viernes, 4 de marzo de 2016

6 de Marzo

Cada latido de nuestro corazón marca el ritmo de una poesía hecha por Dios, escuchemos con el alma las poesías presentes en las Escrituras:

Salmo 34

“Bendeciré a mi Señor en todo tiempo,
sin cesar en mi boca su alabanza;
en mi Señor mi alma se gloría,
¡óiganlo los humildes y se alegren!

Engrandezcan conmigo a mi Señor,
ensalcemos su nombre todos juntos.
He buscado a mi Señor, y me ha respondido:
me ha librado de todos mis temores.

Los que miran hacia él, refulgirán:
no habrá sonrojo en su semblante.
Cuando el pobre grita, mi Señor oye,
y lo salva de todas sus angustias.

Acampa el ángel de mi Señor
en torno a los que le temen y los libra.
Gusten y vean qué bueno es mi Señor,
dichoso el hombre que se cobija en él.

Teman a mi Señor ustedes, santos suyos,
que a quienes le temen no les falta nada.
Los ricos quedan pobres y hambrientos,
mas los que buscan a mi Señor de ningún bien carecen.

Vengan, hijos, óiganme,
el temor de mi Señor voy a enseñarles.
¿Quién es el hombre que apetece la vida,
deseoso de días para gozar de bienes?

Guarda del mal tu lengua,
tus labios de decir mentira;
apártate del mal y obra el bien,
busca la paz y anda tras ella.

Los ojos de mi Señor sobre los justos,
y sus oídos hacia su clamor,
el rostro de mi Señor contra los malhechores,
para raer de la tierra su memoria.

Cuando gritan aquellos, mi Señor oye,
y los libra de todas sus angustias;
mi Señor está cerca de los que tienen roto el corazón,
él salva a los espíritus hundidos.

Muchas son las desgracias del justo,
pero de todas lo libera mi Señor;
todos sus huesos guarda,
no será quebrantado ni uno solo.

La malicia matará al impío,
los que odian al justo lo tendrán que pagar.
Mi Señor rescata el alma de sus siervos,
nada habrán de pagar los que en él se cobijan.” Amén.

Curiosidades

¿Qué significaba, en el contexto de la parábola, vivir como un libertino?

Siempre que se ha leído lo que generalmente conocemos como “la parábola del hijo pródigo”, cuando se describe la vida que el hijo menor vive lejos de la casa de su padre, erróneamente se ha tomado la palabra “libertino” como alguien que no tiene escrúpulos y que vive una vida entregada a los placeres.
Lo curioso que esta palabra no fue utilizada, en principio, con esa intención. Una persona vivía como libertina significaba que llevaba una vida fuera de los preceptos judíos, esto es, vivía como cualquier publicano, cualquier persona que no profesaba la religión judía. El hermano menor vivió, entonces, como un pagano, lejos de la ley de Dios y de Moisés.
Ahora, ¿por qué siempre entendemos que el hermano menor gastó todo su dinero en prostitutas?
Porque hemos sido influenciados por las palabras del hermano mayor, que acusa a su hermano de haber malgastado toda su herencia en prostitutas. Hemos sido condicionados por las palabras del hermano mayor y de sus malos pensamientos, pero en el relato de ninguna manera aparece que así hubiera sido: simplemente, el tiempo que estuvo en tierra extraña, alejado de su hogar, vivió como las demás personas que lo rodeaban.

Evangelio

Desde el interior de las Escrituras se oyen latidos de vida, ¿qué significan esos sonidos? Escuchemos atentamente el texto bíblico de hoy:

Lucas 15:1-3.11-32

“Todos los publicanos y los pecadores se acercaban a él para oírlo, y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: ‘Este acoge a los pecadores y come con ellos.’ Entonces les dijo esta parábola.
Dijo: ‘Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo al padre: ‘Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde.’ Y él les repartió la hacienda.
Pocos días después el hijo menor lo reunió todo y se marchó a un país lejano donde malgastó su hacienda viviendo como un libertino.
‘Cuando hubo gastado todo, sobrevino un hambre extrema en aquel país, y comenzó a pasar necesidad. Entonces, fue y se ajustó con uno de los ciudadanos de aquel país, que le envió a sus fincas a apacentar puercos. Y deseaba llenar su vientre con las algarrobas que comían los puercos, pero nadie se las daba. Y entrando en sí mismo, dijo: ‘¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, mientras que yo aquí me muero de hambre! Me levantaré, iré a mi padre y le diré: Padre, pequé contra el cielo y ante ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros.’ Y, levantándose, partió hacia su padre. "Estando él todavía lejos, le vio su padre y, conmovido, corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente. El hijo le dijo: ‘Padre, pequé contra el cielo y ante ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo.’ Pero el padre dijo a sus siervos: ‘Traigan aprisa el mejor vestido y vístanlo, pónganle un anillo en su mano y unas sandalias en los pies. Traigan el novillo cebado, mátenlo, y comamos y celebremos una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado.’ Y comenzaron la fiesta.
‘Su hijo mayor estaba en el campo y, al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música y las danzas; y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Él le dijo: ‘Ha vuelto tu hermano y tu padre ha matado el novillo cebado, porque lo ha recobrado sano.’ El se irritó y no quería entrar. Salió su padre, y le suplicaba. Pero él replicó a su padre: ‘Hace tantos años que te sirvo, y jamás dejé de cumplir una orden tuya, pero nunca me has dado un cabrito para tener una fiesta con mis amigos; y ¡ahora que ha venido ese hijo tuyo, que ha devorado tu hacienda con prostitutas, has matado para él el novillo cebado!’
‘Pero él le dijo: "Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo;
pero convenía celebrar una fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto, y ha vuelto a la vida; estaba perdido, y ha sido hallado." Amén.

Los textos bíblicos nos dicen cosas, pero sólo si reflexionamos sobre lo que oímos podremos escuchar los verdaderos latidos de Dios: momento de reflexión:

Una de las cosas más lindas que Dios nos ha dado es la libertad. Cada uno de sus hijos e hijas podemos elegir cómo queremos vivir y qué queremos hacer con nuestra vida. Esa vida que Dios nos ha dado generosamente.
Pero no es sólo eso, sino, lo que más me sorprende, es que a diferencia de nosotros, los seres humanos, perdona nuestras equivocaciones y nos recibe amorosamente, devolviéndonos toda la dignidad con la que nos ha creado.
Sería muy bueno que pudiéramos aprender de esa actitud, perdonar a aquella persona que se equivoca y recibirla con amor…
A veces decimos que perdonamos, pero a cada momento volvemos sobre el error, sobre el daño o la ofensa, cuando ya la persona lo asumió e intenta comenzar una nueva vida.
Muchas veces somos nosotros  los y las responsables de que las personas no cambien su actitud para con nosotros, no les damos la oportunidad verdadera de un cambio, no confiamos en que Dios puede transformar los corazones de las personas.
Al mismo tiempo esperamos todo lo contrario de los demás. Esperamos que no se nos juzgue con dureza, sino que tengan en cuenta las razones por las cuales nos hemos equivocado ¡hasta muchas veces no asumimos la responsabilidad que nos corresponde y le echamos la culpa a las cosas más inverosímiles!
Hoy es un buen momento para hacer una autoevaluación. Pensar en nuestras actitudes y responsabilidades, en nuestra falta de amor y misericordia.
Dios es generoso y siempre nos da una nueva oportunidad, la posibilidad de retomar las riendas de nuestras vidas para caminar junto a Él siguiendo su voluntad. Amén.

Querido Dios, siempre me recibís cuando acudo a vos, siempre tu amor de padre, de madre me envuelve y me da la seguridad de una nueva oportunidad. Ayudame a tratar de esa misma manera a las personas que me rodean, ablandá mi corazón y no permitas que la envidia o el rencor me atrapen. Te lo pido en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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