viernes, 30 de octubre de 2009

Domingo 1 de noviembre

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 24

“De mi Señor es la tierra y cuanto hay en ella, el orbe y los que en él habitan; que él lo fundó sobre los mares, él lo asentó sobre los ríos.

¿Quién subirá al monte de mi Señor?,
¿quién podrá estar en su reino santo?
El de manos limpias y puro corazón, el que a la vanidad no lleva su alma, ni con engaño jura.

Él logrará la bendición de mi Señor, la justicia del Dios de su salvación.
Tal es la raza de los que lo buscan, los que van tras tu rostro, oh Dios de Jacob.

¡Puertas, levanten sus dinteles, álcense, portones antiguos, para que entre el rey de la gloria!

¿Quién es ese rey de gloria?
Mi Señor, el fuerte, el valiente, mi Señor, valiente en la batalla.

¡Puertas, levanten sus dinteles, álcense, portones antiguos, para que entre el rey de la gloria!

¿Quién es ese rey de gloria?
Mi Señor Sebaot, él es el rey de gloria.” Amén.

Curiosidades

¿Cómo se conformó lo que conocemos como el Sermón del monte, Mateo 5-7?

En tiempos pasados se daba por sentado que el Sermón del monte constituía un solo discurso pronunciado por Jesús en una ocasión determinada. No hay duda de que parecería ser así según ha sido registrado en Mateo. Los discípulos se sentaron, Jesús abrió la boca y les enseñó, cuando terminó la multitud quedó maravillada.
No obstante la mayoría de los estudiosos opinan que este sermón es en realidad una compilación de dichos del Señor: “Una especie de epítome de todos los sermones que Jesús jamás predicó”.
Hay diferentes argumentos para afirmar esto, y son los siguientes:
· Que incluye un gran exceso de material, demasiado concentrado para que pueda incluirse en un solo sermón. Los discípulos, que no se destacan por una aguda percepción espiritual, nunca podrían haber asimilado tanta riqueza de enseñanza ética.
· Que la gran variedad de tópicos (descripción de las bendiciones del reino, consejos sobre el divorcio, admoniciones con respecto a la ansiedad) es inconsistente con la unidad de un solo discurso.
· La brusquedad con que surgen ciertas secciones en el sermón (por ejemplo la enseñanza sobre la oración) se destaca claramente.
· Aparecen 34 versículos en otros contextos, a menudo más apropiados, a través de Lucas (por ejemplo el Padrenuestro que surge a partir del pedido de los discípulos, en Lc.11:1, el dicho acerca de la puerta angosta que surge partir de la pregunta “¿Son pocos los que se salvan?, en Lc.13:23), y es más probable que Mateo haya incluido dichos de Jesús en el sermón y no que Lucas los haya encontrado allí y luego los haya diseminado por su evangelio.
· Es característico de Mateo el juntar material de enseñanza bajo ciertos encabezamientos a fin de insertarlos en la narración de la vida de Jesús, y el Sermón del monte sería, por lo tanto, simplemente la primera de estas secciones didácticas
Estas consideraciones de ninguna manera le quita valor al Sermón, sino todo lo contrario. Dentro del sermón misma aparecen distintas secuencias que parecen ser “pequeños sermones” de Jesús y no una colección de logia independientes. Si se lo compara con el sermón de Lucas se descubren suficientes puntos de coincidencia. Antes que los evangelistas comenzaran a escribir existía con toda probabilidad un bosquejo primitivo que correspondía a un discurso real pronunciado en una ocasión concreta.


Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Mateo 5:1-12ª

“Viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo:
‘Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra.
Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Bienaventurados serán cuando los injurien, y los persigan y digan con mentira de toda clase de mal contra ustedes por mi causa. Alégrense y regocíjense, porque su recompensa será grande en los cielos.” Amén.


Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:


Todos sabemos que la justicia tiene muchas fallas. También sabemos que como seres humanos es muy difícil, por mucho esfuerzo que se haga, ser justos. Es difícil ser objetivos y no dejarnos influenciar por nuestras impresiones. El que alguien nos caiga bien o mal no depende tanto de la otra persona, ni de la impresión que busca dar, sino simplemente de algo que no podemos dominar ni direccionar, lo que llamamos percepción o intuición. Tiene que ver con la afinidad, con la “piel” como dicen muchos.
Si, ser justo es muy difícil, por eso es que vivimos en un mundo injusto, en una sociedad injusta, porque la sociedad la formamos nosotros, los seres humanos, débiles, influenciables y parciales.
Por eso es tan importante creer en la justicia de Dios, una justicia perfecta, que logra ser absolutamente objetiva y que logra ver incluso lo que hay en los corazones de todos los seres humanos.
Invocar la presencia de Dios para ser más justos, dejar que finalmente Él juzgue cuando aquí no encontramos justicia, cuando vemos que a nuestro alrededor la corrupción reina y los que hoy son apresados, mañana salen como si nada, libres, impunes, con toda la libertad y el “permiso” para seguir su carrera delictiva.
Vivimos en un tiempo y en un mundo en donde nos sentimos muy vulnerables y en donde todo el tiempo suceden cosas absolutamente injustas: los niños mueren de hambre, las personas viven en lugares que no pueden ser llamados casas, la violencia y la droga proliferan a cada momento, y eso es parte de la injusticia de la que hablo.
Pensar que existe una justicia verdadera, y que aquellos que hacen daño van a ser castigados, y que aquellos que luchan por cambiar este mundo desde su pequeña realidad, van a ser recompensados, es muy importante para no quedarse paralizados, para no sentir que toda lucha es en vano.
Esto es importante para mí y para vos en tu vida diaria. Para que vos te animes a remar contra la corriente, a dejarte paralizar o inmovilizar pensando que no vale la pena nada que se haga por cambiar la realidad, la tuya, la mía, la del mundo que nos rodea.
Cuando Jesús dice: Bienaventurados, nos está bendiciendo, nos está dando fuerza y ganas para creer que junto a Él nada es imposible y que hay una recompensa después de tanta lucha y tanto sufrimiento. Amén.

Querido Jesús, ayudame a darme cuenta lo que significa ser bienaventurado, ayudame a sentir tu bendición en todo aquello que emprendo para cambiar mi vida y la de los demás, siguiendo tu mensaje de amor. Haceme una hija bienaventurada, misericordiosa que cree que la justicia existe y es posible. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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