viernes, 26 de abril de 2013

28 de Abril

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 145

“Te exaltaré mi Dios, oh Rey,
Y bendeciré Tu nombre eternamente y para siempre.
Todos los días Te bendeciré,
Y alabaré Tu nombre eternamente y para siempre.
Grande es el Señor, y digno de ser alabado en gran manera,
Y Su grandeza es inescrutable.

Una generación alabará Tus obras a otra generación,
Y anunciará Tus hechos poderosos.
En el glorioso esplendor de Tu majestad,
Y en Tus obras maravillosas meditaré.

Los hombres hablarán del poder de Tus hechos asombrosos,
Y yo contaré Tu grandeza.
Ellos proclamarán con entusiasmo la memoria de Tu mucha bondad,
Y cantarán con gozo de Tu justicia.

Clemente y compasivo es el Señor,
Lento para la ira y grande en misericordia.
El Señor es bueno para con todos,
Y su compasión, sobre todas Sus obras.

Señor, Tus obras todas Te darán gracias,
Y Tus santos Te bendecirán.
La gloria de Tu reino dirán,
Y hablarán de Tu poder,

Para dar a conocer a los hijos de los hombres Tus hechos poderosos
Y la gloria de la majestad de Tu reino.
Tu reino es reino por todos los siglos,
Y Tu dominio permanece por todas las generaciones.

El Señor sostiene a todos los que caen,
Y levanta a todos los oprimidos.
A Ti miran los ojos de todos,
Y a su tiempo Tú les das su alimento.
Abres Tu mano,
Y sacias el deseo de todo ser viviente.

Justo es el Señor en todos Sus caminos,
Y bondadoso en todos Sus hechos.
El Señor está cerca de todos los que Lo invocan,
De todos los que Lo invocan en verdad.

Cumplirá el deseo de los que Le temen,
También escuchará su clamor y los salvará.
El Señor guarda a todos los que Lo aman,
Pero a todos los impíos destruirá.

Mi boca proclamará la alabanza del Señor;
Y toda carne (toda la humanidad) bendecirá Su santo nombre eternamente y para siempre.” Amén.

Curiosidades

¿Qué significa la expresión “Alfa y Omega”?

Esta yuxtaposición de la primera y última letras del alfabeto griego, que corresponden a las hebreas ‘alef y taw, sólo aparecen en el Apocalipsis como autodesignación tanto de Dios como de Cristo. En Ap.22:13 se confirma la divinidad del Hijo al aplicársele lo que se había dicho acerca del Padre. En cada uno de estos casos el término se refiere a la actividad eterna, dinámica y global de Dios o Cristo en la creación y la salvación; es decir, el origen, la preservación y la meta de todas las cosas se han de encontrar en la deidad. Los hebreos, los griegos y los romanos todos empleaban sus alfabetos como numerales, de modo que “alfa y omega” podía fácilmente representar “primero y último”.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Apocalipsis 21:1-8

“Entonces vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existe. Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, preparada como una novia ataviada para su esposo. Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: “El trono de Dios está entre los hombres, y El habitará entre ellos y ellos serán Su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos. El enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni habrá más duelo, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas han pasado.”
El que está sentado en el trono dijo: “Yo hago nuevas todas las cosas.” Y añadió: “Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas.” También me dijo: “Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que tiene sed, Yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida. El vencedor heredará estas cosas, y Yo seré su Dios y él será Mi hijo. Pero los cobardes, incrédulos, detestables, asesinos, deshonestos, hechizadores, idólatras, y todos los mentirosos tendrán su herencia en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Muchas personas hablan del Reino de Dios como algo que vendrá en algún momento. Algunos dicen que será a la hora de la muerte, otros, algo más apocalípticos, dicen que se presentará en un momento en donde el mundo se destruirá y se parecerá a las películas de cine ficción que son tan taquilleras, porque a la gente le encanta ver explosiones.
Pero si tomamos las palabras de Jesús, y mismo las del libro del Apocalipsis, que estamos compartiendo hoy, nos habla del Reino de Dios como algo que ya está con nosotros, transformando el mundo, y nosotros somos los protagonistas, las herramientas de Dios para hacer la tarea.
Cuando hablamos de un Reino que vendrá no nos hacemos cargo de la tarea que nos dejó Jesús antes de ir junto al Padre. Hay mucho por hacer y como seguidores de Cristo somos bastante ineficientes.
Hablamos de este lugar del mundo como el occidental y cristiano, y paradógicamente somos los responsables directa o indirectamente de la mayor parte del problema de la mala distribución de la riqueza. Primero Europa y luego los Estados Unidos, han llevado una política de depredación del los pueblos y del planeta, imponiendo una economía capitalista neoliberal, en donde la ley es que gana el más fuerte y con menos escrúpulos. Y nosotros, a pesar de ser de América Latina, aceptamos y seguimos este mismo modelo, mal que nos pese. Somos cómplices al menos por nuestra incapacidad de crear un modelo diferente.
A veces hacemos como una especie de lavado de cara, pero nunca los problemas se atacan de raíz. Esto se debe, justamente, a que si bien nos autodefinimos como cristianos, de ninguna manera vivimos conforme su ejemplo y enseñanza. Nos hemos acostumbrado a vez la pobreza y la injusticia, y esto significa que no estamos dispuestos a instaurar el Reino de Dios, un reino que se caracteriza por la paz, la justicia, el amor, el cuidado y la aceptación del otro, de estar junto con el necesitado.
Por eso mismo, por no asumir la responsabilidad que nos compete como cristianos, preferimos hablar de un Reino venidero. Nos es más cómodo y nos libera de varias complicaciones y peligros. De paso, si a la vez predicamos que el que sufre acá es el que está en primer lugar después, nuestra conciencia se tranquiliza. Es más, hasta es casi un favor que se hace al que sufre: para que gane su lugar en el reino.
Pero el Apocalipsis deja claro que los cobardes, incrédulos, detestables, asesinos, deshonestos, hechizadores, idólatras, y todos los mentirosos” no forman parte del Reino de Dios, por lo que estamos primeros en la lista, porque el no jugarse por el otro, el no denunciar la injustica, el no actuar en el amor, en el compromiso, es una cobardía.
Es el momento de seguir realmente a Jesús y ser agentes de cambio para que por fin el Reino de Dios se haga presente y transforme la vida de muchos. Vos y yo estamos invitados y tenemos las herramientas. Amén.

Querido Jesús, sé que muchas veces me justifico con mil argumentos y no cumplo la misión que me encomendaste y que acepté cuando te dije que sí en mi corazón. Sé que muchas veces me invade la pereza, el temor o el pesimismo, por eso te pido que me ayudes a ser un agente de cambio, que quienes están cerca encuentren en mí la paz, el amor, la comprensión, el compromiso. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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