
Si buscamos en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, la primera definición de bienaventurado es “que goza de Dios en el cielo”, otro significado de bienaventurado es: afortunado. También se dice de una persona: “demasiado sencilla o cándida”.
En definitiva la bienaventuranza está relacionada con la felicidad, la simplicidad o ingenuidad y con Dios. El punto es que en las llamadas “bienaventuranzas” nos encontramos con situaciones que nada tienen que ver con la felicidad, como la consideramos los seres humanos, ni con la ingenuidad, pero sí con Dios, porque tienen que ver con el compromiso con el mundo que nos rodea, y el dar testimonio.
Desde el inicio del movimiento de Jesús, quienes adhirieron no tomaron esta fe como un escapismo, como un círculo cerrado, sino en una relación con la realidad y el compromiso con los y las más débiles… y eso ha tenido y sigue teniendo su costo. Por eso la persecución, por eso el hambre y sed de justicia, por eso el trabajo por la paz.
Si pensamos en la realización del ser humano, el sentimiento de plenitud que nace de una vida con principios y en la coherencia, es más fácil comprender que una persona es bienaventurada cuando actúa en consonancia con lo que dice y piensa. Esa persona es bienaventurada, es afortunada, porque se entrega a una causa, la defiende, en beneficio de muchas otras personas.
Eso es lo que Jesús espera de quienes creemos en El. Que podamos vivir una vida, incluso arriesgándola, denunciando la injusticia, la pobreza, trabajando por la paz, conmoviéndonos con la realidad de las personas que nos rodean y haciendo algo para cambiarla. Lo que en hebreo llama “Tikun Olam”.
Te invito a que seas parte de los y las bienaventurados, que te animes a vivir una vida de entrega y coherencia. Vas a ver la felicidad que provoca cuando salimos de nosotros mismos para ir al encuentro del otro, la otra. Amén.

Querido Jesús, quiero seguir tus pasos, vivir en la bienaventuranza, salir de mí misma para descubrir la verdadera felicidad, la plenitud. Dame la fuerza y la integridad para hacerlo, ayúdame a dejar de lado mi egoísmo y mis temores. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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