viernes, 20 de marzo de 2015

22 de Marzo

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 51

“Ten piedad de mí, Dios,
conforme a tu misericordia;
conforme a la multitud de tus piedades
borra mis rebeliones.
¡Lávame más y más de mi maldad
y límpiame de mi pecado!,

porque yo reconozco mis rebeliones,
y mi pecado está siempre delante de mí.
Contra ti, contra ti sólo he pecado;
he hecho lo malo delante de tus ojos,
para que seas reconocido justo en tu palabra
y tenido por puro en tu juicio.
En maldad he sido formado
y en pecado me concibió mi madre.
Tú amas la verdad en lo íntimo
y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.

Purifícame con hisopo y seré limpio;
lávame y seré más blanco que la nieve.
Hazme oír gozo y alegría,
y se recrearán los huesos que has abatido.
Esconde tu rostro de mis pecados
y borra todas mis maldades.

¡Crea en mí, Dios, un corazón limpio,
y renueva un espíritu recto dentro de mí!
No me eches de delante de ti
y no quites de mí tu santo espíritu.
Devuélveme el gozo de tu salvación
y espíritu noble me sustente.

Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos
y los pecadores se convertirán a ti.
Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación;
cantará mi lengua tu justicia.

Señor, abre mis labios
y publicará mi boca tu alabanza,
porque no quieres sacrificio, que yo lo daría;
no quieres holocausto.
Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado;
al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.

Haz bien con tu benevolencia a Sión.
Edifica los muros de Jerusalén.
Entonces te agradarán los sacrificios de justicia,
el holocausto u ofrenda del todo quemada;
entonces se ofrecerán becerros sobre tu altar.”
Amén.

Curiosidades

¿A quiénes llamaban “griegos” en el Nuevo Testamento?

Dos palabras se usaban en el Nuevo Testamento: hellenes y hellenistai. El término hellenes se refiere a los habitantes de Grecia o sus descendientes. También se lo aplica como virtual equivalente a “gentil”, para describir a los que no son de origen judío.
El término hellenistai es un problema. Sólo aparece en Hechos. La objeción a la interpretación tradicional de hellenistai como “judíos de habla griega” es que Pablo, que hablaba griego, se llamaba a sí mismo hebraicos, que en Hechos 6 hace el contraste con hellenistai. Varias alternativas se han ofrecido: por ejemplo judíos que solamente hablaban griego; judíos de la diáspora que hablaban griego y vivían en Palestina, judíos “no conformitas” bajo la influencia del helenismo y notorios por su oposición al templo.
(Nuevo Diccionario Bíblico, 1º Edición – Ediciones Certeza - pág.566)

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Juan 12:20-36

Había ciertos griegos entre los que habían subido a adorar en la fiesta. Estos, pues, se acercaron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y le rogaron, diciendo:
—Señor, queremos ver a Jesús.
Felipe fue y se lo dijo a Andrés; entonces Andrés y Felipe se lo dijeron a Jesús. Jesús les respondió diciendo:
—Ha llegado la hora para que el Hijo del hombre sea glorificado. De cierto, de cierto les digo que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo, pero si muere, lleva mucho fruto. El que ama su vida, la perderá; y el que odia su vida en este mundo, para vida eterna la guardará. Si alguno me sirve, sígame; y donde yo esté, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirve, mi Padre lo honrará.
»Ahora está turbada mi alma, ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Pero para esto he llegado a esta hora. Padre, glorifica tu nombre.
Entonces vino una voz del cielo: «Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez.»  Y la multitud que estaba allí y había oído la voz, decía que había sido un trueno. Otros decían:
—Un ángel le ha hablado.
Respondió Jesús y dijo:
—No ha venido esta voz por causa mía, sino por causa de ustedes. Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera. Y yo, cuando sea levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo.
Esto decía dando a entender de qué muerte iba a morir. Le respondió la gente:
—Nosotros hemos oído que, según la Ley, el Cristo permanece para siempre. ¿Cómo, pues, dices tú que es necesario que el Hijo del hombre sea levantado? ¿Quién es este Hijo del hombre?
Entonces Jesús les dijo:
—Aún por un poco de tiempo la luz está entre ustedes; anden entretanto que tienen luz, para que no les sorprendan las tinieblas, porque el que anda en tinieblas no sabe a dónde va. Entre tanto que tienen la luz, crean en la luz, para que sean hijos de luz.Amén.
Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

¿Hasta qué punto estoy dispuesta a escuchar a Dios?
¿Cómo está mi fe?
¿Puedo ver la presencia de Dios en mi vida, en el mundo?
Como Pastora muchas veces me toca escuchar a personas que se resisten a ver cómo Dios actúa en este mundo tan revolucionado en el que estamos viviendo. Esperan la magia, esperan algo sobrenatural.
Lo que para algunos es un trueno para otros es Dios que está hablando, lo que para algunos es suerte, para otros es un milagro.
Todo depende cuánto está Dios en nuestras vidas, hasta qué punto permitimos que Dios actúe y se presente en nuestras vidas.
Pero a la vez, a la hora de la tragedia siempre la pregunta es ¿por qué Dios permite esto? ¿dónde está Dios?
Detrás de cada tragedia hay responsabilidades humanas: negligencia, distracción, cansancio, excesos, violencia… pero también está la naturaleza que nos muestra su fuerza y nos pone en nuestro lugar, nos ubica en nuestra pequeñez y fragilidad.
Hay muchas personas que buscan a Dios, que buscan a Jesús, pero ¿qué buscan?
A veces estas personas buscan algo que no es, no se dan cuenta que Dios ha creado a la humanidad como sus colaboradores más importantes y que somos las personas las que en mayor parte somos sus herramientas, y ahí está el milagro, ahí está su Presencia.
Personalmente me parece maravilloso. Me parece hermoso que con Dios podamos trabajar en equipo, porque el haber sido creados ya imagen y semejanza suya no es poca cosa, más bien es un orgullo.
El punto es hasta dónde estamos dispuestos a poner de nuestro tiempo, nuestro esfuerzo nuestros recursos, para la obra de Dios, para su Reino, para que este mundo que vamos destruyendo de a poco con nuestras mezquindades, pueda ser un lugar mejor y con espacio para todos y todas.
Esto depende de vos y de mí y de todas las personas que escuchen a Dios en vez de un trueno y vean un milagro, la mano de Dios en vez de un simple azar, una buena suerte. Amén.

Querido Jesús, cómo me cuesta verte, aceptar que los canales que usás no son los de ciencia ficción sino que las personas somos tus herramientas. Ayudame a no buscar la magia, a no buscar espectáculo y a vivir una vida junto a las personas que me rodean como tu presencia amorosa. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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