viernes, 11 de junio de 2010

13 de Junio

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 32

“¡Dichoso el que es perdonado de su culpa,
y le queda cubierto su pecado!
Dichoso el hombre a quien mi Señor no le cuenta el delito,
y en cuyo espíritu no hay fraude.
Cuando yo me callaba, se sumían mis huesos
en mi rugir de cada día,
mientras pesaba, día y noche,
tu mano sobre mí;
mi corazón se alteraba como un campo
en los ardores del estío.
Mi pecado te reconocí,
y no oculté mi culpa;
dije: ‘Me confesaré
a mi Señor de mis rebeldías.’
Y tú absolviste mi culpa,
perdonaste mi pecado.
Por eso te suplica todo el que te ama
en la hora de la angustia.
Y aunque las muchas aguas se desborden,
no lo alcanzarán.Tú eres un cobijo para mí,
de la angustia me guardas,
estás en torno a mí para salvarme.

Voy a instruirte, a mostrarte el camino a seguir;
fijos en ti los ojos, seré tu consejero.
No seas cual caballo o mulo sin sentido,
rienda y freno hace falta para domar su brío,
si no, no se te acercan.

Copiosas son las penas del impío,
al que confía en mi Señor el amor lo envuelve.
¡Alégrense en mi Señor,
oh justos, exulten,
griten de gozo, todos los de recto corazón!” Amén.

Curiosidades

¿A qué se consideraba “una mujer pecadora pública”?
Una mujer pecadora pública era una prostituta. En la época del Nuevo Testamento hubo prostitutas entre aquellos que se arrepintieron ante la predicación del Juan el Bautista.
En distintas partes del Cercano Oriente se han encontrado numerosas estatuillas de mujeres desnudas representativas de las diosas que se veneraban en la prostitución religiosa. Sus devotos creían que podían estimular la fertilidad de sus cultivos mediante la magia solidaria cuando practicaban las relaciones sexuales.
Podemos suponer que el culto que se rendía a los principales diosas cananeas comprendía la prostitución religiosa, aún cuando no existen textos que explícitamente lo demuestren. En los textos ugaríticos que se refieren al personal de los templos encontramos a los qdsm, que probablemente eran prostitutos cúlticos. Se encuentran referencias explícitas a la prostitución religiosa en Siria y Fenicia en los textos tardíos de la obra de Luciano. La prostitución de mujeres al servicio de Venus en Heliópolis está comprobada hasta el s.IV d.C.
Existen buenas razones para creer que la influencia fenicia fue responsable de la introducción de la prostitución religiosa como parte del culto griego a Afrodita a través de Chipre y Cítera.
Afrodita era la diosa de Corinto y patrona de quienes se dedicaban a la prostitución. Cuando Pablo advirtió a la congregación de Corinto acerca de la inmoralidad seguramente que les estaba advirtiendo, en parte acerca de la prostitución cúltica.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Lucas 7:36-8:3

"Un fariseo le rogó que comiera con él, y, entrando en la casa del fariseo, se puso a la mesa. Había en la ciudad una mujer pecadora pública, quien al saber que estaba comiendo en casa del fariseo, llevó un frasco de alabastro de perfume, y poniéndose detrás, a los pies de él, comenzó a llorar, y con sus lágrimas le mojaba los pies y con los cabellos de su cabeza se los secaba; besaba sus pies y los ungía con el perfume.
Al verlo el fariseo que lo había invitado, se decía para sí: ‘Si éste fuera profeta, sabría quién y qué clase de mujer es la que lo está tocando, pues es una pecadora.’ Jesús le respondió: ‘Simón, tengo algo que decirte.’ El dijo: ‘Di, maestro.’ Un acreedor tenía dos deudores: uno debía quinientos denarios y el otro cincuenta. Como no tenían para pagarle, perdonó a los dos. ¿Quién de ellos lo amará más?’ Respondió Simón: ‘Supongo que aquel a quien perdonó más.’
Él le dijo: ‘Has juzgado bien’, y volviéndose hacia la mujer, dijo a Simón: ‘¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y no me diste agua para los pies. Ella, en cambio, ha mojado mis pies con lágrimas, y los ha secado con sus cabellos. No me diste el beso. Ella, desde que entró, no ha dejado de besarme los pies. No ungiste mi cabeza con aceite. Ella ha ungido mis pies con perfume. Por eso te digo que quedan perdonados sus muchos pecados, porque ha mostrado mucho amor. A quien poco se le perdona, poco amor muestra.’ Y le dijo a ella: ‘Tus pecados quedan perdonados.’ Los comensales empezaron a decirse para sí: ‘¿Quién es éste que hasta perdona los pecados?’ Pero él dijo a la mujer: ‘Tu fe te ha salvado. Vete en paz.’
Y sucedió a continuación que iba por ciudades y pueblos, proclamando y anunciando la Buena Nueva del Reino de Dios; lo acompañaban los Doce, y algunas mujeres que habían sido curadas de espíritus malignos y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios, Juana, mujer de Cusa, un administrador de Herodes, Susana y otras muchas que los servían con sus bienes.” Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

¡Cómo nos equivocamos a veces con nuestros preconceptos!
¿Cuántas veces, sólo por su exterior, condenaste a una persona?
Pensar mal de alguien, aunque en nuestros hechos no lo manifestemos. Esa cosa que nos nace desde lo más profundo de nosotros mismos que nos hace rechazar a ciertas personas y desconfiemos de ellas sólo por su aspecto exterior.
La imagen del expresidente Bush, en su visita a Haiti, que después de saludar a una persona, se la seca en la camisa de Clinton, como clara señal del asco que le provocó tocar esa mano, tal vez sudorosa o sucia, o nada… sólo de una persona diferente a él, de otro color de piel, de otra condición social que él.
Todos nos horrorizamos, pero no somos diferentes. Hay personas que nos queremos cerca, que tratamos de no tocarlas, de no relacionarnos con ella, sin saber lo que hay en su corazón.
Jesús vino a cambiar todo esto y a que nos demos cuenta de que él vino para la salvación de todos, no de un grupo en especial. Él vino para hacernos comprender que lo importante es lo que hay en los corazones, lo importante es la entrega que cada persona hace de sí misma, el amor que tiene por los demás.
Jesús ha roto las distancias y las diferencias y nos ha tratado de enseñar que abramos nuestras mentes y ampliemos nuestros criterios y que nos soportemos y nos toleremos en el amor. Amén.

Querido Jesús: hoy te quiero pedir perdón. Perdón por mis pensamientos mezquinos. Perdón por pensar mal del otro, por juzgar sin saber en realidad cómo es la persona, sólo por su apariencia. Querido Jesús, ayudame a cambiar, a transformarme en una persona más receptiva, menos desconfiada y prejuiciosa. Te lo pido a vos, que junto con el Padre y el Espíritu Santo reinan por toda la eternidad. Amén.

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