viernes, 28 de agosto de 2015

30 de Agosto

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 15

Mi Señor, ¿quién habitará en tu Altar?,
¿quién morará en tu monte santo?
El que anda en integridad y hace justicia;
el que habla verdad en su corazón;
el que no calumnia con su lengua
ni hace mal a su prójimo
ni admite reproche alguno contra su vecino;
aquel a cuyos ojos el indigno es menospreciado,
pero honra a los que temen a mi Señor;
el que aun jurando en perjuicio propio, no por eso cambia;
quien su dinero no dio a usura
ni contra el inocente admitió soborno.

El que hace estas cosas, no resbalará jamás.” Amén.

Curiosidades

¿Qué se entiende por pureza en la Biblia?
La significación bíblica original era ceremonial. Debía obtenerse por medio de ciertas abluciones y purificaciones obligatorias para los fieles en la ejecución de sus deberes religiosos. Las purificaciones eran comunes a muchas otras religiones también, pero en ellas eran simplemente ceremoniales, y carecían de significación ética. En el caso de Israel, la mayor parte de las purificaciones tenían significado ético y sanitario. Aunque Gn.35:2 y Ex.19:14 indican que la idea general no se originó en la ley mosaica, resulta evidente que solamente con la recepción de la ley bajo Moisés fueron codificados y detallados estos reglamentos. En la enseñanza de los profetas, la significación pasó en gran medida de lo simplemente ceremonial a lo ético. En el NT la enseñanza de Cristo y el descenso del Espíritu Santo llevaron el significado de la pureza a la esfera moral y espiritual.
En el sentido general común al NT, y a la literatura devocional del AT, la pureza indica un estado del corazón en el que hay una completa devoción por Dios. Así como se dice que el agua no adulterada es pura, y que el oro sin impurezas s oro puro, l corazón puro es el corazón no dividido, en el que no existe conflicto de lealtades ni intereses, ni mezcla de motivos, como tampoco hipocresía o falta de seguridad. Es una entrega completa manifestada hacia Dios. Probablemente sea este el sentido en que lo usó el Señor en las bienaventuranzas. La recompensa del corazón no dividido es la visión de Dios. No puede tener visión de Dios el corazón impuro, debido a que está fura de armonía con la naturaleza y el carácter de Dios. En otras enseñanzas de Cristo se transfiere el estado de impureza, y en consecuencia también el de pureza, enteramente del ser humano exterior al interior. En este sentido podemos decir que la pureza es un estado del corazón completamente reservado a Dios, y libre de toda distracción mundana.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.1139)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Marcos 7:1-23

Se acercaron a Jesús los fariseos y algunos de los escribas, que habían venido de Jerusalén; estos, viendo a algunos de los discípulos de Jesús comer pan con manos impuras, esto es, no lavadas, los condenaban, (pues los fariseos y todos los judíos, aferrándose a la tradición de los ancianos, si no se lavan muchas veces las manos, no comen. Y cuando regresan de la plaza, si no se lavan, no comen. Y otras muchas cosas hay que se aferran en guardar, como los lavamientos de los vasos de beber, de los jarros, de los utensilios de metal y de las camas.) Le preguntaron, pues, los fariseos y los escribas:
—¿Por qué tus discípulos no andan conforme a la tradición de los ancianos, sino que comen pan con manos impuras?
Respondiendo él, les dijo:
—¡Hipócritas! Bien profetizó de ustedes Isaías, como está escrito:
“Este pueblo de labios me honra,
mas su corazón está lejos de mí,
pues en vano me honran,
enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres”,
porque, dejando el mandamiento de Dios, se aferran a la tradición de los hombres: los lavamientos de los jarros y de los vasos de beber. Y hacen otras muchas cosas semejantes.
Les decía también:
—Bien invalidan el mandamiento de Dios para guardar su tradición, porque Moisés dijo: “Honra a tu padre y a tu madre” y “El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente”, pero ustedes dicen: “Basta que diga un hombre al padre o a la madre: ‘Es Corbán (que quiere decir: “Mi ofrenda a Dios”) todo aquello con que pudiera ayudarte’,” y no lo dejan hacer más por su padre o por su madre, invalidando la palabra de Dios con su tradición que han transmitido. Y muchas cosas hacen semejantes a éstas.
Llamando a sí a toda la multitud, les dijo:
—Óiganme todos y entiendan: Nada hay fuera del hombre que entre en él, que lo pueda contaminar; pero lo que sale de él, eso es lo que contamina al hombre. Si alguno tiene oídos para oír, oiga.
Cuando se alejó de la multitud y entró en casa, le preguntaron sus discípulos sobre la parábola. Él les dijo:
—¿También ustedes están así, sin entendimiento? ¿No entienden que nada de fuera que entra en el hombre lo puede contaminar, porque no entra en su corazón, sino en el vientre, y sale a la letrina?
Esto decía, declarando limpios todos los alimentos. Pero decía que lo que sale del hombre, eso contamina al hombre, porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lujuria, la envidia, la calumnia, el orgullo y la insensatez. Todas estas maldades salen de dentro y contaminan al hombre.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Es interesante observar que los cristianos y cristianas provenimos de un líder que puso en el tapete la hipocresía de la comunidad judía de su tiempo que se iba en detalles, en las formas, pero se olvidaba lo profundo, lo fundamental de la fe. A casi 2000 años de esto, y aun antes, los seguidores de ese rebelde, que se animo a denunciar la hipocresía, hemos adoptado las mismas mañas.
En la teoría deberíamos ir contra la corriente, pero el mundo en el que vivimos, el modelo económico por el que se rige la política internacional  proviene de los países occidentales y cristianos ¡Que paradoja!
Vivimos en un sistema de muerte, que se alimentan de quienes no logran estar en el sistema, como sacrificios humanos, pero somos cristianos, anunciamos el Reino de Cristo y nos horrorizamos de las culturas menos “civilizadas”.
Es hora que asumamos que no nos animamos a salir de la hipocresía, que al final, todo lo que nos enseño Jesús nos resulta difícil llevar a la práctica, porque requiere esfuerzo, compromiso y porque corremos riesgo de vida.
Ser cristianos, ser cristianas, es algo muy serio, porque exige que dejemos de lado los malos pensamientos, los adulterios, las perversiones sexuales (como violaciones, abuso, y demás), los engaños, los asesinatos, los robos (también los de guante blanco), las maldades, la lujuria, la envidia, la calumnia, el orgullo y la insensatez… pero no es fácil, porque muchas de estas cosas están demasiado adentro nuestro. Amén.

Querido Jesús, ayudame a seguirte, a mejorarme cada día, a darme cuenta cada vez que me alejo de tu camino de amor y servicio. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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